On Martin Tanaka’s Analysis of the Prospects for a Second Round
Maxwell A. Cameron
March 28, 2006
The final weeks of this campaign may define whether Lourdes Flores or Alan Garcia enter the second round against Ollanta Humala. As Fernando Tuesta said last night on Prensa Libre with Rosa Maria Palacios, two things seem almost certain: there will be a second round and Humala will be in the second round.
In an interview in La Republica, Martin Tanaka notes that Alan Garcia has grown very slowly in the polls, while Lourdes Flores continues to have lower negatives. This could be the decisive. He attributes the slow decline of Lourdes Flores to her choice of running mates (both vice presidential and congressional). When asked by the interviewer whether the problems facing Flores might be more structural, Tanaka says that the frustration of the popular sectors does not express itself in a single attitude of rejection, some sectors are more aggressive than others. However, the impression that has developed is that Flores is the candidate of Lima and Humala the candidate of the provinces. Finally, Tanaka says that the alliances in the second round are unlikely to be decisive. The leaders of the parties have little say over how their followers will vote.
I would add a couple of things to Tanaka’s analysis. First, Flores has failed to give a face to popular frustration with the conditions of everyday life for the majority of people in this country. In an interview with Flores on Dos Dedos de Frente on Saturday, Augusto Alvarez Rodrich and Juan Carlos Tafur hammered away at the lack of an emotional connection between Flores and the electorate. One of the points they made was that Flores has not reacted to the attacks against her, even vile personal attacks. She has chosen to take the high road and to run a campaign based on optimism and a renewal of hope. I think that the weakness of such a strategy is that it does not allow her to tap into popular sentiment of outrage against the status quo. When Eliane Karp attacked Flores for not knowing what it is like to give birth in the unsafe and unsanitary conditions in which indigenous women live, Flores had the opportunity to attack the frivolity, inefficacy, and indifference of the Toledo government. Yet she did not. Instead, she has allowed Humala and Garcia to monopolize the outrage against Toledo.
The second point I would make is to agree that even APRA’s leaders are unlikely to be able to direct their voters in a second round. That said, one factor that could be important, if not decisive, is the search for governing coalitions. An APRA-UN alliance could well hold a working majority in congress. This could enable the leader of either of those groups to offer the electorate the promise that, if elected to the executive, she or he would be able to command a majority in congress. Jorge del Castillo has already said that he APRA will not make the mistake it made in 1990 when it supported Fujimori in a second round.*
A majority coalition could be helpful to the runner-up because it seems unlikely that the leader of UPP will be able to construct a governing majority. First, he is highly confrontational. Second, he is already talking about a constituent congress or constituent assembly that open the door to a period of serious constitutional crisis. Humala is more likely to want to follow the path of Chavez and to use the process of constitutional reform to centralize executive power and attack the traditional political class.
* “Apra promete estar al lado de la democracia si no pasa a segunda vuelta,” Gestión, 24 de marzo del 2006, p. 6. Del Castillo said: “ha pasado hace 15 años y el outsider (Alberto Fujimori) no resultó ser tan outsider, por el contrario, creo que gobernó con el establishment, con los grupos del poder económico…” He went on to say “Yo creo que es real el peligro antidemocrático, el peligro totalitario es real, no es un invento, entonces, obviamente creo que hay que esperar el desenvolvimiento de la primera vuelta y en la segunda evaluar y sentarse a conversar.”
Martín Tanaka: “Las alianzas en la segunda vuelta no serán decisivas”
La República, 28 de marzo del 2006. Por: Milagros Salazar.
• El destacado sociólogo Martín Tanaka considera que en la segunda vuelta no habrá voto endosable.
• Lo que puedan acordar los líderes para apoyar a un candidato no será irrelevante debido a la autonomía de los electores, apunta.
–¿A estas alturas de la carrera electoral, las propuestas de los candidatos pueden tener algún carácter decisivo en un electorado volátil como el nuestro?
–En parte sí. Pero tengo la impresión de que en este tramo final lo que más va a pesar son “las consideraciones estratégicas”.
–¿A qué se refiere?
–Que los electores no van a priorizar su voto en función de las mejores propuestas sino que, dentro de los tres candidatos que encabezan las encuestas, se elegirá a quien pueda parar o enfrentar al que ‘me parece peor’.
–¿En ese escenario, considera que el electorado podría inclinarse más por Alan que por Lourdes, quizás, porque considere que el candidato aprista podría hacérsela más difícil a Ollanta Humala en la segunda vuelta?
–Es una posibilidad, pero parece menos probable. Alan ha hecho muchas cosas para subir en las encuestas y lo único que consigue es un incremento lento. Parece que no tendría las fuerzas suficientes para quedar segundo. Hay un voto antiaprista muy fuerte, mientras que Lourdes despierta menos anticuerpos. Y eso puede ser decisivo al final.
