Por Aldo Panfichi
Coyuntura: Analisis Economico y Social de Actualidad, No. 6 (marzo-abril 2006)
Universidad Catolica del Peru
Durante los últimos años, el término outsider ha sido usado frecuentemente en la política peruana para referirse a aquellos candidatos que provienen de fuera del sistema político y obtienen resonantes victorias electorales, apelando a la representación sociológica y emocional de los pobres y excluidos. El caso paradigmático es Alberto Fujimori, quien a inicios de la década de 1990 inspiró la popularización de este término, pero también outsider ha sido utilizado para referirse a los alcaldes Belmont y Castañeda Lossio, al presidente Toledo y últimamente a Ollanta Humala. En este itinerario, el término ha ido oscureciendo sus elementos constitutivos, para ser utilizarse de manera indiscriminada haciendo referencia a todos los políticos que no pertenecen a los partidos establecidos. En un país en el que estos partidos son minoritarios, resulta, entonces, que la mayoría de los políticos pueden ser calificados como outsiders.
En realidad, el término political outsider tiene una larga tradición en la ciencia política norteamericana, donde se lo utiliza en sentido opuesto a political insider. Este último término se refiere a aquellos dirigentes, consultores u operadores políticos que por sus contactos y vínculos de confianza con las elites permanecen siempre cerca de los círculos de poder. Un outsider se caracteriza, precisamente, por no tener estos contactos y por estar excluido de las redes e instituciones que reproducen el poder en una sociedad. Según este punto de vista, lo que definiría a un outsider es su condición de excluido, y el hecho de provenir de fuera del sistema político —del Estado y de los partidos—.
Teniendo en consideración estos criterios, planteamos que es un error considerar al comandante Ollanta Humala como un outsider, debido a que él proviene de una de las instituciones más antiguas del Estado —«partido» dicen algunos—: las Fuerzas Armadas. Una institución que ha jugado roles fundamentales en la construcción de la nación, y de la que han surgido héroes y mitos fundadores de la patria que han buscado cohesionar a la heterogénea población peruana desde los orígenes mismos de la República. Incluso los traumas causados por las guerras —sobre todo la del Pacifico— constituyen hasta hoy un componente esencial de la identidad nacional y una variable política bastante sensible, como la ultima campaña electoral lo demuestra. Basta mencionar el papel jugado por los militares en la organización de ceremonias cívico-patrióticas como la jura de la bandera y otras, que se desarrollan los domingos en casi todas las plazas públicas del interior del país, y a las que asisten autoridades políticas, vecinos notables y representantes de la sociedad civil local.
La participación de militares en los altos cargos políticos es también una característica permanente en nuestra historia. No se los puede considerar outsiders o excluidos del sistema político, ya que los números no admiten confusión. Entre 1821 y 2005, el Perú ha tenido 74 presidentes, 68,9% de los cuales —51 de ellos— han sido militares: 8 mariscales, 34 generales, 6 coroneles, 2 tenientes coroneles y un contraalmirante. Durante el siglo XX, la tradición se mantuvo con 11 gobiernos liderados por militares, además de una nutrida presencia castrense en los gabinetes civiles. Hasta el momento, ningún presidente ha sido comandante, lo cual no quiere decir que no lo pueda ser ahora o en el futuro. La alta participación de los militares en la política ha llevado a los sociólogos holandeses Koonings y Kruijt a proponer el término ejército político para referirse al caso peruano. El término alude a aquellas instituciones militares que consideran su participación o control sobre la política interna y los asuntos de gobierno como parte central de sus funciones legítimas y patrióticas.
