Ollanta Humala y la prensa
Hugo Passarello Luna
Lima, 17 de mayo del 2006
Es ya conocida la difícil relación entre el candidato Ollanta Humala y la prensa del Perú.
El viernes pasado (12 de mayo) mientras Humala se presentaba en un acto en el barrio San Martín de Porras, un simpatizante sostenía un cartel que leía: ‘Ollanta es libertad de prensa.’
Photo: H. Passarello Luna
En el lugar había muchos periodistas presentes a la espera del candidato nacionalista.
Tuve la oportunidad de hablar con alguno de ellos y pedirles que reflexionen sobre ese cartel.
Inmediatamente, una periodista sentenció ‘No es verdad’. Nada más.
Es rutina que luego del primer acto, el señor Humala salga de ‘caminata’ (en general arriba de una pick-up) recorriendo el lugar. La prensa sigue muy cerca sus movimientos, filmando cada momento, cada saludo y cada corrida que el candidato decida hacer.
En esos momentos, Ollanta y la prensa parecen lograr una relación simbiótica. Ellos son unos de los pocos que se pueden mantener cerca del comandante sin ser hechos a un lado por los fornidos miembros de la seguridad del candidato. Y Humala, por su lado, tiene la oportunidad de eternizar decenas de ‘momentos Kodak’ saludando a posibles simpatizantes.
Esa luna de miel dura lo que dura la caminata.
Luego la prensa se volverá a quejar que es muy difícil acceder a los planes de campaña del candidato. Ya sea porque las notas de prensa se envían muy tarde o porque no son respetadas con disciplina militar.
Para Humala tampoco será fácil. Al día siguiente las imágenes tomadas por la prensa, aparecerán en los varios medios de Perú y su significado será determinado por una capciosa (y muchas veces maliciosa) selección de palabras. Por ejemplo, un diario de Lima mostró una foto de Humala haciendo su típica corrida (cuando no esta sobre la pick up) con el titulo: SE CORRE DE ALAN.
Un pequeño altercado
El mismo día de la campaña por San Martín de Porras, los partidarios de Humala habían preparado para esa noche una mesa redonda con los pequeños y medianos empresarios de Villa el Salvador, todavía en Lima. Llega Humala y se crea el típico revuelo de algarabía de sus simpatizantes. Empujones, saludos, gritos de apoyo, la seguridad tratando de dar lugar al candidato y la prensa abalanzándose sobre el hombre para conseguir esa deseada tapa.
En un momento un simpatizante nacionalista le entrega una soberana y decida patada a una fotógrafa de un diario limeño. La fotógrafa continúa con su trabajo hasta que todo se tranquiliza. Humala ya esta en el escenario y el show va a comenzar.
Entonces la fotógrafa se acerca al simpatizante y lo confronta. La razón de la patada parece que fue que la fotógrafa ‘golpeó’ con la cámara la cabeza del hombre. Por lo tanto la sentenció con la pierna.
Hubo un pequeño intercambio de excusas y todo finalizo con la fotógrafa pidiendo que la dejen trabajar. Los organizadores nacionalistas se portaron muy bien mediando la discusión y dando la razón a la fotógrafa y quedó claro que a veces son los militantes los que resienten (más que los organizadores) el trato poco parcial que la prensa da a su candidato.
Al final del evento al preguntarle a otro periodista sobre el cartel que había visto esa mañana en San Martín de Porras el hombre me respondió: ‘Todavía no es gobierno, veremos si es verdad cuando llegue.’
