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No me agarran viva

No me agarran viva es un libro muy diferente a todos los que hemos leído hasta hoy en la clase. Para empezar, la autora y la protagonista son mujeres. Este hecho da una perspectiva muy fresca cuando tratamos las guerras civiles, y las luchas contra el gobierno acompañada con violencia.  El feminismo y la lucha femenina están llevados a luz como detalle super importante. Esta característica  me gusta mucho y me llegó muy profundo porque tengo cierta pasión por esas luchas de mujeres contra la opresión, y pues, las mujeres como imagen de fuerza y luchadoras. Siendo de esa época con tradición mas antigua, los hombres machistas dominaban el mundo. No se si este libro se hizo popular en el tiempo que fue publicado pero puedo imaginar que tardaría en triunfar. Eugenia como protagonista, y Claribel como autora, les da voz a muchas mujeres que no tuvieron la oportunidad de hablar su historia.

Dentro del militar, los hombres y las mujeres tenían los mismos puestos, y los mismos trabajos que hacer. Aunque fue así, no dejaba de haber discriminacion entre los géneros. Una separación y un tratamiento super distinto donde se notaba la diferencia. Una cosa que me parece muy bien hecho del argumento es la capaz de tocar al lector. Se logra hacer sentirse identificado con los personajes, quitando todo lo de la violencia y los asesinatos, pero mirándolo como detalles emocionales, cosas que en la sociedad seguimos sintiendo en varios aspectos. La historia de Eugenia y otras mujeres como ella, no se llegan a conocer atreves de una narrativa personal pero por varias fuentes distintas. Fue por entrevistas con testigos reales que pudieran contar su historia. Aun hecho así, sentimos la sensación de conocer a Eugenia y simpatizar con ella.

Hablando de la lucha en si, la revolución, es muy interesante el tema de la igualdad de genero. La actitud de Eugenia por ejemplo me inspira bastante. Demanda ser respetada y se le ve con mucha confianza. Otra cosa que admiro de la actitud de la novela, es que aunque si, el tema se trata de igualdad, y es un especie de revolución feminista. Sin embargo, no se pierde la importancia de la revolución, y la meta en general de los salvadoreños. La desigualdad de genero es un problema principal pero la importancia de la gran imagen que es el estado de el Salvador y sus luchas como guerrillas mantiene su puesto.

Es importante reconocer que Eugenia es la mujer salvadoreña luchadora por sus esfuerzos para liberar el pueblo, pero también es la mujer luchadora por poder representar a las mujeres. Su historia y ella, representan la lucha de una cantidad increíble de mujeres luchadores que sacrificaron su vida para el bien de su país y no recibieron el crédito merecido. Eugenia es un doble héroe y una inspiración para todas. Hay que defender los derechos a toda costa y no caer en un camino pasivo. Creo que ella tenia que servir como ejemplar para varias que leyeron sobre su experiencia.

No me agarran viva

No me agarran viva es un libro muy diferente a todos los que hemos leído hasta hoy en la clase. Para empezar, la autora y la protagonista son mujeres. Este hecho da una perspectiva muy fresca cuando tratamos las guerras civiles, y las luchas contra el gobierno acompañada con violencia.  El feminismo y la lucha femenina están llevados a luz como detalle super importante. Esta característica  me gusta mucho y me llegó muy profundo porque tengo cierta pasión por esas luchas de mujeres contra la opresión, y pues, las mujeres como imagen de fuerza y luchadoras. Siendo de esa época con tradición mas antigua, los hombres machistas dominaban el mundo. No se si este libro se hizo popular en el tiempo que fue publicado pero puedo imaginar que tardaría en triunfar. Eugenia como protagonista, y Claribel como autora, les da voz a muchas mujeres que no tuvieron la oportunidad de hablar su historia.

Dentro del militar, los hombres y las mujeres tenían los mismos puestos, y los mismos trabajos que hacer. Aunque fue así, no dejaba de haber discriminacion entre los géneros. Una separación y un tratamiento super distinto donde se notaba la diferencia. Una cosa que me parece muy bien hecho del argumento es la capaz de tocar al lector. Se logra hacer sentirse identificado con los personajes, quitando todo lo de la violencia y los asesinatos, pero mirándolo como detalles emocionales, cosas que en la sociedad seguimos sintiendo en varios aspectos. La historia de Eugenia y otras mujeres como ella, no se llegan a conocer atreves de una narrativa personal pero por varias fuentes distintas. Fue por entrevistas con testigos reales que pudieran contar su historia. Aun hecho así, sentimos la sensación de conocer a Eugenia y simpatizar con ella.

