Barometro Postelectoral Abril 2006 GOP U. Lima, 22-23 de abril del 2006
Universe: 639 interviews in 39 districts in Metropolitan Lima and Callao. Margin of error: ± 3,95%. Download file
The sample is small and was taken only in Lima, however, there are some interesting findings:
Why do you think Ollanta Humala won the first round?
35.2% Because he is new and against the system with 43.3% of respondents from sector C and 41.5% of the males.
18.7% Because he is a nationalist, with 35.1% of respondents from sector E.
For what reason Alan Garcia would pass to the second round?
20.6% Because he has an organized party with 34.4% from sector A.
For what reason Lourdes Flores may not pass to the second round?
40% Because she is the candidate of the rich. 43.1% of the males, 46.3% of sector D and 43.2% of sector E.
Who was the big winner on April 9th?
37.9% Ollanta Humala and 51.4% from sector E.
Do you believe poll results influence voters?
71.8% responded yes
94.4% of the respondents want a presidential debate and 39.7% want Cesar Hildebrant to be the moderator.
Victorias reales
La Primera, 28 de abril del 2006. Por Raúl Mendoza Cánepa, Ojo Avizor.
Es complicado hacer un balance real del 9 de abril, pero ensayemos uno. El APRA fue el gran ganador de la jornada, tanto que García (el repudiado de antaño) terminó por convertirse en “héroe de la democracia”.
Curioso verlo hoy como la tabla salvadora de tirios y troyanos, respaldado además por insospechados futuros votantes (Bayly, Mariátegui, quizás Vargas Llosa, la extrañísima lista debe ser larga). Enfrentar a Humala le permite configurar el único escenario en el que podría ganarle a alguien en una segunda vuelta.
En el balance Humala pierde, no arrasó como Evo y tiene techos bajos en Lima y en el norte costero. Es fácil imaginar un humalismo derrotado en segunda vuelta y además fragmentado en el Congreso. Sin embargo, algunos gobiernos regionales y municipios en el sur andino le darían al “nacionalista” una base de poder local.
Unidad Nacional también pierde. Cuesta visualizar a Flores en un nuevo trajín electoral. Atisbo más bien una derecha disgregada tanteando terreno en los municipios urbanos, especialmente limeños (después de todo, la derecha nunca salió de Lima).
La alianza perdió el gobierno y escaños, pero quien sí ganó dentro de ella fue Rafael Rey, quien descartado para el Congreso recaló en el Parlamento Andino. Los casi 500,000 votos recibidos lo reivindican políticamente.
A contracorriente de lo que se creía, Rey tiene ahora potencial político como para liderar una corriente derechista, enraizada ideológicamente en el viejo pensamiento conservador. Le falta una expresión orgánica y cuadros, tendrá tiempo para formarla.
Las democracias que avanzan son bipolares, tienen siempre una derecha conservadora moderna y nacional y, por cierto, una izquierda madura y pragmática (que la veo más por el lado de Susana Villarán que del lado de los saboteadores radicales de siempre).
Cuesta escribir sobre Paniagua, político honorable pero anclado en “formas” que en los 50 lo hubieran colocado en Palacio. Sería una pena que se le recuerde por su candidatura más que por su transición sosegada. Por su parte, Olivera yace en coma, los malos gestos –por pequeños que sean– se pagan caro en la vida pública (a García la patadita casi lo sepulta).
Muchos mueren con esta elección, algunos entran en “coma político”, pero en el Perú nunca nada es seguro, tanto que quizás en cinco años los vapuleados de hoy renazcan en olor de multitud.