Peru Election 2006

Alberto Borea asegura que cumplirá sus ofertas
“No se construye democracia sobre bases autoritarias”
El Peruano, 17 de marzo del 2006
Sostiene que mantendrá coherencia y no caerá en propuestas ni actitudes populistas
Padrón en mano, recolectó firmas en calles y universidades, para someter la Constitución fujimorista de 1993 al veredicto del pueblo mediante referéndum. No consiguió su objetivo, pues esa Carta sigue vigente. Alberto Borea, abogado, catedrático, polemista, postula a la presidencia por Fuerza Democrática.
– ¿Veinte candidatos presidenciales en carrera ponen en riesgo a la democracia?
– Lo que pone en riesgo el proceso democrático es la manera en que algunos actores enfrentan esta realidad, como, por ejemplo, los medios de comunicación. Ellos han hecho una suerte de preselección de tres candidatos y dejan de lado todas las otras propuestas. Incluso las de gente con mucha trayectoria.
– Para la mayoría de peruanos no es una prioridad modificar la Constitución de 1993. ¿Por qué usted insiste en cambiarla?
–Porque no se puede construir un Estado democrático sobre bases autoritarias. A las elites dirigentes de un país les corresponde empujar un tema porque están mejor formadas para tomar decisiones de trascendencia. No se puede tener cortedad de vista para dirigir un Estado.
– Nuestra población tiene cultura autoritaria, ¿cómo ha pensado enfrentar este problema?
–Primero, modificaría la Constitución para que no exista la reelección presidencial. Segundo, cumpliría con mis ofertas. Tercero, tomaría decisiones considerando el largo plazo. Cuando uno gobierna pensando que puede ser reelegido, adopta posiciones populistas. Hay que tener un liderazgo democrático, hay que enseñarle a la gente.
– Usted reconoce su respeto por su maestro Valentín Paniagua, ¿por qué no formó una alianza con el Frente de Centro?
–No se dio la posibilidad. Valentín hizo una alianza con Alberto Andrade, que es un buen gestor pero no tengo la misma valoración de él como actor del sistema democrático. No puedo olvidar que cuando hacíamos el esfuerzo por el referéndum, Andrade mandaba a sus guachimanes a que nos echaran de calles y plazas; y de que hasta 1995 le hacía las loas más intensas a Fujimori.
– ¿No se dio cuenta de que estábamos inmersos en una dictadura?
Es tradicional en la práctica política desconocer las cualidades de los otros…
–No, nada que se haga sin libertad es bueno. Uno puede ejecutar medidas muy concretas, pero eso no significa que no se tenga claro qué metas requiere el Perú para que llegue a ser un país grande.
La gente espera gestos que muestren que los líderes cambian.
– ¿Cuál es el suyo?
–En primer lugar, tomar al país en serio y no caer para nada en propuestas ni actitudes populistas. No se me ocurre recibir un Año Nuevo en un salsódromo de Comas. No lo hice y no lo haré. He planteado mi vida política con coherencia, siempre estuve del lado de los principios. Además, planteo un liderazgo que evite la exclusión. He propuesto, en un mandato de Fuerza Democrática, gobernar al menos dos días desde cada una de las 197 provincias del Perú.
– ¿Le interesa concertar?
–Por supuesto, pero no podría hacerlo con alguien que viola los derechos humanos. Imposible. Hay temas que para mí son centrales, como la visión democrática del país. Si una persona no está comprometida con el proceso democrático y se quiere unir contigo, eso va a terminar mal. No se trata de juntarse con cualquiera para ganar, sino de concertar para construir una base sólida que le permita al Perú crecer.
– ¿Los partidos han dejado de ser escuela?
–En efecto. Los partidos tienen que volver a ello. Lamentablemente, con la muerte de Víctor Raúl Haya de la Torre y tras el retiro de Héctor Cornejo Chávez los partidos se convirtieron en clubes electorales y perdieron su posibilidad de formar cuadros. Hoy se preocupan más por las encuestas que por mirar al Perú en serio. En estos cinco años, los partidos no le dieron tregua al gobierno de Toledo.
– ¿Se equivocaron?
–Pienso que sí. Todos los gobiernos han de tener, por lo mismo que fueron elegidos por el pueblo, un período para que desarrollen su programa. Si cometen un error grave, hay que salir al frente. La tregua vale en la medida en que no se vaya en contra de la convivencia de la Nación.
– ¿Le hubiera gustado presidir el Consejo de Ministros?
–No estuvo en mis planes esa posibilidad. Trato de estar seguro de lo que hago para no arrepentirme de la forma como actúo. Mi afán en estos momentos es decirle al país que no puede dejarse llevar de las narices por aquellos que desean que los peruanos elijan entre tres aspirantes: Flores, Humala y García.
– ¿Los medios de comunicación son cómplices?
–Así como los políticos tienen responsabilidad por fortalecer la democracia, el periodismo debe asumir lo mismo para darle curso al sistema y mostrar opciones importantes.
– El diario Liberación cumplió un papel importante en la transición hacia la institucionalidad, ¿por qué no continuó?
–En primer lugar, porque la situación cambió. Fuimos el único medio que criticó a Fujimori, mientras los demás diarios callaban o hablaban a media voz. Después, César Hildebrandt se alejó para ir a la televisión.
– ¿Por qué no les pagaron sus honorarios a los periodistas?
–En ningún caso hubo de parte de los administradores de la empresa aprovechamiento o interés por quedarse con nada. Fui una persona que siempre aportó para que se solucionaran los problemas en la medida de lo que se podía. Hay muchas empresas que fueron conducidas de buena fe y que por razón de la circunstancia económica no siguieron adelante. Nosotros luchamos contra la dictadura y apostamos por el proyecto.
– ¿Un posible gobierno de Fuerza Democrática privatizará Sedapal?
–No, eso está claro.
– ¿Firmará la Convención del Mar?
–Tampoco. Creemos que la riqueza ictiológica del país y las posibilidades de desarrollo marino son algo que hay que cautelar.
– Entonces, comparte la posición con Alan García.
–O Alan García la comparte conmigo.
– ¿Privatizará los puertos?
–Opinamos que los puertos, como parte de la infraestructura estratégica del país, tienen que desarrollarse con capital privado. Pero no creemos que éstos deban pertenecer a miembros de una nación con la que aún tenemos constantes discusiones sobre distintos temas que afectan nuestra propia seguridad nacional. Por eso, hemos dicho que los capitales chilenos no deben ingresar a los puertos peruanos.
– ¿Qué hará después del 9 de abril?
–Prepararme para la segunda vuelta electoral.