Peru Election 2006

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CNDH – Report on Human Right Abuses in Huallaga

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Informe de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos: Contexto de Violencia en la Región Nororiental y Sucesos de la Base Militar “Madre Mía” 1992. El caso del ex Capitán EP Ollanta Humala Tasso.


Coordinadora de DD.HH encontró indicios verosímiles en denuncias contra Humala
El Comercio, 4 de abril del 2006

Hace pocas semanas, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hizo público un informe en el que se concluye que existen suficientes indicios que sugieren que el actual candidato presidencial, Ollanta Humala, cometió diversas violaciones a los derechos humanos cuando este, entre los años 1992 y 1993, comandaba la base contrasubversiva de Madre Mía.
El informe de la CNDH determina que Humala estuvo en dos oportunidades a cargo de la base de Madre Mía: la primera, del 1 de enero hasta el 22 de julio de 1992, y la segunda, del 14 noviembre de 1992 a enero de 1993.
Son cuatro los documentos, según la CNDH, que confirman la presencia de Humala en Madre Mía en las fechas antes señaladas. La foja de servicios del hoy oficial en retiro; la relación de oficiales del Batallón Contra Subversivo (BSC 313) de 1992, donde consta el nombre y la firma de Ollanta; la declaración del mayor Jorge Flores Tello, quien sostuvo que durante sus visitas a Madre Mía encontró al actual candidato en dicha base; y la fotografía publicada en Perú 21, en la que aparece Humala con uniforme militar con una inscripción de la base de Madre Mía.
La documentación oficial recabada por la CNDH prueba que Ollanta estuvo destacado en el BCS 313 en las fechas antes señaladas, bajo el mando del entonces comandante Benigno Cabrera Pino, quien hoy sería uno de los colaboradores del candidato.
INFORMACIÓN VITAL
La información consignada por la CNDH es de vital importancia, pues durante el período en que Humala permaneció en Madre Mía se efectuó diversos incursiones militares que se caracterizaron por la violación de los derechos humanos. Una de ellas sería la Operación Cuchara.
Otros datos importantes recabados en el documento son las constancias de la Cruz Roja que prueban que en 1992 los familiares de Benigno Sullca y los deudos de Natividad Ávila denunciaron que estas personas habían sido detenidas por militares.
Las constancias revelan que las denuncias por las desapariciones de Benigno Sulca y Natividad Ávila son creíbles y no un invento de la prensa para desprestigiar y manchar la postulación de Humala. Por el contrario, queda establecido perfectamente que estas personas estaban reclamando el destino de sus familiares desde el momento mismo en que fueron secuestrados ilegalmente por los militares que operaban en la zona. Son justamente los familiares de estas personas.
Además, los parientes de estos dos desaparecidos, Jorge Ávila, y María Magdalena Sulca, junto con Áurea Felipe, quien también habría perdido a un familiar a manos de miembros del Ejército, denunciaron a Ollanta Humala por desapariciones forzosas, detenciones arbitrarias, torturas y vejaciones.
Todos los casos, como corrobora la CNDH, coinciden con las fechas en las que Humala estuvo en Madre Mía y son absolutamente creíbles para dicha institución que lucha por individualizar a los responsables de las violaciones de derechos humanos para que sean juzgados.
Estas acusaciones serán un serio problema para el candidato presidencial, sea cual fuera la suerte que corra en la actual contienda electoral.
A mediados de mes Ollanta estaría ante fiscal por Caso Madre Mía
Por Óscar Castilla C.
El Comercio, 4 de abril del 2006

