Dangerous Liaisons: Ollanta Humala’s Relations with the Montesinos Mafia
According to La Primera, Ollanta Humala has connections with a number of members of the mafia of Vladimiro Montesinos. These include Oscar Lopez Meneses, who supports Humala from prison, and has met with members of Humala’s graduating class. La Republica profiles Adrian Villafuerte Macha, who is part of the Humala campaign team and served under Cesar Saucedo, part of the Montesinos mafia. A piece in Agenciaperu.com makes the Humala uprising in October 2000 look like a bit of a tragi-comedy. It suggests the rebellion was carried out with the connivance of senior officers linked to Montesinos.
Promoción de Ollanta visita a hombre del Doc
Varios de sus compañeros lo han ido a ver al penal San Jorge entre el año 2005 y el 2006.
La Primera, 4 de abril del 2006. Por Catherine Lanseros
El clarinazo de alerta lo dio Fernando Olivera, líder del FIM, en una entrevista que publicáramos el pasado 20 de marzo. Cuando se refería a que no era casualidad que Vladimiro se haya fugado en el velero Karisma a la misma hora que Ollanta Humala se sublevaba en Locumba.
Olivera mencionó que Óscar López Meneses –preso y procesado en los juzgados anticorrupción– sabría toda la verdad sobre la supuesta relación entre Montesinos y Humala.
El mismo día que publicamos esa entrevista, un interno del penal San Jorge llamó a La Primera e informó que el domingo 19 de marzo López Meneses había repartido en el penal los polos rojos del partido de Ollanta, dato que publicáramos y que el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) comprobó.
Según nuestras fuentes, aunque en la requisa que hicieron no se halló ningún polo de esos, sí se supo que las prendas fueron repartidas entre los trabajadores del penal, que ese mismo día se las llevaron a sus casas.
Pero ese misterioso reo nos dijo más. Señaló que gente vinculada a Ollanta Humala visitaba en San Jorge a Óscar López Meneses.
Entonces La Primera buscó la relación de visitas a López Meneses, la comparó con nombres de gente del entorno de Ollanta Humala y encontró varias coincidencias que llaman la atención poderosamente.
La Promoción
El hoy comandante EP (r) Ollanta Moisés Humala Tasso egresó en el año 1984 de la Escuela Militar de Chorrillos, y con él cerca de 200 nuevos oficiales más. Su promoción tomó el nombre de “De los héroes de Pucará y Marcavalle”.
La Primera ubicó la lista de la promoción de Ollanta en el archivo del Centro de Estudios Históricos Militares y la comparó con la relación de visitas que ha recibido en el pabellón de observación del penal San Jorge el interno Óscar López Meneses en los últimos años, hallando varias coincidencias.
López y sus visitadores
Según el reporte de visitas elaborado por el Inpe, el interno Óscar López Meneses recibió, en el año 2005, y luego entre enero y marzo de este año, la visita de Alfonso Núñez Fernández, miembro de la promoción de Ollanta Humala.
También figura como visitante de López Meneses en las mismas fechas –año 2005 y entre enero y marzo del 2006– Oswaldo Zapata Corrales, otro que estudió cuando cadete con la promoción de Ollanta Humala. Fue ascendido en enero de 2005 al grado de teniente coronel de infantería. Llevó un curso de comando de Estado Mayor en el año 2000.
En el caso de Zapata Corrales, cabe destacar que en el año 1992 estuvo asignado entre las bases de Campanilla y Punta Arenas, en el Alto Huallaga, cerca de Madre Mía, donde estuvo ese mismo año Ollanta Humala.
Además, en el Informe Final de la Comisión de la Verdad, dentro de la relación de militares procesados por tráfico ilícito de drogas (TID) entre los años 1992 y 1995, aparece Zapata Corrales, quien fue investigado en 1994 por estar presuntamente involucrado en el caso Vaticano.
Un tercer miembro de la promoción del hoy candidato a la Presidencia por el partido de la olla que visitó a López Meneses es Andrés Rosas Cabrera. Según el reporte del Inpe, ocurrió en el año 2005. En el año 2000 Rosas llevó el mismo curso de comando de Estado Mayor que Zapata Corrales.
