Peru Election 2006

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Human Rights Groups: Madre Mia Allegations against Captain Carlos are True

with one comment

La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) has the “absolute certainty” there are elements of crimes against humanity perpetrated by Captain Carlos in Madre Mia in 1992. This was made public via a communiqué yesterday.


Coordinadora de DD.HH. ratifica que hay pruebas
Peru 21, 31 de mayo del 2006

– Desmiente que exista preocupación por que acusación contra dicho militar fuera falsa.
– En comunicado, precisa que sigue patrocinando a familiares de víctimas de Madre Mía.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) ratificó que tiene “la absoluta certidumbre” sobre la existencia de elementos probatorios relacionados con los delitos de lesa humanidad que habrían sido perpetrados por el llamado ‘capitán Carlos’, apelativo que tuvo el ahora candidato nacionalista, Ollanta Humala, cuando fue jefe de la base militar de Madre Mía, en Tingo María.
Dicho organismo emitió ayer un comunicado de tres puntos para desmentir las declaraciones de voceros de Unión Por el Perú (UPP), entre ellos de Carlos Tapia, que afirmaron lo contrario y que, además, señalaron que existiría preocupación en la Coordinadora por que la acusación contra el militar retirado fuera falsa.
En el documento reiteró, asimismo, que continúa apoyando a las víctimas y a los familiares de los desaparecidos, quienes denunciaron ejecuciones extrajudiciales en la mencionada zona, en 1992.
“Más allá de los avatares de la contienda política y del contexto electoral, el caso continúa en proceso de investigación, y en la CNDDHH hay consenso sobre las implicancias y acusaciones que deberán enfrentar estos militares ante la justicia peruana, razón por la que continuamos, sin dubitaciones, en el patrocinio de las víctimas y familiares afectados por estos hechos”, enfatizó la Coordinadora.
El organismo de derechos humanos aclaró, igualmente, que en ningún momento sostuvo que existieran fosas clandestinas en Madre Mía porque, según aseveró, el ‘modus operandi’ que predominó en esa región era arrojar los cadáveres de las víctimas ejecutadas a los ríos.
Al respecto, hay que tener en cuenta, además, que la Fiscalía de Tocache continúa corroborando la versión de un militar que se acogió a la colaboración eficaz. El testigo informó que también en la margen izquierda del río Huallaga se habría enterrado a las víctimas del ‘capitán Carlos’. No obstante, aún no se ubica ninguna fosa ni restos humanos.
La Versión de un Sargento
Caretas 1921, April 20, 2006, pp. 30-32