Precisamente, estas fueron las razones que se esgrimieron en 1968 para justificar el golpe de Estado y la instalación del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas liderado por el general Juan Velasco Alvarado. Un gobierno militar nacionalista y reformista que quebró las bases económicas y políticas del sistema oligárquico, y busco limitar la influencia del capital extranjero en favor de un Estado y una economía nacional fuertes. En estas tareas, los militares no estuvieron solos, sino que contaron con la activa participación de intelectuales, técnicos y políticos provenientes de pequeños partidos de centro-izquierda, así como de dirigentes populares del campo y la ciudad. Más allá de la evaluación que uno tenga sobre esta experiencia, es indudable que el gobierno militar de Velasco Alvarado produjo cambios profundos en la naturaleza y composición de la economía y la sociedad peruanas.
Poco después de retirarse del poder en 1980, los militares fueron convocados por los gobiernos democráticamente elegidos para participar en la lucha antisubversiva contra Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. En amplias zonas del país, conforme este enfrentamiento se agudizaba, los gobiernos civiles abdicaron el poder político en favor de los uniformados, que pasaron a ocupar jefaturas político-militares en las zonas de conflicto. Luego de cruentos enfrentamientos en los que murieron miles de personas no combatientes, los militares derrotaron a los subversivos con la activa participación de las organizaciones de autodefensa indígenas y de las comunidades campesinas.
Toda una generación de jóvenes oficiales, entre ellos Ollanta Humala, hizo su carrera militar durante los años de conflicto, desarrollando vínculos y familiarizándose con los problemas que afligían a las comunidades locales. En muchos lugares donde los municipios, colegios, postas médicas y oficinas públicas no funcionaban por los estragos de la guerra, la única presencia del Estado eran las bases militares. La única autoridad a la que podía recurrir la población eran estos oficiales; una autoridad temida, pero que al mismo tiempo constituía la única esperanza de orden y protección. Quizá por ahí se explique en parte la alta votación obtenida por el candidato Humala en las zonas de conflicto, incluida la localidad de Madre Mía (provincia de Tocache), donde tiene acusaciones de violaciones a los derechos humanos.
Una anotación complementaria es que tanto la generación de Ollanta como la de Velasco, tuvieron que ir al interior a luchar contra la subversión, y aprender en el camino sobre las necesidades y urgencias de la población. La diferencia es que esta experiencia formativa dio lugar en el caso de Velasco de un proyecto institucional de reformas, mientras en el caso de Humala hasta el momento parece ser la iniciativa de un Comandante que rebela primero contra la jerarquía militar y luego ingresa al terreno de la competencia político electoral.
Las relaciones entre los militares y los civiles son bastante fluidas, un aspecto obvio pero poco valorado en el análisis político, donde se tiende a separarlos en compartimentos estancos. Por lo general, se asume que la sociedad civil, como esfera de actividad, solo pertenece a los civiles, una idea que surge de los contextos en los que este concepto reaparece en el análisis académico, durante la segunda mitad del siglo XX. En efecto, es en los contextos de las luchas civiles contra regímenes autoritarios —como las dictaduras militares del Cono Sur y los socialismos estatales de Europa del Este— en los que se establece esta dicotomía.
Sin embargo, como acabamos de ver, en la práctica existen fuertes y variados vínculos entre el espacio militar y el civil. El ejército en sí siempre ha sido un vehículo de movilidad y socialización para jóvenes indígenas y campesinos reclutados a la fuerza para hacer el servicio militar. Una vez terminado su servicio, la experiencia militar pasa a constituir un elemento importante en la identidad y organización de estos ex reclutas. Por ello, en muchas partes del país existen asociaciones de licenciados del ejército, verdaderas organizaciones de la sociedad civil cuyos miembros se reúnen periódicamente para realizar actividades sociales y comunitarias. Muchos de estos hombres formaron parte de las rondas campesinas y las organizaciones de autodefensa que enfrentaron a Sendero Luminoso en alianza con los militares en actividad durante las décadas de 1980 y 1990. Luego, durante los gobiernos de transición, los encontramos como líderes de comunidades campesinas, alcaldes y concejales de centros poblados y distritos rurales. Incluso varios de ellos participan activamente de las mesas de concertación para el desarrollo local en algunas provincias —como Huanta, en Ayacucho, y Churcampa, en Huancavelica —, para luego constituir elementos claves en los movimientos nacionalistas liderados por los hermanos Antauro y Ollanta Humala.
