Peru Election 2006

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Interview with Lloyd Axworthy

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Garantía en el Arco
Por Marco Zileri
Caretas 1926, 25 de mayo del 2006

Axworthy viajará la próxima semana al interior del país donde se denunciaron problemas electorales en la primera vuelta.
Llyod Axworthy, jefe de la Misión de Observadores de la OEA, se prepara para la segunda vuelta electoral. El ex Canciller de Canadá desestima las insinuaciones de potencial fraude por parte del candidato de UPP, Ollanta Humala, subrayando las fortalezas y garantías que ofrece el sistema electoral peruano. Traza también las tareas pendientes para mejorar. Garantizar la probidad de las elecciones el 4 de junio es para Axworthy algo más que una responsabilidad profesional: es un compromiso personal.
– ¿Cuáles son sus principales preocupaciones?
– Tengo una preocupación personal y otra más oficial. En el año 2000 vi un país dividido por las elecciones fraudulentas de Fujimori, pero que logró crear un consenso genuino respecto a la reforma democrática por medio de la Mesa de Diálogo convocada por la OEA. Fue un evento notable para el Perú y para el hemisferio. Regreso para ver cómo se ha desarrollado, cómo ha tomado forma y, en verdad, quiero ver que funcione.
– ¿Cuál es su evaluación de la capacidad técnica de los organismos electorales en la primera vuelta?
– Ha habido problemas y dificultades pero la estructura básica creo que ha funcionado bien. Hay bastante espacio para mejorar, pero en comparación con lo que sucedió en el año 2000 estamos a años luz. Todavía requiere trabajarse más las políticas de reforma electoral concernientes al financiamiento, las encuestas, los partidos políticos y aquello que contribuya a una elección democrática en el marco del respeto y la tolerancia. Pero eso va a tomar más tiempo.
La ley orgánica electoral tiene medidas bastante estrictas y estoy sorprendido por los esfuerzos que han desplegado los órganos electorales –el Jurado Nacional de Elecciones, la ONPE, el RENIEC– para aplicar rigurosamente todas estas reglas. Se ha construido la salvaguarda necesaria dentro de los temas informáticos y hay un esfuerzo por parte del JNE para tener un sistema de vigilancia legal y de sanciones legales. La ONPE pudo movilizar 20,000 trabajadores alrededor del país para realizar tres elecciones simultáneas usando una sola cédula para una insólita cantidad de candidatos. En realidad ha sido un esfuerzo notable.
– ¿Las debilidades señaladas se deben a que se transgredió las leyes electorales o a la carencia en las mismas?
– Desarrollar una maquinaria electoral toma tiempo. Por ejemplo, tenemos que capacitar personas, adoptar ciertas prácticas y ver exactamente qué funciona y qué no funciona. Algunas reformas que se discuten son:
– Conservar los votos para poder regresar a contarlos en caso de una discrepancia. Por ejemplo, Lourdes Flores dijo que en algunas mesas al parecer hubo una alteración de los resultados. La única manera de controlar eso es ver los votos físicos. Es una salvaguarda contra cualquier cargo de fraude.
– Otra importante área de reforma son los partidos políticos. La ley electoral podría ayudar a reducir la fragmentación política para que no haya 30 partidos políticos.
– También debe hacerse un esfuerzo a gran escala para poder registrar el millón y más de peruanos indocumentados. Los derechos legales son una manera de poder mejorar la situación de los pobres.
– ¿Hay alguna manera de evitar la presencia de personeros y garantizar la limpieza del proceso electoral?
– Es importante tener personas para verificar personalmente el escrutinio, pero si uno no tiene una organización política efectiva, no lo puede hacer. Por eso se necesita una capacitación rigurosa y confianza en los funcionarios electorales. Ahí es cuando la observación internacional de grupos como Transparencia y la OEA son importantes para hacer ese tipo de verificaciones. En la segunda vuelta vamos a reforzar nuestra presencia en aquellas áreas donde se manifestaron problemas en la primera vuelta.
