Peru Election 2006

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UPDATE: Ollanta Humala closes campaign in Lima

with one comment

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Maxwell A. Cameron & Fabiola Bazo
Photos: Jorge Bazo
April 5, 2006

UPDATE: We have added local and international media coverage and front pages of local newspapers.
Ollanta Humala closed his campaign in Lima tonight in a massive meeting in the Paseo de los Héroes Navales (in front of the Palace of Justice). In front of an enthusiastic crowd of at least 20,000, Humala hammered away at the themes that have dominated his campaign, using military references and metaphors throughout.
The evening began with singing of the nation anthem. Most people sang with their hands on their hearts. This tradition began with the military regime of General Juan Velasco Alvarado and has become fairly commonplace ever since.
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Conspicuous among the crowd were reservists, and supporters of Ollanta’s brother Antauro.
After paying tribute to Victor Raul Haya de la Torres, Jose Carlos Mariategui and Jorge Basadre, Humala said the status quo cannot continue. He called for a more solidary society without exclusion. Humala lamented that conditions are so bad that many young people wish to leave the country. He reiterated his call for contracts with foreign enterprises to be renegotiated. At the same time he insisted that he will respect private property. Firms that pay taxes and royalties and don’t hurt the environment will be welcome in Peru.
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Humala claimed that his party is the only one that acknowledges the recommendations of the Truth and Reconciliation Commission and requested reparation for communities that were silent witnesses to the violence.
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The speech had a strongly defensive tone as well, which suggests Humala is smarting from attacks by his adversaries. He said his adversaries are trying to link Humala to the “bad Montesinos” in order to delink Montesinos with Fujimori. In fact, said Humala, Fujimori and Montesinos were Siamese twins. “Enough of this campaign of fear,” he said, the election is not about dictatorship or democracy. “Peru is a dictatorship of those with economic power.”
Humala dismissed the legal charges against him. He did not use the opportunity of this speech to provide his own account of his record of service as a commander of the Madre Mia base in 1992.
Humala denied that he would break apart the police force, as has been alleged by Alan Garcia.
Humala used now stock lines from his repertoire of campaign jokes and turns of phrase. He talked of traditional, aged, macerated politicians, and explicitly asked Garcia to take a step to the side. He called attention to Garcia’s record in office, and linked Flores to bankers. He accused her of supporting the surrender of Peruvian territory to Ecuador.
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He retold the joke about the politician who offers a school, clinic and bridge and then, when told the bridge is not needed because the is no river, offers a river. He also reiterated that he has never met anyone in a military barracks named Kuscynski, Diez Canseco or Belaunde, and lots named Quispe, Huaman, or Humala. Candidates have gone down to defeat on this issue—think only of Vargas Llosa and Perez de Cuellar.
Humala argued for a new constitution, not the one produced by the autogolpe of April 5, 1992—exactly 14 years ago to this day. This would involve “a refounding of the nation.” Humala ended saying “this commander humbly requests you let me command the nation.”
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Source: La República, 6 de abril del 2006
Humala pide a los peruanos no tener miedo al gran cambio
Por Carolina Martín
La República, 6 de abril del 2006