La participación de estos licenciados podría explicar, en parte, el amplio apoyo electoral que ha obtenido la candidatura del comandante Ollanta Humala en las regiones pobres e indígenas más afectadas por la guerra antisubversiva. Sin embargo, esto es más una hipótesis de trabajo que una certidumbre. Sorprende, eso sí, la forma en que, en tan pocos meses, esta candidatura ha podido construir una estructura política nacional de apoyo. Según el informe del conteo rápido de Transparencia, Unión por el Perú tuvo personeros en 75,5% de todas las mesas de sufragio a nivel nacional, mientras Unidad Nacional lo hizo en 77,8% y el APRA en 78,6%. Indudablemente, en esto juega un papel la existencia de experimentados operadores políticos de origen izquierdista que se encuentran a disposición de alguna candidatura con posibilidades de éxito. También que los candidatos al Congreso fueron los encargados de reclutar y colocar a personeros con el objeto de defender sus propios votos en las mesas. Sin embargo, esta explicación no parece ser suficiente, lo cual sugiere la participación de los licenciados en las actividades de vigilancia electoral.
En suma, existen demasiadas evidencias de los estrechos vínculos entre lo militar y lo político como para sustentar la idea de que el comandante Ollanta Humala es un outsider, un personaje excluido de las instituciones del poder y sin vínculos con los círculos políticos. Este no parece ser el caso, más aún si pertenece a una institución que ha participado y participa en la política peruana desde la fundación de la República. Necesitamos una discusión más áspera y menos liviana, como bien reclama Romeo Grompone, para avanzar en el conocimiento de los procesos políticos. Estas notas se inscriben en esta dirección.
Author: Max
Natalia Sobrevilla Perea
12 de abril del 2006
Hace unas cuantas semanas me encontré con un amigo que me dijo que prefería el demonio antes que Lourdes Flores. Hoy cuando va quedando cada vez mas claro que no será ella quien pase a la segunda vuelta, muchos en el Perú se sienten en la necesidad de decidir quien será este ‘demonio’ a elegir en la segunda vuelta. Bryce Echenique ha descrito esta decisión como tener que escoger entre morir de sida o de cáncer, y otros como Susana Villarán han optado por el voto en blanco o viciado.
La pregunta que nos hacemos muchos en estas circunstancias, es si Alan García se merece una segunda oportunidad. El nos asegura que ha cambiado, que ha reflexionado, que la vida le ha mostrado sus errores, pero para quienes vivimos su gobierno de 1985 a 1990 el recuerdo de esos tiempos nos hace muy difícil confiar en la misma persona que ya una vez nos dijo que en política no hay que ser ingenuos. Muchos éramos bastante jóvenes en esos años pero no olvidamos como el país, pasó de estar moderadamente en crisis a una crisis tan profunda en que las posibilidades de futuro nos parecían imposibles. Quienes hemos vivido la hiperinflación, la estatización de la banca, el dólar MUC, los que hemos tenido que hacer cola para comprar azúcar, aceite y arroz, para después intercambiar con los vecinos, los que crecimos con el pan popular, el cuaderno popular y la leche Enci, encontramos muy difícil pensar en García en términos abstractos. Esto sin considerar además que durante su gobierno el terrorismo dejó el campo y pasó a la ciudad, vivimos paros armados, apagones, falta de agua, toque de queda y por primera vez tuvimos un poco del sabor de lo que sucedía en el resto del país.
