Peru Election 2006

Los partidos Acción Popular, Somos Perú, Perú Posible y Restauración Nacional se unieron para formar una bancada en el nuevo Congreso. Este nuevo grupo consta de nueve miembros y llegaría a 15 después del plenario de Unión por el Perú.

Frente de Centro, Restauración Nacional y PP formarán una bancada
El Comercio, 19 de junio del 2006. Por Jorge Saldaña Ramírez.
Nuevo grupo suma nueve miembros y llegaría a 15 tras el plenario de UPP. Propondrán eliminar la Comisión de Fiscalización a partir del 27 de julio
Cuando faltan 40 días para la instalación del próximo Congreso de la República, ya no existirán siete fuerzas políticas allí representadas. Habrá solo cinco bancadas parlamentarias porque los partidos pequeños como Frente de Centro –que tiene 5 miembros–, Perú Posible y Restauración Nacional –que poseen dos voceros cada uno– acordaron sumar votos para constituir una facción parlamentaria de nueve integrantes con proyección para sumar hasta 15 legisladores.
Según confirmó ayer a El Comercio el congresista electo de Acción Popular Víctor Andrés García Belaunde, la coalición de estas tres fuerzas partidarias se formalizó durante una reunión realizada el viernes último, al término de la entrega de credenciales del Jurado Nacional de Elecciones a los 120 legisladores, en un conocido restaurante miraflorino.
A la cita asistieron los legisladores electos Alberto Andrade (Somos Perú), Rosario Sasieta (AP), Mario Peña (AP), Yonhy Lescano (AP), David Waisman(PP), Carlos Bruce (PP), David Perry (Restauración Nacional) y Alda Lazo (Restauración Nacional). El único que no asistió, por razones de salud, fue García Belaunde.
El borrador del documento oficial de constitución de la novísima bancada parlamentaria se encuentra en trámite de redacción y firma por parte de los congresistas integrantes de estas agrupaciones políticas. El paso siguiente será alistar su presentación ante la Oficialía Mayor del Congreso, al minuto siguiente de que cada uno de ellos juramente en sus cargos.
Nueva correlación
De esta manera, el Congreso que se instale a partir del 27 de julio tendrá cinco bancadas. La mayoritaria es la de Unión por el Perú, con 45 miembros, aunque ello dependerá de los resultados del plenario nacional previsto para este sábado 24, en el cual se evaluará si continúa o no la alianza con el Partido Nacionalista. Quién sabe si de sus resultados, algunos flamantes padres de la patria migren hacia la nueva bancada. La sigue el Partido Aprista, con 36 integrantes; Unidad Nacional, con 17, aunque en realidad juramentarán 16, dado que el electo José Luna todavía no está absuelto por la Corte Suprema; Alianza por el Futuro, con 13 miembros; y el Frente de Centro, nombre que tomaría la quinta bancada porque su espíritu, según dicen, es la máxima apertura partidaria.
El acuerdo político se basa en que cada una de las tres fuerzas partidarias mantenga sus propios intereses. Esto es, Acción Popular impulsará la reforma del Estado y apostará por la defensa del consumidor y la reforma a fondo del sistema educativo, mientras que Somos Perú se abocará a defender la institucionalidad municipal.
El aporte de Perú Posible será que el Ministerio de Economía delegue al Fondo Nacional para el Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe) la facultad de aprobar los proyectos y presupuestos de las empresas estatales, mientras Restauración Nacional incidirá en el tema de la fiscalización y la defensa de los derechos humanos.
García Belaunde adelantó que una de las propuestas que suscribiría la novísima bancada sería eliminar la Comisión de Fiscalización del Parlamento porque, además de recordar que esta constituye una funesta herencia del régimen fujimorista, implica un recorte real a la tarea fiscalizadora que tiene la institución legislativa por sí misma.
ENFOQUE
¿Serán peores o mejores?
Entre el 22 y el 26 de julio próximo debe producirse la juramentación de los 120 congresistas que hemos elegido en los últimos comicios y asistiremos también a la elección de la primera Mesa Directiva del Parlamento Nacional 2006-2011.
Hay lógica expectativa por saber cómo se comportarán nuestros padres de la patria. Por eso vale la pregunta del titular de esta nota. La respuesta estará en cómo actúen los elegidos de cara a sus responsabilidades y al mandato popular recibido.
La popularidad de lo que antaño era considerado el primer poder del Estado no está para alegrarse: casi el 80% de los entrevistados en los sondeos de opinión cuestiona a los legisladores porque los ven como personas ociosas y que ganan muy buen dinero.
A cinco semanas para el inicio del quinquenio parlamentario, ya empezaron las primeras tratativas multipartidarias –aunque informales, todavía– para armar una contundente agenda legislativa con el propósito de reconquistar la simpatía ciudadana.
El otro ángulo de estas conversaciones es acordar medidas drásticas que denoten un cambio de fondo en la conducción del Poder Legislativo, empezando por reducir el número de comisiones –que hoy en día son 26– y el número de vicepresidencias, al menos de 5 a 3.
De pronto no implicarán un ahorro muy significativo al fisco, pero no hay duda de que en adelante los gestos político-mediáticos sí tendrán mayor impacto ante los ojos del país.
Reforma constitucional en ciernes
Hay un debate de fondo que el próximo Congreso de la República alistará apenas se instale: tal es si volvemos o no a la Constitución Política de 1979.
Unión por el Perú (UPP) se mantiene en sus trece, es decir, insiste en que sea una asamblea constituyente el único camino para un cambio constitucional de fondo y forma.
El Partido Aprista Peruano planteará volver a la Constitución de 1979, tal y conforme está consignado en su plan de gobierno.
Empero, García Belaunde (FC) propone otra salida: que una comisión de alto nivel, constituida por ocho o diez juristas de renombre nacional, proponga al Parlamento un nuevo texto constitucional que tenga como plantilla la Carta Magna de 1979 e incorpore las mejores novedades de la actual ley de leyes.
Ese texto sería entregado al Congreso para que lo apruebe en dos legislaturas consecutivas, pero cada una de ellas con un plazo de 30 días, de tal manera que antes de fin de año rija una nueva ley de leyes.