Enfrenta denuncias por presuntas violaciones a los derechos humanos. En otro proceso-Andahuaylas- pedirá incluyan a ex militar
El candidato presidencial por Unión por el Perú (UPP) Ollanta Humala Tasso no se libraría de las investigaciones por la muerte de cuatro policías durante la toma de la comisaría de Andahuaylas, en enero del 2005 y por los presuntos crímenes de lesa humanidad que habría cometido cuando era jefe de la base contrasubversiva de Madre Mía en 1992.
Para empezar, el lunes 24 de abril Ollanta será interrogado, luego de meses de espera, dentro del proceso penal que se le sigue a su hermano Antauro Humala, cabecilla del movimiento etnocacerista, por la violenta asonada en Andahuaylas.
Así lo decidió Patricia Overluijs, encargada del Juzgado Penal 38 de Lima, quien interrogará al ex comandante EP en calidad de testigo, debido a la presunta participación que habría tenido en la toma de la comisaría, la misma que ejecutó Antauro Humala, actualmente recluido en el penal de Piedras Gordas (Ancón).
En la audiencia reservada que empezará a las 9 a.m. Ollanta Humala deberá responder cuál fue el rol que cumplió durante la sangrienta asonada, teniendo en cuenta que su hermano dijo en aquel entonces que deponían las armas por orden del hoy candidato presidencial.
Las palabras que pronunció Antauro Humala quedaron registradas en un video que fuera grabado durante las últimas horas que duró el enfrentamiento entre los etnocaceristas y las fuerzas del orden.
Como se recuerda, Antauro y sus coprocesados son juzgados por rebelión, secuestro, homicidio y arrebato de armas de fuego. Precisamente, el polémico cabecilla etnocacerista será interrogado nuevamente hoy por la jueza Overluijs.
El procurador del Ministerio del Interior, Jacobo Romero, que hasta el momento se ha mostrado firme en las investigaciones del complejo caso, dijo estar conforme con la citación para interrogar a Ollanta.
El abogado del Estado, sin embargo, se mostró preocupado por la actuación de Silvio Crespo, titular de la Fiscalía Penal 38 de Lima, quien tiene en sus manos denunciar o no al candidato presidencial ante el Poder Judicial por su participación en la asonada.
“Ahora solo esperamos que el fiscal Silvio Crespo decida incluir a Ollanta en el proceso junto a Antauro por la muerte de los policías de Andahuaylas. Hay suficiente material probatorio para que resuelva en ese sentido”, dijo el procurador Romero.
CASO MADRE MÍA
Ollanta Humala, sin embargo, no solo deberá responder en la investigación por la sangrienta toma de la comisaría en Andahuaylas sino también por las acusaciones que lo involucran en graves delitos de violación de derechos humanos mientras se encargó de la base de Madre Mía, en 1992.
El fiscal de Tocache, Arturo Campos, encargado de las investigaciones, le dijo ayer a El Comercio que interrogaría al candidato presidencial a mediados de este mes. “Tenemos que cumplir con una serie de diligencias e interrogatorios y luego lo citaremos para que declare. Esperamos que sea a mediados de abril”, dijo el representante del Ministerio Público.
El magistrado, según se informó, ya interrogó a Jorge Ávila Rivera, considerado como el testigo principal del caso ya que identificó a Ollanta Humala como el ‘Capitán Carlos’, el apelativo que habría usado en aquella época.
Ávila Rivera, según su denuncia, fue torturado por Ollanta Humala, mientras que su hermana Natividad Ávila Rivera y su cuñado Benigno Sullca fueron desaparecidos en la base contrasubversiva de Madre Mía.
“El 22 de junio de 1992, a las 00:00 horas, aproximadamente, el recurrente, mi hermana y mi cuñado fuimos torturados por los militares en presencia del ‘Capitán Carlos'”, dice la denuncia presentada por Jorge Ávila Rivera ante el fiscal de Tocache.
A Ollanta también se le imputa, en la investigación fiscal, haber participado en la desaparición de Miguel Herrera Ortiz y Nelson Hoyos en julio de 1992.
Hay que indicar, finalmente, que el fiscal de Tocache aún no interroga a un militar en retiro que habría participado en las presuntas violaciones de derechos humanos junto al candidato presidencial y que ahora se ofrecería a revelar lo que sabe.
Según se informó, el fiscal Arturo Campos viene recabando toda la información disponible para luego evaluar si denuncia o no al ex militar ante el Poder Judicial por delitos de desaparición forzada, tortura y lesiones graves, e intento de asesinato.

