11/27/15

2022 La guerra del gallo

2022 La guerra del gallo por Juan Guinot es muy rico y complejo. Además de ser una sátira exquisitamente escrita, empleando el humor, hipérbole, sarcasmo, y el doble sentido con mucha habilidad, revela muchos niveles de sentido y perspicacia acerca de la guerra y la naturaleza humana. Se trata de la historia de un joven-adulto, Masi, un “ex no combatiente” de la guerra de las Malvinas, quien a los doce años se apasiona por anotarse para la guerra y cumplir su sueño de luchar por Argentina. Debido a la poca edad, pues nunca recibe la invitación de sumarse a la lucha. El hecho le deja destrozado, y ya siendo un joven con poca estabilidad mental, se acaba encerrado en un hospicio. Saltamos al año 2022, cuarenta años después, y Masi se escapa del hospicio apasionado por la misión de tomar el “Peñon de Gibraltar”, así marcando el derroto de su enemigo, los ingleses, y la conquista definitiva de Argentina.

Muchísimas cosas llamaron mi atención a lo largo de este texto. Primero, la implicación que la guerra como un impulso “natural” de los seres humanos, o sea, que forma parte de la naturaleza humana. Masi es un chico que juega apasionadamente con sus juguetes de guerra, perdiéndose en la planificación de operaciones de combate hasta que se desconecta con el mundo real (que es lo que le lleva al hospicio en su adolescencia). Desde el comienzo de la historia, Masi es en sí muy atraído a la guerra, lo cual implica que el impulso a luchar surja desde los hondos de su naturaleza.

Segundo, Guinot juega con frecuencia con la idea que la guerra es “divinamente orquestado”. En varios momentos claves de la historia, como cuando Masi se va a la oficina municipal para anotarse para la guerra, y “el taconazo estremeció unas escamas de pintura descascarada en el techo y una palomita torcaza salió disparada de su guarida en la ochava del salón.” Es claro que Masi, siendo “hábil interpretador de los signos que lo ponían cada vez más cerca de las islas”, sigue un camino “divinamente guiado.” Considerando el resto de la historia, y las “hazañas” que realiza como el “héroe divino” de  su lucha contra los ingleses, esta perspectiva revela las dinámicas internas que subrayan la mentalidad, muchas veces ilógica y impulsiva, que subyace la guerra. En resumen, éste es un texto muy complejo y con muchísimas implicaciones tanto psicológicas como culturales que aportan una perspectiva humorística y reveladora sobre el porqué y para qué de la guerra de las Malvinas.

 

11/22/15

Trasfondo

Para mi, la novela Trasfondo transmitió una gran sensación de ceguera – la oscuridad del océano, el miedo de lo que podría pasar, y el aislamiento de esos treinta y cinco hombres que pasaron un mes sin ver la luz del día, bajo las olas del mar. La historia comienza con sonidos solamente, lo cual tiene el efecto de resaltar la experiencia percibida por los otros sentidos. El lector siente ese “rechinar áspero que raspa con rabia contra el casco del barco”, escucha los pasos de “alguien entrando”, “otras botas, mientras el ruido raspa, raspa, raspa”, y experimenta la desorientación del narrador sin nombre. Todo esto da lugar una sensación de ceguedad, de no saber lo que pasa ni adentro, ni arriba, ni abajo, simplemente con la experiencia inmediata del narrador dentro del submarino.

Si empleamos la metáfora de la ceguedad a la guerra, particularmente a la guerra de las Malvinas, podemos observar varios paralelismos. Hay cierta ironía en el hecho que la tripulación del ARA San Luis esté en el centro de la batalla en cierta forma pero a la vez muy aislada de lo que pasa arriba. Destaca la paradoja de la guerra, en la cual los que están en el campo de batalla muchas veces no saben precisamente porqué o para que están luchando, simplemente se encuentran en la miseria y las condiciones deplorables de su situación inmediata. En las palabras del narrador: “lo que no entiendo es por qué diablos nadie me avisó y estoy acá, con el overol de trabajo” (12-13). En los casos que el submarino ascienda al superficie, “hay una niebla viscosa” que se le pega en al cara al narrador, impidiéndole  la vista. Es decir, incluso cuando haya luz, no se puede ver nada por la perdida de visión que esa ruptura de la guerra genera. En otros palabras, la guerra hace que los que están en el campo de batalla se pierdan el propósito. Lo único que pueden hacer es conformarse con la situación y trata de sobrevivir sin saber lo que va a pasar, como se expresa el narrador, “lo cierto es que estoy bien y que voy a ser parte de esto, sea lo que sea que esto vaya a ser” (14).

