Peru Election 2006

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Empate entre García y Humala en Perú
Por José Vales
El Universal, Mexico, 01 de junio de 2006
Continúa la escalada de agravios y descalificaciones entre candidatos; el ex presidente García volvió a mostrarse más agresivo con Chávez que con el propio Humala, al decir que el venezolano pretende hacer “lo mismo que hace con Evo Morales que lo trata como a un niño”, en el caso de que su oponente llegue a la presidencia
LIMA.- Con las encuestadoras evaluando un posible empate técnico y ya sobre el cierre de las campañas, los candidatos Alan García y Ollanta Humala terminan de vaciar sus cargadores de acusaciones y denuncias con vistas a las elecciones del domingo. Una vez más, el presidente Venezolano Hugo Chávez volvió a estar ayer en el ojo del huracán.
El ex presidente García volvió a mostrarse más agresivo con Chávez que con el propio Humala, al decir que el venezolano pretende hacer “lo mismo que hace con Evo Morales que lo trata como a un niño”, en el caso de que su oponente llegue a la presidencia.
El nacionalista Humala denunció, por su parte, que en el 2000 el histórico y nonagenario líder del APRA, Armando Villanueva, le había propuesto “derrocar mediante un golpe” al presidente Alejandro Toledo, lo que Villanueva desmintió terminantemente al decir que “Humala es mentiroso y un cobarde que no tiene catadura moral para llegar al poder”.
Cierran campañas
Así, con el mismo nivel de agresiones de los últimos días, ayer Humala cerró su campaña en San Juan de Lurigancho, un barrio de las afueras de Lima, con un multitudinario acto y hoy concluirá su etapa proselitista en Cuzco, mientras que García cerrará en esta capital, en un acto donde podría haber sorpresas.
Voceros del ex presidente García le confiaron a EL UNIVERSAL que “estamos analizando si mañana (por hoy) presentamos a algún miembro de un eventual gabinete”, tal es el caso del ex presidente interino Valentín Paniagua.
Si bien ya no se pueden difundir encuestas dentro del país, las principales consultoras darán a conocer la más actualizada mañana a los corresponsales extranjeros. Según una fuente de la encuestadora Apoyo, “estamos trabajando sobre un virtual empate técnico”.
En otros casos, siempre muy pocos confiables, la diferencia entre García y Humala se ubica entre los cuatro y nueve puntos a favor del ex presidente.
En una conferencia de prensa ofrecida ayer, al término de una emisión radial, García pareció buscar el voto de un sector de la población que se muestra crítico con la “corrupción del Congreso”, al decir que no descarta evaluar, en caso de llegar a la presidencia, la disolución del Congreso, “pero siempre con las herramientas constitucionales que nos permiten disolverlo y llamar en 30 días a elecciones legislativas”.
Una alta fuente aprista le reconoció a este periódico que “será casi imposible gobernar sin mayoría y algo habrá que hacer al respecto para evitar que algunos (congresistas opositores) quieran venderse a precio de oro.”
La alternativa de García
“Tal vez la gente pueda pedir que se vayan todos, pero esperemos que no digan que se vaya García”, se ufanó el candidato que volvió a cargar contra Chávez acusándolo de presidir “el gobierno más corrupto de América Latina”, y contra Humala porque “yo represento la democracia contra el autoritarismo y además debe aprender a respetar los resultados”, dijo en referencia a las denuncias de un posible fraude.
Asimismo, afirmó que de llegar al gobierno buscaría “hablar con Humala” y si pierde se pondría a su disposición incluso “como ministro”, a lo que el nacionalista dijo que sólo lo admitiría en un gobierno suyo “si demuestra que no es un corrupto”.
Así, sin propuestas y con todos los agravios posibles, la campaña llega hoy a su fin.
Las elecciones de Perú aparecen como las más importantes de los últimos tiempos, pues además de estar en juego el futuro del país, en ellas se decidirá si el chavismo, al menos en los papeles, sigue su avance en la región o encontrará aquí un dique de contención.
Atacando a Chávez, García elogia a Lula y Bachelet
Por Carlos Noriega
Desde Lima, 01 de Junio de 2006
El candidato a la presidencia de Perú ha hecho campaña en base a críticas al mandatario venezolano y todo tipo de ataques –recíprocos– a su rival, Ollanta Humala. García dijo a Página/12 que se identifica con “la izquierda de Brasil y Chile”.
“Los peruanos están en la antesala de gritar que se vayan todos”, dijo el candidato socialdemócrata.