El Sobreviviente de Madre Mía
Caretas 1918, 30 de marzo del 2006

Jorge Ávila, el “testigo clave” de la Fiscalía en el caso del ‘capitán Carlos’.
Madre Mía parece ser el mismo pueblo fantasmal de hace una década o más. Ubicada en el distrito de Nuevo Progreso, en Tocache, la pequeña localidad no ha cambiado mucho desde 1992, cuando Sendero Luminoso y el narcotráfico florecían como la hoja de coca en el Valle del Huallaga.
Aún carece de desagüe y agua potable. La desnutrición infantil reina y la pobreza se refleja en las calles polvorientas y las endebles casas de madera.
La mayoría de su gente ha sufrido los embates del terrorismo y también los excesos de ciertos militares. Un clima de miedo domina el lugar.
La mañana del último domingo, Susana Villarán, la candidata presidencial por Concertación Descentralista, llegó hasta Madre Mía para recoger los testimonios de personas víctimas de violaciones de los DD.HH.
Durante los últimos 15 días, siguiendo similar derrotero, el fiscal de Tocache, Arturo Campos Vicente, y el jefe del Instituto de Medicina Legal (IML), Luis Bromley, realizaron excavaciones en busca de restos óseos que certifiquen las denuncias de asesinatos que se habrían cometido durante la permanencia de Ollanta Humala como jefe de la base de Madre Mía, en 1992.
Los peritos realizarán un trabajo de arqueología forense que consiste en remover la tierra varios metros abajo, empleando la técnica de “pozos de cateo”. Pero nada aún. La base de Madre Mía fue también inspeccionada de cabo a rabo. Sólo se encontraron casquillos de bala y restos arqueológicos.
“Tenemos que explorar otros sitios y evaluar bien los testimonios”, dijo Bromley a CARETAS. Los seis testigos del caso ya fueron interrogados.
Sin embargo, fuentes del despacho del fiscal Campos Vicente sostienen que algunos han caído en contradicciones. Hasta ahora, afirman, el testigo más sólido es el “sobreviviente de Madre Mía”: Jorge Ávila Rivera.
Testigos Claves
En Aucayacu es común verlo en bicicleta rumbo al trabajo, callado y taciturno. El 21 de junio de 1992, Jorge Ávila Rivera, hoy de 47 años, fue detenido en la zona de Pucayacu durante una redada antiterrorista ejecutada por una patrulla militar al mando del entonces capitán EP Ollanta Humala.
Con él fueron intervenidos su hermana Natividad Ávila Rivera y su cuñado Benigno Sullca Castro. Se les condujo a la base de Madre Mía.
“Nos acusaron de terroristas”, recuerda hoy claramente: “Pero era mentira. Yo he sido correteado por Sendero y por el Ejército a la vez”.
En el cuartel, asegura Ávila Rivera, fueron torturados por orden de Ollanta, a quien reconoce como el ‘capitán Carlos’. Al día siguiente su hermana y cuñado, sostiene, fueron asesinados. Él logró escapar, pero no olvida.
La desaparición de Natividad Ávila y Benigno Sullca fue documentada por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), y el caso de Ávila Rivera es conocido por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) desde mucho antes de que Ollanta irrumpiera en la escena política.
“Para nosotros su versión es coherente, minuciosa, sustentada e inalterable en el tiempo. Es un testigo clave”, señala Alejandro Silva de la CNDDHH.
CARETAS lo entrevistó esta semana en Aucayacu. Catorce años después, las heridas no han cerrado para Ávila Rivera. Este es su dramático testimonio.
–¿Está seguro que fue Ollanta Humala quien ordenó torturarlo?
–(Observa la fotografía y no duda) Sí, lo estoy.
–¿Y qué le hizo?
–Me detuvieron el 21 de junio de 1992 y fui torturado toda la noche. Mientras me golpeaban, él (Ollanta) fumaba, conversaba, reía y a veces gritaba. Me pusieron corriente en los dedos y en el cuerpo. Yo estaba amarrado a una silla. Luego quisieron ahogarme en un pozo. Me golpearon mucho. Para que no se escucharan mis gritos de dolor, los militares prendieron su radio a alto volumen. El ‘capitán Carlos’ estaba mirando todo. Cómo podría olvidarme de él…
–¿Cuántos días sufrió esas torturas?
–Un solo día. A la madrugada siguiente, él (Ollanta) ordenó que nos mataran.
–¿Usted vio también cómo torturaban a su hermana y a su cuñado?
–Observé cómo golpeaban a mi cuñado. Él no paraba de llorar y suplicar.
–¿Y cómo logró salir con vida?