Dicha falta de visión y propósito acaba dando lugar a una leve sensación de absurdidad, como si fuera todo un gran chiste – “Quizá todos seamos personajes de una historieta ridícula” (22). Si vemos la experiencia dentro del ARA San Luis como microcosmo de la guerra de las Malvinas, que es una guerra ejemplar de una pérdida de propósito y sentido a gran escala, entonces ese “trasfondo” del espacio bajo el mar, en el submarino, donde no se sabe la diferencia entre lo que es arriba y lo que es abajo, ese espacio donde nada tiene sentido pero hay que luchar para sobrevivir en el vació de la inconsciencia; ese trasfondo es el vació de la desconexión que subyace cualquier guerra.

11/15/15

Los Pichiciegos: visiones de una guerra subterránea

Lo primero que me vino a la mente al leer esta novela fue cuan parecidas eran las conversaciones entre los “pichiciegos” a las que he experimentado personalmente durante mis viajes a Argentina. El estilo narrativo capturó la charla constante, los discusiones, los chistes y el sarcasmo – con todos hablando a la vez, todo lo cual veo como características identificadores de la personalidad argentina. Por lo general, la narración reflejaba las particularidades del habla argentina, con las conjugaciones del “voseo”, los insultos coloquiales como “boludo”, y la rapidez persistente de los personajes. Por otro lado, se destacó la insensatez subyacente de la situación, de cómo se sentía ser argentino bajo esas circunstancias, y la tendencia de los argentinos a criticar y rechazar lo propio, pero siempre con un toque de humor aunque sea muy bruto. Por ejemplo, cuando le preguntan a los “pichis” “¿Qué querrías vos?” uno de ellos responde, – “Culear y ser brasilero” (49).

De tal forma, ante la absurdidad de la situación en la que se encuentran, se halla cierta humor mordaz en los diálogos y comentarios de los soldados desertores, lo cual tiene el efecto de distanciar el lector de la verdadera tragedia de sus condiciones. Por ejemplo, el tema del polvo químico: “Con polvo químico y piso de tierra, caga uno, cagan dos, tres, cuatro, o cinco y la mierda se seca, no suelta olor, se apelotona y se comprime y al día siguiente se la puede sacar con las manos, sin asco, como si fuera piedra, o cagada de pájaros” (60). En realidad se trata de una situación bastante lamentable – tienen que ir al baño dentro de la “pichicera” si no quieren morir de frío, de una bola perdida, o dejar al descubierto su refugio. El polvo químico es su solución, pero se les acabó: “¡Cualquier cosa por un tarro de polvo químico aunque esté abierto y medio húmedo! Pero no hay” (60). En medio de tales condiciones deplorables, hay cierta humor que destaca la absurdidad de la guerra.

A lo largo de la novela suceden cosas absurdas, enfatizadas a través de las descripciones del autor. Por ejemplo, en el caso de la oveja que pisa sobre una mina: “¡Pac! Sucedió que abajo de la oveja había una mina y al rozarla ella se hizo como si el sol saliera, una luz fuertísima. En ese momento se la ve completa todavía en el aire, a la oveja. En el aire encoge las patas, levanta la cabeza y mira atrás retorciendo el cuello que se vuelve como de jirafa altanera y está volando alto en el aire ella y recién después revienta, justo cuando el humano escucha el ruido de la mina, esa explosión que la oveja bien debe haber oído primero. Recién entonces se empieza a deshacer la oveja: sigue la cabeza para un lado, una pata se va para el otro, un costillar con la lana chamuscada para el otro, y el lomo –la piel del lomo es lo que menos le quemó el fogonazo– queda liviana sin oveja, sigue flotando por el aire como un tapado sin dueño y tarda bastante más en volver a tocar el suelo que los otros pedazos de la oveja carneada en seco por una mina” (79).  A pesar de la tragedia que se presenta, el autor la cuenta con tal aridez y factibilidad que parece chistosa. Quizás sea la última arma que le queda al argentino ante el sin sentido de sus circunstancias.

