Peru Election 2006

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Interview with Ollanta Humala

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In this interview with Peru 21, Ollanta Humala puts distance between the statements made by his parents and his political project.


Entrevista .21: “No voy a gobernar con mi familia”
Por Patricia Quispe V.
Peru 21, 26 de marzo del 2006

Al comandante EP (r) Ollanta Humala lo irrita hablar de su familia tanto como lo incomoda reconocer que parte de su protagonismo político se lo debe a su hermano Antauro, con quien lideró el levantamiento de Locumba a finales del régimen fujimorista, y de cuya imagen trata ahora de desprenderse. En diálogo con Perú.21, el candidato presidencial por Unión Por el Perú fundamenta también la base ideológica de su agrupación, que aglutina postulados tan antagónicos como el marxismo y el pensamiento de Haya de la Torre.
– En su mensaje a la nación reconoce el camino trazado por Víctor Haya de la Torre, quien era anticomunista, y José Carlos Mariátegui, que fue marxista. Ambos defendieron postulados antagónicos, ¿no es una contradicción?
– No, porque nosotros no somos ni comunistas ni apristas, somos nacionalistas. La construcción de la identidad nacional está necesariamente marcada por la vida y la obra de estos dos líderes importantes, con una visión antiimperialista, por el lado de Haya de la Torre, y con una visión de reivindicación de sectores sociales, por el lado de Mariátegui. Ambas visiones han estado históricamente excluidas de todo proyecto de gobierno.
– ¿Con qué puntos del pensamiento de Haya de la Torre coincide?
– Fundamentalmente, la posición antiimperialista me parece importante. También el tema de rescatar a sectores sociales, no necesariamente como el proletariado, y el de levantar las banderas de la juventud, que debe integrarse en la problemática del país.
– Pero en Haya de la Torre hubo un viraje en su pensamiento, desde la etapa inicial de El antiimperialismo y el Apra, hasta su libro posterior Treinta años de aprismo. ¿Con qué fase se identifica Ud.?
– Lo considero la base primigenia del Apra (El antiimperialismo y el Apra), pero más que del Apra, la base primigenia de un proyecto de cambio con sentido social. El mismo Haya de la Torre cambia. En El antiimperialismo y el Apra habla al principio de su tesis en contra del imperialismo norteamericano, reflexiona y después saca el término, y habla simplemente de una posición antiimperialista. Si Haya de la Torre viviera militaría en el Partido Nacionalista.
– Sus declaraciones enojarán a los compañeros.
– No creo, porque ellos lo saben bien. Las bases apristas en el norte muchas veces no se sienten representadas por su dirigencia.
– ¿Y en el caso de Mariátegui, que fue un marxista convicto y confeso, con qué puntos concuerda?
– En los Siete ensayos de Mariátegui, cuando habla del problema del indio, por ejemplo. Es un cambio importante en una sociedad semicolonial en la que el tema de los sectores sociales no pasaba por la cabeza de las viejas oligarquías. Es un tema fundamental el de la condición social de exclusión en que vivían las mayorías étnicas que estaban en la semiesclavitud gracias al poder de los gamonales.
– Mariátegui planteaba la lucha de clases y el socialismo, ¿está de acuerdo con esos postulados?
– En la medida que incluye a las grandes mayorías sociales es importante rescatar esas afirmaciones del socialismo. En cuanto a la lucha de clases, es evidente que en la historia ha habido esa confrontación. El error está tal vez en copiar modelos de otros países, ese es el error de los políticos tradicionales y de las corrientes comunistas en el Perú, que han hablado del proletariado en un momento en que ese proletariado no era un bastión sólido.
– Ud. habla mucho de nacionalismo, pero ese es un término abstracto. ¿Qué es exactamente lo que debemos entender como nacionalismo?