LOS ÚLTIMOS ESFUERZOS DE LA CAMPAÑA
• Candidato presidencial de Unión Por el Perú presidió multitudinario mitin en el Paseo de los Héroes Navales de Lima.
• Dijo que apuesta por un país sin odios y llamó a los asistentes a votar por él este domingo 9 de abril.
Fue un discurso sin sorpresas en el que el candidato de Unión por el Perú (UPP), Ollanta Humala Tasso, apeló más a la emotividad que al contenido de su mensaje.
Por eso no incluyó ninguna novedad en cuanto a sus propuestas, pero sí puso especial énfasis en destacar la metamorfosis que según él experimentaría el país si la población votara por él.
Así, si sus contendores hablan de que en esta elección el Perú se juega entre una dictadura que dice no representar y la democracia, Ollanta Humala polarizó la campaña entre el continuismo que representarían tanto Lourdes Flores como Alan García, y el cambio enarbolado por él.
El ex militar y candidato presidencial también rechazó rotundamente la violencia y pidió ayuda para construir un “Perú sin odio”, pero el mensaje no debió calar hondo en alguno de los simpatizantes que acudieron al Paseo de los Héroes Navales para escuchar el discurso de cierre de campaña del candidato nacionalista.
La prensa encontró un ambiente hostil: dos camarógrafos de prensa extranjera y la reportera que escribe esta nota fueron golpeados por una turba cuando trataron de llegar al estrado que UPP había destinado para que los medios desempeñen su labor.
Aunque el discurso de Humala estaba previsto para las 8 y 30 de la noche, este no apareció hasta una hora y cuarto después. Lo hizo tras la intervención del grupo boliviano Los K’jarcas, y de la mano de Nadine Heredia, su esposa, quien anoche hizo las veces de asistente ofreciéndole agua cada vez que le fallaba la voz al candidato.
Después inició un discurso en el que contrastó el pasado, el presente y el futuro. Al pasado cuando recordó la Guerra del Pacífico y el golpe de Estado de Fujimori. Al presente al referirse a la “dictadura de los intereses de los grandes grupos económicos que está viviendo el Perú” y contra la que él lucharía de ser presidente. Y del futuro prometiendo un país con educación y salud de calidad, más trabajo y un reparto más equitativo de las riquezas.
“No debemos tener miedo al cambio. Ese miedo solo lo tienen quienes se benefician económicamente de la situación actual que atraviesa el país”, aseguró.
Después reiteró que un eventual gobierno nacionalista no daría ningún golpe de Estado. “No quiero un Perú con odio. Solo reclamo un futuro para mi familia y los peruanos. No dividamos más el país”, exhortó. Finalmente pidió a sus militantes el voto y dio por finalizada su campaña en Lima.
El dato
SIAMESES. Ollanta denunció una campaña para “santificar” a Fujimori. “No nos olvidemos, él y Montesinos son como siameses”.
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Photo: El Comercio, 6 de abril del 2006
Ollanta Humala niega ser autoritario y que busque enfrentar a peruanos
Por Gerardo Caballero Rojas
El Comercio, 6 de abril del 2006

