Peru Election 2006

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Juan Carlos Tafur sobre el triunfo de Ollanta Humala en Madre Mía

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Juan Carlos Tafur: “El triunfo de Ollanta Humala en Madre Mía y, coincidentemente, en el mapa donde más violencia y víctimas hubo, no es casual. Humala podrá ser visto como un violador de derechos humanos por algunos, pero para la mayoría fue el justiciero que eliminó terroristas y ahora el personaje capaz de vengarlos simbólicamente y de satisfacer ese odio resembrado por el gobierno actual.”


Madre Mía como país
Por Juan Carlos Tafur. Director
La Primera, 19 de abril del 2006

Cuando una población sufre una herida profunda en su autoestima, particularmente cuando reporta daños traumáticos como los sufridos por la población peruana luego de la lucha antisubversiva, y no pasa por el natural proceso de duelo colectivo que ello requiere, el resultado es la generalización de un estado de rabia indiscriminada, sea activa o latente.
Se calcula que en el Perú por lo menos un millón de personas ha sufrido directa o indirectamente la pérdida de algún allegado. Luego del trabajo de la Comisión de la Verdad se esperaba que viniera el consiguiente proceso de reparaciones y reconciliación cívica consecuente. Nada de eso ocurrió. Se reabrieron las heridas por gusto, gracias, una vez más, a la punible irresponsabilidad histórica de Alejandro Toledo.
¿Proviene ese sentimiento de cólera contra todo lo que signifique orden establecido sólo de la marginación misma que supone la pobreza? Sin duda que no. Los niveles de pobreza actuales son semejantes a los de hace cinco, diez o quince años, y no se ha visto como ahora la eclosión de ese sentimiento.
El triunfo de Ollanta Humala en Madre Mía y, coincidentemente, en el mapa donde más violencia y víctimas hubo, no es casual. Humala podrá ser visto como un violador de derechos humanos por algunos, pero para la mayoría fue el justiciero que eliminó terroristas y ahora el personaje capaz de vengarlos simbólicamente y de satisfacer ese odio resembrado por el gobierno actual.
Para cientos de miles de peruanos es a través de él que se puede expresar y realizar la reparación prometida que nunca llegó. A la fractura social que, de hecho, también explica su irrupción política (como la de Fujimori en su momento) se suma ahora la canalización de esa violencia contenida en aquellos peruanos que por dos o tres generaciones cargarán con el estigma de la exclusión por el duelo nunca culminado de sus víctimas anónimas y, lo que es peor, olvidadas.
El país que nos mostró la CVR ha vuelto a reaparecer con Humala (de paso, este fenómeno ratifica el grave error diagnóstico de la Comisión de prácticamente equiparar las acciones subversivas con las de las fuerzas del orden).
Y lo que resulta increíble es que buena parte de la clase política quiera volverlo a poner bajo la alfombra e imaginar que ello será suficiente para eliminar el problema y sus consecuencias sociales, mucho más profundas y peligrosas que la coyuntural expresión electoral que hoy comentamos.

Written by Michael Ha

April 19th, 2006 at 6:53 am

Posted in Political Violence

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