Los hermanos
Otra visita que recibió Óscar López Meneses en el año 2005 es la de Víctor García Panta, militar y hermano de Rafael Roberto García Panta, miembro de la promoción de Ollanta Humala, que acaba de ser ascendido por el Ejército a coronel de artillería en octubre pasado.
Por otro lado, entre las visitas recibidas por López Meneses también figura el nombre de Griar Alva Infante, ciudadano que según constatamos en el Reniec no existe, así que probablemente el digitador encargado de transcribir las visitas del cuaderno a la relación computarizada del Inpe haya cometido algún error.
Mencionamos este caso porque en la promoción de Ollanta hay un militar con los mismos apellidos y es César Augusto Alva Infante, quien ha sido ascendido de mayor a teniente coronel de infantería este año.
Lo curioso de todas estas visitas es que ocurren a partir del 2005, cuando Ollanta Humala es pasado al retiro y retorna al Perú, procedente de Seúl, su último destino como agregado militar.
Rospigliosi
Consultado por La Primera, el ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi dio su opinión sobre este tema. “Esta información refuerza otras ya destacadas por periodistas de investigación, en el sentido de que existen fuertes vínculos de Ollanta Humala con la mafia de Montesinos.
En el caso de López Meneses, él es un operador de esa mafia y ha seguido manteniendo actividad desde la cárcel. En ese sentido, creo que está claro el vínculo de Ollanta con gente de su promoción y gente de artillería del Ejército, que era también del arma de Montesinos.
La sociedad, consciente de las implicancias que tendría el retorno del montesinismo o el militarismo en el Perú, debería movilizarse. ¡Cómo es posible que haya gente diciendo que eso no tiene importancia, que es igual en todos los partidos!
El grupo de Humala está vinculado con militares montesinistas y eso no ocurre en otros partidos”, señaló Rospigliosi. Preguntado sobre si esto traería corrupción militar, el ex ministro manifestó que “Ollanta ha dicho que hará grandes gastos en compra de armas y eso será fuente de corrupción, como ya ocurrió.
Es un mecanismo que hoy usa Chávez en Venezuela para controlar a las Fuerzas Armadas y tenerlas como sostén de su poder, antes lo hizo Montesinos y lo haría Humala seguramente”.
Tío de Humala dice que coronel montesinista organiza las giras
La República, 4 de abril del 2006. María Elena Hidalgo. Unidad de Investigación.
CONFIRMACIÓN
• Manuel Zerillo Bazalar, candidato de UPP, habla del papel que cumple el coronel retirado Adrián Villafuerte Macha en el comando de campaña.
• Señala que Villafuerte es compañero de promoción de su hermano, el coronel en actividad Jorge Zerillo.
El empresario pesquero Manuel Zerillo Bazalar, candidato con el número 35 en la lista al Congreso de UPP, reconoció que es miembro de la familia de Ollanta Humala Tasso. Admitió también que su hermano, el coronel del Ejército Jorge Zerillo Bazalar, es compañero de promoción del coronel EP (r) Adrián Villafuerte Macha, ex secretario personal del general montesinista César Saucedo Sánchez y actual integrante del comando de campaña de Ollanta Humala, como reveló La República (28/03/06).
Entrevistado junto a su esposa, Raquel Tasso Clímaco, prima hermana de Helena Tasso Heredia, madre del candidato presidencial de UPP, Manuel Zerillo señaló que es uno de los financistas del semanario La Olla, y que la publicación pertenece al partido humalista.
“¿Qué papel desempeña el coronel Adrián Villafuerte en el partido?”, se le preguntó a Manuel Zerillo, dueño de tres embarcaciones pesqueras en Huacho.
“Villafuerte es promoción de mi hermano Jorge. Estudiaron juntos en la Escuela Militar de Chorrillos. Villafuerte está en el partido, es retirado del Ejército (le dieron de baja en el 2000 cuando cayó la dictadura de Fujimori). Mi hermano no porque está en actividad. Efectivamente, Villafuerte forma parte del comando de campaña”, respondió Zerillo.
Respecto de la función específica de Villafuerte Macha, el candidato humalista reveló que el ex militar tenía una actividad trascendental dentro de la organización: “Es el encargado de ver el recorrido que seguirá en la campaña Ollanta Humala, como seguridad. Se encarga de las giras”, dijo.