Asegura que no alentará ni las expropiaciones ni las estatizaciones. Ofrece cumplir recomendaciones de la CVR y respetar derechos humanos
Violentista, autoritario, antijudío, violador de derechos humanos, antisistema, salto al vacío. El candidato presidencial de Unión por el Perú (UPP), Ollanta Humala, sabe enumerar los motes que le han endilgado –en algunas ocasiones con más éxito que otras– sus adversarios políticos. Por eso, gran parte de su mitin de cierre de campaña en Lima la empleó para intentar despejar estas sombras que se ciernen sobre él y sobre su candidatura.
El lugar elegido por Ollanta Humala fue el Paseo de los Héroes Navales, en donde habló nuevamente de refundación de la República, de una nueva Constitución, de “romper las planillas doradas”, y, como siempre, de “revisar los contratos de las empresas transnacionales que no pagan impuestos ni regalías”. Con todo, entre 15 mil y 20 mil personas llenaron anoche el espacio que separa el Palacio de Justicia del hotel Sheraton.
“Nosotros representamos un nacionalismo moderno que busca la defensa de nuestros recursos naturales y la recuperación de nuestra soberanía”, dijo Humala. “El nuestro no es un nacionalismo autoritario, no es un nacionalismo que busca la estatización ni la expropiación”, fue el deslinde que expuso el candidato de UPP en un discurso que no comenzó precisamente con el ataque a sus rivales. Pero este intento de despejar las dudas continuó: “Somos un nacionalismo que se afirma en la libertad de expresión, en el derecho que tienen los ciudadanos de acceder a la información”.
¿Y EL SENDERISMO?
La expropiación de las empresas privadas y la restricción de la libertad de prensa no son los únicos temas sensibles en su campaña. Su posición frente al senderismo también ha sido cuestionada por declaraciones de su padre, Isaac Humala. En tal sentido, el candidato de UPP aseguró que su agrupación era la única que ha recogido en su plan de gobierno las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). “Nos afirmamos en el resarcimiento material y moral a cada familia, a cada poblado que ha sido víctima de este flagelo”, expresó Humala Tasso. “Somos el nacionalismo que se reafirma en los derechos humanos, en la reconciliación entre los peruanos”, continuó el aspirante al sillón presidencial.
Ollanta Humala, que hoy cierra su campaña en Arequipa, también parecía ser consciente de que muchos lo acusan de levantar las banderas del enfrentamiento entre peruanos. “No quiero sembrar el odio, no quiero venganzas, quiero justicia social”, manifestó. “Acepto las diferencias ideológicas, pero no odios, porque los odios dividen más al Perú”, añadió el candidato.
A pesar de estas palabras, Humala no pudo evitar decir que en las tropas del Ejército “nunca encontré un Kuczynski, un Diez Canseco, un Ferrero. Solo había Huamán, Quispe, Condori… ellos son el verdadero pueblo peruano”.
TREGUA Y ATAQUE
El aspirante presidencial que no quiere trabajar en Palacio de Gobierno parecía acusar los golpes que sus adversarios le han ido dando en estos meses. “Basta ya de esta campaña de insultos. Basta ya de sembrar miedo al nacionalismo”. Incluso la citación de la fiscalía por la asonada de Andahuaylas, programada para fines de este mes, ya parecía preocuparle. “No voy a hacer mi campaña en el Poder Judicial, como quisiera esa banda de ‘microdestructores’ políticos”.
Asimismo, quedó claro que a Humala no le agrada que se perciba esta campaña como el enfrentamiento entre la dictadura y la democracia. “¡Basta ya de construir una campaña en términos de dictadura versus democracia, de fascismo versus democracia!”.
Sin embargo, como era de esperarse, no estuvo a la defensiva durante toda su presentación. También pasó a criticar los sueldos de los congresistas y del jefe del Estado, o como él prefiere llamarlos, “la clase política moralmente colapsada”. Para lograr que la gente realmente se indignara con estos funcionarios, Humala preguntaba al público (algo usual en todos sus mítines) cuánto ganaba mensualmente un profesor, un policía, una enfermera, un soldado. Como todas las veces, el candidato de UPP no quiso preguntar cuál es el salario de un agregado militar, pues siempre habrá verdades que es mejor guardar, enterrar o desaparecer.
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Photo: El Comercio, 6 de abril del 2006
Candidato nacionalista: “Mi intención no es sembrar odio”
La Primera, 6 de abril del 2006