 

11/7/15

El “Cipitío”: En El Salvador Sheraton

Estoy de acuerdo con Nayid en que El “Cipitío”: En el Salvador Sheraton” se presenta como un “collage literario”. Además, Para mi la narración fue como un radio,  como si cada fragmento del texto fuera un programa, y el oyente cambiando el canal entre el estático continuo para poder escuchar las noticias de la guerra. Esta metáfora además destaca la importancia de los medios de comunicación en la lucha salvadoreña. Por ejemplo, se nota el poder que ejercía la Fuerza Armada sobre el radio y la televisión. En cuanto salía la Cadena Nacional de Radio y Televisión, “todas las emisoras de radio y televisión callaron”. Esto permitió que el gobierno difunda la retórica de su agenda anti-comunista. Por otro lado, parece que fueron los medios de comunicación los que mantuvo al civil informado sobre las acciones de las guerrillas. De tal modo, los medios de comunicación sirvieron de puente entre la gente común, el gobierno, la Fuerza Armada, y las guerrillas.

Otro aspecto que me sobresalió del texto fue la sensación permeable de caos. El uso repetido de los “onomatopoeia” – “Ra-ta-plan-plan-plan…plin..pffff…ra-ta-ta-ta-tá….bomb-bomb-bomb” – generó una sensación de terror y confusión. La guerra llegó a entrometerse en la realidad diaria de las personas, ocupando “cines, viviendas, callejones”, lo cual generó una fuerte sensación de caos: “Nadie ha podido dormir por semejante cohetería de la gran flauta, explosiones y silbidos de ‘balas perdidas'”…”Para los citadinos, el sábado no tuvo noche y el domingo llegó sin madrugada…” (18). Tomando en cuenta el miedo y trastorno que el conflicto ocasionó en la vida de las personas, me pregunto si el pueblo, es decir la gente común, estaba de acuerdo con las acciones de las guerrillas. ¿Ellos también creía que la lucha armada llevaría a algún cambio, o estaban en contra de las guerrillas y la violencia?

Siguiendo esta misma linea de pensamiento, el texto mostró la fragmentación que resulta del caos, y por tanto, la perdida de sentido de la realidad. El estilo “collage” del texto también muestra dicha fragmentación, partiendo la historia en pedazos y mostrando la desconexión de las partes. Es interesante como el autor combate dicha fragmentación: uniendo el caos del presente con la mitología y leyendas del pasado. El resultado es una especie de continuación y integridad en el medio del caos, como si al incluir y recordar la presencia de los seres indigenas, de alguna forma le diera sentido a lo que pasaba en el presente. Además, incluyendo y reconociendo las luchas del pasado de la conquista y el colonialismo en el reconocimiento de los símbolos y mitologías indigenas, concede cierta solidaridad y apoyo al conflicto actual. A la vez, añade un toque de realismo mágico al texto, lo cual combate el sin sentido y desolación que las contradicciones de la guerra generan.

11/1/15

No Me Agarran Viva

No me agarran viva de Claribel Alegría reconstruye la vida de Eugenia, una mujer salvadoreña que se une a las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) durante los años setenta y ochenta. A través de varios testimoniales de sus compañeras militantes, parientes, y las cartas que Eugenia escribió a su marido, Javier, se relata la realidad de una mujer que participa plenamente en la lucha guerrillera.