–Es verdad, pero lo decía porque debido a que a Lourdes Flores se le ha encasillado en la “derecha de los ricos”, algunos analistas piensan que entre dos candidatos que tienen la imagen de pertenecer a la “izquierda de las mayorías”, la disyuntiva sería mayor.
–Lo que pasa es que en la política actual hay varias dimensiones. Una de ellas es izquierda-derecha, que ciertamente pesa. Pero también tienen importancia otros aspectos como el hecho de pensar hasta qué punto aquel que ya gobernó merece otra oportunidad. Entonces a García muchos pueden descalificarlo y preferir a otros candidatos que aún no han gobernado. ¿Qué va a importar más? Es difícil. Por eso, la segunda vuelta va a ser bien peleada.
–¿Y cómo evalúa esa otra dimensión del populismo de la inclusión y el nacionalismo al que se ha apelado? Finalmente en provincias se observa una necesidad de reconocimiento que Ollanta Humala parece haber captado con más fuerza de lo que aparece en las encuestas.
–Ud. tiene razón. Pero también es verdad que hasta hace algunas semanas Lourdes Flores Nano tenía una votación importante en los sectores populares. Es claro que ha ido perdiendo ese respaldo que parece haberle arrebatado Ollanta Humala. Lourdes se ha ido limeñizando en la intención de voto, pero hubo un momento en que logró una sintonía breve, quizás débil, con esos sectores populares.
–¿En qué falló Lourdes Flores para perder esos votos?
–La inscripción de su plancha presidencial, sus listas al Congreso y otros gestos hicieron que se la vea como la candidata de los de arriba. Se alejó de su estrategia de campaña original de comienzos de año.
–Pero el problema parece ser mucho más estructural que el error de una candidata en su estrategia. Parece que hay una acumulación de frustraciones en los sectores populares que parece desbordar cualquier plan…
–Yo diría que esas actitudes no son unánimes. Hay sectores que son agresivos y muchos que quieren escuchar y ver. Los que tiran piedras siempre son grupos pequeños. En este momento de la campaña hay irritación, polarización. Y entonces las cosas parecen perfilarse como si Lourdes Flores fuese la candidata de Lima y Ollanta el de las provincias.
–¿Cómo ve el tema de las alianzas en una segunda vuelta?
–Sinceramente, creo que no habrá alianzas para la segunda vuelta.
–¿Por qué lo dice?
–Lo que pasa es que la capacidad que tienen los líderes de los partidos para que los votantes sigan lo que ellos dicen es mínima, casi inexistente. No veo que los votantes del Apra sigan lo que les diga Alan García o los de Unidad Nacional lo que diga Lourdes Flores. Es casi irrelevante que se toque una puerta u otra.
–Entonces no interesa lo que pueda pactarse entre los líderes. En estas elecciones, ¿no habrá alianzas reales en una segunda vuelta?
–Así es. La autonomía de los electores es muy alta. Por eso no creo que los candidatos se arriesguen a decir una cosa y luego que la gente no les haga caso. Ya le digo, las alianzas políticas en una segunda vuelta no serán decisivas.
No hay contienda entre democracia y autoritarismo
–Usted sostiene que el corazón de los problemas del funcionamiento de la democracia es la debilidad de los partidos. ¿Y qué hay con el tema de la equidad?
–El tema de la equidad es muy importante, pero si es que miramos el escenario latinoamericano vamos a encontrar países tan pobres y tan desiguales como el Perú en donde la política funciona mucho mejor, y eso se debe a que la crisis de los partidos no es tan grave como lo es aquí.
-El origen parece más complejo que solo un sistema político débil.
-Lo que pasa es que no tener partidos fuertes nos pone en un círculo vicioso. Rechazamos a los políticos, pero por rechazarlos nunca tenemos un elenco de personas capaces de gobernar bien y atacar la pobreza y la desigualdad. Y seguimos siendo pobres y caemos en el círculo. Y se piensa que para avanzar en lo social hay que destruir el sistema político.
-Pero lo que revelan las encuestas es que al país le importa poco que un partido débil llegue al gobierno e incluso está dispuesto a aceptar una propuesta vinculada al autoritarismo.
-Lo que pasa es que la gente no vota entre democracia y autoritarismo.
-¿Le parece exagerado entonces que en una segunda vuelta entre Lourdes Flores y Ollanta Humala se plantee la disyuntiva entre democracia versus autoritarismo?
-Creo que es válido ese análisis, pero la gente no vota en base a esas consideraciones, sino por quien piensa que le va a solucionar sus problemas.
–Que atiendan sus demandas.
–Exacto. Creo que desde la etapa de la transición en el 2001 surge esta especie de confusión, de espejismo. En esos días, se pensó que la clave del éxito político era democracia versus autoritarismo, pero fue un error. En realidad la gente estaba buscando renovación para que le solucionen sus problemas y esa esperanza la encarnó Toledo. Ahora la gente está buscando una versión más radical de lo mismo.