Hablando de la lucha en si, la revolución, es muy interesante el tema de la igualdad de genero. La actitud de Eugenia por ejemplo me inspira bastante. Demanda ser respetada y se le ve con mucha confianza. Otra cosa que admiro de la actitud de la novela, es que aunque si, el tema se trata de igualdad, y es un especie de revolución feminista. Sin embargo, no se pierde la importancia de la revolución, y la meta en general de los salvadoreños. La desigualdad de genero es un problema principal pero la importancia de la gran imagen que es el estado de el Salvador y sus luchas como guerrillas mantiene su puesto.

Es importante reconocer que Eugenia es la mujer salvadoreña luchadora por sus esfuerzos para liberar el pueblo, pero también es la mujer luchadora por poder representar a las mujeres. Su historia y ella, representan la lucha de una cantidad increíble de mujeres luchadores que sacrificaron su vida para el bien de su país y no recibieron el crédito merecido. Eugenia es un doble héroe y una inspiración para todas. Hay que defender los derechos a toda costa y no caer en un camino pasivo. Creo que ella tenia que servir como ejemplar para varias que leyeron sobre su experiencia.

No Me Agarran Viva

No me agarran viva de Claribel Alegría reconstruye la vida de Eugenia, una mujer salvadoreña que se une a las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) durante los años setenta y ochenta. A través de varios testimoniales de sus compañeras militantes, parientes, y las cartas que Eugenia escribió a su marido, Javier, se relata la realidad de una mujer que participa plenamente en la lucha guerrillera.

Este libro me pareció interesante por varias razones. En primer lugar, me parece notable (y no lo sabía) que la cuestión feminista jugó un papel central en la lucha salvadoreña. Cuando le pregunta a Eugenia qué pensaba de la revolución como fuerza liberadora, ella responde: “…en el capitalismo, realmente la mujer era aplastada, violada, usurpada y que la única expectativa que tenía para llegar a ser mujer, era incorporarse a la lucha por una sociedad nueva, una sociedad socialista”. Me parece fascinante que en El Salvador, “La liberación de la mujer [iba] junto con el triunfo socialista” (87). Este libro pone de manifiesto la conciencia feminista a lo largo de la historia, con algunos capítulos dedicados específicamente al tema de tener hijos y de ser una mujer en la lucha, destacando la centralidad de las mujeres en las fuerzas armadas en general. Como dice en la parte posterior del libro, “Eugenia es una de esas miles de mujeres salvadoreñas” que “se ha entregado a luchar por una sociedad más justo”. Es decir, Eugenia fue una entre muchas mujeres que fueron militantes en la guerrilla.

Otro tema que me captó la atención fue las tensiones clasistas que dieron lugar a la lucha revolucionaria. Eugenia es una mujer de clase media, y aunque se ve obligada a trabajar desde muy temprana edad, recibe una educación acomodada e incluso acude a los estudios universitarios antes de sumarse a la causa revolucionaria. Me pareció interesante que la conciencia de transformación social, aunque basado en el concepto de la lucha del proletariado, emerge y gana impulso entre los estudiantes y la gente de clase media. El padre de Eugenia afirma el impacto que los estudios tuvieron en la vida de ella: “En la universidad ella comienza a tener acceso a una serie de libros y esto le ayuda a comprender…Empieza a comprender el capitalismo, cómo funciona el capitalismo, empieza a entender la lucha de clases, a entender que no se trata solamente de ricos y pobres sino de la explotación capitalista, de que  nuestros países son dependientes del imperialismo norteamericano. Esto sucede a lo largo de su carrera universitaria” (30). Es decir, independiente del hecho que la revolución luchaba por la clase trabajadora, parece que la toma de conciencia sobre la condición del país emergió en las clases medianas.

