Es interesante investigar la vida y pensamientos de alguien que vivió cientos de anos antes. No se porque, pero me asombra encontrar gente con una conciencia y inteligencia fuera del día moderno. Talvez tengo la errónea conclusión que la civilización avanza en conjunto con un mayor inteligencia humana.
El hecho de que Sor Juana escogió vivir la vida de monja es talvez interpretada con demasiada sencillez hoy en día. Dudo que la mayoría de mujeres se volvieron monjas en el siglo 17 simplemente por razones religiosas o por no querer casarse. Por dar solo un pequeño ejemplo, visite un viejo convento cerca de la ciudad de México donde encontraron un cementerio con miles de bebes, y el guía nos explico que muchas veces si una mujer se quedaba embarazada fuera del matrimonio la familia les enviaba a este convento para proteger la reputación de la familia. En viejos tiempos el convento era muchas veces una solución para cosas, eso es obvio. Y para Sor Juana, puede ser que era el único lugar donde fuera aceptada en la sociedad. Pero yo propongo que en realidad era mucho mas devota de lo que le damos crédito.
El interés religioso, y aun mas, el interés en dedicarse a una vida religiosa, va en conjunto con un interés de leer, estudiar, y discutir teorías. Entonces no me escandaliza que Sor Juana tenia tantas intereses académicos. Y no veo como su dedicación a los estudios tiene correlación con una mujer ‘feminista’ que odia a los hombres y uso la religión para escapar su destino como mujer. Es interesante esta reacción que recibe una mujer que simplemente escribió sobre las injusticias entre los hombres y mujeres. Odiar una situación y tener la habilidad de articularlo no me parece tener nada que ver con odiar a los hombres y escoger vida de monja. No creo que es justo suponer que la mujer ‘normal’ es naturalmente satisfecha y feliz siendo esposa y madre. En esos días, y aun en muchos casos hoy en día, ser esposa y madre es una vida de tanta ‘servitud máxima’ como la de ser monja. Sor Juana dedico mucho de su vida ayudando a los pobres, ambos mujeres y hombres. Y sabiendo que se iba a enfermar, no paro de ayudar y cuidar a cientos de enfermos de la epidemia. Esto y muchas otras cosas que hizo Sor Juana demuestra una mujer que tomaba su responsabilidad y vida religiosa muy seriamente.