Cuando se le preguntó a Manuel Zerillo si el partido humalista conocía de los antecedentes de Adrián Villafuerte, quien entre 1997 y 2000 fue el secretario personal de César Saucedo cuando este fue ministro del Interior, ministro de Defensa, comandante general del Ejército y jefe del Comando Conjunto, el candidato al Congreso contestó: “Yo, la verdad es que desconozco todo eso”.
Retrato de familia
“¿Su hermano el coronel Jorge Zerillo es parte de la campaña?”, se le preguntó. Aceptó que mantiene contacto con el militar y que se interesa en su carrera política.
“No, no participa en el partido. Él se dedica a su trabajo”, expresó Manuel Zerillo. El coronel Jorge Zerillo labora en la Dirección de Personal del Ejército (Dipere), de donde se perdieron los legajos de Ollanta Humala, en el Pentagonito. “Él es coronel del Ejército y todavía está en actividad. Vive en Chorrillos y me llama y conversamos. Me pregunta cómo va mi campaña, pero él no participa activamente”, precisó.
Jorge Zerillo y Adrián Villafuerte son miembros de la 81a Promoción “Coronel Mariano Aragonés”, a la que también pertenece el general EP (r) Benigno Cabrera Pino, quien actuó como jefe del Batallón N° 313 de Tingo María en 1992, cuando Ollanta Humala estaba al mando de la Base Contrasubversiva de Madre Mía. Fue Cabrera quien en la foja de servicios de Humala escribió que este había tenido una actuación brillante. El candidato Manuel Zerillo afirmó que no conocía a Benigno Cabrera.
Zerillo y el partido por dentro
La relación entre Ollanta Humala y Manuel Zerillo es de tío a sobrino. “Mi esposa, Raquel Tasso Clímaco, es prima hermana de Helena Tasso Heredia, la mamá de Ollanta. Nosotros siempre hemos tenido una cercanía. Cuando Ollanta decidió dar el paso de postularse a la presidencia en el 2005, conversamos y decidí apoyarlo”, relató el candidato.
Raquel Tasso, esposa de Manuel Zerillo, explicó el parentesco: “El papá de Helena Tasso era mi tío. Era hermano de mi papá. Por eso Helena es mi prima hermana y Ollanta viene a ser mi sobrino”.
Ollanta Humala nunca había mencionado que un miembro de su familia estaba en la lista al Congreso por UPP. Lo cierto es que la presencia de Manuel Zerillo Bazalar fortalece su relación con el coronel EP Jorge Zerillo, el coronel EP (r) Adrián Villafuerte y el general EP (r) Benigno Cabrera, todos integrantes de la misma promoción.
Manuel Zerillo asegura que en ningún momento Ollanta lo invitó a candidatear. “Para él fue una sorpresa. Yo lo apoyaba porque me gustaban sus ideas. Comencé a hacer pintas, repartir volantes. Y como aquí no se había pensado en un candidato del partido por Huaura, las bases me propusieron y salí elegido”.
Datos
FONDOS. Cada candidato entregó 10 mil soles al partido para financiar la campaña, según Manuel Zerillo.
ALQUILER. Los comités de campaña de Ollanta Humala en el Norte Chico funcionan en locales alquilados por Manuel Zerillo.
NEGOCIO. Manuel Zerillo y su hermano el coronel EP Jorge
Zerillo son accionistas de una de las tres empresas pesqueras del primero.
La verdadera historia del levantamiento de Locumba
Nuevos testimonios develan detalles ocultos de rebelión de Humala del año 2000
Escribe Graciela Villasis
Agenciaperu.com
03 de abril del 2006http://www.agenciaperu.com/investigacion/2006/abr/locumba.html
Agenciaperu.com ha recogido los testimonios de Rubiños Lipa Alarcón y Percy Cabana González, dos de los soldados que formaron parte de la tropa que acompañó al ex comandante Ollanta Humala en la aventura sediciosa en Locumba, Tacna, del 29 de octubre del 2000.
Esta es la primera vez, que ambos dialogan con un medio de comunicación, y lo hacen para revelar detalles inéditos de lo que ocurrió en la asonada que lanzó a la fama al ahora candidato presidencial.