Compañero de armas de Ollanta en Madre Mía ha relatado a un fiscal episodios truculentos que, según él, comprometen al ‘capitán Carlos’.
El fiscal de Tocache Arturo Campos tiene fama de ser meticuloso y paciente. En las últimas semanas ha interrogado a testigos, revisado documentos y efectuado excavaciones para determinar la veracidad de las denuncias contra Ollanta Humala por violación de los Derechos Humanos.
El trabajo no es sencillo. Se han recibido múltiples versiones, pero el fiscal ha decidido seguir cualquier pista por más inverosímil que parezca.
El pasado 28 de marzo, un militar retirado ofreció su testimonio al fiscal Campos. Se trata de un sargento del Ejército que asegura haber laborado con Ollanta en la Base Contrasubversiva (BACs) Madre Mía, en 1992.
El subalterno EP (r), hoy de 35 años, relató episodios truculentos que, según él, comprometen al ‘capitán Carlos’ en asesinatos y desapariciones. Una fuente judicial dijo que el militar pretende acogerse a la colaboración eficaz, la cual sólo se le otorgará si su testimonio es debidamente verificado. Ha solicitado que su identidad se mantenga en reserva.
El sargento alega que trabajó en la BACs Madre Mía entre mayo y agosto de 1992. Oficialmente se sabe que Ollanta fue jefe de esa unidad entre enero y fines de julio de ese año. Luego pasó por otras bases del Batallón Contrasubversivo (BCS) 313, en el Huallaga, y habría retornado a Madre Mía en noviembre. A fines de enero de 1993, fue destacado a la Escuela de Artillería del Ejército (EAE), en Lima, según su foja de servicios.
Desde la Sombra
En junio de 1992, sostiene el aspirante a colaborador eficaz, su patrulla atrapó a 18 terroristas de la zona Alto Huamuco. Pero en Madre Mía, alega, el ‘capitán Carlos’ ordenó ejecutarlos y enterrarlos en fosas comunes.
Algunos de los episodios que relató son francamente insólitos. El sargento indicó que, a fines de mayo de 1992, cuatro terroristas fueron atrapados durante una emboscada. Estaban armados. Ellos habrían declarado que consiguieron el armamento “gracias a los madereros” y, en venganza, arguye el militar retirado, Ollanta planificó una masacre.
Según indicó, el ‘capitán Carlos’ dispuso el asesinato de 62 madereros. Entre ellos, insiste, había niños, mujeres y ancianos. Relató que Ollanta les hizo cavar una fosa grande en una zona del caserío La Morada. “Una vez que lo hicieron, a todos los mataron y sepultaron allí mismo”, dice.
Lo cierto es que no hay registros de la desaparición de tal cantidad de madereros en el Huallaga. La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) no supo del hecho ni tampoco las organizaciones de DD. HH.
Pero este no es el único relato oscuro. El aspirante a testigo eficaz indica que, entre junio y julio de 1992, un pelotón de terroristas emboscó una patrulla militar y mató a un capitán del Ejército entre Tocache y Balsayacu.
Al enterarse por radio, aseguró, el ‘capitán Carlos’ montó en cólera y ordenó la muerte de 22 prisioneros de la BACs Madre Mía. Todos ellos habían sido detenidos en diversos operativos acusados de subversión.
Según declaró el subalterno, los prisioneros fueron arrojados a una fosa y enterrados aún vivos. Nunca antes se había conocido de un caso similar.
¿Cuatro Fosas?
El sargento dice conocer la ubicación de cuatro fosas: una, a la margen izquierda del río Magdalena; otra, en la zona Las Calizadas, una más a cinco kilómetros de la desembocadura del río Magdalena y la última en La Morada. Sostiene que puede llevar a las autoridades a dichos lugares.
Su testimonio es extenso y, si bien se suma a testimonios múltiples de abusos de derechos humanos en Madre Mía, será necesario corroborar una denuncia de tamaño calibre. Hay quienes no descartan que se trata de un claro operativo psicosocial. CARETAS sólo ha podido corroborar que el sargento sirvió en el Ejército de 1992 a 1997.
“Se recibe toda la información provenga de donde provenga, pero el caso es complicado porque hay muchos intereses en juego”, comentó una fuente judicial de Tocache. En casos como éste, apartar la paja del trigo y la denuncia de la conjura es quizá el único camino para arribar a la verdad (AZ).
Humala again incriminated of Human Rights Violations
Un Lobo en Peru, April 25, 2006