 

 

 

la vida clandestina

porqué el pueblo decidió a tomar fuerzas

no me agarran viva – empoderamiento del individual

un día en la vida

Después de leer la novela, un día en la vida escrito por el autor salvadoreño, Manlio Argueta, conozco más sobre la situación política  y social en El Salvador antes de 1992. El uso de las palabras del autor, para mí, es un poco difícil. Se cuenta la historia a través de la primera persona narración. Esta tecnica, junto con las descripciones y los diálogos, les permite a los lectores a entrar en el mundo de los personajes, sabiendo los sentimentos y los pensamientos de ellos.  La novela es testimonia que se narran hechos reales de una época determinada. Es una historia que sigue la vida cotidiana, que occure, en contrario a los cuentos que leímos antes, justo antes de la Guerra Civil salvadoreña, de Guadalupe Guardado y las mujeres de su familia. En la historia, el narrador cuenta un día en la vida de una campesina de edad media, a partir de las 5:00, cuando se levanta al amanecer, hasta las 17:00, cuando enciende las velas ya que la oscuridad se acerca. Creo que los personajes comparten algunas características. Son valientes, fuerte, sufridos, generoso y amoroso.  Por ejemplo, Lupe es la matriarca, que es cálido y cariñoso con su familia, piadoso y generoso a la Iglesia, valiente a Chepe, su amado esposo. Chepe trabaja con diligencia para mejorar las condiciones de vida de su familia y los trabajadores agrícolas de la unión. A pesar de que carecen de la mayoría de los servicios básicos de la existencia, son capaces de crear vida y las unidades familiares que irradiar amor, armonía y dignidad. Las personas luchan por tener una esperanza o una vida justa. Es un cuento interesante en el que el autor no sólo muestra y enfatiza la violación de derechos en El Salvador, sino también expresa las vicisitudes de la pobreza y la guerra donde, sin embargo, la esperanza es constante. 



un día en la vida

Después de leer la novela, un día en la vida escrito por el autor salvadoreño, Manlio Argueta, conozco más sobre la situación política  y social en El Salvador antes de 1992. El uso de las palabras del autor, para mí, es un poco difícil. Se cuenta la historia a través de la primera persona narración. Esta tecnica, junto con las descripciones y los diálogos, les permite a los lectores a entrar en el mundo de los personajes, sabiendo los sentimentos y los pensamientos de ellos.  La novela es testimonia que se narran hechos reales de una época determinada. Es una historia que sigue la vida cotidiana, que occure, en contrario a los cuentos que leímos antes, justo antes de la Guerra Civil salvadoreña, de Guadalupe Guardado y las mujeres de su familia. En la historia, el narrador cuenta un día en la vida de una campesina de edad media, a partir de las 5:00, cuando se levanta al amanecer, hasta las 17:00, cuando enciende las velas ya que la oscuridad se acerca. Creo que los personajes comparten algunas características. Son valientes, fuerte, sufridos, generoso y amoroso.  Por ejemplo, Lupe es la matriarca, que es cálido y cariñoso con su familia, piadoso y generoso a la Iglesia, valiente a Chepe, su amado esposo. Chepe trabaja con diligencia para mejorar las condiciones de vida de su familia y los trabajadores agrícolas de la unión. A pesar de que carecen de la mayoría de los servicios básicos de la existencia, son capaces de crear vida y las unidades familiares que irradiar amor, armonía y dignidad. Las personas luchan por tener una esperanza o una vida justa. Es un cuento interesante en el que el autor no sólo muestra y enfatiza la violación de derechos en El Salvador, sino también expresa las vicisitudes de la pobreza y la guerra donde, sin embargo, la esperanza es constante. 



No me agarran viva

    No me agarran viva escrito por Claribel Alegría y D.J. Flakoll, publicado en 1987 es una novela básicamente hablar de ¨La mujer salvadoreña en la lucha¨ que es también el subtítulo de este libro. Además, la manera en que el autor escribe esta novela es recordando los testimonios de muchos de los camaradas de armas de Eugenia, sus hermanas menores y también su marido.

Eugenia, que es un personaje principal de esta novela, surge y lucha por la liberación de su pueblo, a pesar de que ha de abandonar a su marido, Javier y la edad de trece meses hija, Ana Patricia. Por esta razón, muestra que ella es una mujer valiente y desinteresada. En cuanto a mí, también creo que Eugenia es una mujer responsable. Según sus hermanas menores, todos dicen que Eugenia es como una madre para ellos, y siempre toma un cuidado bueno de ellos. Eugenia es un gran modelo que los hacen querer seguir su camino. Además, Eugenia es un modelo perfecto de sacrificio y de heroísmo revolucionario. El modo que se dedica a la revolución para los pobres y los campesinos que la hizo convertirse en un héroe. Aunque, ella nunca quiere ser un héroe. Por ejemplo, según el contexto, ¨Siempre trabajábamos en equipo, Eugenia no tenía sentido del protagonismo¨ (pg. 25).