Cinco años después, sus recuerdos nos permiten develar que en el levantamiento de Locumba habrían participado oficiales vinculados al entorno más cercano de Vladimiro Montesinos: los generales Abraham Cano Angulo y Carlos Bardales Angulo.
Como se recuerda, la carrera política del ex comandante Humala y su hermano Antauro comenzó hace cinco años, cuando ambos decidieron levantarse en Locumba, para protestar contra el régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, que se acababa de derrumbar.
DÍA UNO, 29 DE OCTUBRE
La madrugada del 29 de octubre del 2000 el entonces comandante Ollanta Humala Tasso ordenó a su tropa, de aproximadamente 60 soldados, abandonar el cuartel Arica en Locumba.
Uno de los soldados que participa de aquel “levantamiento”, Rubiños Lipa Alarcón, declaró sobre estos hechos a agenciaperu.com: “Éramos tres promociones, tres baterías las que salimos. La batería ‘Comando’, batería ‘Bravo’ y ‘Charlie’. La batería ‘Alfa’ no salió”.
Lipa Alarcón rememora aquellos tiempos de incertidumbre: “No sabíamos lo que íbamos a hacer, pero salimos del cuartel para hacer una especie de marcha de campaña o patrullaje en un lugar llamado Alto Alianza, según lo que me dijeron los suboficiales y las órdenes que recibimos. Nada más”.
Veinte minutos después de iniciado el trayecto, cerca al poblado de Camiara, en Tacna, la comitiva hizo un alto. Ollanta Humala les presentó a los soldados a su hermano, el mayor en retiro Antauro Humala, y les informó sobre los verdaderos planes que ejecutarían esa noche.
Pero aquella no se trataba de una marcha de campaña más, sino de una rebelión. Humala los había engañado. En palabras de Rubiños Lupi: “Sólo nos dijo que subamos al toque al vehículo, que subimos, subimos lo que es municiones y víveres. No nos dijo la verdad”.
Agenciaperu.com recogió también el testimonio, inédito hasta ahora, del soldado Percy Cabana. Cabana aseguró que el ahora candidato presidencial “nos dijo que íbamos a reformar el Perú con todas las ideas que él tiene, que él que quiere que me acompañe o se quede”.
A diferencia del resto de sus compañeros, Percy Cabana fue el único soldado que conoció con dos horas de anticipación algunos detalles sobre el levantamiento que había planificado su ex comandante. Por eso, su testimonio resulta más que revelador, no sólo porque, además, él fue el chofer personal de Ollanta Humala, sino porque era un hombre que gozaba de toda su confianza.
El testimonio de Percy Cabana desbarata la versión que Ollanta Humala ha repetido todos estos años: que su levantamiento fue en protesta contra el gobierno de Fujimori y Montesinos.
Cabana recuerda que ningún oficial quiso apoyar a su ex comandante en la rebelión, y que por eso no le quedó más remedio que engañar a su tropa de soldados Él sabía perfectamente que ellos eran los únicos que no contravendrían sus órdenes. “Me lo dijo (lo de la rebelión) dos horas antes (…) Creo que lo sabían varios oficiales de su unidad. Pero estuvieron conversando, se reunieron, bueno había un mayor, no me acuerdo, un capitán Isla, teniente, oficiales. El comandante (Humala) les comunicó a todos sus oficiales que creían en él. Pero a la hora ni uno de ellos, ni uno, estuvo”, afirma.
“Yo me fui a buscarlos a toditos. Me fui con la Wrangler a buscarlos, de acá, para allá. Fui a buscar a los oficiales pe’, para que vayan”, agrega.
En esos días, el jefe de la Sexta División Blindada y jefe del cuartel Arica, era el general Carlos Bardales Angulo, uno de los oficiales que gozaba de toda la confianza de Montesinos. Bardales es recordado por haber firmando la famosa acta de sujeción de Montesinos.
Todos los fines de semana el general Bardales se trasladaba a Tacna. Sin embargo, el día del levantamiento, el domingo 29 de octubre, Bardales se quedó en el cuartel. Ese domingo, en la madrugada el general se dio por notificado del levantamiento y decidió el mismo ir detrás del comandante rebelde.