– Como una respuesta al modelo económico neoliberal que ha fracasado, no solo en el Perú sino en la región latinoamericana. El nacionalismo es la defensa de la nación, la recuperación de la soberanía y la corriente que garantiza que el empleo de los recursos de la nación será prioritariamente para los nacionales.
– Un nacionalismo que recoge un poquito de Haya de la Torre, de Mariátegui, de Basadre. ¿No corre el riesgo de tener una ensalada ideológica sin una definición precisa?
– Recogemos sus obras en lo que han sido las reivindicaciones sociales. No, no creo (que se corra ese riesgo), creo que estamos en construcción, y es lo mejor que puede pasar, construir una doctrina propia y no una doctrina importada.
– ¿Admite que el Partido Nacionalista está en proceso de construcción?
– No, sí está consolidado, por eso somos la primera fuerza a nivel nacional, pero la doctrina está en permanente evolución. La mayoría de partidos en el Perú no tiene ideología, y los pocos que tienen una ideología rescatable tienen el problema de no renovarla.
– En su mensaje cita también un poema de Javier Heraud, un guerrillero que se enfrentó al orden establecido que militares como usted han defendido. ¿No hay también ahí una incoherencia?
– No, no la hay, porque Heraud es un intelectual que guiado por sus ideales se alza contra un régimen oligárquico con el que no estaba de acuerdo. Cuando hablo de Heraud hablo de su poesía, no veo cuál sería la contradicción.
– Usted ha definido lo que entiende por nacionalismo, pero Hitler también se declaraba nacionalista y fundó el Partido Nacional Socialista.
– La diferencia es que el nacionalismo históricamente surge como una evolución a partir de la formación de los estados nacionales frente a los estados monárquicos. Nosotros no somos esa exacerbación de un nacionalismo imperialista que era el nacional socialismo de esa época, somos un nacionalismo reivindicativo.
– Un nacionalismo que, según su madre, nace en el etnocacerismo.
– Ante esa posición le pongo la de mi primo, quien dice que no ha nacido del etnocacerismo. Por qué tenemos que banalizar esta conversación sobre temas que…
– Toma usted distancia del etnocacerismo entonces.
– Por qué tenemos que banalizar la conversación con declaraciones de una persona que no pertenece al partido, ella es mi madre. Por qué no me pregunta qué dice mi abuelita o qué dice mi tía, por qué tenemos que tratar de desinformar a la población y decir que este no es un proyecto nacional sino un proyecto de familia.
– Pero eso no lo dice la prensa sino su madre, que ha dado declaraciones que lo involucran.
– A mí no me involucran, y Ud., como todos los medios, sabe bien que hay una separación ideológica entre Ollanta y el resto de la familia Humala. No puedo responder por las afirmaciones de algún familiar mío. He dicho: ‘mi familia ahora es el pueblo peruano’. A ningún Humala lo he presentado en la lista parlamentaria, porque no quiero que se mezcle el proyecto nacional, ni siquiera que se pueda pensar que es un proyecto familístico (sic), eso lo rechazo de plano. Y, por favor, pido que respeten a mis padres, los quiero, pero ideológicamente no pertenecen al partido ni van a ser ningún tipo de influencia cuando lleguemos a ser gobierno; ellos tienen su discurso político que es diferente al mío.
– Su madre dice que Ud. le comentó que quería cumplir el sueño de su padre: tener un hijo militar para llegar al poder mediante un golpe, ¿fue así?
– Le pediría que centremos bien la entrevista, no acepto que me quiera poner en entredicho con mi padre o con mi madre; le pediría en ese sentido más seriedad.
– Nosotros no buscamos enfrentarlo con sus padres.
– Es como si yo le dijera: ‘Su madre dice que usted usaba pañales hasta los 10 años, ¿usted qué opina de eso?’. ¿Cómo puede hacerme una pregunta para buscar un enfrentamiento con mi padre y mi madre? ¡Por favor, no voy a enfrentarme a ellos! Para mí es un tema familiar y está cerrado, no tengo por qué asumir ni responder a esas afirmaciones y, en todo caso, son mis padres y puedo ir a la casa y hablar con ellos.