Este libro me pareció interesante por varias razones. En primer lugar, me parece notable (y no lo sabía) que la cuestión feminista jugó un papel central en la lucha salvadoreña. Cuando le pregunta a Eugenia qué pensaba de la revolución como fuerza liberadora, ella responde: “…en el capitalismo, realmente la mujer era aplastada, violada, usurpada y que la única expectativa que tenía para llegar a ser mujer, era incorporarse a la lucha por una sociedad nueva, una sociedad socialista”. Me parece fascinante que en El Salvador, “La liberación de la mujer [iba] junto con el triunfo socialista” (87). Este libro pone de manifiesto la conciencia feminista a lo largo de la historia, con algunos capítulos dedicados específicamente al tema de tener hijos y de ser una mujer en la lucha, destacando la centralidad de las mujeres en las fuerzas armadas en general. Como dice en la parte posterior del libro, “Eugenia es una de esas miles de mujeres salvadoreñas” que “se ha entregado a luchar por una sociedad más justo”. Es decir, Eugenia fue una entre muchas mujeres que fueron militantes en la guerrilla.

Otro tema que me captó la atención fue las tensiones clasistas que dieron lugar a la lucha revolucionaria. Eugenia es una mujer de clase media, y aunque se ve obligada a trabajar desde muy temprana edad, recibe una educación acomodada e incluso acude a los estudios universitarios antes de sumarse a la causa revolucionaria. Me pareció interesante que la conciencia de transformación social, aunque basado en el concepto de la lucha del proletariado, emerge y gana impulso entre los estudiantes y la gente de clase media. El padre de Eugenia afirma el impacto que los estudios tuvieron en la vida de ella: “En la universidad ella comienza a tener acceso a una serie de libros y esto le ayuda a comprender…Empieza a comprender el capitalismo, cómo funciona el capitalismo, empieza a entender la lucha de clases, a entender que no se trata solamente de ricos y pobres sino de la explotación capitalista, de que  nuestros países son dependientes del imperialismo norteamericano. Esto sucede a lo largo de su carrera universitaria” (30). Es decir, independiente del hecho que la revolución luchaba por la clase trabajadora, parece que la toma de conciencia sobre la condición del país emergió en las clases medianas.

 

 

 

la vida clandestina

porqué el pueblo decidió a tomar fuerzas

no me agarran viva – empoderamiento del individual

10/25/15

Un día en la vida

Una novela testimonial, Un día en la vida de Manlio Argueta nos concede una impresión muy realista de la vida día a día del campesino salvadoreño y los conflictos que dan lugar a la guerra civil. Narrado por Guadalupe Guardado, o Lupe, una mujer de mediana edad con una familia que apoyar, su perspectiva nos permite entender la lucha diaria de los campesinos, como se revela en las primera palabras del libro: “No hay día de dios que no este levantada a las cinco de la mañana…” Como nos cuenta Lupe, la vida diaria es difícil, lo cual nos lleva a entender porque los campesinos, tal como el esposo de Lupe, José, se movilizan en contra de la regimen política de la época.

Me pareció curioso que el tema agrícola esté en el centro del conflicto salvadoreño tal como en la guerra civil española, aunque bajo diferentes circunstancias. Esto demuestra el rol que el terreno y la agricultura juega en la política, siendo una fuente de recursos económicos que subyace las relaciones de poder que mueven toda la sociedad. En España, fue la Iglesia Católica la que se alió con el estado para mantener sus terrenos y su poder político, pero en el Salvador es al revés: es la Iglesia Catolica la que lucha para defender los derechos de los campesinos bajo la amenaza del estado y el ejército (y el apoyo internacional de los EEUU). Si la guerra civil española giraba en torno de la tensión entre tradición/modernidad, entonces la guerra civil salvadoreña dependía de la fricción entre capitalismo/comunismo, o campesino/comerciante. Puesto que la guerra fue apoyado por los Estados Unidos, es claro que el tema central se basaba en ideologías opuestas y sus conceptos correspondientes de la economía/flujo de recursos.

Otro tema que surgió para mí al leer la novela fue la dureza y brutalidad del ejército al intentar reprimir los rebeldes. El miedo constante que la violencia provocó tuvo el efecto de silenciar al pueblo, semejante a lo que pasó en España. Enfrentado por el terror de perder a su familia, Lupe es forzada de mantener el silencio ante la cara de su propio esposo, capturado por los oficiales por su participación en la rebelión campesina. El tema del silencio parece ser intrínseco a la guerra, pues ha surgido como tema principal en todos los textos que hemos leído. El silencio es la fuerza que oprime al pueblo, pero a la vez es algo que puede salvarse la vida, como vimos en Los girasoles ciegos. 