Agenciaperu.com habló sobre el tema con el general Eduardo Fournier, ex jefe del departamento Contrasubversivo del SIN. Fournier indica: “La gente se sonríe cuando preguntan cómo el general va detrás de un comandante, de un soldado, para decirle ‘por favor regresa, no seas malo, no hagas eso’. Si tuvo la intención de persuadirlo, debió enviara otros elementos. Él no debió ir”.
Los soldados refieren que escucharon al general Bardales intentando disuadir a Humala. El ex soldado Rubiños Lipa declaró: “Se acercó el vehículo del general Bardales con el coronel Chaparro Beraud, y le dijo al comandante (Humala) que detenga esto, qué por qué estaba haciendo esto”.
“Lo que yo llegué a ver es que él (Humala) agarra, no sé cómo, y llega a sacar el revólver del coronel Chaparro, porque apareció con un revólver el comandante Humala, y le dijo que no iba a desistir, y lo apuntó al coronel”, añade.
Pero lo que ocurrió después revelaría que todo se trató de un montaje, una puesta en escena, una actuación para la tropa. Percy Cabana aseguró que vio a Bardales conversando con Humala, quien luego “lo invitó a ser líder de la revolución. Creo que el general no aceptó, pero estaba con nosotros”.
El general que supuestamente se fue a detener al comandante insurrecto se dejó secuestrar. El soldado Cabana lo recuerda muy bien, porque él fue quien manejó la camioneta que después transportó al general Bardales durante dos días:
¿Siente que el general Bardales, a su juicio, estaba secuestrado?
No estaba secuestrado. Por su propia voluntad estaba ahí.
¿En esa camioneta quiénes iban?
Atrás estaba el general Bardales, adelante estaba un suboficial, atrás estaba un soldado junto con el general Bardales.
¿Estaba tranquilo el general?
No. Estaba asustado.
¿Estaba en el carro que tú conducías?, ¿cuánto tiempo estuvo con ustedes?
Algo de dos días.
¿Cuánto tiempo los acompañó el general Bardales?
Todo ese día, toda esa tarde, toda la noche hasta el otro día casi hasta el oscurecer.
Mientras la mayoría de soldados pensaba que habían secuestrado al general Bardales, Percy Cabana escuchaba una versión distinta: él afirma que Ollanta Humala “había invitado” al general Bargales “a ser líder de la revolución, o de lo que estaba haciendo, por lo tanto nos iba acompañar (…) Hasta Calacoa”.
Así es. Ollanta Humala le mintió a su tropa. Primero, los convenció de rebelarse contra los abusos del general Bardales. Luego, inexplicablemente, invitó al mismo general que los explotaba a liderar su revolución.
Con Bardales a bordo, la expedición continuó su trayecto hacia el asiento minero de Toquepala, en busca de provisiones. Rubiños Lipa recuerda: “Ahí nos dio temor, casi todos decían que nos iban a atrapar otras unidades de otros cuarteles, y mi amigo, en su radio, escuchaba que habían salido otras unidades de Arequipa a buscarnos, a los remanentes de Locumba”.
A las 5:45 de la mañana del 29 de octubre, el comandante Humala tomó por asalto parte de las instalaciones de la mina de Toquepala, donde permaneció siete horas. En el ínterin exigió víveres para sus hombres y tres vehículos, con sus respectivos choferes, quienes se convirtieron en sus rehenes durante algunas horas.
Antes, desde la oficina de Asuntos Internos, Ollanta Humala llamó por teléfono a Radioprogramas para leer una proclama y exigir la renuncia de Alberto Fujimori a la Presidencia.
Rubiños Lipa Alarcón asegura que los integrantes de la tropa que inicialmente acompañaba a Humala “empezaron a desertar de a pocos. Desde Toquepala comenzaron a desertar. Primero los reenganchados, los soldados, luego seguía yo”.
Calacoa fue el último paradero de Lipa Alarcón y otros soldados más que decidieron, antes de las veinticuatro horas, desertar de una rebelión a la que los habían arrastrado. Sólo el leal Percy Cabana acompañó a su comandante hasta el final.
Cabana indica: “Los helicópteros ya nos estaban correteando. Fue ahí donde la gente se asustó, los soldaditos se asustaron. De ahí, otra vez, les dijo el comandante. Les volvió a decir si quieren váyanse”.
