Peru Election 2006

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Juan Carlos Tafur evaluates posible second round escenarios for Alan Garcia. Augusto Alvarez Rodrich discusses Lourdes Flores new strategy. Mirko Lauer examines the fujimorista campaign.


.Alan: ¿si pasa a la segunda vuelta, gana?
Por Juan Carlos Tafur. Director.
La Primera, 17 de marzo del 2006

Es más difícil para Alan García entrar a la segunda vuelta que ganar ésta. Hoy por hoy, las candidaturas de Lourdes Flores y Ollanta Humala mantienen un empate técnico, aunque la no medición de las zonas rurales apartadas le podría otorgar una ventaja significativa al candidato nacionalista el día de las elecciones (según algunos trascendidos, una medición última efectuada por el gobierno mostraría ya una distancia significativa).
Pero García no está lejos de Lourdes Flores y la puede alcanzar. Existe un voto “vergonzante” pro aprista que no expresa su real pensamiento y a pesar del evidente esfuerzo de la lideresa de Unidad Nacional por relanzar su candidatura, ha cometido errores muy grandes y le va a resultar difícil sostener su actual posición.
En ese sentido, lo que antes parecía un error estratégico del APRA –concentrar sus ataques en contra de UN– hoy parece el mejor camino para lograr su ansiado pase a la segunda vuelta.
En esa perspectiva, un análisis racional del escenario de una segunda vuelta entre Humala y García parece serle propicio al ex mandatario. Los asesores de García están convencidos de que, en esa encrucijada, la votación de Lourdes Flores se va a trasvasar a favor suyo y no de Humala. Y si eso ocurre, le bastaría y sobraría para volver a ocupar la Presidencia.
El otro escenario también lo favorecería –racionalmente hablando, reiteramos, lo cual no es garantía de un pronóstico certero–, ya que si su rival en la segunda vuelta es Lourdes Flores, lo más probable es que el voto humalista se incline por García antes que por la derecha.
En cualquier caso, queda claro que los apristas tienen razón en preocuparse mucho más por el pase a la segunda vuelta que por la contienda definitoria. Y al respecto saben muy bien que no les basta con crecer. Necesitan que Lourdes Flores siga cayendo.
Algunos analistas han señalado que le sería más fácil arrebatarle votos a Humala por la mayor cercanía ideológica entre ambos, pero eso se desvanece si se considera que el voto humalista ya es un voto firme, lo cual no sucede con el voto de Lourdes Flores.
La estrategia aprista, en ese sentido, seguirá siendo la misma: soslayar a Humala y golpear a Lourdes. Es el camino más corto que tienen para llegar al poder.

Ningunean a Alan García
Por Augusto Álvarez Rodrich. Director.
Perú 21, 17 de marzo del 2006

Lourdes Flores y Ollanta Humala polarizan la campaña
Una consecuencia de la última encuesta de Apoyo, que puso a Lourdes Flores y a Ollanta Humala en un virtual empate, es que la candidata de UN ha optado por orientar su estrategia electoral hacia una nueva fase que busca la confrontación poco disimulada con el postulante ‘nacionalista’.
Dicha decisión habría motivado un debate intenso en las filas de UN y generado algunas deserciones, habiendo prevalecido, al final, la posición de los partidos que integran la alianza.
Estos asumen que la mejor estrategia para las últimas tres semanas de la campaña de la primera vuelta es proceder a un ataque frontal contra Humala, haciendo notar los riesgos que implicaría un eventual gobierno suyo.
A este, por su parte, no parece disgustarle mucho el enfrentamiento con Flores. O, en todo caso, podría haberse resignado al mismo. La encuesta de Apoyo del domingo pasado le habría despertado a Humala el apetito de ganar en primera vuelta, algo que no es imposible, pero que todavía se percibe remoto, pues lo más probable en el momento actual es que habrá una segunda vuelta entre Humala y Flores.
Lo que sugiere este nuevo escenario de la campaña es que los dos punteros de la competencia estarían prefiriendo enfrentarse únicamente entre ellos bajo el supuesto de que la perspectiva con mayores posibilidades es que ambos serán quienes pasen a la segunda vuelta.
Con este objetivo en mente, estarían apostando a concentrar la atención del elector entre ellos, dejando de lado a Alan García, quien marcha tercero en la carrera.
Un potencial beneficio de esta decisión sería -de acuerdo con esta perspectiva- que ni Flores ni Humala enfrentarían a un candidato como García, cuyo voto de la primera vuelta tendrían que cortejar a partir del 10 de abril con el fin de lograr, finalmente, la Presidencia.
Sin embargo, el riesgo que los dos estarían asumiendo consiste en que García podría aprovechar este panorama en el que no recibe ataques para, tal como ya lo hizo en el año 2001, ‘meterse por los palos’ en el tramo final de esta parte de la carrera.