10/18/15

Los girasoles ciegos

Los girasoles ciegos me pareció un texto muy repleto y creativo. A través de cuatro relatos interrelacionados logra pintar un imagen visceral de la guerra y la vida pos-guerra en España. Utilizando descripciones poéticas, imágenes emotivos, y la picadura de la ironía, la narrativa cautiva al lector y hace que se entra en el pensamiento y sentimiento de los protagonistas. De tal forma, transmite la realidad de la guerra de modo muy personal, llevando un tema a menudo distanciado al ejército a un nivel muy íntimo y familiar. Es decir, la guerra no solamente se trata de los soldados y los políticos, sino que toca hasta lo más profundo del sentido humano, las familias, las relaciones, y la lucha del día a día.

Para mi, el relato que más puso de manifiesto este tema fue el segundo, o el “Segundo derrotado: Manuscrito encontrado en el olvido.” A través de sus versos poéticos, el joven Eulalio hace que el lector viva y sienta el sufrimiento de su lucha de modo muy sobrecogedor. Se huye con su esposa embarazada de ocho meses, quien llega a dar luz en el camino; ella se muere, y deja a él y el recién nacido a luchar por la vida en la miseria del invierno. Eulalio escribe en su diario íntimo: “Pienso que ella no hubiera querido un hijo derrotado. Yo no quiero un hijo nacido de la huida. Mi hijo no quiere una vida nacida de la muerte. ¿O sí?” Dicha reflexión muestra los efectos de la guerra en los lazos familiares, ya que la mamá probablemente no habría muerto si no hubieran huido, y el hijo no hubiera sido un hijo de la huida o de la muerte. Por otro lado, las últimas dos palabras, “¿O sí?”, se expresa la ironía picadura con la que escribe Méndez, que tiene el efecto de poner en duda la dicotomía del pensamiento humano. Es decir, va más allá de las divisiones con las que normalmente percibimos las cosas. En vez de suponer que “el hijo es una víctima de la guerra”, porque “nació de la muerte”, estas dos palabras se le pone en cuestión, sugiriendo que exista otra razón para explicar la situación. De tal forma, Mendéz va más allá de las dicotomías usuales y se apunta hacia lo trascendental de la condición humana.

Sin embargo, el texto lleva un mensaje bastante negativo, ya que todos los relatos acaban con la muerte de los protagonistas, a pesar de su lucha constante. Aunque el capitán Alegría se escape de la muerte por fusilamiento, termina tomando su propia vida en la cárcel; Eulalio y el bebe se mueren de hambre a pesar de su lucha contra los elementos y el frio; Juan Serna acaba siendo fusilado por contar la verdad, y Ricardo se tira por la ventana por intentar impedir la violación de su esposa. El mensaje parece ser que a pesar de todos los sacrificios que hagas y la integridad con la que actúes, nada te salvará de la muerte cuando se trata de la guerra. De tal forma, deja el lector con una sensación vacía del sin sentido de las cosas y la amargura de la vida, a pese de la interconectividad, sufrimiento compartido, y el sentir humano que los relatos expresen.

09/27/15

Réquiem por un campesino español

Para ser honesta, el texto me pareció sumamente aburrido sin algún contexto o historia para darle sentido. Sin embargo, después de leer la introducción y al comprender que el mosén Millán representa la iglesia española y Paco el del Molino representa el pueblo español dentro del contexto de la guerra civil española, la historia empezó a cargar de más sentido. Aún así, sin un amplio conocimiento de dicha época, me costó mucho extraer el argumento del texto. Soy la única que se sintió así?

Dicho esto, después de haber leído el análisis en la introducción, me pareció interesante el hecho que el cura prepare el misa en nombre de Paco el del Molina no tanto para recordar su vida, sino para afinar su reputación ante los ojos de la sociedad. En la misma línea, es muy irónico que los únicos tres asistentes en el misa son los tres poderosos de la aldea, los que también están responsables de la muerte de Paco. Dado que mosén Millán simboliza la iglesia española y los poderosos representan la propiedad tradicional, este relato demuestra el vínculo político y económico que existía entre la religión y el estado, es decir, las relaciones de poder que subrayaba la guerra civil española.

