Peru Election 2006

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Carlos Chipoco

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Chipoco, Carlos. Op Eds on the the electoral campaing. Carlos Chipoco es Miembro de la Comisión Política del Partido Popular Cristiano


LA CONCERTACIÓN PERUANA
Carlos Chipoco

Cuando hace 20 años se comenzó a discutir la posibilidad de que socialistas y socialcristianos se unieran en Chile, emergieron muchas dudas y obstáculos. Los socialistas acusaban a los democratacristianos de haber apoyado el golpe de Pinochet y ellos eran a su vez acusados de haber acabado con la democracia durante el gobierno de Allende. La concertación, alianza política que en las siguientes décadas no solo gobernaría democráticamente, sino reduciría al 50 por ciento la pobreza y alentaría un agresivo programa de crecimiento y modernización, no surgió de la casualidad sino de la necesidad de esas dos fuerzas de enfrentar la fuerza electoral de Pinochet y buscar un futuro mejor para su país. Ambos partidos solos no ganaban y dejaban espacio a un eventual triunfo de los seguidores del dictador. Dos fuerzas políticas, que tradicionalmente habían sido rivales tuvieron que hacer mutuas concesiones para lograr un objetivo superior. En el Perú asistimos a un proceso semejante. Hay que decir una vez mas que la democracia es la mejor forma de gobierno, lo que no quiere decir la optima, pero el Estado optimo en realidad no existe. La ausencia de democracia siempre causa peor daño que cualquiera de sus errores. Sino recordemos el reciente pasado del Perú. Por ello es imprescindible un compromiso sin cortapisas con ella, pese a la difícil herencia que nos deja un gobierno que ha desacreditado la democracia no solo con sus errores sino con su actitud banal y su despreocupación por los más pobres. Las dos fuerzas democráticas más antiguas del país el APRA y UN (cuyo sostén más importante es el PPC) son, juntas, mas que cualquier otra fuerza política. Separadas no pueden llegar –y esto se ha demostrado en las dos ultimas elecciones– pues sus resultados no han variado sustantivamente. Lo que se abre, por la decisión del electorado, es la discusión sobre la necesidad de una concertación. Es cierto que una de las tres fuerzas políticas que han ocupado los primeros puestos electorales podría –si actúa astutamente– obtener sola el gobierno. Pero, es claro que con un tercio del electorado no hay gobierno estable y –como consecuencia de la inseguridad jurídica y política— tampoco hay posibilidad de desarrollar una política de justicia social y expansión de la producción y la inversión. Los años que vienen pueden ser decisivos en el sentido de que no podemos desperdiciar cierta bonanza cíclica de los precios de nuestras exportaciones. Estamos ante la ocasión de organizar un despegue económico equilibrado y reafirmar por un largo periodo el Estado de Derecho y la democracia en el Perú. No es cierto que se trate de una suma que resta, eso lo dicen algunos periodistas enemigos de la unidad y que deseaban que otros candidatos –que no sobrevivieron—hubieran tenido distinto resultado electoral. Por el contrario el país necesita de muestras de humildad, desprendimiento y compromiso con el futuro. Hay que hacer de tripas corazón, como decía mi padre. Creo que la formula de gobierno de dos fuerzas distintas pero democráticas debe ser crear pesos y contrapesos en el gobierno. El debate esta abierto. Uno de los temas es la lucha anticorrupción. Es necesario crear una procuraduría nacional contra la corrupción estatal, es necesario poner en manos independientes la contraloría, es imprescindible el control de la política económica y la emisión a través del BCR. Algo que es posible aceptar por ambas fuerzas es desarrollar un programa económico muy similar al de la Concertación chilena. Para ello hay que recordar que ellos han desarrollado una meta de reducir al 50% la pobreza (cosa que se deberá trabajar principalmente en los departamentos del sur andino), han promovido el TLC con diversos países, alentando así las exportaciones, han sido muy drásticas en el tratamiento del tema de la corrupción. Y han afirmado una política de educación y valorización de los derechos humanos –aun cuando a muchos de nuestros conciudadanos no les presten valor hoy en día– como baluarte democrático. El inicio de ese acuerdo político deberá hacerse en los próximos días, pues es mucho mejor que sea antes de que se conozca quien gana en 2da vuelta.. Bueno las cartas están sobre la mesa. Veamos si el Perú es tierra de estadistas y no solo de caudillos.
UNA CAMPAÑA POR LA VERDAD Y LA ESPERANZA
Carlos Chipoco