– ¿En qué regiones se concentraron los problemas?
– Chiclayo, Cajamarca, Pisco, Cusco. Viajaremos a estos lugares la próxima semana para ver y ser vistos y determinar cómo fortalecer nuestros equipos de observadores en la zona.
– ¿Cuál será la prioridad de la Misión de la OEA en la segunda vuelta?
– Todos los votos deben contar. Lo que más me molestó de los disturbios en la Universidad Ricardo Palma donde votó Humala, fue que durante dos horas los electores no pudieron votar. Es buen teatro y algunos candidatos quieren hacer sentir su presencia, pero nada debería hacerse para que los electores no puedan ejercer su derecho al voto. Para mí eso es fundamental, y todos los candidatos tienen que reconocer ese derecho.
– ¿Es la segunda vuelta un mecanismo efectivo para lograr consensos políticos?
– Creo que sí, pero tiene un reparo: solamente se aplica para el cargo de Presidente y el Presidente no puede gobernar sin el apoyo del Congreso. Las elecciones son como la gran fiesta de la democracia, pero la fiesta es justamente para dar nutrición y tiene que dar un buen gobierno. Si nosotros elegimos un sistema en el cual el Presidente no tiene suficientes votos en el Congreso para poder implementar sus medidas, al final es una frustración.
– El Perú pidió a la OEA denuncie por intromisión al Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pero su Consejo Permanente no atendió la demanda.
– Ningún país es inmune a las tendencias internacionales, pero lo que se debe preservar es el derecho de las personas de cada país a definir de qué manera quieren reaccionar frente a éstas.
– Sin embargo, Ud. alertó sobre la injerencia extranjera en el proceso electoral al llegar a Lima a principios de mayo.
– Para mí era más importante hacer el pronunciamiento en el Perú. Lo más importante es que los peruanos sean conscientes de que el proceso electoral está protegido por las leyes y la carta de la OEA.
– ¿Las declaraciones de Alberto Fujimori constituyen una intromisión al proceso como denunció la Cancillería peruana?
– Fujimori es un extraditable y la Comisión de Derechos Humanos ya lo ha acusado de violación a los derechos humanos. Lo que tenemos que determinar ahora es si esto constituye una base legal para que la OEA pueda responder y decirle al gobierno chileno o al juez que le dio libertad condicional, si ésta debiera contemplar mayores límites respecto a su participación política. Pero Fujimori es a su vez un ciudadano peruano y en el Congreso tiene ciertos miembros que simpatizan con él. Entonces, en realidad es un actor político. No tengo una conclusión aún.
– ¿El Presidente Toledo también infringió la ley al expresar que su corazón ya palpita como aprista?
– Hay cierta ambigüedad sobre si constituye un delito cuando un funcionario público exprese una opinión. Sería un consejo de prudencia que no se haga, pero la ley no me parece muy clara desde el punto de vista práctico. Vengo de un sistema político donde las figuras políticas que se están retirando puedan comentar sobre las elecciones. Sin embargo, la ley peruana es más estricta en ese sentido.
– Este año en América Latina se van a celebrar un sinnúmero de elecciones. ¿25 años de democracia dónde nos han conducido?
– El hecho de que todas estas elecciones se estén realizando es una señal muy saludable. Todavía hay mucho que trabajar para reforzar instituciones, estructuras, para que funcione todo mejor. Esa es la razón por la cual el peso de la elección peruana tiene cierto estándar y sobresale en su importancia: nació de un compromiso claro que se tomó en el año 2000, en base a un consenso que se hizo entre los grupos políticos y una agenda democrática que se adoptó con el respaldo de la OEA. Es una reforma democrática que tiene una secuencia muy clara y que demuestra que sí se puede hacer.

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Written by Michael Ha

May 25th, 2006 at 7:29 am

Posted in Interviews

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