According to an exclusive report by the Peruvian magazine ‘Caretas’, a former army sergeant, whose identity is not revealed, has given testimony in front of the investigating public procecutor which directly implicates Ollanta Humala, a.k.a. Captain Carlos, and his alleged involvement in murders and disappearances.
Translated excerpt from the article:
The district attorney of Tocache, Arturo Campos, is known for his meticulous and patient work. In the last weeks he has interrogated witnesses, reviewed documents and carried out excavations to determine the veracity of the denunciations of human rights violations against Ollanta Humala.
His work is not simple. He has received multiple leads, but the public prosecutor has decided to follow any track no matter how improbable they seem.
This past March 28th (two weeks before the first election round) a distant military man offered his testimony to him. He is a sergeant of the Army and assures to have toiled with Ollanta at the counter-subversive military base (BACs) in Madre Mia in 1992. The retired army subordinate, now 35 years old, related ferocious episodes that, according to him, compromises ‘Captain Carlos’ in murders and disappearances. A judicial source said that the military man tries to take refuge in the effective collaboration, which will be only granted if his testimony is properly verified.
He has requested that his identity is not being revealed. The sergeant alleges that he was stationed at Madre Mia’s BACs between May and August of 1992. It is officially known that Ollanta was the head of that unit from January until the end of July of that year. He was later assigned to other bases of the Batallón Contrasubversivo (BCS) 313 in Huallaga, and returned to Madre Mia in November. By the end of January of 1993, he went to the Artillery school of the Army (EAE) in Lima, according to his service record.
In June 1992, according to the aspiring collaborator, his patrol catched 18 terrorists in the Alto Huamuco area. But back at Madre Mia, he alleges, Captain Carlos ordered to execute them and to bury them in common graves. Some of the episodes that he related are frankly unusual. The sergeant continued with another instance that happened by the end of May 1992. Four terrorists were catched during an ambush. They were armed. When asked where they obtained their weapons, they mentioned “madrederos” or wood dealers and, in an act of revenge, the retired military man Ollanta planned a massacre. According to his testimony, Captain Carlos had the 62 wood dealers murdered. Among them, he insists, were kids, women and elders. He related that Ollanta made them dig a great grave in an area of the small village La Morada. “Once they did, they killed them all and they buried them right there”, he says.

On April 20th, Correo published that a member of the army, who gave a statement to a court at the end of March providing evidence to solve the case of human right abuses in Madre Mia, has gone missing since the first week of April in Lima.
“Testigo clave” de caso Madre Mía desaparece luego de declarar ante fiscal
Unidad de Investigación
Correo, 20 de abril del 2006

José Ponce, aspirante a colaborador eficaz, desapareció de un hostal de Jesús María a inicios de abril, según el registro de la División de Investigación de personas desaparecidas
En el registro de personas desaparecidas de la Policía Nacional figura desde hace 15 días el nombre de José Ponce Ruiz, de 35 años.
Esto podría pasar inadvertido y formar parte de las estadísticas cotidianas, pero existe un motivo poderoso por el cual su desaparición puede convertirse en un escándalo, pues se trata del llamado “testigo clave” del caso Madre Mía, cuya identidad es mantenida en reserva por las autoridades.
Según fuentes relacionadas con la investigación de este caso, José Ponce llegó a Lima desde Tocache (San Martín) en la última semana de marzo para proporcionar su testimonio con respecto a presuntos actos de violación de derechos humanos en esa localidad del Alto Huallaga. Precisamente en este lugar Ollanta Humala fue jefe del Batallón Contrasubversivo 313, en 1992 y 1993.
Ponce, quien en aquella época tenía 22 años, habría sido un soldado o informante que estuvo bajo el mando de Ollanta –conocido entonces como el “Capitán Carlos”– y su declaración como tal fue recogida el 28 de marzo último por la Primera Fiscalía Penal Supraprovincial, a cargo de la fiscal Edith Chamorro, de acuerdo con nuestras fuentes. Las versiones señalan que José Ponce estaría tratando de acogerse a los beneficios de la colaboración eficaz, pues presuntamente fue testigo de los excesos castrenses en Madre Mía y en zonas aledañas, los cuales dejaron pobladores muertos. Incluso habría dado detalles de la existencia de cuatro fosas.
MAS DATOS
Según el registro policial, al que accedió Correo, la desaparición de Ponce fue reportada el 5 de abril pasado. Fue visto por última vez al salir del hostal Suites Montecarlo, ubicado en Jesús María.

Previous postings on this subject:
Ollanta Humala: Beginning of the End?
The X-Files of Ollanta Humala
Ollanta Humala and Human Rights Abuses in Madre Mía

Written by Michael Ha

May 31st, 2006 at 5:28 am

Posted in Political Violence

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