La campaña de Lourdes Flores ha estado marcada hasta ahora, y seguro lo seguirá siendo en la segunda vuelta, por un estilo político diferente. Solo así, cambiando la forma de hacer política, podremos encontrarnos con el futuro Perú que reclaman la mayoría de peruanos. Este nuevo estilo esta marcado por la búsqueda de la verdad, la franqueza de la expresión, la transparencia en el uso de fondos, la honradez y la integridad en la actuación. Todo ello ha tenido como objetivo contrarrestar la mentira, la representación de los poderes fácticos y la corrupción que se han asociado a la vieja practica política de los partidos en el gobierno por lo menos en los últimos 20 años. Se ha tratado de realizar un llamado nacional a la preocupación estatal y social por la gente común y corriente, en especial por los más pobres y desempleados. De ahí que se haya diseñado con mucho cuidado y seriedad un programa para crear 650,000 puestos de trabajo anuales. Pero además todo ello ha sido dicho –y ello no es casual y tiene un valor especial—por una voz de mujer. Lourdes, como mujer, es una mas de los millones de discriminados y excluidos en la historia reciente del Perú. Esa voz reclama el destierro de nuestro país de la discriminación y la violencia venga de donde viniera y se ejerza donde sea, el hogar, la sociedad, la política o el trabajo. Se ha descubierto así la soberbia autoritaria y excluyente de quienes creen ser los únicos salvadores del país y no entienden lo complejo y múltiple del ser peruano. Para los socialcristianos la historia de este país tiene un sentido, el esfuerzo y la protesta de millones de peruanos, que reclaman un espacio de vida y participación, no puede resolverse con la el ya manido uso de la bota militar o con la repetición del pasado de corrupción y de privilegios, solo con la esperanza en un futuro de progreso económico real, honestidad y lealtad con la democracia. La historia humana y la de nuestra patria finalmente esta en manos de Dios. Los socialcristiano han relanzado, con éxito, una alternativa de centro, humanista y reformista. De centro porque desde ese espacio político se es incluyente y no se fomenta la polarización del país, humanista porque tiene como preocupación central la vida de los ciudadanos, especialmente de los pobres y reformista porque demanda hacer cambios necesarios en la inversión, la producción y la distribución de la riqueza para alcanzar el mayor grado de progreso posible para todos y cada uno de los peruanos. Esta es la opción que se ha presentado al país y sobre la cual se tendrá que decidir. No responde simplemente a las necesidades electorales es una propuesta ideológica, programáticas y política. Ella corresponde a la ubicación política de la Democracia Cristiana Internacional y su propuesta de social cristianismo que ha logrado éxitos democráticos y de progreso económico, sin duda alguna, en la transición chilena, en la transición alemana, así como en la Alemania actual (donde una mujer socialcristiana ejerce la jefatura de gobierno) y en el desarrollo democrático en Costa Rica y México, para solo hablar de algunos casos. Los socialcristianos, al solicitar a la ciudadanía que les den una primera oportunidad en la historia de gobernar el Perú, lo hacen con historia política coherente y honrada, con antecedentes democráticos y con el afán de lograr el bienestar nacional e internacionales, con una ideología de protección a los derechos humanos y lucha contra la pobreza y exhibiendo una lealtad a la democracia y a los ciudadanos del país que esta asegurada pues finalmente los socialcristianos nunca han mentido.
¿ES HUMALA UN POLÍTICO “NO TRADICIONAL”?
Carlos Chipoco

