Peru Election 2006

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Pedraglio on the next congress

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Un caballo de Troya de color naranja
Santiago Pedraglio
Peru 21, 26 de marzo del 2006

Diversas voces se preocupan por el alto porcentaje de intención de votos que recoge Ollanta Humala. Muy pocos se alteran, mientras tanto, de que los aspirantes fujimoristas al Parlamento hayan obtenido el 12% en la última encuesta de Apoyo (20.3.06, voto válido). Este dato significa que el nuevo Congreso probablemente deba sufrir a 15 o 20 de ellos, pues la valla electoral (4%) eliminará las votaciones de los partidos pequeños.
Respecto a la superioridad numérica de los simpatizantes de Humala, a menudo se escucha -y se lee- como explicación la preeminencia de una actitud irreflexiva y hepática entre el electorado. Se especula también sobre un supuesto vínculo entre niveles de educación y votantes: por Humala votarían los menos instruidos; por Lourdes Flores, los otros. Esto puede o no tener algo que ver con la realidad. Sin embargo, es irrelevante. ¿Qué sentido tiene establecer tales segmentaciones? Ninguno. Para demostrarlo, basta recordar que el apoyo que recibió Fujimori en 1995 y el 2000 provino de impulsivos e ilustradísimos tanto como de reflexivos e indoctos. Por lo demás, ¿por qué cuando, no hace mucho, Lourdes Flores obtenía la más alta preferencia en el sector “E”, no subrayaban los “rasgos negativos” de este sector, como la poca instrucción o el supuesto carácter irreflexivo?
Mejor haríamos en ganar tiempo y reconocer que lo grave es que la política peruana sigue contaminada por el estilo que se instaló durante el fujimorismo. Porque si bien es cierto que para explicar el origen del autoritarismo y de la democracia sin ciudadanos hay que remontarse a los albores de la República, también lo es que el bailoteo político y el uso y abuso de la cháchara sobre el orden, la pena de muerte, los jueces sin rostro y “la lucha contra los partidos tradicionales” son la punta del iceberg de una herencia que lleva impresa el sello inconfundible del reciente pasado fujimorista.
Si la llamada Alianza por el Futuro llega a tener más de quince parlamentarios, su peso relativo será mayor que el del Frente Independiente Moralizador durante el gobierno de Alejandro Toledo. Es decir, su influencia podría resultar significativa. Y es obvio que uno de sus objetivos principales será pugnar para que Alberto Fujimori consiga su libertad, y tratar de reivindicar políticamente su gestión personal y su gobierno.
A su estilo, Carlín lo advierte en una caricatura (La República, 18.3.06) en la que aparece la hija del ex mandatario, hoy candidata a parlamentaria: “Soy consciente de que los 800 mil dólares que costaron mis estudios y los de mis hermanos vinieron del bolsillo de los peruanos, y por eso quiero ir al Congreso”, dice ella. “¿Para retribuirnos con su trabajo?”, le pregunta su bien intencionado interlocutor. “No. Porque quiero que mis futuros hijos reciban lo mismo que recibí yo”, responde la señora, sonriendo como siempre.
Más allá de la anécdota, la advertencia tiene que ver con el manejo que se instauró en esas décadas: “señoras y señores, tengo el poder y lo organizo de modo que pueda hacer lo que yo quiera”. Debido a la situación actual de ese sector político, no será así exactamente; pero es un hecho que la parcela que obtengan la utilizarán para seguir sembrando a su favor algo muy distante de lo que conviene a la democracia.

Written by Michael Ha

March 26th, 2006 at 1:55 pm

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