También averiguo que hay una similitud entre No me agarran viva y Un día en la vida. Las personas que tratan de luchar por su derecho se ven obligadas a usar armas. Porque, no hay la manera alternativa en lugar de la violencia revolucionaria. Por ejemplo, Javier dice que ¨Todas las vías legales no eran sino un arma en manos de los explotadores,…el pueblo no tenía más alternativa que la lucha armada, la violencia revolucionaria, como única posibilidad de alcanzar su liberación¨ (pg. 40). Además, casi al final de la parte de la historia, Ondina, que es la hermana menor de Eugenia, dice que ¨Eugenia la vio por última vez el 10 de enero. Habían estado bastante separadas, pero durante todo diciembre y enero estuvieron muy juntas¨ (pg. 142). Este pasaje también se demuestra que la guerra puede destruir una familia unida.

Para mí, esta novela es realmente triste, porque nunca tengo que tratar con la situación, por ejemplo, luchar por mi libertad. También no puedo imaginar cómo la gente vive durante el tiempo de la guerra. Hasta ahora que he leído cinco diferentes novelas sobre la guerra, pero No me agarran viva me deja pensar en si soy Eugenia, soy capaz de hacer lo que hace a su pueblo. En cuanto a mí, Eugenia es realmente el héroe.

War

Robert Capa

A collection of posts on war, in connection with a course on armed conflict in the Hispanic world:

No me agarran viva

No me agarran viva: La mujer Salvadoreña en la lucha, escrita por Claribel Alegria y D.J. Flakoll, es una novela corta que se enfoca en el proceso revolucionario dado en El Salvador, pero sobre todo está enfocado en la vida y militancia de Eugenia en las Fuerzas Populares de Liberación (FPL). La novela está contada en forma narrativa y testimonial, recogiendo en forma cronológica las hazañas de varios grupos guerrilleros y su incursión a la vida militante. El primer capítulo de la novela es donde se introduce el personaje de Eugenia y su condición de líder militar, su condición de madre y sobre todo su entrega por el bien común de su grupo armado, interés colectivo, más que su propia vida como individuo. También sabemos que Eugenia está casada con Javier y su niña, bebe en ese momento, se llama Ana María. La importancia que yo le veo al personaje de Eugenia, es que a pesar de que ella es de clase media acomodada (burguesa) en San Salvador, acude a la universidad para estudiar Psicología, su personalidad la conducen a querer dedicarse a una causa mayor. Esto por su parte, hace que ella empieza a ayudar a la gente más necesitada de su comunidad, voluntariado y haciendo campañas educativas, pero esto no le es suficiente. Es así que ella decide que debe entrar de lleno y tomar un papel mucho más involucrado con la causa revolucionaria: decide ser guerrillera.

El compromiso de Eugenia con el pueblo es sin duda alguna total. Por ejemplo, hay una descripción en el libro que indica su compromiso. “A finales del 74, inicios del 75, hay no solo la formación sino un desarrollo acelerado de las organizaciones, sobre todo de las organizaciones del campo, pero también de las estudiantiles, de los tugurios, etcétera… En ese sentido hay un auge. En el marco de ese auge revolucionario que es masivo y que se va dando un desfile bufo en Santa Ana, que es reprimido violentamente. Los universitarios, sobre todo el UR 19, deciden una movilización para denunciar y condenar la masacre estudiantil” (43). Situaciones como esta motivan definitivamente a Eugenia a tener una vinculación directa con los grupos guerrilleros en salvador porque la gente ya no aguanta más el abuso destructivo del gobierno: abuso de poder. Adicionalmente, durante ese tiempo Eugenia estaba mucho más comprometida con la lucha armada. Y es precisamente durante estos años, 1975 y 1976 que mucha gente en El Salvador se dé cuenta de los atropellos absurdos cometido en contra de la población. También se acelera la represión, se profundiza el genocidio y se vuelven cada vez más difíciles las condiciones de muchas personas que estaban directamente envueltos en la lucha armada, tal y como lo estaba Eugenia.

