Peru Election 2006

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The Final Race is between Lourdes, Ollanta & Alan

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According to Santiago Pedraglio, the elecction is between three candidates: Lourdes Flores, Ollanta Humala and Alan García. García needs to capture a large number of the undecided voters and take away votes from other candidates. Pedraglio thinks the percentage of undecided voters is not that significant, based on comparisons with previous elections. For Mirko Lauer, García is the only one who could beat Humala in a second round and needs to pick up the votes Flores is losing to get there.


Indecisos: ni pocos ni tantos
Santiago Pedraglio
Perú.21, 15 de marzo del 2006

En el ambiente político preelectoral prima la tesis de que el porcentaje de indecisos, con miras a las próximas elecciones de abril, sigue siendo muy alto. Esto parece confirmarse cuando se pregunta a los encuestados si ya tienen decidido su voto o si aún tienen dudas al respecto: según Apoyo, 21% duda entre dos o tres candidatos; 17% afirma que ningún candidato lo convence. Sin embargo, si se observa el porcentaje de los que dicen que votarán en blanco o viciarán su voto (14%), y esta cifra se compara con los resultados de las últimas cuatro elecciones presidenciales, se deduce que está pasando a ubicarse en los márgenes históricos. Los indecisos, aquellos que no precisan como votarán son sólo 12%.
En la última encuesta de la Universidad de Lima 7.7% declaró que votará en blanco o viciando su voto; y 17.7%, que no sabe aún por quién votar o no contestó. Debe precisarse, eso sí, que es muy distinta la respuesta del encuestado que votará en blanco o viciado, de aquella de quien “no precisa” su voto. Es un error hacer la suma, porque los primeros ya decidieron su voto; los indecisos son aquellos que no contestan o no precisan por quién votarán. Dicho esto, según Apoyo, los indecisos son 12%; y, según la Universidad de Lima, 17.7%. En los últimos cuatro procesos presidenciales, los porcentajes de votos blancos y viciados (o nulos) fueron muy semejantes a los recogidos en las últimas encuestas; e, incluso, en algunos, mayores todavía (ver cuadro).
Año Voto viciado, blanco o nulo
1990 15.3%
1995 17.9%
2000 8.1%
2001 13.5%
El “promedio histórico” de votos viciados, blancos y nulos es 13.7%. Esto significa que, cuando Apoyo constata que hay 14% que declara que votará así y la Universidad de Lima 7,7%, ambos resultados se encuentran en el promedio histórico de los últimos dieciséis años o por debajo de este.
El actual porcentaje de indecisos, tomando como referencia las dos encuestas mencionadas, es de alrededor de 15%. Por lo tanto, el espacio para la disputa es bastante más reducido de lo que se ha afirmado durante las últimas semanas. Más aun: tomando en cuenta la pregunta acerca de si el encuestado ya tiene totalmente definido su voto, el 17% que responde “Ningún candidato me convence” no está tan lejos del 13.7% del promedio histórico de voto blanco y viciado, y por debajo del de 1995.
Si la premisa de esta nota es cierta, es decir, si el número de indecisos ya no es tan significativo, se ratificaría que la elección está reducida a los tres candidatos que aparecen adelante en las encuestas sobre preferencias electorales. Y algo más: para pasar a la segunda vuelta, Alan García tendrá que hacer un gran esfuerzo que le permita capturar a la mayor parte de los indecisos y lograr el desplazamiento de votantes que hasta hoy prefieren a otros candidatos.
Supercuerdas emocionales
Mirko Lauer
La República, 15 de marzo del 2006

Duro como pueda sonarles a algunos, Alan García parece el único que podría ganarle a Ollanta Humala en una segunda vuelta. Su problema es llegar allí, y la única manera para ello es poder ir recogiendo los votos que Lourdes Flores está perdiendo por el camino. En la pasada encuesta esto parecía estar sucediendo, hoy ya no tanto.
Lo que le falta a García es un buen argumento para que los votos que abandonan a Flores se muden a su parroquia. Las críticas a Flores están logrando quitarle electores, pero no son argumento suficiente para votar por García. Por eso se está acumulando, como un efecto retardado, ese bolsón de indecisos y votantes en blanco.
Un argumento desde la derecha es que los ataques a Flores van a terminar produciendo una presidencia de Humala. Pero aquí nos parece más bien que sería un paso de Flores a la segunda vuelta el que produciría ese resultado. Pues el clima de aislamiento popular a una candidata percibida como de derecha ya flota en el aire.
Al ritmo que viene cayendo Flores en la encuesta, García necesitaría por lo menos unos cinco puntos más para entrar a la segunda vuelta, por puesta de mano. Su estancamiento en la pasada encuesta es una mala señal. Pero a la vez el voto adicional por García sería la típica decisión de último minuto, sobre todo si Humala sigue creciendo.
Cinco puntos no parece mucho, pero el tiempo se está acortando. Flores, víctima de una epidemia de críticas públicas desde su propio bando, anuncia un golpe de timón para frenar la caída. En realidad solo necesita reducir el ritmo de la caída, por lo cual veremos cada vez más promesas de esas que la propia derecha llama populistas.
En el Apra todas las esperanzas están puestas en el arte del candidato presidencial y en la calidad de la campaña en medios. Ambas cosas han funcionado, pero el argumento para convencer a una porción suficiente de votantes en balcón (en el 2001 fue el de las tarifas de los servicios públicos) todavía no aparece.
No es solo un tema de argumentos. Flores da muchos y Humala casi no dice. Quizás es un tema de fibras, o de supercuerdas emocionales: los grupos sociales se están diciendo cosas a través de los candidatos. En ese juego García aparece descolocado, como si por momentos su discurso de campaña solo prolongara los de los pasados cinco años.
Las frases izquierdo-populistas que ha ido soltando Flores (veto a Chile en los puertos, millones de empleos, descreo del goteo, críticas a los empresarios) la han ayudado bastante más de lo que se supone. Quizás es hora de que García rescate todo lo que le han estado escamoteando por ese lado. Algo de votos humalistas puede caerle de yapa en el empeño.

Written by Michael Ha

March 15th, 2006 at 7:31 am

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