A pesar de todo esto, muchos de quienes se han pasado los últimos quince años denunciando a García como el peor gobernante del Perú, un hombre corrupto que pasó de tener un departamento mediano en Miraflores a las mansiones de Naplo, Camacho y París, un inepto que llevo al Perú a ser inelegible por el FMI, un violador de los derechos humanos que lleva como vicepresidente a un general acusado de la matanza de los penales, han comenzado a pensar que quizás en estas circunstancias el líder Aprista sea el mal menor. Nadie le ha hecho una mejor campaña a Alan García que Ollanta Humala. Su discurso violentista y radical, sumado a las graves acusaciones en su contra han logrado en las ultimas semanas algo que pensé que nunca llegaría a ver: muchos de aquellos que juraron que todos menos Alan, de los que gritaron en su momento ¡Y va a caer y va a caer caballo loco va a caer!, están ahora pensando que ante las circunstancias es mejor darle una segunda oportunidad.
García sabe que para derrotar a Humala necesita del apoyo de la derecha, que la coalición debe ser con Unidad Nacional, además de con el Frente de Centro, Lay y todos los ‘pitufos’ que pueda sumarse. De alguna manera el dirigente de la olla le ha hecho el trabajo aun más fácil definiendo el espectro político como ‘todos contra Ollanta’. Pero lo que queda por verse es quien transara con Alianza para el Futuro, sus quince escaños en el Congreso les dan una posición privilegiada desde donde negociar el posible regreso y rehabilitación política de su líder. Humala ha dicho que no negociara con corruptos, mientras que García ha declarado que el fujimorismo no es una fuerza dictatorial en este momento, que han sido elegidos por el pueblo y que esta dispuesto a ‘darle la mano hasta a su peor enemigo’.
¿Será darle a Alan García una segunda oportunidad, abrirle la puerta a Fujimori para su segunda oportunidad? ¿Será esta una oportunidad mediada por la derecha, pactada con los representantes de Unidad Nacional? Opciones dicho sea de paso que no son mutuamente excluyentes, ya que solo basta ver a algunos de los acompañantes de Lourdes Flores para que eso sea evidente. El mapa político de los próximos años se esta reconfigurando en estos días y dependiendo de cómo se tejan las alianzas, como se presente Humala y como se establezcan los posibles pactos los que no votaron ni por Alan ni Ollanta en la primera vuelta decidirán cada uno si es mejor malo conocido o quien sabe que por conocer.
Natalia Sobrevilla Perea is an historian who teaches at Yale University.
Maxwell A. Cameron
The Guardian. Comment is free
April 10, 2006 12:21 PM
Maxwell A. Cameron
March 28, 2006
Ollanta Humala is seeking second round support from parties of the left, especially the Partido Socialista and the Movimiento Nuevo Izquierda. These parties are reluctant, primarily because of the doubts about Humala’s human rights record. Susana Villaran travelled to Madre Mia to hear the testimony of victims of human rights abuses. Humala continues to insist that the judiciary will determine his guilt or innocence. Humala’s human rights sigma will cost him left-wing votes that could matter in a second round.
In an interview in Cuarto Poder on Sunday night, Humala appeared evasive on the issue of his actions as commander of the Madre Mia base. He refused to respond directly to questions about his involvement in specific cases of abuse that form the basis for charges that have been brought against him. He said that Argentine President Néstor Kirchner told him he would not have met with him had there been any doubt about his involvement in human rights abuses. This suggests that Kirchner knows more about what happened in Madre Mia than just about everyone in Peru, or that Humala has misconstrued what Kirchner said. One could imagine Kirchner saying in very diplomatic language that if Humala had committed human rights abuses he would not meet with him. One has to wonder what kind of diplomatic relations Peru will have with neighboring countries if this issue is not clarified before an eventual electoral victory.
In another context, Humala apparently suggested that the judicial investigations into his actions in Madre Mia have found no evidence of wrong-doing. This was reported yesterday night in Cecilia Valenzuela’s Ventana Indiscreta. In fact, the investigations are ongoing and the principals are guarding their silence.
As Rosa Maria Palacios suggested in Prensa Libre last night, Humala has much to gain from telling a credible story about his role in Madre Mia, one that no doubt would cast him in a patriotic light. The continuing evasiveness, however, makes him look guilty.
