La extrema pobreza de Huancavelica y Puno
Source: El Comercio, 16 de marzo del 2006
El 74% de los huancavelicanos está en extrema pobreza
El Comercio, 16 de marzo del 2006
Por Raúl Mayo Filio, Carlos Fernández y Emma Gutiérrez
En Azángaro (Puno) el 70% de la población no tiene letrinas.
Huancavelica – Puno. Los grandes ojos negros lucen sin brillo en los rostros de los cinco niños de entre 5 y 12 años de edad, hijos de Dany Chahuayo Barrios, un campesino en extrema pobreza de la comunidad de Santa Bárbara, en las alturas de Huancavelica. Lucen sanos, pero no lo están.
Dany Chahuayo trabaja cargando bultos en los terminales de buses, su ingreso diario es entre 7 y 8 soles diarios, la madre lava ropa y su ingreso es de 3 a 5 soles cada vez que alguien requiere sus servicios, para lo cual han tenido que abandonar su comunidad e irse a la ciudad.
La realidad de la familia de Gavilan Layme, de la comunidad Pantachi Sur, cuyos seis niños están en completa desnutrición es similar. La menor de 2 años apenas mide 60 centímetros. Carecen de agua, energía y conviven con sus animales domésticos.
En Huancavelica, el 95% de los niños de 6 a 11 años están desnutridos por ello no pueden rendir en los estudios y apenas lo hacen en el trabajo.
Esta es la cruda realidad de esta región que sigue relegada, como la más pobre del país. Los resultados del reciente censo de población y vivienda revelan que del total de la población de la región Huancavelica, el 74% está en pobreza extrema, el 14% se considera pobres y solo el 5% no son pobres.
Los niños son los más afectados por estos índices de pobreza. El 95% de los niños de 6 a 11 años de edad, presenta déficit en el consumo de calorías. No es difícil suponer que los niños son fácil presa de las enfermedades, más aún cuando el 68% de las viviendas no cuenta con los servicios básicos de agua y desagüe.
Los niños casi nunca beben leche, el desayuno es agua de hierba aromática acompañada por algunas papas sancochadas y maíz tostado, en el mejor de los casos pan frío.
La pobreza en Huancavelica se refleja también en la actividad productiva, que es muy incipiente porque el 60% de los varones en edad de trabajar lo hace en forma independiente, percibiendo muy bajos ingresos; el 13% son obreros y el 18% realiza trabajo familiar no remunerado.
Las viviendas en que habitan son de material rústico; el 51% cuenta con energía eléctrica, mientras el 30% se alumbra con lámparas de kerosene y el 20 por ciento con velas de sebo.
En las postas médicas la mayoría de veces los pacientes encuentran solo a la enfermera.
la pobreza en puno
La indigencia en Puno está extendida en varias zonas, sin embargo, en la provincia de Azángaro se vive con mayor crudeza. Según el mapa de la pobreza elaborado por la oficina de Promoción Social de la comuna azangarina, las comunidades campesinas Punta Sahuacasi, Mataro Chico y otras, están clasificadas como de extrema pobreza.
Cáritas Puno realizó una investigación en los distritos de San Antón, San José, Asillo y Azángaro. Los indicadores sociales recogidos en el estudio son alarmantes. La desnutrición crónica alcanza el 40% en la población infantil rural. En este caso, los padres prefieren vender en las ferias a precios bajos sus cereales ricos en proteínas, minerales y otros componentes como la quinua, cañihua o grano de cebada, para comprar alimentos manufacturados como el fideo, harina de trigo, arroz, etc.
Por otro lado, el 40% bebe agua de pozos sin tratar, mientras que 70% no tiene letrinas. Ello repercute en la salud. La incidencia de diarreas es de 60% en los niños menores de cinco años. En educación casi todos se matriculan en alguna institución educativa de su entorno, sin embargo, la mayoría deserta por falta de medios económicos y muchos jamás retornarán a una escuela.
En busca de una vivienda digna
La creación de un fondo de vivienda popular con recursos del tesoro público, que permita a los sectores sociales de menores ingresos tener acceso a la vivienda y al mejoramiento de las que poseen, mediante un sistema de microcréditos y asistencia técnica, fue la propuesta central en el foro Derecho a la Vivienda y la Ciudad en el Próximo Quinquenio de Lucha contra la Pobreza, organizado por la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, la Conferencia Nacional de Desarrollo Social (Conades) y el Comité de Campaña por el Derecho a una Vivienda Digna para todas y todos.
El padre Gastón Garatea, de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, lanzó las preguntas: ¿Cómo viven los pobres? ¿Cómo duermen los pobres? ¿Cómo se desarrollan los pobres? La lucha de ellos no es por una vivienda, sino por una vivienda digna”, dijo.
El arquitecto Carlos Escalante, del Comité de Campaña por la Vivienda Digna, indicó que el 74% de las ocupaciones informales en el Perú se han producido sobre terrenos de propiedad privada, estatal y comunal. Explicó que de 400 asentamientos humanos en Lima, 200 están en riesgo y no van a poder lograr el saneamiento físico legal.
Se informó que en Lima antigua existen 18.000 viviendas tugurizadas y en toda la provincia 60.000 tugurios. Durante el foro se señaló que, si bien la política de vivienda actual ha apostado por la vivienda nueva, es una exigencia una ley de renovación urbana que asegure condiciones de vivienda digna para todos.