Interview with Enrique García – Corporación Andina de Fomento (CAF)
“Creo que García hará gobierno serio”
El Comercio, 13 de julio del 2006. Por Renato Cisneros
ENRIQUE GARCÍA RODRÍGUEZ
La Corporación Andina de Fomento (CAF) financiará algunos de los proyectos que Alan García ha prometido ejecutar. El presidente de esa entidad regional detalla aquí sus expectativas
Aunque el gobierno aprista recién comienza su ciclo oficial el 28 de julio, el mandatario electo ya lleva varias semanas realizando gestiones para asegurarle un colchón de respaldo a su segunda gestión presidencial. En los últimos días, su cita con el titular de la CAF obtuvo inmejorables réditos: un financiamiento por casi 5 mil millones de dólares para llevar adelante algunos de los proyectos que ya se anunciaron en la campaña electoral. Para desmenuzar los detalles de este apoyo, conversamos ayer con el reelecto titular de la corporación, el boliviano Enrique García. Por si acaso, el apellido es mera coincidencia.
¿Con qué indicadores se definió el monto del financiamiento?
El monto está basado en la realidad del país. Entre el 2001 y el 2005 se aprobó un crédito de 3.700 millones; ahora la proyección nos permite pensar en un monto de casi 5 millones que, obviamente, está sujeto a que se concreten algunos proyectos.
¿Qué proyectos tienen prioridad para la CAF?
Los más cercanos son los proyectos de agua, ahí podemos actuar rápidamente, incluso nuestros equipos técnicos ya han empezado a trabajar. Por otro lado, vamos a firmar en los próximos días una operación de 10 millones de dólares con el gobierno, vinculada a los temas ambientales de la carretera Interoceánica.
El primer gobierno de García no se caracterizó por un manejo muy prudente de la economía. ¿Por qué extenderle un cheque de confianza a un presidente sin suficientes cualidades para la administración de las finanzas?
Nosotros miramos el presente y el futuro y juzgamos la calidad de los gobiernos en función de eso. Creo que García va a dirigir un gobierno muy serio. He notado que tiene un compromiso firme con la estabilidad macroeconómica y me he quedado muy tranquilo con su visión de las cosas.
¿Y a la CAF –que alienta el TLC– no le preocupa que el discurso de García respecto de ese tratado haya tenido no pocas ambiguedades?
Yo creo que el doctor García comparte con nosotros la idea de que es importante para el Perú buscar una inserción internacional eficiente. Creo que el gobierno que viene va a tener una amplia apertura a las relaciones internacionales, y no solo con EE.UU.
¿Cuál es su definición del escenario que se ha configurado en la región luego de la formación de algunos ejes identificables, como el Venezuela–Bolivia?
La CAF no cree en los ejes de coyuntura. Ha habido una etapa compleja, pero hoy, para nosotros, la región tiene similitudes y diferencias que son entendibles y respetables; tenemos la esperanza de que algunas de ellas puedan converger en soluciones comunes. América Latina pasa por un buen momento macroeconómico, aunque admitimos que hay rezagos en ciertos temas.
¿El de la apertura a los mercados internacionales, por ejemplo?
Ese es un tema sensible, pero yo diría que las reformas urgentes son de índole microeconómica y social, porque la región, lamentablemente, tiene la peor ditribución de riquezas del mundo.
¿De qué modo cree que el tema energético defina las relaciones en la región? ¿El gas nos convertirá en socios o en enemigos?
El tema energético es central. Si los europeos han tenido más éxito que los latinoamericanos en su integración ha sido porque la basaron en el carbón y el acero. Aquí, la energía –en todas sus formas, no solo vía el gas– puede ser un equivalente importante para que ocurra lo mismo.
Permítame una especulación: ¿si Ollanta Humala fuese el presidente, la CAF destinaría el mismo apoyo?
La CAF no juega en la política interna de los países. Cualquier gobierno que sea democráticamente elegido es apoyado por la CAF, independientemente de su ideología.
Si no hay bienestar, no hay crecimiento
Para el presidente de la CAF es clave que en los próximos años la población de más bajos recursos tenga una percepción concreta del avance económico del país.
“Hay un alto porcentaje de gente que tiene un nivel de frustración. Si el crecimiento económico del futuro no le llega a esa gente, va a haber una tensión social y el cuestionamiento a los modelos de desarrollo va a estar presente. El desafío de los gobiernos de la región es lograr el equilibrio de las tres ‘e’: estabilidad, eficiencia y equidad para conciliar el crecimiento económico con el bienestar social”, opinó.