“Si pierdo me pondré al servicio del gobierno de Humala en el puesto que él disponga”, aseguró ayer Alan García. El sorpresivo ofrecimiento de colaboración con su rival hecho por el candidato socialdemócrata pareció abrir una tregua en la guerra sucia que ha caracterizado la campaña por el ballottage. Pero el aparente alto el fuego duró poco. Ollanta Humala le respondería que en su gobierno él no acogería “a un ladrón y a un corrupto”, en clara alusión a los cargos de corrupción que pesan sobre la gestión de García cuando fue presidente entre 1985 y 1990. Pero el ex comandante no cerró del todo la posibilidad de convocar a su contendiente, si resulta el ganador de las elecciones de este domingo: “Si él demuestra que es una persona honrada yo creo que es posible tomarlo en cuenta”, precisó. García también aseguró que en caso de que él sea el ganador de las elecciones convocaría a dialogar a Humala “para ver cómo podemos colaborar juntos”, pero cuando le preguntaron si le daría un cargo en su gobierno, García prefirió evadir la respuesta: “No saltemos a conclusiones”, dijo.
García, convencido de que su confrontación con Chávez lo ayuda electoralmente, ayer se volvió a despachar ampliamente en sus críticas al presidente. Aseguró que el venezolano “tiene una estrategia para dominar Bolivia, Perú a través de Humala y Ecuador a través de Lucio Gutiérrez, y así cercar a Colombia, que es su objetivo estratégico”. García también habló de otras cosas. Aseguró que los peruanos están “en la antesala de gritar que se vayan todos” y que para evitarlo él se propone “dinamitar el sistema político desde adentro, terminando con los privilegios excesivos y bajando los sueldos de los funcionarios públicos para que la gente vea que si hay dificultades no hay privilegiados”. Amenazó con cerrar el Congreso –en el cual el partido aprista tendrá solamente 36 de las 120 bancas– si los congresistas se negaban a bajarse los sueldos y a implementar los cambios políticos que asegura propondrá “para reducir privilegios”. “Si la clase política no actúa el pueblo gritará que se vayan todos, pero yo me encargaré de que no griten que se vaya Alan García, porque dejaré muy claro desde el primer día que yo sí quiero el cambio”, señaló.
–¿Cómo se ubica su candidatura en el giro a la izquierda que se viene dando en la región y cuáles son los gobiernos con los que se siente más cercano? –le preguntó Página/12 en rueda de prensa.
–Hay un error cuando se dice que existen dos izquierdas en América latina. Lo que hay es una tentación totalitaria que viene desde Venezuela y una izquierda democrática que viene desde Brasil y Chile. Nos identificamos con el esfuerzo del presidente Lula y con la presidenta Bachelet. La izquierda moderna es abierta y aprovecha el mercado, busca atraer las inversiones para crear empleo y mejorar los salarios. China es un ejemplo extraordinario de eso. Venezuela puede darse el lujo aparente de desafiar y rechazar, porque tiene 70 mil millones de dólares, pero aplicar ese modelo a países más pobres, como Bolivia o Perú, lo único que puede generar es el suicidio de esos países.
–¿Incluiría al gobierno de Kirchner dentro de esos regímenes de izquierda democrática en la región?
–No voy a opinar del señor Kirchner sino hasta después de las elecciones.
Kirchner no ha cometido el pecado de la intromisión de Chávez, por lo que tendremos relaciones cordiales con el gobierno argentino.
El puente que parecía comenzar a tenderse entre los dos candidatos que durante esta campaña se han lanzado todo tipo de ataques quedó completamente dinamitado luego de que Humala acusó al partido aprista de haber pretendido organizar un golpe de estado contra el gobierno de Alejandro Toledo. El ex comandante aseguró que Armando Villanueva, líder histórico del aprismo, le había ofrecido apoyarlo si se levantaba para derrocar a Toledo. El ofrecimiento se produjo, según Humala, cuando éste se desempeñaba como agregado militar en Francia en 2003 y el gobierno de Toledo atravesaba una grave crisis política por las denuncias de que su partido habría falsificado firmas para poder inscribir su candidatura a la presidencia. Villanueva negó la acusación y calificó a Humala de “mentiroso”, “oportunista” y “cobarde”. Humala y Villanueva mantenían, hasta ayer, una vieja relación amical; incluso el líder aprista recibió en su casa a Humala, durante los duros días de esta campaña electoral. Hace sólo unos días el candidato nacionalista había elogiado con entusiasmo a Villanueva, a quien ahora acusa de golpista.
Mientras en la noche de ayer Humala realizaba un mitin en la periferia pobre de Lima, previo a su cierre de campaña, esta noche en el Cuzco, uno de sus principales bastiones electorales, el partido aprista se preparaba para su cierre de campaña en Lima, en el mismo lugar donde García culminó su campaña de la primera vuelta.