Analicemos algunas características del humalismo actual. Por una lado tenemos un movimiento creado sin programa o con uno hecho a ultima hora a requerimiento de periodistas, opositores y sociedad civil. Por otro lado tenemos ausencia de una organización política. Es cierto Humala no ha tenido un partido con organización democrática, ideología y valores claros. La ausencia de estos clásico de un partido –sea moderno o tradicional– demuestra las crisis y cuestionamientos internos a los candidatos por parte de sus “bases”. Estas ultimas en realidad nunca han existido sino son grupos políticos de eventuales clientes de favores y puestos de gobierno. Otra característica de Humala es su falta de historia democrática. Desconocemos por que razones el comandante espero hasta finalizado el gobierno de Fujimori para levantar su voz de protesta en el medio de la disputa interna de personajes de la corrupción como Montesinos. Humala ha sabido ubicarse como algo “distinto” de los partidos políticos. Ha intentado capitalizar la desilusión ciudadana, especialmente de los más pobres, con el congreso y el gobierno que representa una clase política vana, descalificada profesional y despreocupada con la enorme separación entre estado y sociedad en el Perú.
Pero, ¿Qué ha provocado este cocktail político? Para empezar que Humala tenga que recurrir a dos sectores de organización y de provisión de ideas y “now how”. Estos dos sectores son quienes hoy se mantienen unidos pero mañana inevitablemente se enfrentaran. El primero es un sector de la izquierda que siempre ha pretendido encontrar un atajo al poder. Se trata de personajes de la nueva izquierda histórica que no han podido proponer consistentemente sus propias ideas al país y entonces han escogido entrar a la vida política a través del “Caballo de Troya” de un buen candidato sin ideas y sin organización pero simpático y atractivo al voto popular. Lo hicieron antes con los dos primeros años de Fujimori, con el de Paniagua y con el inicio de Toledo. En todos estos casos fueron luego apartados por intereses o fuerzas más poderosas. Es a lo que están condenados en política los “entristas” quienes no tienen la fuerza de sus propias convicciones sino que ocultándolas se venden como ideólogos o “técnicos”. En el camino sin embargo dan la impresión de consistencia a un candidato en realidad huérfano de ellas y si llegan a esferas del gobierno dan rienda suelta a medidas populistas. El candidato vicepresidente y los miembros de la Comisión de Programa de Humala son buenos ejemplos de este sector, al parecer ahora apoyados por Nadine. La otra fuerza con la que cuenta Humala son sectores retirados de las Fuerzas Armadas, especialmente los militares. Ellos tienen en su “disco duro “ la experiencia del supuesto o real maltrato a las fuerzas armadas durante la transición y parte de este gobierno. Suman miles los oficiales procesados o investigados (en muchos casos injustamente) por personas (que tuvieron encargos importantes durante los gobiernos de Fujimori, Paniagua y Toledo) algunos incluso ahora se encuentran a buen recaudo fuera del país. Ellos tienen un programa muy simple, “revalorar a las FFAA” para ello Humala es buen instrumento. De ahí la falta de preocupación del candidato con las violaciones que pudiera haber cometido con los derechos humanos. Al final el modelo seria convertir a la institución militar, como ocurrió en el caso de Fujimori, en el partido de Humala. Los inocentes “progresistas” del otro bando, quienes por no haber abandonado sus viejas nociones criticas a la democracia no la valoran serán desalojados de sus lugares por esos militares en retiro, mas organizados, experimentados en la intriga y más representativos de un proyecto dictatorial que es lo que esconde realmente la alternativa Humala.
No se trata pues de ningún “nacionalismo” progresista sino de lo más tradicional en la vida política del Perú. Regresar a las formas autoritarias de un cogobierno cívico—militar. Y todos sabemos a donde llevan esos gobiernos sin control ciudadano, a la corrupción, violación de los derechos humanos y más pobreza para los más pobres. Ese seria el destino inevitable de esta precaria y aun no definida alianza de sectores tras el humanismo. En realidad retirados estos adornos Humala se queda desnudo, se trata de un salto al vacío, si recordamos a Fujimori y a Toledo podemos afirmar que ya hemos vivido trágicamente la experiencia de este falso “no tradicional”. Después de todo en un país con mas presidentes civiles que militares no hay nada más tradicional que un militar sin partido en el gobierno. Ojala el país haya entendido que se trata de nuevo vino en viejos odres.
LA DOBLE PERSONALIDAD DE GARCIA
Carlos Chipoco

