Hola Todos!

Hola me llamo Max Wight y yo soy un estudiante de kinesiología en mi cuarto año en UBC. Soy de California y me gusta jugar el baloncesto y mirar los deportes. Estoy estudiando kinesiología con la esperanza de trabajar como un entrenador atlético y estudio español por mi “minor” porque quiero trabajar en América del sur. Originalmente soy de California, cerca de San Francisco y Berkeley, y me mude aquí para asistir la universidad.

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Hola me llamo Max Wight y yo soy un estudiante de kinesiología en mi cuarto año en UBC. Soy de California y me gusta jugar el baloncesto y mirar los deportes. Estoy estudiando kinesiología con la esperanza de trabajar como un entrenador atlético y estudio español por mi “minor” porque quiero trabajar en América del sur. Originalmente soy de California, cerca de San Francisco y Berkeley, y me mude aquí para asistir la universidad.

Réquiem por un campesino español

Para ser honesta, el texto me pareció sumamente aburrido sin algún contexto o historia para darle sentido. Sin embargo, después de leer la introducción y al comprender que el mosén Millán representa la iglesia española y Paco el del Molino representa el pueblo español dentro del contexto de la guerra civil española, la historia empezó a cargar de más sentido. Aún así, sin un amplio conocimiento de dicha época, me costó mucho extraer el argumento del texto. Soy la única que se sintió así?

Dicho esto, después de haber leído el análisis en la introducción, me pareció interesante el hecho que el cura prepare el misa en nombre de Paco el del Molina no tanto para recordar su vida, sino para afinar su reputación ante los ojos de la sociedad. En la misma línea, es muy irónico que los únicos tres asistentes en el misa son los tres poderosos de la aldea, los que también están responsables de la muerte de Paco. Dado que mosén Millán simboliza la iglesia española y los poderosos representan la propiedad tradicional, este relato demuestra el vínculo político y económico que existía entre la religión y el estado, es decir, las relaciones de poder que subrayaba la guerra civil española.

Yo podría seguir escribiendo tonterías sobre este texto, que en realidad no me ha despertado ningún tipo de inspiración (puede ser por la falta de contexto o información), pero no estaría expresando mis verdaderos pensamientos. Lo que me gustaría saber es: ¿para qué estamos leyendo este texto? ¿Qué sentido agrega a la vida? Ningún estudiante ha de tener que leer algo sin algún tipo de indagación o propósito… I look forward to hearing a more engaging explication of the text in class.

Réquiem por un campesino español

Réquiem por un campesino español me mostró tanto el poder de la religión durante el tiempo normal y la impotencia de la religión durante el tiempo inusual, como en tiempos de guerra, al mismo tiempo, lo que es muy interesante para mí. El escenario representa la popularidad / potencia general de la Iglesia Católica entre las personas en la España rural durante el período de tiempo normal ya que la gente, incluyendo Paco, se bautizancomo lo es sólo una práctica normal. Al mismo tiempo, la historia y la descripción de Mosén Millán también representa la impotencia de la religión durante la guerra como la Iglesia de Mosén Millán carece de personas que asistieron a la misa y Mosén Millán expresa su fatiga en toda la historia que parece que representa la caída de Católica Iglesia.

La tiempo extraordinario y difícil bien revela la naturaleza del ser humano y la realidad de la calidad del individuo. Supongo que durante el tiempo habitual, Mosén Millán debe ser individuo mejor respetaba y respetada ya que él es un sacerdote que significa que la gente piensa que se dedica a la sociedad ideal como Iglesia Católica generalmente aboga, y Paco es probable que sea un campesino joven común que no recibe mucho respeto. Sin embargo, la guerra hace que el tiempo extraordinario y descubre el verdadero carácter de los protagonistas. El campesino lucha hacia la sociedad ideal, mientras que el sacerdote es dudó en ejecutar cualquier acción positiva.