The reticence of the left has infuriated Humala, who has called its leaders “old cacique” (or bosses) who sabotaged the United Left in the 1980s and were not of the stature of Alfonso Barrantes (mayor of Lima in the 1980s). While the Partido Socialist has been reluctant to ally itself with Humala, there has been some talk of an alliance with Paniagua’s Frente de Centro. Susana Villaran has rejected this possibility.
Maxwell A. Cameron
February 11, 2006
One criticism of Lourdes Flores is that she tends to adopt positions that reflect a technocratic world view, rather than a more political one. Thus, for example, in a recent meeting with the foreign press, Flores insisted that she would respect all contracts with foreign investors. Valentín Paniagua, of the Frente de Centro had just proposed a modification to the contract to exploit natural gas of Camisea. You might say that Flores’ position was that of the good technocrat, while Paniagua’s position was that of a good politician. Which ever view you support, there is a clear difference.
Something of the same technocratic instinct seems to be behind Flores’ surprising defense of the decision by the Peruvian executive to pay 20 million Soles (about US $6 million) to Baruch Ivcher in recompense for the expropriation of his television station during the Fujimori government. Her position was based on technical grounds: this was money the state owed due to arbitrary actions committed in the past. Other candidates have been a bit more cautious, emphasizing the lack of transparency and equity in this payment. In a country where minimum wage is about US $150 per month, one would expect all the candidates to think about the optics of making a payment of $6 million to a well-connected and influential businessman.
Thanks to Peruvian newspapers
We are grateful to Peru 21, Expreso and La Primera for granting us permission to reproduce their news articles and opinion pieces.
We are grateful for the extraordinary assistance of the folks at “e-learning@UBC” for setting up this weblog for us. Brian Lamb and Frank Pan, in particular, did an amazing job of creating the site so that it would have the look and feel and the functionality we wanted.
Research funding for this project was provided by the Social Sciences and Humanities Research Council of Canada. Neither SSHRC nor UBC is responsible for the content of this weblog, which lies exclusively with the authors.
A solo tres meses de cumplirse el plazo para formar alianzas electorales, un 42,6% de personas encuestados por CPI en Lima se expresó en contra de estos acuerdos, por considerar que podría haber corrupción o porque pesarían más los intereses partidarios que el beneficio del país.
El ex presidente del Congreso Ántero Flores-Aráoz dijo el dia lunes 26 del presente en relacion a los frentes políticos que no ha renunciado a su propuesta de que se unan las agrupaciones políticas de centro afirmando que “En este amplio centro debería estar el PPC”.
Por otro lado, dirigentes apristas y acciopopulistas alistan una agenda mínima para la cita que sostendrían Alan García y Valentín Paniagua en la segunda semana de octubre buscando una alianza electoral improbable pero no imposible. Y por el lado de la izquierda se desarrolla otra coalición liderada por Javier Diez Canseco.
Los resultados se mantienen favorables para la lideresa de Unidad Nacional, mientras que Valentin Paniagua ha logrado un repunte en relacion al mes anterior.
On July 4th, 2005, representatives from 21 political parties signed a pact in a ceremony that marked the 50th annivbersary of Peruvian women’s right to vote. The event was orhanized by the International Institute for Democracy and Electoral Reform (IDEA), Asociacion Civil Transparencia, Manuela Ramos and Flora Tristan. Each signatory party agreed to include a gender perspecyive in its government program to be drawn up for the 2006 election campaign and to creat mechanisms within its party to guarantee equal opportunities and promote effective participatin of women.
Source: IDEA website
According to a study by the International Institute for democracy and Electoral Assistance (IDEA), the levels of women´s political representation in Peru remain below the country´s 30% quota target, notwithstanding advances in the last decade:
– women account for 22% of Peruvian elected officials, with great variation between levels and positions;
– one of every six (18%) of Peru´s national legislators are women;
– less than 3% of Peru´s mayors are women.