A mi forma de ver, El compromiso indiscutible que Eugenia demuestra a sus compañeros de guerra, es innegable y totalmente absoluto. Ella es admirada por su lealtad a la causa, su entrega absoluta inclusive por encima de su familia está la entrega y la lucha armada grupal que sus intereses personales. Se podría decir también que Eugenia se sacrifica como madre y sacrifica la oportunidad de que Ana María crezca al lado de su madre porque Eugenia prioriza la colectividad armada que su vida como madre y esposa. “Eugenia era una mujer con el tiempo limitado…ella comprendiendo la vida del revolucionario, integraba emocionalmente a la niña al colectivo” (111). Me imagino que esto fue una entrega consiente por parte de Eugenia al saber que su vida podía acabar en cualquier momento. Finalmente, vale la pena resaltar que lo más valiente que veo yo en el personaje de Eugenia es su coraje como mujer guerrillera y al verse casi en garras de las fuerzas militares ella decide, como acto final, terminar con su vida. Es así que nace el título del libro: “A mí no me agarran viva” (148).

Un día en la vida

Un día en la vida

“Books were always being written differently from how one spoke” muses the narrator of Manlio Argueta’s Un día en la vida/One Day of Life (110/141). But not this one, perhaps. It’s a novel based on interviews with Salvadoran peasants and it abounds with the country’s typical linguistic forms, such as the use of “vos.” It also features characteristic words and expressions that include “cipote” for kid, “chucho” for dog, “chele” for blond or light-skinned, not to mention a whole range of terms for the flora and fauna of the countryside. Indeed, in interview, Argueta responds to a question about his “particular use of Salvadoran vernacular” with the comment that “it is a way of promoting the oral language as our own wealth [. . .]. I do this to reaffirm our own values, local values, so as to know that we exist.” Just as the book’s title asserts the particular within the general, the specific day within a much broader life, so the book’s language is unapologetically local, tied to a place that is not simply El Salvador as a whole but more specifically still rural El Salvador, here the department of Chalatenango in the country’s north, near the Honduran border.

To reproduce the forms of speech of the rural poor is also unmistakably a political choice, not least at the point at which the book was published, in 1980. It’s not simply (indeed, hardly at all) a matter of cultural nationalism. Rather it is one of the country’s most distinguished writers and intellectuals (he is now head of the National Library) affirming the vitality and expressive capacity of a whole social stratum that had been marginalized and oppressed, abused to the point of either breaking or exploding. For this is also a novel that comes from a very particular point in time: just before the formation of the FMLN, an alliance of various armed groups, and the outbreak of revolutionary insurrection. In the decade or more or civil war that would follow, up until the peace accords of 1992, Chalatenango would forever be one of the areas where the guerrilla had most support and freedom of maneuver. It was a “liberated zone” almost from the start, ideal terrain for guerrilla warfare. To some extent, this book is Argueta’s contribution to the combat.

This novel anticipates the war to come. As Gareth Williams notes, it is “the narrativization of an impending insurrection whose violence is arranged around collective martyrdom, sacrifice, and rapture as will-to-power” (The Other Side of the Popular 192). We hear the age-old history of the abuses that the peasants receive from the landlords and their hired men, not to mention the myriad other “authorities” with their posturing machismo and absolute disdain. We see, moreover, a gradual escalation of violence: the peasants are slowly gaining consciousness (“conciencia”) of their exploitation and refusing to dismiss it as one of life’s many sufferings; they are beginning to agitate and organize in more formal ways to claim their “rights,” encouraged by a new set of priests inspired by liberation theology. In response, the authorities respond ever more brutally, trying (at times quite literally) to dismember the body of the campesinado and stick it in the ass to the priests.

The crunch comes when the novel’s protagonist and dominant voice, Lupe, is faced with the mangled remains of her husband, Chepe, more dead than alive, who is dragged to her door for her to confirm his identity. Seeking to protect herself, her family, and her neighbours, as well as in honour of a pledge she has made to Chepe in the past, she constrains her emotions and denies that she knows him. What follows is her grand-daughter’s vision of a grotesque counter-violence, of the corpse of one of the soldiers who has been tormenting them: “His eyes and his mouth were open, and no matter how much they tried to shut his eyelids they would open again, and no matter how much they pulled on his big toes, his mouth would not close” (166/215). Lupe fears that this is a nightmare, but her grand-daughter articulates the logic of the novel when she tells us that it is anything but.