Peru Election 2006

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Interview with Cristóbal Aljovín

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Cristóbal Aljovín: “La guerra sucia ha sido parte de todas las campañas electorales”
Por Carolina Martín
La República, 01 de junio del 2006

• Historiador hace un repaso de los diferentes procesos electorales del Perú Republicano
• Recuerda que el ‘clientelismo político’ fue y es una constante en todos ellos, pero que a diferencia de hace dos siglos las elecciones actuales están bastante lejos de ser violentas.
– ¿Cuál es el rol de los procesos electorales en la configuración de la vida política y social del Perú Republicano?
– Un rol mucho más importante de lo que la gente cree. En 1810, la noción de gobierno representativo surgida con la Constitución de Cádiz supuso que los españoles cambiaran las reglas del juego en toda la parte de América Latina que no había logrado su independencia en sus inicios.
– ¿Ha evolucionado mucho el Perú, desde entonces, en términos electorales?
– Muchísimo. En la primera mitad del siglo XIX, por ejemplo, los partidos políticos eran vistos como faccionalismo, como una forma de romper la unidad. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, sin embargo, comenzaron a ser aceptados como parte de la vida democrática. Ahora nos preguntamos por qué no hay partidos políticos, pero antes eso se hubiera visto como algo positivo.
– ¿Y cómo fue ese voto en el Perú en el siglo XIX?
– Fue un voto tradicionalmente jerárquico. En esa época, además, el derecho al voto era masivo; aunque eso era algo simbólico, pues eran pocos los sectores indígenas que llegaban a ser diputados o presidente. En 1896, esa situación comenzó a decaer para volver a incrementarse en el siglo XX.
– ¿Qué pasó entonces?
– Bueno, ahí se inauguró, por ejemplo, el ánfora secreta, lo cual fue muy importante porque hasta ese entonces se chequeaba por quién votaba cada persona. También fue fundamental la década de los 50′, con el establecimiento del conteo de papeletas. Hasta entonces las ánforas se llevaban a las comisarías, y era ahí donde se robaban los votos. Hay que recordar el voto femenino, y todo el tiempo que el Apra no pudo votar porque las autoridades lo consideraban antioligárquico. La excusa, eso sí, era que eran extranjeros.
– Algo que parece no haber variado en todo este tiempo es el ‘clientelismo político’. Antes se daba pisco y butifarra, ahora leche o promesas de trabajo…
– Sí, en todas las elecciones ha habido ‘clientelismo’ político. La diferencia es el nivel en el que se ha dado. En la primera mitad del siglo XIX las organizaciones políticas bien formadas tenían la figura del ‘capitulero’, que era el hombre que ‘compraba’ los votos y organizaba las elecciones. Los sufragios, además, eran muy violentos, con tomas de mesa. Era toda una organización basada justo en el ‘clientelismo’. Manuel Pardo, en las elecciones que ganó, dijo que del dinero que usó para su elección la mitad lo gastó el mismo día del sufragio.
– Esa mayor violencia iría aparejada de mayor presencia de las fuerzas del orden, supongo…
– Sí, los militares eran muy importantes en ese entonces, pues eran los que tenían la costumbre de tomar las mesas. Entonces no se podía votar en grupos de más de 10 personas y los votantes no podían portar armas ni ir a caballo. Tampoco se podía vender licor. Eso aún dura hasta hoy.
– Entonces no existe tanta diferencia…
– No, no, no… antes eran elecciones violentas.
– Me refiero, y guardando las distancias, al parecido de los ‘capituleros’ y la cuestionada labor de los personeros hoy en día. A ellos también se les acusa de manipular los votos…
– En estas elecciones el dinero capta los votos a través de los medios de comunicación. La toma de las mesas ya no es la forma central de captar votos, excepto de repente en algunos lugares escondidos en el Perú. Pero no, no se puede comparar.
– ¿Aunque UN denunciara tras no pasar a segunda vuelta que les habían ganado las elecciones en las mesas y no en las urnas? UPP también insinuó algo así…
– Bueno, cuando los márgenes de diferencia entre las agrupaciones son muy estrechos, la manipulación es muy difícil; ya que cada vez hay más expertos en todas las mesas del país que dicen cuáles votos van y cuáles no.
De rumores y sicosociales…
– Hablemos de los sicosociales. En los últimos días de campaña ha habido una verdadera lluvia de acusaciones: audios, e-mails, supuestos nexos de ambas agrupaciones con la mafia montesinista…
– Antes no había sicosociales propiamente dichos, pero sí existía un arma muy poderosa y con igual efecto, que era el rumor, el boca a boca; y, claro, también los periódicos. Hay que tener en cuenta que antes las ciudades eran más pequeñas. Ahora hay más anonimato.
– Pero los rumores también eran igualmente campaña sucia, ¿no?
– Sí, la guerra sucia ha formado parte de todas las campañas. Todos los presidentes del Perú republicano la han hecho. Forma parte de la campaña levantar tu figura y tumbar la del otro. Y siempre ha habido cosas oscuras. Por ejemplo, a Los del Prado siempre se les acusó de tener una fortuna ligada a un viaje de su padre huyendo con las joyas de la Sociedad de Lima. Y ‘voladas’ como esas hay de todos los candidatos.
– ¿Hemos elegido bien los peruanos alguna vez en la historia? Me refiero con esa carga del voto negativo que aún arrastramos.
– Sí, yo creo que sí. Por ejemplo, el fenómeno del primer Belaunde tuvo mucho arraigo; y el voto aprista también ha sido un voto históricamente muy convencido. Pero hablo del voto aprista de antes, no de este, que tiene la carga del primer gobierno de García.

Written by Michael Ha

June 1st, 2006 at 6:00 am

Posted in Interviews

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