Yo podría seguir escribiendo tonterías sobre este texto, que en realidad no me ha despertado ningún tipo de inspiración (puede ser por la falta de contexto o información), pero no estaría expresando mis verdaderos pensamientos. Lo que me gustaría saber es: ¿para qué estamos leyendo este texto? ¿Qué sentido agrega a la vida? Ningún estudiante ha de tener que leer algo sin algún tipo de indagación o propósito… I look forward to hearing a more engaging explication of the text in class.

09/20/15

La cabeza del cordero

Para mí, los temas que más me llamaron la atención de este texto fueron 1) la identidad, 2) los lazos familiares y la memoria, y 3) el impacto de la guerra en la psique personal y colectiva.

1. Comenzando por el tema de la identidad: al ver sus familiares marroquí por la primera vez, José Torres guarda su distancia. Se considera distinto y se mantiene separado de estos “moros” que afirman ser su familia. Él es español, de Almuñecar, y ellos son marroquí; es decir, “árabes” – dos etnias e realidades distintas. Pero al observarlos más abiertamente, se da cuenta que existe una semejanza innegable entre él, los parientes de su lado de la familia y esta gente, y poco a poco empieza a identificarse con ellos.

2. Lo que abre las puertas al reconocimiento del lazo familiar es la memoria. La imagen de Yusuf y su madre le despiertan recuerdos a José de sus propios tíos: “el parecido era tan intenso que, en lugar de haber servido para ofrecerme una apacible confirmación de nuestro supuesto parentesco con aquellos moros, me llevó de golpe, pasando por encima de ellos, a la presencia de mi tío, a quien tantos años hacía que no había visto…pues me separaban de él, no sólo el océano, sino también mares de sangre” (199).

3. Lo que más les une son los recuerdos de la guerra, grabados en la memoria como los ecos de una pesadilla compartida. Cuando “la señora” Torres le pregunta “qué había sido de la suerte de los Torres allá”, se desbordan las memorias de su tío Jesús, “muerto, con un tiro en la nuca, junto a otros muchos cadáveres alineados en el suelo cual mercancía de feria…” (205). Cuando Yusuf y José visitan el cementerio, intercambian historias sobre sus familiares y sus vivencias en la guerra. Aunque son mayormente recuerdos negativos, el compartir de sus historias les une en un mismo pasado familiar.

A pesar de la reunión con su familia marroquí, el encuentro con sus parientes en Fez también le causa a José una gran indigestión, representado por la cabeza del cordero. Yo interpreto la cabeza del cordero como un símbolo de sus recuerdos de la guerra que el encuentro le despierten en él. No puede dormir, no puedo dejar de pensar, y no puedo digerir, es decir, procesar, el gran dolor de barriga que la imagen de la cabeza del cordero le provocó: “que aquel peso insoportable, aquí, en el estomago, era nada menos que la cabeza del cordero, la cabeza, sí, con sus dientecitos blancos y el ojo vaciado” (229). Para José, el re-encuentro con sus familiares le hace recordar de las pesadillas olvidadas de la guerra y las cicatrices grabadas en sus recuerdos de sus antepasados.

09/17/15

Introducción

Hola!

Soy Sasha y estoy en mi último semestre aquí en UBC. Me especializo en Estudios Latinoamericanos y mi asignatura secundaria es Español. Amo viajar, conocer culturas diferentes, y el sueño de mi vida es bailar a lo largo y ancho de los siete continentes 😛 Algún día pasará…

Actualmente trabajo como Coordinadora de Traducciones para la Fundación Arsayian, ubicado en Venado Tuerto, Argentina. Después de graduarme en diciembre me voy sin pausa para allá. Bueno, pienso hacer una parada en México primero pero está en el camino, no?

Quería tomar este curso para seguir mejorando mi español, y para ser honesta…la guerra no me interesa para nada. Pero si este curso me abre una visión nueva para entender *porque* los humanos siempre recurren a la violencia para resolver sus conflictos…habrá sido útil.

I look forward to meeting you all and reading your comments 🙂

Sasha

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