En concurrido mitin, dijo que no buscaba descuartizar a la Policía y reveló que tuvo TBC.
Durante el multitudinario mitin de cierre de campaña que encabezó en el Paseo de los Héroes Navales, y entre permanentes arengas, el candidato presidencial de UPP, Ollanta Humala, aseguró que el nacionalismo no es autoritario ni estatista y que su intención no es sembrar odio sino lograr una sociedad justa y equitativa.
“El nacionalismo moderno no es autoritarismo, busca una sociedad con valores, no estatizaciones ni expropiaciones, y se afirma en la libertad de expresión”, dijo ante aproximadamente 25 mil personas que colmaron el lugar.
Luego de un variado concierto, Humala subió al estrado a las 9:44 de la noche, presentado por los músicos del grupo folclórico boliviano Los Kjarkas, e inició su discurso recitando parte de un poema de Javier Heraud: “Porque mi patria es hermosa como una espada en el aire, por eso la defiendo con mi vida”.
Luego rindió un “homenaje y tributo nacionalista” al fundador del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre; y del Partido Comunista del Perú, José Carlos Mariátegui; así como al historiador tacneño Jorge Basadre.
Robaron democracia
Humala demandó dejar de lado el miedo y la polarización de la sociedad en la campaña y apuntó que los políticos tradicionales le han robado la democracia a los peruanos, porque “vivimos la dictadura de los poderosos y los poderes económicos”.
Remarcó que la población quiere un cambio al cual sólo temen los que reciben beneficios económicos y pidió “a los políticos fermentados y añejos que den un paso al costado”. Ante los ataques permanentes de los que es objeto, retó a sus rivales indicando que “si quieren meterme a la cárcel, que me metan”.
Humala –quien ante molestias en la garganta interrumpía su discurso para beber agua que le brindaba su esposa, Nadine Heredia– negó que pretenda “descuartizar” a la Policía Nacional, pues considera que debe estar bajo un solo comando y señaló que tal afirmación forma parte de la campaña sucia en su contra, pues su plan de gobierno sólo contempla la transferencia de algunas funciones a los municipios.
Calificó de ilegal la entrega de su legajo a la Comisión de Defensa del Congreso, “pues sólo se debe dar información” y reveló que en el Ejército enfermó de tuberculosis “por vivir con mi tropa” y que por ello fue internado en el Hospital Militar.
El líder nacionalista anotó que, a diferencia del presidente Alejandro Toledo, tendrá una posición firme con las transnacionales y reiteró que se elaborará una nueva Constitución que permita contar con un Estado fuerte que defienda los recursos del Perú y permita alcanzar la justicia social.
Ofrece su vida
Antes de finalizar, Humala hizo un juramento de fidelidad y lealtad al Perú y solicitó lo propio a sus partidarios a voz en cuello, los que contestaron con un ensordecedor “sí juro” y ofreció su vida por la causa nacionalista.
“Esta noche renuevo mi juramento de defender mi país con lealtad a mi patria y llevaré el cumplimiento de éste a costa de mi vida”, enfatizó.
Los gritos de “por honesto y capaz, Ollanta presidente” u “Ollanta en primera vuelta” no se hicieron esperar. El mitin terminaba así cerca de las 11 de la noche.
Agresión
Periodistas de un canal de televisión y de un diario local sufrieron una cobarde agresión por parte de un pequeño grupo de militantes, cuando se disponían a subir a uno de los estrados asignados a la prensa.
Pataditas
La Primera, 6 de abril del 2006

Movilización
La movilización de militantes nacionalistas para el mitin de cierre de Ollanta fue espectacular, y hasta podríamos hablar de un récord histórico, pues se utilizaron 687 ómnibus para trasladarlos hasta el Paseo de los Héroes Navales desde distintos puntos de la capital. Cabe señalar que 120 de ellos llegaron desde el Callao, recogiendo a su gente en el cercado chalaco y en Pachacútec básicamente.
Concierto
Siguiendo el ejemplo de campañas como las de Evo Morales, en Bolivia, o Michelle Bachelet, en Chile, Humala tuvo un concierto de varias horas, previo a su discurso. La música estuvo a cargo de los tecnocumbieros Dilver Aguilar y Armonía 10; el folclore con Naylamp (que lo acompañó en todos sus mítines), Antología y William Luna, quien no quiso lanzar consignas a favor del candidato. Quien sí se pasó de sobón fue el cantante de la orquesta salsera La Única, de Aníbal López; sólo le faltó el polo rojo. Pero quienes hicieron delirar al respetable fueron los Kjarkas, de Bolivia, con su tema “Llorando se fue”. Con tal que no sea un augurio…
La luz roja ya está encendida
Directo, Juan Carlos Tafur
La Primera, 6 de abril del 2006

