Un día en la vida

Una novela testimonial, Un día en la vida de Manlio Argueta nos concede una impresión muy realista de la vida día a día del campesino salvadoreño y los conflictos que dan lugar a la guerra civil. Narrado por Guadalupe Guardado, o Lupe, una mujer de mediana edad con una familia que apoyar, su perspectiva nos permite entender la lucha diaria de los campesinos, como se revela en las primera palabras del libro: “No hay día de dios que no este levantada a las cinco de la mañana…” Como nos cuenta Lupe, la vida diaria es difícil, lo cual nos lleva a entender porque los campesinos, tal como el esposo de Lupe, José, se movilizan en contra de la regimen política de la época.

Me pareció curioso que el tema agrícola esté en el centro del conflicto salvadoreño tal como en la guerra civil española, aunque bajo diferentes circunstancias. Esto demuestra el rol que el terreno y la agricultura juega en la política, siendo una fuente de recursos económicos que subyace las relaciones de poder que mueven toda la sociedad. En España, fue la Iglesia Católica la que se alió con el estado para mantener sus terrenos y su poder político, pero en el Salvador es al revés: es la Iglesia Catolica la que lucha para defender los derechos de los campesinos bajo la amenaza del estado y el ejército (y el apoyo internacional de los EEUU). Si la guerra civil española giraba en torno de la tensión entre tradición/modernidad, entonces la guerra civil salvadoreña dependía de la fricción entre capitalismo/comunismo, o campesino/comerciante. Puesto que la guerra fue apoyado por los Estados Unidos, es claro que el tema central se basaba en ideologías opuestas y sus conceptos correspondientes de la economía/flujo de recursos.

Otro tema que surgió para mí al leer la novela fue la dureza y brutalidad del ejército al intentar reprimir los rebeldes. El miedo constante que la violencia provocó tuvo el efecto de silenciar al pueblo, semejante a lo que pasó en España. Enfrentado por el terror de perder a su familia, Lupe es forzada de mantener el silencio ante la cara de su propio esposo, capturado por los oficiales por su participación en la rebelión campesina. El tema del silencio parece ser intrínseco a la guerra, pues ha surgido como tema principal en todos los textos que hemos leído. El silencio es la fuerza que oprime al pueblo, pero a la vez es algo que puede salvarse la vida, como vimos en Los girasoles ciegos. 

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