¿Cuál es el verdadero Alan García el candidato o el gobernante? Para el candidato aprista decir lo que el electorado quiere es responder “con eficacia a los temas de campaña”. Pretende así borra de un plumazo lo que es la practica real de García. Quien lo escucha dirigirse a los jóvenes podría olvidar al Alan en acción y creer en el Alan del discurso. Por alguna razón dimensiones tan importantes del conocimiento humano como la teología y la política sostienen que lo importante en la vida humana no es lo que se dice sino lo que se hace. Es bueno recordar la practica de gobierno de García. El candidato aprista no es lo que dice sino que es lo que hizo y probablemente haría en un segundo gobierno. Esto es más importante aun cuando no vemos ninguna autocrítica profunda sino un echarle la culpa de lo que hizo a la coyuntura internacional o a factores externos como el terrorismo. Pero ¿Cuáles fueron las reales características principales de su gobierno?
1) Total desprecio por la situación económica de los pobres especialmente los jóvenes. La hiperinflación que tan irresponsablemente desarrollo García Pérez afecto principalmente a los pobres a los que nada tienen y en especial a los jóvenes quienes, no solo no tenían empleo, sino que aquellos que llegaban a tenerlo sabían que la inflación convertía –en horas– su salario en nada. Por lo menos la población que tenia propiedades sabia que se revaluarían pero los que solo tenían su trabajo tuvieron que vivir a merced del animo del Presidente García y de sus consecuentes errores económicos. La población vivía aterrada sobre cual seria la próxima medida económica del entonces mandatario. Pero ¿ha cambiado el ex – presidente? No lo creemos ex –mandatario, quien ya tuvo su oportunidad y la desperdicio. En verdad no han cambiado los ejes de su política económica: a saber la improvisación (el salir del paso con alguna medida populista que le cueste mas a la población) y la convicción de que negándose a pagar la deuda o poniéndole trabas a la inversión extranjera y nacional se puede salir adelante. Es eso lo que dice su discurso en el fondo.
2) Total descuido por la seguridad ciudadana. Solamente hay que recordar que durante su gobierno se permitió o tolero la salida de todos los mandos centrales del MRTA (entre ellos el otro Comandante Polay, (ex – aprista). La fuga se realizo mediante la excavación de un túnel en las narices de los funcionarios apristas del INPE y del Ministerio de Justicia y del Interior (donde se encontraba el inefable Ministro aprista Mantilla) . Solo hay que recordar las dimensiones de una ciudad atravesada por el delito, el terrorismo y la hiperinflación, algunos visitantes decían que Lima parecía Calcuta de Sud América. Esta es la época del desarrollo en gran escala de las bandas de secuestradores y asaltantes de bancos y, de crecimiento del narcotráfico (en donde el colaborador de García, Lamberg desempeñaba un papel principal). La policía de Mantilla (quien luego se revelaría como un cercano amigo de Montesinos) fue armada con armamento de mala calidad comprado (sin licitación) de segunda en Corea del Norte y que no le permitió enfrentar como debía a la subversión.
3) Total desprecio por los derechos humanos. La verdad llama a risa la actuada conducta del ex — presidente García cuando se refiere a las violaciones de los derechos humanos por parte de otros candidatos. Estas ultimas deben investigarse pero no obvian las que cometió García y en su caso aun están impunes. Entre muchas cabe destacar violaciones como la de los Penales (acusación firmada por uno de sus actuales candidatos a congresistas por Lima) o Cayara caso investigados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana (organismos a los que luego el propio García acudió para defenderse de los atropellos realizados por Fujimori y Montesinos) y el Gobierno de García fue hallado culpable en todas esas instancias internacionales. Y no vale el trillado argumento de su candidato a vicepresidente (también responsable de otras tropelías) respecto a que ello fue necesario para acabar con el terrorismo. No las violaciones de García se dieron en el medio del peor crecimiento de las acciones terroristas incontroladas por su política de estado. Algunos analistas llegaban a decir que en esos años el Perú estuvo al punto de fraccionarse en varios países.
4) Graves actos de Corrupción y delitos sin investigar acogiéndose a la prescripción. Hay que recordar que Garcia no fue declarado inocente de sus delitos por ningún juez El se acogió a la figura de la prescripción, por la cual el que ha cometido delitos ya no es juzgado por el tiempo que transcurrió. De haber sido inocente hubiera por su propia voluntad renunciado a la prescripción y aceptado ser juzgado luego de la caída de Fujimori. Ni aun entonces lo hizo, en una muestra tacita de aceptación de sus responsabilidades penales. Tampoco hay que olvidar que las acusaciones constitucionales a García se perdieron por una alianza en el Congreso entre Fujimori y los representantes apristas. Ello impidió el que se investigara los graves casos de corrupción que si se investigaron en otros países pero jaca no se llega a hacer nada. Recordemos el caso del tren Eléctrico, de los aviones mirage y del dólar MUC solo para citar algunos. Pero si no existía ningún cargo de conciencia y valentía por el candidato aprista ¿Por qué se demoro 9 años en regresar al Perú? Hasta el momento ni Fujimori le gana.
Este es el verdadero García. No es el candidato que ofrece y ofrece solo para obtener votos. Es la vida real de nuestro país durante el nefasto periodo 1985-1990. Esta es la practica de García no su discurso. Lo importante es recordar que fueron los jóvenes –a quienes hoy pretende nuevamente engañar– los mas afectados por ella, la violencia, la hiperinflación y la pobreza que genero su gobierno se ensaño con los ciudadanos jóvenes especialmente con los pobres.

Written by Michael Ha

April 28th, 2006 at 10:31 am

Posted in C

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