Interview with Alberto Adrianzén
El analista político y sociólogo Alberto Adrianzén manifestó al diario La República entre otros temas que la derecha tiene una actitud destructiva en contra de UPP, que se busca desvirtuar al humalismo como opción política y un interés por liquidarlo como oposición.
Alberto Adrianzén: “Hay interés por liquidar el humalismo como oposición”
La República, 14 de junio del 2006. Por nés Flores.
• Sociólogo y analista político advierte que detrás de la ruptura de la bancada de UPP existe el objetivo de desvirtuar al humalismo como opción política
• Reconoce, sin embargo, que el éxito de este es producto de las organizaciones aluviónicas que se forman con fines electorales.
–Era previsible que la bancada de UPP se divida sin Ollanta Humala en el gobierno pero, ¿qué precipitó esta ruptura? ¿O es una modalidad de transfuguismo?
–Creo que estamos frente a una nueva modalidad de transfuguismo, y que por lo tanto debe ser sancionada como tal. Porque finalmente lo que ha hecho Torres Caro atenta contra la Ley de Partidos Políticos y contra el objetivo de la barrera electoral en la medida que ambas normas buscaban impedir o amenguar la fragmentación política en el Congreso.
–También es una muestra del final de las agrupaciones que se unen con un fin electoral.
–Así es, son agrupaciones aluviónicas, y se escoge mal a la gente, como el caso de Torres Caro. El Congreso no debería permitir a estos políticos individuales que formen una bancada como un mínimo de sanción, porque el sujeto principal del Congreso es el partido y no el congresista.
–Pero eso no se puede impedir sin la existencia de una ley específica…
–Se tiene que aprobar un cambio en el reglamento interno en el Congreso. Sé que este jueves se va a discutir allí una ley contra el transfuguismo y sería bueno que se apruebe. Y me parece lamentable que hayan congresistas de otros partidos que alienten la división de los partidos.
–¿Lo dice por las expresiones de dirigentes apristas?
–Claro, y creo que es un error porque eso hace daño a la democracia. No se puede crear una oposición al gusto de los gobernantes ni estar alentando, por lo menos ya sea en términos retóricos y verbales, la división de los partidos. Se requiere de una oposición democrática en un régimen democrático, y yo me temo que hay un interés de algunos de prácticamente liquidar el humalismo como oposición y opción política. Y eso va en contra de la democracia.
–Sin embargo, Torres Caro ha señalado que Humala no quiere que sus congresistas conformen la mesa directiva del Congreso porque prima en él un proyecto personal de oposición que atenta contra la gobernabilidad.
–¿Qué cosa es finalmente la gobernabilidad? Es una palabra vacía. Lo que se debe expresar hoy es que son los electores de Humala quienes están buscando un cambio bajo determinados límites democráticos.
–También se apartó Isaac Meckler, un invitado importante.
–Meckler era importante, según se dice, porque tenía conexiones con algunos sectores empresariales vinculados con la pesca. Más no sé.
–¿No crees que hubo una incomodidad de los nacionalistas por la presencia, cada vez con mayor fuerza, de personas provenientes de las canteras de la Izquierda?
–Eso no es tan cierto, porque cuando Ollanta volvió de Venezuela hace algunos meses, hizo un llamado a la Izquierda que motivó conversaciones previas a la primera vuelta, y el señor Torres Caro no dijo absolutamente nada. Pareciera que el futuro gobierno se quisiera quedar con una oposición a su justa medida, que sería la de Torres Caro.
–¿Se podría venir un fraccionamiento mayor en la bancada de UPP?
–Pueden haber fugas, pero no creo que sean tan significativas. Me da la impresión de que esta salida de Torres Caro solamente va a afectar en el ámbito del Congreso, que es muy importante, pero se va a quedar ahí. No creo que afecte las bases.
–¿No crees que en cierto modo hay una responsabilidad de Ollanta Humala al anunciar la creación de un frente para hacer movilizaciones contra el gobierno de Alan García?
–¡Qué de malo tienen las movilizaciones! Están en el marco de la ley. Acá hay, en mi opinión, una actitud de intolerancia porque, cuando dice que va a hacer movilizaciones, le dicen violentista. La democracia las permite.
Los pobres quieren una representación política real
-¿Cúal es tu opinión sobre el anunciado Frente Nacionalista Democrático Popular?
–Más allá de Humala hay un sector del electorado que vota generalmente por posiciones progresistas de izquierda, básicamente el del sur, y en buena parte de la sierra del país y en los sectores populares de Lima. Ese sector requiere una representación política real que, desde que se puso fin a la Izquierda Unida a fines de los años 80, no la tiene; entonces ha ido apostando primero por Belmont en Lima, y luego por Fujimori y Toledo.
–¿Qué absorbería ese frente?
–La tarea principal por delante, para fortalecer la democracia, es que aparezcan partidos fuertes que representen sectores que no están representados adecuadamente en el sistema político, como son los sectores populares, básicamente en provincias. Lo que veo es que hay una lógica muy destructiva, básicamente de la derecha del país, frente al partido de Humala.
–Carlos Tapia dijo que este frente se inspiró en el frente chino Kuo Ming Tang, de 1911.
–(Ríe) La gente qué va a entender porque, además, el Kuo Ming Tang se formó contra la invasión japonesa, y son realidades distintas.