Peru Election 2006

The archived version

Kuczynski comments on “The Fujimori Legacy”

without comments

Current Peruvian Prime Minister Pedro Pablo Kucynski has written a commentary on The Fujimori Legacy, about to be published by The Penn State University Press. The volume is edited by Julio Carrion.


La herencia de Fujimori
Pedro Pablo Kuczynski
Correo, 24 de noviembre del 2005, Año: XXI, Edición: 9247

El inicio de la campaña electoral y la llegada del ex presidente del Perú Alberto Fujimori al vecino país de Chile nos brindan la oportunidad de meditar sobre la herencia de los diez años del gobierno de Fujimori. Ese es precisamente el título de un libro a punto de publicarse en Estados Unidos: The Fujimori Legacy (Pennsylvania State University Press), que es un exhaustivo y entretenido análisis de esos años, enfocando tanto los aspectos económicos y políticos como los sociológicos y mediáticos. Los trece autores provienen todos de universidades en Estados Unidos y Canadá, pero conocen bien el Perú y tienen una amplia experiencia, principalmente académica, con nuestro país.
En la parte política, los analistas –encabezados por el profesor Julio Carrión– destacan cómo las crisis de la década del ochenta crearon las condiciones para que surgiera la candidatura de un “outsider” como Fujimori en 1990. En la medida de que las crisis se fueron disipando, gracias a los éxitos del gobierno en la economía y en la seguridad, se tornó más difícil mantener el neopopulismo electoral que había llevado a Fujimori a la victoria original. Para colmar sus aspiraciones electorales, Fujimori tuvo que depender más y más de la manipulación del Congreso, de los medios y de los líderes de opinión. Los autores demuestran claramente que estas manipulaciones se remontan al autogolpe de 1992 y que requirieron una dependencia creciente de los servicios de Vladimiro Montesinos.
En nuestra época, en la cual la mayoría de los latinoamericanos dudan de las virtudes de la democracia, hay que reflexionar sobre qué es mejor. ¿La democracia abierta, con su ruido político, sus congresos a veces irresponsables, sus medios a menudo rabiosos? ¿O el autoritarismo con ropaje democrático pero con un alto grado de manipulación y corrupción? Nunca he tenido duda sobre lo que yo prefiero, pero para convencer de ello a nuestros conciudadanos es imperativo que les demos una mayor sensación de orden y de mejoría económica a los niveles sociales medios y bajos.
En la parte económica, no hay duda de que las reformas de la primera mitad de la década del noventa cambiaron las perspectivas económicas del Perú: la apertura comercial, la desregulación de la economía, la simplificación tributaria, la privatización de los grandes yacimientos mineros y de la telefonía y de la electricidad, así como el establecimiento del sistema privado de pensiones. Pero al mismo tiempo, los autores de los capítulos económicos (John Sheahan, Catherine Conaghan y Carol Wise) muestran los bemoles de este progreso: creciente informalización de la economía y de la fuerza laboral, politización de la administración tributaria, crecimiento errático (ciertamente en comparación con lo que pasa ahora) y vulnerabilidad de la economía y del presupuesto a los vaivenes de la economía mundial a partir de 1997-1998.
El Perú está en un punto de inflexión, después del desembalse democrático que empezó a fines del año 2000. El presidente Toledo ha pagado el costo de este desembalse: ha tenido que observar (vetar) casi 300 leyes de corte populista y ha tenido que sufrir un agudo negativismo en las encuestas y en los medios. A pesar de ello se ha generado un buen crecimiento económico sin sacrificar la disciplina fiscal, se han más que duplicado las exportaciones y se ha lanzado un importante programa de infraestructura.
Tenemos ahora la oportunidad de caminar hacia un período más tranquilo. El desembalse se acabó. Con buen manejo, nuestra economía debería seguir mejorando. ¿Sabremos aprovechar la oportunidad, evitando los altibajos del pasado?