– ¿Si no hubiera tenido que alejarse de la vida militar y hubiera sido exitoso el levantamiento de Locumba, este habría derivado en un golpe de Estado?
– No, yo creo que el levantamiento militar fue exitoso porque contribuyó a la salida de Fujimori. La única institución que mantenía al régimen de Fujimori era la Fuerza Armada. El levantamiento del 29 de octubre de 2000 en Locumba rompió esa viga que sostenía el régimen, y se mantuvo durante casi un mes por las alturas de Tacna, Moquegua y Arequipa con el apoyo de la población, y en un momento hasta de seis mil reservistas.
– Y ahí estuvo con Antauro.
– No solo con él sino con miles de reservistas.
– Posteriormente, su hermano lanzó una publicación que llevaba su nombre y lo voceó como candidato presidencial en calles y plazas. ¿Su ingreso a la política y el lugar donde está ahora no se los debe en gran parte a él?
– Es una percepción. Mi opinión es que Ollanta Humala fue conocido el 29 de octubre de 2000, ya era una figura pública, y por las acciones que realicé creo que me gané por lo menos el derecho a participar en política con nombre propio. Evidentemente mi hermano utilizó mi nombre cuando le pone ‘Ollanta’ a su quincenario y hace una prédica política. El proyecto nacionalista ha cuajado gracias al trabajo de muchos dirigentes de base, y si algo hay que reconocer a las diferentes facciones lo agradezco, pero no podemos decir que gracias al etnocacerismo surge el nacionalismo. No creo que si no hubiera habido etnocacerismo o la prédica del periódico ‘Ollanta’ no hubiera habido nacionalismo, yo lo rechazo.
– ¿Cuando habla de reconciliación nacional en su mensaje piensa en la amnistía para su hermano Antauro?
– No. Lo que pienso es que la reconciliación nacional debe pasar por el resarcimiento moral y material de todas las familias afectadas por la subversión, y debe incluir también un plan excepcional de reactivación económica en las comunidades golpeadas por el terrorismo; pero eso no pasa por soltar a cabecillas de agrupaciones que han sido las causantes de una de las mayores épocas de violencia en nuestra historia republicana, eso no pasa por mi cabeza. Rechazo ese tipo de afirmaciones venga de quien venga.
– ¿Descarta también la amnistía para Antauro?
– Nadie está por encima de la ley, ni siquiera yo, todo tiene que pasar por un proceso.
– ¿No ha sido un costo muy alto, a nivel personal, su ingreso a la política?
– Hemos asumido los costos que hemos tenido que asumir para imprimir organización y disciplina a este proyecto. Dentro de ese trabajo duro, Ollanta Humala no se ha casado con nadie, tal es así que -como se dice en el argot criollo- me he tenido que tirar a la espalda a la familia. Mucha gente ha creído que este proyecto era una agencia de empleo y, por derecho, un trampolín al Parlamento. Si eso ha causado separaciones familiares no tengo ningún inconveniente en asumir ese costo, mi compromiso es con el país, no con mi familia; para mí, en este caso, la familia es irrelevante.
– ¿No se arrepiente de eso?
– No, no me arrepiento, ideológicamente mi familia es el pueblo peruano.
– ¿No teme que en un gobierno nacionalista su familia se convierta en un lastre, como le ocurrió a Toledo?
– He dicho que el tema de mi familia para mí está cerrado y solo por consideración le digo que no hay nada más ajeno a la realidad porque yo no voy a gobernar con mi familia. La familia Humala no va a tener ninguna injerencia en lo que es un gobierno nacionalista, nosotros vamos a gobernar sobre la base de instituciones, de gente capaz, sin discriminaciones de género, porque también ahora dentro de la guerra sucia quieren tildarme de homofóbico y yo no lo soy. ¡Semejante barbaridad en pleno siglo XXI! Lo que digan mis padres es de ellos, ellos no postulan a nada, no son parte del partido, no son parte del proyecto, y en un gobierno nacionalista no van a ser parte del gobierno.

Written by Michael Ha

March 26th, 2006 at 10:16 am

Posted in Political Parties

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