El diálogo entre Paco y Mosén Millán cuando visitan un hombre enfermo que se está muriendo realmente demuestra la renuencia del sacerdote católico para hacer justicia al orden social existente como dice que “¿Qué puedes hacer tú? -añadió-. Esas cuevas que has visto son miserables pero las hay peores en otros pueblos” (12) y “¿Qué miseria? -dijo mosén Millán-. Todavía hay más miseria en otras partes que aquí” (13). Creo que esta parte bien refleja la naturaleza del sacerdote que es superficial, frío e irresponsable. Además, sentí que la religión puede ser una buena cosa que calma propia el dolor, pero también podría ser una cosa muy molesto que evita que los seres humanos por el esfuerzo y la prosperidad cuando el sacerdote utiliza el cristianismo como una excusa de no ser de utilidad para otros como “¿Qué importa eso, Paco? El que se muere, rico o pobre, siempre está solo aunque vayan los demás a verlo. La vida es así y Dios que la ha hecho sabe por qué” (12) y “«Cuando Dios permite la pobreza y el dolor -dijo- es por algo»” (12).

Semana 2: Requiem por un campesino Español

Para mi, “Réquiem por un Campesino Español” es una novelas que nos muestra el legado de una guerra desde un punto de vista muy personal, usando el microcosmos de la aldea aragonesa para destacar los dinámicos sociales y del poder en una época tumultuosa

Creo que este relato, que nos narra la historia de una pequeña aldea Aragonesa, está lleno de emotividad y cercanía, ya que al hablar del sufrimiento de los aldeanos ante el cambio del curso de la historia española hace un contraste contra la sencillez de la vida y sus problemas cotidianos. La parte de la historia que más me ha gustado ha sido ver los procesos de pensar que se forma Paco cuando va a dar la extremaunción a un hombre moribundo en las cuevas con Mosen. También me ha gustado mucho ver que cuando Paco llega a la alcaldía verdaderamente quiere ayudar a la gente de las cuevas.

En mi opinión, este libro nos muestra las consecuencias belicas desde un punto de vista humano y personal – creando un microcosmos entre la dinámica entre la pequeña aldea aragonesa. La principal consecuencia de la Guerra Civil española fue la gran cantidad de pérdidas humanas (tal vez más de medio millón – no hay modo de decir definitivamente). Sin embargo, no todas ellas son atribuibles a las acciones propiamente bélicas y sí muchas de ellas relacionadas con la represión violenta ejercida o consentida por ambos lados, entre las que se pueden incluir también las muertes producidas por los bombardeos sobre poblaciones civiles. En un nivel inmediatamente inferior se puede considerar como consecuencia destacada el elevado número de exiliados producidos por el conflicto (tal vez se puede relacionarla con la cabeza del cordero a este respeto?).

Aunque el libro originalmente se titulaba Mosen Millan – yo creo que Paco fue el personaje mas importante de todos. Psicológicamente, Paco fue desarrollado de una manera muy profunda por el auto, mostrando un lado completo y humano de un solo “campesino”. Desde su infancia, él ya se sentía muy a favor de la justicia, mostrando indignidad contra los búhos que mataban por la noche a los gatos. A los siete años, pasó por su fase de “rebelde” y era bastante revoltoso. Se preocupaba para que el revolver no lo tuvieran otros chicos peores que él. La iglesia en Semana Santa le daba a Paco una impresión de misterio, y tenía sensaciones contradictorias muy fuertes. Le intrigaban las estatuas que se veían a los dos lados del monumento, porque antes las había visto en el templo donde se amontonaban las estatuas viejas. Tanto le afectaba la Semana Santa a Paco que salía de ella como si estuviera convaleciente de una enfermedad. Cuando el cura llevó a Paco a dar la extremaunción a un enfermo que vivía en las cuevas, Paco quedó muy impresionado debido a la pobreza intensa, y tenía deseo era obligar a todo el pueblo a visitar a los pobres y ayudarlos. Por tanto, creo que Paco representa lo bueno en la humanidad.

Desde un punto de vista sociológico, yo creo que Paco representaba los españoles normales que sufrieron mas que otras clases sociales durante la guerra. Él pertenecía a una familia con tierras aunque trabajaban mucho. Siempre fue muy querido en un pueblo, donde todos se conocían entre si. A los siete años fue una especie de monaguillo suplente (tal vez muestra la importancia de la religión en la fabrica social). No era ni rico ni pobre, pero lo que tenía se lo debía a su esfuerzo, con una ética laboral muy fuerte. Quiso hacer justicia y resultó que, por enemistarse con los ricos (lo elites), fue sacrificado en vano – un tema recurrente en la literatura de guerra.