Sea cual sea el resultado de este domingo, queda absolutamente claro que el país ya le ha advertido en voz alta a la clase política, empresarial e intelectual que la voz de los marginados se ha encrespado.
La votación detrás de Humala es, en buena medida, un voto de rechazo visceral al statu quo. En ese sentido, sólo tiene semejanzas formales con el tsunami fujimorista de 1990.
Cualquier análisis socioelectoral deberá concluir que el elector fujimorista que produjo la derrota de Vargas Llosa no es el mismo que hoy sigue al líder nacionalista.
Fujimori era un candidato antisistema, como lo es Humala, pero el suyo era un respaldo con una connotación afectiva muy distinta a la que hoy respalda al líder de UPP.
El odio está presente en esta campaña como nunca antes lo ha estado en jornadas electorales precedentes, ni siquiera en la elección del 2000, con todo lo controvertida y dramática que fue.
El pueblo no aguanta más la marginación efectiva que sufre y construye un escenario futuro en el cual será imposible administrar un gobierno sin tomar acciones inmediatas que apunten a resolver esa fractura.
Toledo ha sobrevivido gracias a que había un resquemor justificado para no destruir la recuperación democrática posfujimorista, pero su punible indolencia e irresponsabilidad ha servido de combustible para detonar un estado de ánimo colectivo que ya no está dispuesto a aguantar pulgas ni a dejar pasar por alto cualquier despropósito.
Es un hecho de la realidad que, por cierto, deben tener en cuenta no sólo Lourdes Flores o Alan García. También el propio Humala. Es más, él debería ser el más preocupado con este dato de la realidad, ya que una eventual frustración de las expectativas que ha despertado generaría un desatamiento de violencia y contestación mayor al que podría darse si el fiasco lo perpetran cualesquiera de los candidatos “formales”.
Es cierto que el Perú no es Bolivia ni Ecuador, pero hay que tener presente que una nación relativamente civilizada como Argentina fue víctima de un desborde popular que sacó del poder a un gobierno tras otro. No estamos, pues, vacunados contra la ocurrencia de algo semejante.
Si quien tome las riendas del poder el 28 de julio no lo tiene presente, no es improbable que en poco tiempo nos asomemos a una situación social inmanejable y de consecuencias imprevisibles.
Humala cierra campaña en Lima
Expreso, 6 de abril del 2006

La salsa del comandante
Desde la caída de la noche, el llamado Paseo de los Héroes Navales se fue abarrotando de decenas de delegaciones y comités de los partidos que lanzan a la presidencia de la República al comandante en retiro Ollanta Humala Tasso.
En verdad, llamaba la atención tamaña demostración de capacidad organizativa y movilizadora en quienes, se supone, acaban de llegar a la política nacional. La militancia estaba tan sincronizada en sus cantos, lemas y desplazamientos que alguien, un tanto despistado, hubiera podido imaginar que se encontraba en las entrañas de un mitin aprista.
Pero más de una sorpresa nos deparaba el comandante Humala y sus huestes anoche en su mitin de cierre de campaña. Por ejemplo, el primer reivindicador de nuestras esencias andinas e incásicas, nos dio la bienvenida al ritmo de la más tropical y mulata de las salsas.
De hecho, hubo aquí también un cálculo con miras a seducir a un potencial electorado limeño, aun indeciso, quizá vagamente nacionalista en el espíritu pero lejano en gustos musicales al Perú profundo que pretende representar el controvertido militar en retiro.
Nada modesto fue el cierre de campaña capitalina de Ollanta Humala. A las grandes orquestas de salsa, se sumó después el afamado grupo boliviano Los Kjarkas, que se adueñó del escenario en el momento culminante de la espera.
Así, la música andina reciclada, o “modernizada”, si se quiere, tuvo su lugar simbólico en la manifestación de masas de los etnocaceristas. Y también la “religión bolivariana” quedaba servida en sus rituales. Era obvio que diversos grupúsculos de izquierda se han ido sumando a las raleadas filas que quedaban de UPP y a las no tan organizadas del nuevo Partido Nacionalista del insurrecto Humala. Como quiera que sea, el mitin cumplió su cometido: parecía, en efecto, estar allí un partido que arrastra masas.
En cuanto a los líderes, hay que conformarse con el singular, pues aquí hay un solo “líder”, el comandante. Los demás, a pesar de que van desfilando por la tribuna calentando a la feligresía con relativo éxito, son sólo una comparsa desconocida para el grueso de los simpatizantes que sólo ve y escucha por los ojos y los oídos de Ollanta, el “Mesías” que bajó de los Andes, previos viajes a París o a la Costa Azul.
Pero están ahí, bien encaramados en la trastienda, ávidos de poder y de prebendas, aquellos socios de la oportunidad.
Mucho ambiente ha habido anoche en la fiesta de los humalistas. Bailes y cantos a discreción y exaltados lemas. Pero nada de eso pudo ocultar la desazón, el tufo de anomalía que esta candidatura comporta.
El propio Ollanta, en sus quejas plañideras y amenazas veladas, lo hace trasuntar en el momento estelar: “Que vengan y me metan preso en este mismo momento si quieren”, dice, ensayando así alguna arenga insurreccional, “por siaca”.
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Source: Perú 21, 6 de abril del 2006
Preparativos para mítines de cierre de campaña ocasionan caos vehicular en el Centro de Lima
Peru.21
05 abr 2006