Fujimori debe ser extraditado para responder ante la justicia
Coinciden pretigiosos poitologos reunidos en estados Unidos
Víctor Caycho, Corresponsal en Washington
El Peruano, 22 de abril del 2002

La totalidad de los analistas políticos estadounidenses está de acuerdo con que el gobierno de Fujimori fue “autoritario y dictatorial” y que ahora es necesario extraditarlo desde el Japón para que responda ante la justicia peruana.
Ese fue el sentimiento que observó el sociólogo peruano Julio Carrión, profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de Delaware, quien organizó y participó en un reciente foro realizado en Washington y al que asistieron los más reconocidos politólogos de Estados Unidos.
Durante la entrevista que ofreció a El Peruano, indicó que a la oposición peruana le tomó algunos años reconocer que era necesario unificarse para enfrentar con éxito al régimen fujimorista.
Carrión se graduó como sociólogo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y como científico social en la Universidad de Pittsburgh. También es profesor del Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami y dicta cursos en la Universidad Estatal de Alabama.
¿Cuáles fueron las razones para organizar una conferencia de tan alto nivel aquí en Washington y exclusivamente para tratar la naturaleza del régimen de Alberto Fujimori?
–Consideramos que después de la aparición hace algo más de un año de los videos de Vladimiro Montesinos y de la estrepitosa caída de Fujimori era el momento adecuado para reflexionar acerca de lo que ese gobierno significó para la política peruana y de las lecciones que uno puede extraer para que un régimen como ése no se vuelva a repetir tanto en el Perú como en América Latina.
¿Cómo se logró concentrar a un grupo tan importante de estudiosos en el tema?
–La iniciativa correspondió al Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami y al Departamento de Investigaciones Sociales de la Universidad de Delaware, para la cual trabajo. El financiamiento provino de esas dos universidades. Se convocó a los más conocidos y prestigiosos especialistas en temas peruanos y de Latinoamérica. Los trabajos que ellos presentaron en esta jornada serán publicados en forma de libro por la Universidad de Miami.
¿Qué balance puede realizar usted acerca de las exposiciones hechas aquí, en la sede de la fundación Carnegie International?
–La conclusión más evidente e importante es que a pesar de las tremendas dificultades que un país pueda tener en términos de violencia política o de crisis económica no se debe abandonar la democracia, porque de ocurrir así el remedio resulta siendo peor que la enfermedad, como lo apreciamos en el caso Fujimori. Además, es importante que la comunidad internacional tenga muy presente que los gobiernos que manipulan las elecciones no pueden ser calificados como democráticos.
¿Por qué la exposición que a usted le correspondió dentro de la conferencia se denominó: Las dos caras de la opinión pública durante el gobierno de Fujimori?
–Fue un hecho que hubo apoyo de una parte de la opinión pública hacia el gobierno de Fujimori, pero por otro lado tampoco se debe olvidar que hubo una importante oposición a algunos aspectos de ese régimen en términos de su política económica y también una sistemática oposición a los intentos de alterar la ley y la Constitución para garantizar su reelección en 2000. Sin embargo, si bien se observó cierto apoyo popular, éste debe ser calificado: hubo respaldo para determinadas medidas, pero no para todo lo que su gobierno hizo. Esa es mi principal conclusión.
¿Por qué los expositores se manifestaron de acuerdo con la profesora Cynthia McClintock acerca de la calificación que ella dio a la gestión de Fujimori?
–Después de que salieron tantos hechos a la luz pública, como los “vladivideos”, es claro que el gobierno de Fujimori fue sumamente autoritario y dictatorial, como bien señaló Cynthia McClintock. Ella viene argumentando esa posición desde mediados de los años noventa, contra la opinión de muchos analistas en aquella época, y creo que la historia finalmente le dio la razón. Ahora todos están de acuerdo en que es necesario extraditarlo del Japón para que responda ante la justicia del Perú.
¿Cuál considera que fue el papel de la oposición durante el gobierno de Fujimori?
