Alberto Fujimori se acoge a “confesión sincera” en caso Allanamiento
En una nueva estrategia buscando que le reduzcan una posible condena de siete años, el ex presidente Alberto Fujimori se acogió a la “confesión sincera” ante el vocal instructor Pedro Urbina Ganvini en el proceso que se le sigue por usurpación de funciones al ordenar el allanamiento ilegal a la casa de Vladimiro Montesinos.
Lo último: Fujimori pide acogerse a “confesión sincera”
Extraditado busca evitar que le apliquen la máxima pena, siete años, por usurpar funciones.
La República, 23 de octubre del 2007. Por Ana Véliz.
El extraditado Alberto Fujimori se acogió a la “confesión sincera” ante el vocal instructor Pedro Urbina Ganvini en el proceso que se le sigue por usurpación de funciones por ordenar el allanamiento ilegal a la casa de Vladimiro Montesinos.
Fujimori apeló a esta figura legal con el evidente propósito de que al final del proceso el vocal Urbina no le aplique la máxima condena de siete años de prisión sino que le pueda ser rebajada en base a su “testimonio sincero”.
La casa de Vladimiro Montesinos fue allanada en noviembre del 2000. En el departamento se encontraba en ese momento la esposa del ex asesor, Trinidad Becerra y su hija.
Fujimori ha reconocido que dirigió la operación en busca de su ex asesor Valdimiro Montesinos, pero niega la incautación de 69 maletas con videos, y que se los llevara para seleccionarlos y luego de cinco días entregarlos a las autoridades.
Su abogado César Nakasaki refirió que el ex mandatario insistió que en dicha operación no se encontró videos, solo el material que mostró en conferencia de prensa en Palacio: relojes y joyas.
Nada nuevo
Para el ex procurador Carlos Portocarrero a cargo de este caso hasta la semana pasada, a Fujimori no se le puede aplicar esta figura legal.
“En ese caso no tiene nada que confesar, aquí hay todas las pruebas incluso un video con su conferencia que no puede negar”, comentó el ex procurador.
Explicó que el equipo de Fujimori sí decomisó 69 maletas, “‘Y por último aunque se hubiera llevado un llavero, el delito aquí es que se irrogó funciones que solo le competen al Poder Judicial y a la Fiscalía”.
Recordó que Fujimori no se allanó sino que debió ser extraditado para someterlo a juicio, entonces, no se puede hablar de una confesión sincera de los hechos.
Lo confrontarán con su ex asesor
El fiscal supremo, José Peláez Bardales sostuvo que Vladimiro Montesinos, es una “pieza clave” en los juicios que afrontará el ex mandatario Alberto Fujimori, por lo que está evaluando la posibilidad de solicitar a la Sala Penal Especial de la Corte Suprema que el ex asesor sea citado como principal testigo en los tres juicios por los cuales será procesado el ex mandatario”.
Además solicitará como testigos a los miembros del grupo Colina que se acogieron a la confesión sincera, a fin de sustentar su acusación contra Fujimori por violaciones a los derechos humanos. Como Rolando Meneses, Hércules Gómez, Isaac Paquiyauri, entre otros.
Procurador Briceño pedirá uso de defensa antes de sentencia por caso Allanamiento
Agencia Andina, 23 de octubre del 2007
Lima, oct. 23 (ANDINA).- El jefe de la Procuraduría Anticorrupción, Carlos Briceño, informó hoy que pedirá de manera excepcional al vocal de la Corte Suprema, Pedro Urbina Ganvini, hacer uso de su defensa oral a nombre del Estado antes de la lectura de sentencia contra el ex mandatario Alberto Fujimori, por el allanamiento ilegal a la casa de Trinidad Becerra.
En esta audiencia, afirmó, demostrará que Fujimori, valiéndose de su condición de jefe del Estado ordenó y dirigió el 7 de noviembre del 2000 -una semana antes de su viaje a Brunei y luego de su fuga a Japón- el ingreso ilegal a la casa de Becerra para “incautar” sus bienes y vídeos que podrían comprometerlo con la red de corrupción que se produjo durante su gobierno (1990- 2000).
Estas órdenes las dio a su entonces ministros del Interior y Justicia, Fernando Dianderas y Alberto Bustamante, respectivamente, así como a sus edecanes que trabajaban en Palacio de Gobierno, quienes anteriormente testificaron y confirmaron los hechos ante la máxima instancia judicial, anotó.
“Alberto Fujimori valiéndose de su condición de Presidente del Perú en la madrugada del 7 de noviembre ordenó a Dianderas allanar la casa de Trinidad Becerra en la avenida Javier Prado Número 1995 departamentos 1201 y 501, haciendo pasar a su edecán Manuel Ubillús por fiscal”, señaló.
Briceño indicó que precisamente los vídeos y las demás pruebas comprometedoras se encontraban en otro departamento ubicado en el mismo edificio donde vive la esposa de Montesinos.
“La finalidad era buscar los vídeos, no capturar a Montesinos sino llevarse los bienes y las maletas, por que él sabía que en casa de Becerra estaban las pruebas, no en el departamento de la señora, sino en el 501, eso es clarísimo”, anotó.
Señaló que dichos bienes fueron entregados a Fujimori y a su entonces cuñado, Alberto Aritomi, en el grupo aéreo número 8 (base aérea de la FAP), quienes revisaron y manipularon el contenido de las maletas y cajas “con el fin de desaparecer las pruebas”.
Luego, manifestó Briceño, “Fujimori mostró ante la prensa los bienes consistentes en joyas y otros objetos personales de Montesinos, con el evidente propósito de distorsionar la información y, por ende, encubrir los hechos ante la opinión pública”.
En otro momento, el jefe de la Procuraduría Anticorrupción reveló que en la víspera, el vocal supremo Urbina Ganvini admitió como prueba la sentencia que la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema emitió el 12 de octubre del 2006 a los edecanes que participaron en los hechos por orden de Fujimori.
Asimismo, solicitó que se incluya como prueba la sentencia condenatoria que se le impuso a Ubillús, el edecán que se hizo pasar como fiscal por orden del ex mandatario.
Indicó que también obra como prueba en el expediente las declaraciones de Marco Miyashiro, quien en ese entonces se desempeñó como agregado policial en la Embajada de Perú en Bolivia.
De acuerdo a este testimonio, Miyashiro revela que llegó a Perú para ayudar a Fujimori, quien le ordenó “que de no poder capturar a Vladimiro Montesinos Torres, ubique y lleve a Palacio de Gobierno todas sus pertenencias”.
“Con todas estas pruebas y otras que no puedo revelar por estrategia, la Procuraduría busca que Fujimori sea condenado a siete años de prisión, que es la pena que ha solicitado el Ministerio Público, y que también haya una alta reparación civil a favor del Estado”, apuntó.
De esta manera, Briceño se mostró en contra de rebajarle la sentencia a Fujimori, como busca su abogado César Nakasaki, mediante la confesión sincera.