Réquiem por un campesino español

sender_requiem

If Francisco Ayala’s La cabeza del cordero skirts the question of causes–and indeed, perhaps, of causality itself–preferring to see the civil war as an absurd irruption of violence that comes almost from nowhere, Ramón Sender’s Réquiem for un campesino español is, by contrast, all about origins. So much so, indeed, that his book, too, ends up stopping short of addressing the war directly.

The story is told in flashback and counterpoint. A priest, Mosén Millán, is preparing to give the requiem mass for a young man–Paco el del Molino–who was killed a year previously. The church is empty save for an altar boy who flits around, humming or singing almost under his breath the ballad that has apparently already converted del Molino into a popular hero. Meanwhile, the priest thinks back over the intersections between Paco’s life and his own, as the church is a constant presence in everyone’s lives in this small village, from baptism to wedding and funeral. But never more so than in this case, as we gradually learn, and the story of Paco del Molino becomes the story of Millán himself. No wonder the book bore his name as its title when originally published, for it is less about the downfall of the young campesino than it is about the failures of the church.

Paco el del Molino had been an altar boy in his time, and one day accompanied Millán on a pastoral visit to a gravely ill man in need of the last rites. But in Paco’s eyes, at least, it turns out that the man needed far more than this: for the visit takes the priest and his assistant to a scene of extreme poverty, where the people live in caves, with little more than rags to their name. Asking Millán about why such misery should exist and what might be done about it, Paco gets decidedly short shrift: “That’s how life is, and God has made it so for his own reasons” (38). For the boy, this isn’t good enough.

But the times they are changing, and these changes affect even the most remote of villages. Some years later, elections are called and Paco is at the forefront of a group of councilors determined to fix some age-old injustices. They refuse to pay the absentee landlord for the right to graze their animals on his land. “What men have made, men can unmake,” he takes the liberty of telling the landlord’s majordomo (75). The entire social hierarchy, from the monarchy down, seems to be tottering as men and women like Paco start to question the unwritten customs that perpetuate gross inequality. The village is abuzz.

The reaction is swift, sharp, and ruthless. Hired thugs come from the city and a massacre ensues. Only Paco has the sense or quick-wittedness to make good his escape and go into hiding. But this is where the long, intertwined history between the priest and his former acolyte, between the church and the people, reaches its tragic dénouement. For it is Millán who discovers the location of the rebel’s hideout, and gives it up to those in his pursuit. He even is persuaded to speak to del Molino in person, to convince him to hand himself in. He does so on condition that the fugitive will be given a fair trial, but he must know as well as anyone that such promises from the landlords’ men are worthless. Sure enough, before long the priest is forced to witness as they take the young man off for summary execution. And his response to Paco’s pleas now are as inadequate as his attitude to the cave-dwellers was before: “Yes, my son. You are all innocent. But what can I do?” (101). His “son” dies with the name of his spiritual father on his lips: “He turned me in… Mosén Millán, Mosén Millán” (104).

A year later, waiting for the mass to start, in a church empty of all but the altar boy and his ballad plus (belatedly) representatives of the very men who put Paco to death, the priest has plenty of time to consider his betrayal.

As an allegory of the war as a whole, Sender’s tale is reductive and one-sided. For one thing, this is a conflict without any actual fighting: Paco gets a couple of rounds off at his pursuers, but leaves them with no more than the lightest of injuries. The people are the purest of victims; their oppressors, the purest of victimizers. Yet strangely the church is allowed the virtue of at least embarrassment and regret for its failure to protect its flock. Which is why it is better to stress that this is a story of origins, a description of deep injustice and the sanctioned violence that kept it in place. No wonder people would go on to fight (in fact) tenaciously for the Republican side, inspired in part by the ballads telling of folk heroes such as del Molino. But in the end this novella is no more revealing than such a ballad, with its caricature villains and easy moral lessons. Surely the war deserves more than this.

See also: War; Spanish Civil War novels.