Peru Election 2006

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Caretas: “Humala & Chavez Could be the Best Thing for Garcia in a Long Time”

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Solito se Jaranea: Dúo de martes con Arturo ‘Zambo’ Cavero y la singular estrategia de AGP para llegar a la Presidencia
Caretas 1923, 4 de mayo del 2006, pp. 14-16

Alan García aducía en su comando de campaña que los periodistas no captaban la idea. Durante sus conferencias de prensa criticaba duramente al presidente venezolano Hugo Chávez, pero sus comentarios pasaban relativamente inadvertidos. A la tercera logró hacer llegar el mensaje. “No sea sinvergüenza”, lo calificó el jueves 27, “usted pide a los peruanos y colombianos que no negocien con Estados Unidos y el 80% de su comercio lo tiene con ese país. Usted tiene un Tratado de Libre Comercio petrolero con Estados Unidos”.
Al día siguiente el venezolano contestó con una diatriba tal que hizo olvidar la provocación previa: “No vamos a tener relaciones con un presidente de esta calaña, con un ladrón, con un tahúr”. En el clímax de la perorata tropical en el teatro Teresa Carreño sacó un billete. “A ver si voy a una cumbre y me roba este billete”.
La nueva escalada de Chávez llegó a cumbres hasta ahora desconocidas. A AGP lo llamó “ladrón y corrupto de siete suelas”. Cuando el presidente Alejandro Toledo intervino para exigirle por enésima vez que no se meta en el proceso electoral peruano, Chávez respondió que García y él “son caimanes del mismo pozo”. El resultado de tanta bronca fue el retiro de Carlos Urrutia, embajador peruano en Caracas. Cancillería le ha recomendado a Toledo no devolverlo a Venezuela mientras concluya su gobierno y reducir la delegación peruana con el encargado de negocios a la cabeza.
Al Centro y Pa’ Dentro
Este último episodio es otro ejemplo de la habilidad demostrada por García en lo que va de la campaña. Viene supliendo sus debilidades –la resistencia que despierta a partir de su gobierno– con la búsqueda de brújulas que lo ayudan a ubicarse en el tablero político. Y, quizás lo más importante, también encuadra y estereotipa a sus adversarios.
La mayoría de la campaña por la primera vuelta atacó a Lourdes Flores. La etiqueta de “candidata de los ricos” cuajó con todas las injusticias que pudiese contener. El propio ex Presidente se atornilló en el centro político y desde allí lanzó los dardos. Hoy espera a Flores con los brazos abiertos.
García conceptualiza ese centro como un espacio de convergencia de distintos sectores ciudadanos. Desde allí, según las circunstancias, se mueve hacia la izquierda o derecha. Su estrategia dictaba que no debía permitir la reubicación de Lourdes hacia el centro. Hoy hace algo similar con Humala y lo pone contra las cuerdas en el asalto versus Chávez.
En la cúpula aprista, aseguran, evitan darse por ganadores y saben que la batalla va cuesta arriba. Esperan que el tiempo no le alcance a Humala para moverse al buscado centro.
Otra de las decisiones tomadas con su equipo es la de considerar las acciones de segunda vuelta como las primeras del próximo presidente. “Eso aunque no ganemos”, aclara un cercano colaborador. Se trata de transmitir una talla de estadista que incluye taladrar mensajes específicos (“ganarle la guerra del Pacífico a Chile”).
El desorden regional (ver nota aparte) es una nueva brújula. Chávez, Evo Morales y Fidel Castro (con quien ya tuvo encontronazos en su gobierno) son separados claramente del resto de la izquierda democrática y García anhela un lugar junto a los modernos Bachelet y Lula. Pretende afilar su vocación integradora, ejercer un liderazgo alternativo al de Chávez y, casi inauditamente, presentarse ante Estados Unidos como la contención de izquierda capaz de frenar al comandante. Es irónico, pero algo similar intentó Alberto Fujimori antes de su fiasco santiaguino.
En retrospectiva, puede que Humala y Chávez sean lo mejor que le ha pasado a García en mucho tiempo.

Written by Michael Ha

May 5th, 2006 at 6:49 am

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