Los preparativos para los mítines de cierre de campaña de algunos partidos políticos ocasionan caos vehicular en el Centro de Lima. Este es el caso de Unión por el Perú (UPP), que lidera Ollanta Humala, quien realizará esta tarde su cierre de campaña en el Paseo de los Héroes Navales (Frente al Palacio de Justicia) programada desde las 3 de la tarde.
Debido a ello, funcionarios de la Municipalidad de Lima, recomiendan a las personas y conductores particulares que llegarían al Centro de Lima para realizar alguna gestión entre hoy y mañana, de preferencia deberían hacerlo por la Vía Evitamiento y luego utilizar la avenida Abancay para ingresar a esa dirección.
Cabe indicar, que este jueves el Apra hará su cierre de campaña en Lima, en el Paseo de los Héroes Navales. El inicio de la reunión está programado para las 6 de la tarde, mientras que el Frente de Centro realizará en el Paseo Colón (Centro de Lima), frente al local partidario de Acción Popular, uno de los partidos que integran esta alianza partidaria. El encuentro también está programado para las 6 de la tarde.
Humala insiste en revisar contratos con transnacionales
Peru 21, 6 de abril del 2006

– Candidato también reitera necesidad de redactar una nueva Constitución.
– Seguidores de su hermano Antauro estuvieron presentes en el mitin.
Lo novedoso ayer fue la forma, mas no el contenido. El mitin de cierre de campaña en Lima de Unión Por el Perú (UPP) se realizó en un estrado más grande que el usual, convocó a muchísima más gente de la que normalmente acude a sus concentraciones, tocó el grupo boliviano Los Kjarkas, pero el candidato presidencial de este partido, Ollanta Humala, repitió el mismo discurso de siempre.
Insistió en lo que denomina su propuesta nacionalista de refundar la república, de hacer una nueva Constitución que le permita la revisión de los contratos con las transnacionales y, tras presentarse como la única alternativa de verdadero cambio, reiteró sus críticas contra los actuales políticos, a quienes los invitó a que den un paso al costado y lo dejen gobernar el país.
“Fuera todos los políticos añejos y macerados”, gritó el candidato desde el estrado levantado al frente del Palacio de Justicia, junto a otro estrado que hoy usará el candidato aprista Alan García para realizar su mitin de cierre de campaña. Poco después, hablando de la corrupción de los políticos y de la justicia, se dirigió al presidente Alejandro Toledo y al premier Pedro Pablo Kuczynski para pedirles que no se vayan del país después del 28 de julio.
¿DICTADOR YO? “El nacionalismo no es autoritario, como muchos adversarios lo plantean”, dijo Humala en otro momento. Días atrás, en uno de sus mítines, él había señalado que, si las urnas no le dan el triunfo, sería el pueblo el que lo llevaría a Palacio de Gobierno (aunque en otros mítines también ha dicho que convertirá la Casa de Pizarro en un museo).
Ayer se quejó de que sus adversarios están llevando el escenario electoral a una elección entre la dictadura, que representaría él, y la democracia, que expresarían los otros. “Basta de polarizar nuestra sociedad, de dividirla y de tratar de contagiar de miedo al cambio. Basta ya de llevar al escenario una campaña electoral de miedo, términos de dictadura contra democracia, fascismo contra democracia”, añadió.
No obstante, Humala indicó, en diálogo con Venezolana de Televisión, que existe el riesgo de que no se reconozcan los resultados de las elecciones generales de este domingo. Cuando se le preguntó en qué se basaba para adelantar algo así, el candidato respondió en que, tanto el presidente Toledo como el premier Kuczynski, no han dejado de atacarlo todo el tiempo.
“El presidente (Toledo) en un programa ha dicho que soy una criatura con otros padres, como sindicando subliminalmente que fuera más venezolano que peruano”, señaló, tras referir que los sectores conservadores peruanos consideran el gobierno venezolano de Hugo Chávez como “un régimen retrógrado” que perjudica a Venezuela y a otros países de América Latina.
“Los sectores más conservadores de la sociedad, lo que llamamos acá la ‘vieja derecha tradicional’ están estigmatizando al Gobierno de Venezuela como si fuera retrógrado y que está trayendo zozobra y problemas no solo a su país sino al continente americano”, añadió Humala.
Expresó, sin embargo, que en los sectores populares del Perú existe otra perspectiva respecto del régimen de Chávez que -afirmó- busca alternativas viables al modelo económico neoliberal.
ANTAURO LO APOYA. Hasta el mitin no solo acudieron seguidores de Ollanta Humala, sino también de su hermano Antauro. Por diversos lugares de la concentración se observó a los ‘reservistas’ vestidos con su tradicional polo negro y pantalones de comandos, llevando en las manos el periódico Antauro.
Después de que el autodenominado líder etnocacerista, actualmente preso, indicara que apoya a su hermano Ollanta porque ambos forman parte de un mismo proyecto, sus ‘reservistas’ iniciaron el apoyo a la postulación del candidato ‘nacionalista’, pese a que este ha rechazado tal vínculo. Ayer aplaudieron al representante de UPP y respaldaron sus propuestas. ¿Son, entonces, un solo proyecto?
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Source: La Razon, 6 de abril del 2006
Humala denuncia que desconocerían su triunfo en elecciones del 9 de abril
La Razon, 6 de abril del 2006

