Peru Election 2006

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Interview with Abraham Lowenthal

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Abraham Lowenthal: Este país nunca me deja de sorprender
Entrevista central por Jose Gabriel Chueca
Peru 21, 31 de mayo del 2006

“Tengo que confesar que cuando entré a la Universidad de Harvard, América Latina no me interesaba para nada. Tan es así que poco después de que Fidel Castro tomara el poder en Cuba, en el 59, hizo su famoso viaje a Estados Unidos y visitó Harvard, para dar una conferencia a la que asistieron miles de estudiantes. Yo estuve entre los que no fueron. Cosa que, años después, pude contarle a Fidel Castro”, explica Abraham Lowenthal.
– ¿Cómo nació su interés por América Latina?
– En mi posgrado, a diferencia de los libros sobre la Unión Soviética -eran los años de la crisis de los misiles en Cuba-, los libros sobre América Latina eran pésimos. Así que decidí trabajar ese tema. Buscando un país donde practicar mi castellano, fui un par de semanas a República Dominicana. Al regresar escribí un texto plasmando mis impresiones -las de un estudiante de 22 años poco antes de la caída de Trujillo- que resultó interesante para mis profesores. Eso me picó para seguir escribiendo.
– ¿En qué países de América Latina ha trabajado?
– Becado por la Fundación Ford regresé a República Dominicana, donde trabajé con la Asociación para el Desarrollo de Santiago, una organización nacida después de la caída de Trujillo que agrupó a quienes terminaron siendo grandes líderes, incluyendo a tres futuros presidentes del país.
– ¿Cuándo llegó al Perú?
– Llegué en el 69, cuando mi segundo hijo acababa de nacer. Trabajé intensamente con la Universidad Católica, con Jorge Capriata, Enrique Bernales, Rolando Ames y otros, y comencé a estudiar este país tan fascinante que nunca me deja de sorprender.
– ¿Qué impresiones le causó el Perú?
– Yo comencé a estudiar el gobierno de las fuerzas armadas -era la época de Velasco-, y ya en Estados Unidos empecé a publicar artículos y libros al respecto. Pero, aparte de ser analista académico, he tenido otra carrera, que ha sido la creación y desarrollo de nuevos institutos relacionados con América Latina, como el Woodrow Wilson Center de Washington. A partir de ahí desarrollé el Diálogo Interamericano.
– Usted pasó varios años, digamos, alejado del Perú.
– Se debió a que me dediqué a desarrollar, en Los Ángeles, el Pacific Council on International Policy, que aglutina a líderes de opinión de diferentes sectores. Pero ahora estoy retomando mi trabajo con América Latina. Este es un viaje de reencuentro.
– ¿Ha visto cambiar el modo de pensar en el Perú?
– Yo llegué en el 69. El conocimiento convencional de los intelectuales y políticos era que el Perú tenía una estructura de poder oligárquico muy fuerte. Pero a Velasco le resultó muy fácil tumbar esa estructura. No era tan fuerte. Después pensé que el problema del Perú no era una estructura rígida de poder sino, justamente, la ausencia de una estructura de poder coherente. En muchos sentidos no era un país integrado ni tenía instituciones sólidas ni tampoco un liderazgo capaz de hacer cambios. Eso fue hace 35 años.
– ¿Y no parece haber cambiado mucho la cosa, no?
– En esos años llevaba a mi hija a la academia de natación Walter Ledgard. Y recuerdo que le dije a mi esposa que me sorprendía ver cómo la gente llegaba puntualmente a la academia y cómo en ocho semanas los niños aprendían a nadar. Todo funcionaba perfectamente, y eso me sorprendía, porque en Lima había muy pocas instituciones que funcionaran. Hace algún tiempo que no estoy muy enterado del Perú, pero me parece que al país le ha sido muy difícil construir instituciones sólidas y que las pocas que hubo han sido debilitadas aun más. Creo que esa es una de las herencias más dañinas del gobierno de Fujimori, a quien entrevisté.
– ¿Cómo fue la conversación?
– Hablamos cuando aún era presidente, y con mucha fuerza. Y fue muy interesante. No es raro que un político sea egoísta -es casi natural-. Pero aun ellos suelen usar la palabra nosotros. ‘Nosotros hemos hecho esto o aquello’. Pero, en los 45 minutos de conversación que tuve con él, siempre usó la palabra yo. Y le pregunté qué iba a hacer para asegurar los cambios que había hecho. Y él me dijo ‘tengo para rato todavía’. Es evidente que no había pensado en el asunto. Lo que asegura la continuidad en un país son las instituciones.
– ¿Cree que los peruanos ven diferente al país?
– No lo sé. Pero, si un politicólogo de Marte llegara al Perú sin saber nada, encontraría que en el espacio que no es Bolivia, Ecuador, Colombia, Brasil ni Chile, existen tres países con comportamientos totalmente diferentes, por lo menos en términos electorales. Y me sorprende que sea así, porque hace 100 años pensadores peruanos hablaron de estas diferencias entre Lima, la costa norte y la sierra. El mapa electoral resultante de la primera vuelta es muy parecido al de elecciones anteriores. Antes era entendible, porque no había comunicaciones ni aviones, pero ahora.

Written by Michael Ha

May 31st, 2006 at 6:46 am

Posted in Interviews

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