– women make up 26% of municipal council members.
Women, Political Parties and Electoral Reform in Peru
El Gral. (R) Jose Graham afirma que la falta de presencia militar en zonas deprimidas en el valle de Apurimac contribuye al surgimiento del narcotrafico y por ende a la subversion. De acuerdo con Marcos Ibazeta,la falta de propuestas ideologicas por parte de los partidos politicos esta ligada a un potencial resurgimiento de Sendero.
Su novia confiesa: “no deseo casarme con nadie”. En reportaje aparecido en The Miami Herald (21 de setiembre del 2005), Satomi Kataoka confiesa ser quien financia los gastos de Alberto Fujimori en Japón. Kataoka anuncia que permanecerá al lado del ex mandatario.
Expreso Set 23, 2005
Se considera “una inaceptable intromisión en los asuntos internos del Perú”.
El Comercio Set 23, 2005
De ninguna manera habra una Alianza Electoral entre el APRA y Accion Popular.
Peru 21 Set 22, 2005
Expreso Set 19, 2005
El gobernador de Tokio respalda a Fujimori para que retorne a la presidencia del Perú afirmando que es la única persona que podría sacar al país de la crisis económica y falta de seguridad.
Expreso Set 19, 2005
García las atribuye a la envidia y reitera que su posible postulación no es una cuestión de Estado.
El Comercio Set 19, 2005
VIEJO CONOCIDO. Esta será la quinta campaña electoral de San Román.
Crónica. Adolfo Bazán Coquis
El Comercio Set 19, 2005
El Comercio Set 19, 2005
ENTREVISTA A MARCO PARRA • A pesar de versiones que decían que alcalde podía retractarse, su segundo en SN confirma que no será candidato en el 2006.
Enrique Patriau. La Republica Set 19, 2005
Toledo insta a Japón a que atienda el pedido de extradición para que se juzgue al ex mandatario.
El Comercio Set 17, 2005
Cecilia Rosales Ferreyros
Enviada especial
Alan asegura que no le quita el sueño volver a dormir en Palacio de Gobierno.
Peru 21 Set 17, 2005
Encuesta realizada solo en Lima le da a Alan García 15,6% y a Paniagua 14,5%.. A nivel nacional, mantiene su ventaja sobre García, pero distancia es de solo cinco puntos.
Peru 21 Set 17, 2005
Por Óscar Miranda
Pese a que el mismo alcalde de Lima, Luis Castañeda, asegura que no participará en los próximos comicios generales
El Comercio Set 16, 2005
About Jorge Bazo
Nacido en Lima, Perú, Jorge Bazo Escudero es Bachiller egresado de la Universidad de Lima de la facultad de Ciencias de la Comunicación, especializándose en el área de Medios Audiovisuales (Cine, Television y Radio). Su pasión por musica alternativa y la cultura underground lo condujo a escribir en revistas como Phantom y Fanzines como Perú Rock; además de ser baterista de la banda Punk-Rock “Sin Kura” en los ochentas. Fue asistente de post-producción del documental “El Grito Subterráneo” dirigido por el realizador nacional Julio Montero (1988) que reseña el origen del movimiento “subterráneo” de Lima, influenciado por el Punk-Rock y como manifestación en contra del flagelo terrorista de aquel entonces. Ha desarrollado labor docente en el Instituto de Comunicación y Diseño Toulouse-Lautrec, formando profesionales en comunicación audiovisual. Su constante afan por empaparse de nuevas tecnologías lo llevó a la Red Cientifica Peruana, propulsora de la Internet en el Perú, como Analista de Contenidos para websites, Portales y Radio por Internet. Actualmente se desempeña como Coordinador de Producción del programa Cinescape, elaborando informes especiales sobre el sétimo arte.