Candidato nacionalista, convencido que le van a robar votos, reitera amenaza de fraude electoral u Congregó multitud durante su cierre de campaña en el Paseo de los Héroes Navales
Ollanta Humala cerró anoche su campaña con un nutrido mitin. Antes, en una entrevista concedida a la televisión venezolana, el candidato presidencial de Unión por el Perú dejó entrever que se viene alistando un fraude electoral, tras asegurar que existe el riesgo de que desconozcan un probable triunfo nacionalista en los comicios de este domingo.
Humala, en diálogo telefónico con Venezolana de Televisión, mencionó como autores de ese riesgo al presidente Alejandro Toledo y el premier Pedro Pablo Kuczynski. “Siempre hay ese riesgo en la medida que el mismo presidente Toledo y su primer ministro Kuczynski no pierden oportunidad en público para golpear el nacionalismo”, señaló a los periodistas venezolanos.
A su vez, reiteró que Toledo no pierde oportunidad para criticar su candidatura y atacar su relación con el mandatario Hugo Chávez. “Incluso en el programa de (periodista Andrés) Openheimmer, el presidente me ha atacado diciendo que soy una criatura con otros padres, como sindicando subliminalmente que yo más fuera venezolano que peruano”, se quejó.
En tanto, anoche, durante el mitin de cierre de campaña en Lima desarrollado en el Paseo de Héroes Navales frente a cerca de 30 mil personas, Humala reiteró la posibilidad del fraude y pidió a los políticos tradicionales dar un paso al costado para que aparezca una nueva generación de políticos honestos.
Ollanta, quien rindió tributo a Víctor Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui y Jorge Basadre, también le pidió a la población decidirse el 9 de abril por una gran transformación para dar fin a la dictadura de los poderosos con la instauración de una nueva Constitución que permita una nueva repartición del poder en beneficio de las clases más necesitadas.
El huracán Ollanta es el eje de atención en Perú
Por Carlos Noriega desde Lima
Pagina/12, 6 de Abril de 2006