¿Humala es chino, chino es Humala?
Por Mirko Lauer.
La República, 17 de marzo del 2006

“Si la estrategia es promover a los fujimoristas para limarle votación a Humala, no está funcionando”.
A alguien en la derecha se le ha ocurrido que si suben los fujimoristas caerá Ollanta Humala. Esto se viene traduciendo en una espléndida cobertura para el tandem Martha-Keiko. El partido AF está convencido de que en la carrera al Congreso, el aspecto que en verdad les importa, se viene dando una recuperación de votos que se fueron con el humalismo.
Es probable que entre los votos de Humala y los de Alberto Fujimori haya una relación de vasos comunicantes. Es un electorado similar: ubicado en los márgenes de la prosperidad, con fobia a los partidos, debilidad por la autoridad, sentimiento de tener poco que perder en una crisis de la democracia, indiferencia por las formas republicanas.
Humala despega cuando se hace claro que la movida chilena de Fujimori ha fracasado, y un tercio del electorado se termina de convencer de que el prófugo no está por encima de las leyes. Puede decirse, pues, que son votos fujimoristas de segunda mano o, si se prefiere, reciclados por la vía de un nuevo léxico contestatario.
¿Esto hace de Humala un nuevo Fujimori? No necesariamente. Pero no hay cómo negar que la combinación de cero partido y full militares se parece mucho. Es el mismo combo que le ganó a Fujimori el aplauso de quienes hoy atacan a Humala. Los mismos atacaban a Fujimori en la elección de 1990, y luego le dieron la espalda a Mario Vargas Llosa.
El parecido acaso es un factor en la buena estrella de Humala, pero más pesa la novedad. No hay por dónde ocultar que el fujimorismo terminó en corrupción, desnacionalización y ridículo mundial. Humala todavía tiene la oportunidad y el contexto regional para hacer, dentro de los estrechos márgenes presidenciales, algo diferente.
El fujimorismo ha empezado a presentarse como “el único antídoto contra Humala”. Más que antídoto, el fujimorismo existe como un sucedáneo desgastado del humalismo, hecho todo de rostros macheteados que solo pueden existir aplicándose enormes dosis de cinismo. Siguen siendo un tóxico agente naranja para la democracia.
Si la estrategia es promover a los fujimoristas para limarle votación a Humala, no está funcionando. Más bien da la impresión de que esa estrategia busca socios para la bancada de Lourdes Flores en el Congreso. Cumplida esa tarea, lo más probable es que la masa fujimorista, llevada por un atavismo, vote Humala en la segunda vuelta.
Una fuerte posibilidad es que en la recta final, cuando empiece a calar el discurso sobre el voto perdido y los males menores, alguno de los tres candidatos grandes acabe limpiándole la cajita de votos al fujimorismo, dejándolo del lado malo de la valla. Satomi debería esperar la primera vuelta antes de casarse con Kenya.

Written by Michael Ha

March 17th, 2006 at 6:22 am

Posted in Political Parties

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