Un mes antes de su revolución, el propio Fujimori había anunciado el recorte de su mandato presidencial y convocado a nuevas elecciones.
A las 10:52 de la mañana de ese mismo día, Vladimiro Montesinos fugaba en el velero Karisma. Antes, había llamado desde su celular 9970 8099 al Fuerte Arica, y por la tarde volvió a comunicarse tres veces más al cuartel del que había salido Humala concentrando la atención de la prensa.
DÍA DOS, 30 DE OCTUBRE
Al segundo día de la rebelión quedaron sólo 14 de los 60 sublevados. Ya había amanecido, y el contingente al mando de los hermanos Humala decidió separarse. Ollanta se dirigió hacia el norte con apenas 7 soldados y el general Bardales; mientras que Antauro se fue hacia el Sur, con tres soldados y un suboficial.
En ese momento entra en escena otro personaje vinculado a Vladimiro Montesinos, se trata del general Abraham Cano Angulo, compañero de promoción de Vladimiro Montesinos y procesado por los delitos de enriquecimiento ilícito en complicidad con el ex asesor. Actualmente, Cano se encuentra con arresto domiciliario.
El general Cano fue el jefe de Ollanta Humala en Arequipa un año antes de la rebelión. En ese año, todo el Ejército sabía del nexo que unía a Cano y a sus hombres con Montesinos.
Consultado por agenciaperu.com, el general Juan Lira Torres, ex jefe de Humala en Huancayo en 1999, indicó que el ahora candidato presidencial trabajó en el Estado Mayor de la región, junto al general Abraham Cano Angulo, a Arequipa. Lira recuerda que el cambio, sorpresivo y sin su pedido, se realizó el 1 de julio de ese año
Según las reglas castrenses, para que Ollanta Humala fuera trasladado a Arequipa debieron haber intervenido el entonces comandante general del Ejército, Javier Villanueva Ruesta (un incondicional colaborador de Montesinos), y el propio jefe de la Tercera Región militar, Abraham Cano Angulo. Ambos están recluidos por ser parte de la red de corrupción.
La relación entre Cano y Humala fue cercana. Al punto que en 1999, Cano calificó a Humala como sobresaliente.
Y fue el propio Cano, jefe de la Tercera Región Militar, quien al segundo día de la rebelión ordena la salida de los helicópteros para buscar a los sediciosos. Su orden fue buscar a los hermanos Humala por tierra y aire. Esta acción se parece mucho a la búsqueda que realizó Fujimori a Montesinos: un show para los medios.
Mientras esto ocurría, el general Bardales, el supuesto rehén, increíblemente se preocupaba porque los hermanos rebeldes tuvieran con qué defenderse. El testigo Percy Cabana recuerda: “El general le decía ‘¿pero, puta, tiene balas?’ Estaba pues mosca, ¿no? (…) Quería que nos podamos defender. ‘Cuidado muchachos, tengan cuidado, tienen balas, ¿no?’”.
La búsqueda falsa, ordenada por Cano, se intensificó. Varias unidades móviles, centenares de soldados y varios helicópteros sobrevolaban el desierto sin poder encontrar a los hermanos Humala y al reducido grupo de soldados que aún los acompañaban.
El general Eduardo Fournier, ex jefe del departamento contrasubversivo del SIN opina: “La zona para el desplazamiento por tierra es muy difícil, es un tanto accidentado, pero limpia, no hay vegetación, de manera que si va un helicóptero puede detectar a la gente que está abajo. Es fácil de ubicar”.
Precisamente, el soldado Percy Cabana cuenta: “Cuando el helicóptero estaba aterrizando, la idea del comandante era tomar el helicóptero. O sea, se cuadró, se bajaron dos soldados, y ahí hubo un griterío. ‘Acá están, acá están’, y al toque corrieron y se fueron, y ahí al toque se alejaron. Ahí fue donde dejamos al general en ese pueblito”.
Alrededor de las 5:30 de la tarde del 30 de octubre, Ollanta Humala decidió dejar al general Carlos Bardales Angulo, el supuesto rehén, en el poblado de Ilabaya. Su decisión fue sospechosa: si el levantamiento hubiera sido real, Bardales hubiera podido servirle como arma de negociación.
