En el segundo parte de Raza de Bronce, que se llama “el yermo”, las descripciones de la naturaleza cambian completamente en comparación con la primera parte. La primera parte del libro tenía muchas descripciones hermosas de la naturaleza; el rico valle retratado en un estado de ensueño. Incluso con la trágica pérdida de uno de los suyos, Agiali y el resto de sus compañeros caminaron por un valle lleno de belleza. El río en particular fue descrito como ‘un río que canta’ pero también como uno que destruyó las almas de los hombres. El valle está bajo el control de los deseos de ese río. En la segunda parte del libro, nosotros como los lectores nos da cuenta de que los indígenas están bajo el control de su patrón, de la misma manera que el valle interior está sujeto a los tormentos del río. La forma en que estas personas son lastimadas y maltratadas por un hombre poderoso es exactamente la misma forma en que la Madre Naturaleza puede abusar de la naturaleza y sus criaturas. Cuando la historia continúa, el maltrato de los indígenas queda muy claro. Los colonizadores destrozaron a las familias indígenas, destruyeron sus tierras e ignoraron sus culturas y tradiciones.
Cuando Agiali regresó del viaje, descubrió que su futura esposa Wata-Wara había sido abusada por el patrón. Esto obviamente lo enfureció, pero no pudo luchar contra el patrón, como su amigo Manuno no pudo luchar contra el río. Mientras que Wata-Wara no podía hacer nada para evitar que el patrón le hiciera lo que él quería, Agiali todavía quería culparla por lo que sucedió mientras estaba fuera. Y las golpizas no solo ocurren entre indígenas y no indígenas. En el funeral de otro de los hombres en el viaje con Agiali, Quilco, su esposa cuenta la violencia que solía mostrarle. Esto casi se representa como algo normal, algo que todo marido le hace a su esposa, nada de lo que alarmarse. La horrible violencia que experimentan los indígenas en la segunda parte de Raza de Bronce es muy diferente de la belleza y la tranquilidad descritas en la primera parte. Desde la perspectiva de un extraño, parece que las vidas de la comunidad indígena son de paz. sin embargo, en realidad, una vez que se muestra la verdad, sus colonizadores persiguen sus vidas. Así como el río es una gran fuerza de la Madre Naturaleza que puede destruir vidas en un instante, el patrón y otros pueden hacer que las vidas de los pueblos indígenas sean como un infierno.