–Creo que la oposición fue muy variada y dispersa al comienzo del gobierno fujimorista y no supo qué hacer de manera orgánica. Enfrentaba un gobierno nuevo, en el sentido en que combinaba muchas cosas y que, además, contaba con cierto respaldo popular, evidentemente manipulado, que se expresó en las encuestas y también en las elecciones. A la oposición le tomó algunos años reconocer el verdadero carácter del gobierno de Fujimori y de que era necesario unificarse para pelear y ganar.
¿Quiere decir que cada partido de oposición quiso hacer su propia “guerrita”?
–Ese fue precisamente el principal problema de la oposición durante gran parte de la década de los noventa. Muchos opositores al gobierno de Fujimori consideraron que la unidad no era lo más importante y vital para poder derrotarlo.
Pensaron que la oposición podía trabajar desde su propia tribuna o capilla y ese fue un error que afortunadamente se corrigió para la segunda vuelta electoral de 2000, cuando la oposición en su conjunto decidió apoyar a Alejandro Toledo contra Fujimori, aunque después el primero se vio obligado a retirarse cuando fue evidente que el candidato-presidente no iba a permitir elecciones claras y transparentes.
Como estudioso de la realidad del Perú, ¿cuál es su punto de vista sobre la marcha del gobierno de Alejandro Toledo?
–Creo que el actual gobierno todavía está pagando las consecuencias del desastre heredado del régimen de Fujimori. Durante diez años fuimos entrenados a vivir con un mandato aparentemente eficaz, porque era básicamente autoritario.
Nuestra óptica es que el actual Gobierno de Alejandro Toledo está aprendiendo a manejarse en democracia y hay, por lo tanto, dolores de crecimiento. Obviamente, como no hay un control estricto de la participación política, la gente expresa su descontento por ciertas condiciones que son explicables, como la pobreza o la necesidad de apoyo a las regiones. Y se producen movilizaciones populares.
¿Acaso no debe ocurrir ese tipo de expresiones?
–Por el contrario, eso es parte del juego democrático y nadie debe asustarse por el hecho de que haya tales movilizaciones. Creo que hasta ahora el gobierno de Toledo está respondiendo de manera efectiva y apropiada a las demandas populares, como es reunirse con los dirigentes, ceder en aquello que es posible hacerlo y también saber decir “no” cuando sea necesario.
¿Qué futuro le ve usted al gobierno de Toledo?
–Por el bien del Perú espero que sea un gobierno exitoso. Considero que tiene todas las posibilidades de continuar ejerciendo con eficacia su mandato, pues mucha de la gente que integra su Gabinete Ministerial es altamente capacitada y comprometida firmemente con la democracia.
¿Qué opina de la visita que hizo recientemente el presidente George Bush al Perú?
–Es realmente un espaldarazo. Pero más que a Toledo, es un respaldo a lo que él representa, que es el intento de resolver los problemas en un país como el Perú, desde una perspectiva democrática. Ese es el verdadero significado de la visita del presidente de Estados Unidos al Perú y cuyos efectos serán muy importantes para el futuro de nuestro país.
COINCIDEN PRESTIGIOSOS POLITÓLOGOS REUNIDOS EN ESTADOS UNIDOS
Expositores de renombre
Entre los importantes expositores reunidos en la sede de la fundación Carnegie International estuvieron:
–Ambler H. Moss Jr., director del Centro Norte-Sur Dante B. Fascell, de la Universidad de Miami. Graduado en leyes en las universidades de Yale y George Washington. Fue uno de los negociadores del Tratado del Canal de Panamá y luego embajador en ese país.
–Maxwell A. Cameron, profesor asociado de ciencias políticas de la Universidad de Columbia Británica, Canadá. Especialista en política comparada en Latinoamérica. Escribió una decena de libros, entre ellos Democracia y autoritarismo en el Perú (1994) y El laberinto peruano (1997).
–Cynthia McClintock, profesora de ciencias políticas y relaciones internacionales de la Universidad George Washington. Su más reciente libro es Movimientos en América Latina. El FMLN de El Salvador y Sendero Luminoso del Perú (1998).
–Phillip Mauceri, profesor asociado en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Northern Iowa. Escribió libros como Militares, insurgencia y democratización en el Perú 1980-88.
–David Scott Palmer, profesor de la Universidad de Boston. Escribió varios libros sobre política peruana y regímenes militares en Latinoamérica.

Written by Michael Ha

November 24th, 2005 at 6:52 am

Posted in Fujimori

Spam prevention powered by Akismet