Según Percy Cabana, la despedida entre Ollanta Humala y el general fue cordial: “Le dijo hasta luego mi general. ‘Ya nos vemos muchachos’, respondió. Ahí el comandante: ‘hasta luego mi general: yo te voy a mandar la llave y después se la mandó con un caballero’. (…) Y más tranquilo, cuando le dijo ‘usted se queda hasta acá nomás’ se puso a reír”.
El testimonio de Cabana coincide con la investigación que realizó la Inspectoría del Ejército en el 2001, que señaló que la actitud del general Bardales fue muy condescendiente con el comandante rebelde. Por esa razón Bardales fue relevado de su puesto en Locumba.
> REVELADORES TESTIMONIOS ponen al descubierto oscuros propósitos de Ollanta Humala.
DÍA TRES, 31 DE OCTUBRE
Al tercer día, Ollanta Humala abandonado por su tropa y con apenas tres soldados, se vio obligado a dejar sus armas a medio camino. Percy Cabana recuerda aquellos momentos: “Como ya estábamos cansados, me ordenaron enterrar seis rifles, porque los soldaditos ya no podían ni con sus cuerpos”.
DÍA 4, 1 DE NOVIEMBRE
A diferencia de lo que entonces Ollanta Humala contó a la prensa, el levantamiento no terminó heroicamente rindiendo las armas, sino en una confusa huida con su esposa Nadine y su hermano Ulises.
El operativo montado por el general Cano sólo sirvió para que el comandante rebelde contactará con su esposa y su hermano, quienes lo protegieron hasta el final, el 1 de noviembre.
En sus declaraciones a este medio, Percy Cabana, soldado y chofer de Ollanta Humala en Locumba, aseguró que la “revuelta” culminó cuando el ahora candidato presidencial se encontró con su hermano Ulises Humala y su esposa, Nadine Heredia.
Relata Cabana: “De ahí no sé cómo volteo y la mira con su esposa. Yo sólo lo mire a él al señor Ulises y la señora Nadine, primero cómo estábamos disfrazados con nuestras polleras para que no lo reconociera. El comandante se subió con ella en un taxi. Me dijo espérame en tal hotel. Yo me quedé en el hotel”.
Cuando el ex comandante se subió al taxi, terminó la insurrección. “Ellos llamaron al hotel donde estaba y me dijeron que vaya a tal Iglesia. Me acerqué, y la señora pagó el taxi y Nadine sólo dijo gracias”, relató Cabana.
Después de ese encuentro, Percy Cabana no volvió a ver a su ex comandante.
Las imágenes que algunos canales de televisión mostraron, en las que aparecen los hermanos Humala, marchando con campesinos de la zona, corresponden a la segunda parte de lo que fue el levantamiento. Agenciaperu.com conversó con otro reservista, José Segura, quien afirmó que se acopló a ella “cuando ya los soldados no estaban, ya no había ningún soldado cuando yo llegué”.
Mientras Ollanta descansaba escondido junto a su esposa Nadine y su hermano Ulises, Antauro, el más radical de los hermanos, era él único que seguía firme con su rebelión, y durante cinco días logró que nuevos reservistas se unieran a su asonada.
Por ejemplo, el licenciado José Segura, otro de los consultados, cuenta que sólo encontró al mayor en retiro, Antauro Humala liderando la revolución: “Al día siguiente de llegar a Calacoa me encuentro con Antauro Humala. Yo me integro al batallón de reservistas acá en Calacoa, el primero de noviembre. De ahí me integro con los reservistas de Tacna, Arequipa y Moquegua”.
Sólo cuando la prensa informó que los reservistas de varios departamentos se habían sumado a su causa, y que este contingente se había multiplicado, Ollanta Humala abandonó su cómodo descanso y, después de algunos días fue al encuentro de Antauro.
Esta es la verdadera historia del levantamiento que se inició en Locumba. La asonada militar comandada por el ex comandante Ollanta apenas duró tres días y medio. Antauro siguió con los reservistas tres semanas más, hasta que los dos hermanos se entregaron el 11 de diciembre del 2000, en el pueblo de Calacoa en Moquegua.