Peru Election 2006

A couple of interesting pieces. One by Francisco Eguiguren analyzing the results of the latest polls and the proposals of the leading candidates, and another one by Eduardo Morón, seeking to grasp why Peruvian voters might be attracted to another political project favoring abrupt change.

Cuando los indecisos pueden decidir
Por Francisco Eguiguren
Perú 21, 16 de marzo del 2006
Si las encuestas difundidas son correctas, o si dicen toda la verdad, vivimos un proceso electoral distinto a los últimos. Hay relativa incertidumbre sobre quiénes serán los dos candidatos que pasarán a la segunda vuelta, aunque solo tres parecen involucrados en esta pugna. Cerca de un 15% de ciudadanos aún no ha decidido su voto, hay otros que definitivamente votarán en blanco o nulo, mientras que también hay un sector que manifiesta que podría variar su voto. Solo los primeros serían los “indecisos” más significativos a conquistar, que podrían parecer no demasiados pero que sí son decisivos pue, al acortarse las diferencias entre los punteros, ellos pueden marcar la diferencia para llegar o no a la segunda vuelta.
El Frente de Centro de Valentín Paniagua y la alianza fujimorista mantienen su claro cuarto y quinto lugar, sin crecer ni disminuir sustancialmente, como tampoco lo hacen los restantes grupos que lograrían votaciones pequeñas. Cabe preguntarse si debido al mensaje de las encuestas, acerca de que solo tres candidatos están en carrera para llegar a la segunda vuelta, algunos de los simpatizantes de estas agrupaciones cambiarán su voto, cediendo ante el discurso del “voto perdido” o de que su candidato “ya fue”. Algunos seguramente lo harán, y por eso las candidaturas presidenciales de algunas de estas agrupaciones empiezan a lograr porcentajes menores a su posible votación parlamentaria. Pero estimo que buena parte de estos votantes se mantendrán fieles a su candidato, porque corresponden a ese pequeño pero sólido grupo que lo respaldará con convicción y lealtad hasta el final.
Aunque los tres candidatos punteros prometen el cambio, respondiendo a la demanda del electorado, su discurso y la percepción social tiende a ubicar a Unidad Nacional a la derecha, al Apra como centro izquierda y a Ollanta Humala como izquierda. Y digo Humala en vez de UPP o Partido Nacionalista, porque es grande la diferencia entre la identificación de un sector del electorado con este candidato y su adhesión a las agrupaciones que lo respaldan. Lourdes necesita convencer al electorado que no es tan de derecha como dicen, por lo que insiste en resaltar ciertas propuestas sociales; requeriría también que el endoso de votos en Lima que le hace Solidaridad Nacional del alcalde Castañeda se haga más sonoro, aunque lo personalizado de esta campaña presidencial tampoco lo incentiva demasiado. Pero, para quienes tienen mayor formación o intuición política, no es fácil asimilar las nociones de derecha y cambio. Alan sigue demostrando que es un gran candidato, pero no logra convencer que pueda hacer un buen gobierno, con un discurso que sigue combinando la ya famosa escopeta de dos cañones aprista. Y Humala tiene que convencer que su propuesta es más que un estado de ánimo o expresión de protesta, que conduzca a un salto al vacío, siendo poco o nada lo que se sabe de sus acompañantes. Es fácil entender, entonces, por qué sigue habiendo tantos indecisos.
Explicando el Perú a los extranjeros
Punto de Vista, por Eduardo Morón
El Comercio, 16 de marzo del 2006
¿Cómo explicar que el recuerdo de Velasco sea positivo para los electores si a partir de su gobierno el Perú perdió su ruta de crecimiento?
Mientras usted lee estas líneas yo estaré paseando por las calles del viejo San Juan de Puerto Rico. Además de conocer un poco la ciudad, debo presentar en el Congreso de Latinoamericanistas un trabajo que hicimos con una colega de la Universidad del Pacífico sobre los obstáculos para elaborar políticas en el Perú. En dicho congreso un grupo de peruanistas discutirá, al igual que usted y yo, las últimas encuestas y los posibles escenarios. En ese trabajo nosotros tratamos de explicar las razones institucionales por las que nuestras políticas han tenido algunas características poco deseables como ser volátiles, arbitrarias y fácilmente reversibles. Es cierto que hay excepciones muy evidentes, pero no podemos negar nuestro pasado.
En el trabajo discutimos primero cuál es el rol de los actores involucrados en esto. Es decir, el Ejecutivo, Legislativo, los partidos políticos, la sociedad civil y el Poder Judicial. Lo que encontramos es un Ejecutivo poderoso, pero con varios sectores donde la burocracia está mal preparada. Un Poder Legislativo cuyo comportamiento depende mucho si es que hay o no una mayoría. Cuando no la hay, la tensa relación con el Ejecutivo se expresa en una alta proporción de leyes observadas. Sin duda, el Legislativo muestra enormes carencias en su capacidad de formular políticas y una debilidad al no tener ningún mecanismo que evite que las propuestas de ley sean tan abundantes. Asimismo, encontramos partidos políticos débiles, incapaces de ser verdaderos interlocutores entre la ciudadanía y el Gobierno.
Pero las características de los actores dependen, en realidad, de factores más institucionales como son las reglas electorales, la Constitución y, por supuesto, de nuestra experiencia histórica y las características de nuestra sociedad. Por ejemplo, la valla electoral reducirá el número de partidos en el Congreso y por lo tanto debería facilitar la negociación política en el Parlamento.
Ahora que estamos próximos a elegir a un nuevo presidente resulta increíble cómo el Perú vuelve a estar dispuesto a apostar una vez más por un proyecto gestado por un partido inexistente hasta hace unos meses, por alguien que nunca tuvo ningún rol en la política peruana. ¿Cómo entender que los peruanos prefieren cambios bruscos en vez de cambios paulatinos? ¿Cómo comprender que preferirían que el Estado se meta más en las decisiones empresariales? ¿Cómo se puede explicar que el recuerdo de Velasco sea una imagen positiva para los electores, si a partir de dicho gobierno el Perú perdió su ruta de crecimiento? ¿Será acaso que la sensación de frustración que el modelo económico les da a esta gran parte de la población domina sobre cualquiera de estos razonamientos?
Como ven, frente a las preguntas de los extranjeros sobre cómo entender el Perú no tengo sino más preguntas que respuestas. Si alguien me ofrece alguna explicación convincente se las contaré la próxima semana, mientras tanto seguiré buscando respuestas en estas playas, lejos del alboroto de las encuestas.