–A eso de las 2 de la madrugada del 22 de junio, el ‘capitán Carlos’ ordenó que nos amarraran y llevaran a un lugar llamado ‘El Matadero’ para ejecutarnos. En el lugar, mi hermana y mi cuñado lloraban porque nos iban a asesinar. Pero en un descuido de los soldados, logré desatar mis manos y me lancé al río Huallaga. Al poco rato escuché disparos. Habían asesinado a mi hermana y a mi cuñado. Sólo se encontró el cadáver de él. Ella nunca apareció. Estuve oculto hasta el día 24 de junio. Recuerdo que al salir pasé una noche en la ganadería del señor Contreras. Luego me escondí por un tiempo.
–Ollanta dice que a ustedes les han pagado para acusarlo.
–Mire, he quedado mal. Producto de las torturas que ordenó el ‘capitán Carlos’ tengo secuelas: dolores físicos, pesadillas, problemas. Todo es verdad.
–¿Ha sufrido algún tipo de amenaza?
–Hemos pedido garantías personales porque si él gana, nuestra vida peligrará.
¿Bastión Humalista?
Paradójicamente, durante su visita a Madre Mía, Villarán se topó con una sorpresa: la localidad parece ser un bastión de Ollanta Humala.
El único local partidario que opera allí es, ciertamente, el del militar retirado. Pobladores que antes lo habían identificado como el ‘capitán Carlos’, autor de violaciones de los DD.HH., ahora esgrimen otra posición.
“La primera obra de Ollanta será en Madre Mía. Por eso votaré por él”, dice un sujeto de cabellos hirsutos. Una mujer que evitó identificarse aseguró que el candidato sí era el ‘capitán Carlos’, pero “igual le daré mi voto”.
Villarán atribuyó estas versiones al temor. En base a cifras de la CVR, sostuvo que, en la última década, unas 3,000 personas fueron ejecutadas extrajudicialmente. “En Madre Mía hubo una política sistemática de violación de los derechos humanos”, afirmó empapada por una copiosa lluvia.
Informaciones de las organizaciones de DD.HH. indican que en 1991, 1992 y 1993 se efectuaron tres grandes operativos militares en la zona: ‘Primavera’, ‘Cuchara’ y ‘Aries’, respectivamente. En cada uno de ellos, participaron contigentes del Ejército que superaban los 500 efectivos. Y se estima que los desaparecidos por cada operación superarían los 50.
La candidata visitó la cueva ‘Pata de Gallina’, donde según ciertas versiones se ocultaron cadáveres, y echó flores en el río Huallaga “en memoria de todas las personas cuyos cuerpos fueron arrojados a las aguas”.
“Pero aquí hay fosas comunes”, advirtió mientras el sol moría en el horizonte verde: “Debemos encontrarlas”. (Américo Zambrano-Nelly Cavero).
Collera Verde
Los militares en retiro que acompañan al candidato.[R|9073|Como asesores o custodios, oficiales EP en retiro se han subido al coche humalista.]
Es común, durante las actividades del candidato Ollanta Humala, observar a personal de porte militar que lo rodea y protege. ¿Alguna cara conocida?
CARETAS 1915 reveló que, entre estos personajes, aparece el coronel EP (r) Estuardo Loyola Machado. Del arma de artillería, al igual que Ollanta, este oficial es compañero del actual comandante general del Ejército, César Reinoso Díaz, en la promoción “Coronel Manuel Chocano Soto” de 1973.
El diario La República informó que Loyola Machado, firmante del ‘acta de sujeción’ a Vladimiro Montesinos, prepara el terreno de los lugares donde el candidato realizará mítines, en Lima o provincias.
Otro es el coronel (r) Manuel Goycochea, quien fue hombre cercano al ex comandante general, José Graham, según fuentes castrenses.
El candidato recibiría también la asesoría del coronel EP en retiro José Hinojosa, ex jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE).
En el libro “Muerte en el Pentagonito”, del periodista Ricardo Uceda, el ex agente del grupo Colina, Jesús Sosa, lo relaciona a las muertes e incineración de dos estudiantes de la Universidad Técnica del Callao, en 1993. Entonces, Hinojosa era jefe del Departamento de Búsqueda de Información, SIE-1.
Siguiendo a Ollanta aparece también el coronel (r) Adrián Villafuerte Macha. Este oficial es uno de los hombres de su mayor confianza, según fuentes de su entorno. Villafuerte estudió en la Escuela de las Américas y fue secretario del ex comandante general montesinista, César Saucedo Sánchez.
La semana pasada, el ministro de Defensa, Marciano Rengifo, dijo que oficiales retirados realizaron proselitismo político en ciertos cuarteles, pero apelando al “secreto” se negó a identificarlos. ¿Algún partidario de Ollanta Humala?

Written by Michael Ha

April 5th, 2006 at 2:43 pm

Posted in Political Violence

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