El candidato nacionalista Ollanta Humala era ayer la sensación en Lima, donde cerró parte de su campaña con el apoyo de los desfavorecidos. Hoy será el cierre definitivo en Arequipa, segunda ciudad del Perú.
La campaña electoral peruana para las elecciones presidenciales de este domingo ingresó en la recta final, en medio de un ambiente cargado de tensiones y de ataques verbales cada vez más subidos de tono entre los principales candidatos. Prácticamente no hay calle de Lima que no esté cubierta con carteles y banderolas con propaganda política. Hay 18 candidatos a la presidencia, pero la elección ha quedado reducida a tres: el ex comandante Ollanta Humala, el gran favorito, la derechista Lourdes Flores y el ex presidente Alan García (1985-90). Los principales diarios peruanos abrieron su edición con las declaraciones que Humala diera a Página/12 advirtiendo que un gobierno de la derechista Lourdes Flores no llegaría a cumplir un año en el poder, porque el pueblo la sacaría. Humala fue duramente atacado por esa aseveración. El ex comandante se ratificó en lo dicho y dijo que la afirmación valía no solamente para Flores, sino para cualquier gobierno que continúe con el modelo neoliberal.
Los seguidores de Humala se concentraban ayer en el centro de Lima para asistir al mitin de cierre de campaña del ex comandante. La gran mayoría de ellos llegaba desde los barrios pobres, que rodean, como un cinturón de miseria, la capital peruana. “Yo voto por el comandante, porque todos los políticos nos han mentido y él es nuevo y dice que va a acabar con esa clase política corrupta”, nos dice una señora de unos 50 años, que lleva la remera roja con la inscripción “Amor por el Perú” que Humala ha convertido en símbolo de su campaña, mientras apura el paso para colocarse frente al estrado levantado en la fachada del Hotel Sheraton y ponerse a esperar a su nuevo líder, que hablaría varias horas más tarde. Un joven que asegura no tener empleo y ganarse la vida como vendedor informal nos dice que le dará su voto a Humala porque “él defiende a los pobres y Lourdes (Flores) está con los ricos (una frase muy escuchada entre los asistentes al mitin de Humala). El comandante dice que va a cambiar las cosas y eso es lo que necesitamos, un cambio, porque cada vez estamos más pobres”. Un muchacho de pelos parados como púas que en ese momento pasa por ahí y escucha la conversación se detiene para intervenir: “¿Por qué los pobres vamos a apoyar a quienes nos ofrecen continuar como estamos?”, dice, levantando la voz, y sigue su camino. Ninguno de ellos cree en las denuncias hechas contra su líder, ni aquellas que lo vinculan con Vladimiro Montesinos, el encarcelado brazo derecho de Alberto Fujimori, ni las que lo mencionan como violador de los derechos humanos, ni ninguna otra; sólo quieren hablar de que Humala les ofrece un cambio y que eso es lo que ellos quieren.
A la misma hora y a pocas calles de distancia de donde García dará su último discurso de esta dura campaña, en busca de ese empujón final que le hace falta para colarse a último momento en la segunda vuelta, como ya lo hizo en 2001, hablará su gran rival de estas elecciones: Lourdes Flores. Será la ocasión ideal para que midan, por última vez, sus fuerzas. Terminada la guerra de las encuestas, la de esta noche será una competencia de capacidad de convocatoria y de discursos. En el medio, entre los dos mitines, organizará su concentración de cierre de campaña el ex presidente Valentín Paniagua (2000-2001), relegado en las encuestas, con solamente seis por ciento. Esta distribución geográfica de los mítines de cierre de campaña grafica el escenario político de estos días, con Flores y García peleando cerradamente entre ellos y Paniagua en el medio, seducido por ambos para obtener sus votos.
Flores y García pelean voto a voto su ingreso a la segunda vuelta. Es una pelea dura, sin tregua, cargada de ataques y descalificaciones mutuas, que suben de tono a medida que se acerca el día de las elecciones y los nervios se tensan. García califica –o, más bien, descalifica– a Flores como “la candidata de los ricos” y de “los banqueros” y se autodefine como “el candidato de los pobres”. Flores le responde llamándolo “el candidato de la pobreza, no de los pobres”, aludiendo a la crisis económica y la hiperinflación del gobierno de García, el cual ha definido como “un desastre que no se debe repetir”. Con Humala seguro en el primer lugar, toda la expectativa está puesta en quién competirá contra él en la segunda vuelta. De eso es de lo único de lo que hablan los peruanos en estos días. Y en los sectores medios y altos también se habla mucho por estos días de irse del país si Humala gana las elecciones.

Written by Michael Ha

April 6th, 2006 at 9:24 am

Posted in Political Parties

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