Partido Aprista los reúne este sábado en un almuerzo que se realizará en el céntrico restaurante Brisas del Titicaca. Algunos de los convocados postularán en la lista parlamentaria.
Por Ana Nuñez. La Republica Set 16, 2005
Según análisis del Instituto Peruano de Economía, el Congreso se concentraría en media docena de agrupaciones
Diario Correo. Set 15, 2005
Vicepresidente demanda acudir a la Corte de La Haya porque gobierno nipón “se está burlando” del Perú
Diario Correo. Set 14, 2005
En 1988, durante el gobierno del presidente Garcia, el ejército peruano ejecuto extrajudicialmente a campesinos en la comunidad de Cayara. De acuerdo con informes de Amnesty International, fue una operación encubierta de manera coordinada por diversos altos cargos del gobierno que incluyo el homicio de testigos claves. En 1994, Gustavo Gorriti publicó un artículo en la revista Covert Action Quarterly relatando esta masacre. El diario La República publicó este artículo en Lima en julio de 1994.
Secretario general del partido, Javier Reátegui, dijo que trabajará para que PP continúe en el poder.
La Republica, Set. 15, 2005
Ex procurador señala que recomendó continuar con investigaciones sobre Fujimori.
15 set (Peru21.com)
Moron, Eduardo and Cynthia Sanborn. 2005. The Pitfalls of Policymaking in Peru: Actors, Institutions and Rules of the Game Working paper, Universidad del Pacifico
Discussion of policy making in Peru, highlighting the lack of effective checks and balances among branches of government.
Tanaka, Martin. 2005. Los Estudios Politicos en Peru: Ausencias, Desconexion de la Realidad y la Necesidad de la Ciencia Politica Como Disciplina Revista de Ciencia Politica, Vol. 25, no. 1 pp. 222-231.
A critical analysis of the state of political science in Peru.
Contributors and commentators are encouraged to use common sense and courtesy. The blog is non-partisan and academic.
FUJIMORI DREAMS — The Economist
Readers might find this article of interest. It appeared on July 28 (Peru’s independence day), but since then a number of developments have occurred.
Research Ethics
The “Peru Election 2006” weblog is a spin off of a larger project on the state of democracy in the Andean region, funded by the Social Sciences and Humanities Research Council of Canada. The purpose of the blog is to make research findings publicly available to scholars and the general public in a timely and accessible format. Students of Latin American politics, other researchers, and journalists are welcome to use the content, provided proper acknowledgement is given. For advice on how to cite material in a website, please see: Charles Lipston, Doing Honest Work in College (Chicago: Chicago University Press, 2004).
Most of the entries to this website will be based on observations made while living and conducting research in Peru during January-May 2006. Some entries will involve analysis and commentary based on local news sources (primarily the print and electronic media) and primary observation (such as public campaign events, lectures, meetings). Other entries will summarize the content of seminars and workshops held with local academics during the course of the election. Still other entries will provide brief excerpts from interviews conducted as part of ongoing research. Interviews are conducted to provide background facts and opinions that assist in the description and explanation of the electoral process. They may include academics, political leaders, union and business leaders, members of non-governmental organization, and church leaders. Confidentiality is strictly respected to ensure the research can have no negative impact on interviewees.
As a rule, anonymity is guaranteed to all interviewees. Nobody will be quoted on this website unless they have either made their remarks in the context of a public event or have signed a letter of consent agreeing to allow their words to be reproduced in this weblog.
Apoyo – 2005 Encuesta del Poder
APOYO. 2005. Encuesta del Poder
De acuerdo con la Unidad de Investigacion del Diario La Republica de Lima, Peru, la INTERPOL esta buscando a Alberto Fujimori, nacido un 28 de julio, como indica su DNI, pero pasaporte japonés revela que se llama Kenya y que nació el 26 de julio. El procurador Antonio Maldonado confirma que se trata de una estrategia para evadir la detención.
“Candidatitis” Electoral
28 partidos politicos estan aptos para participar en las elecciones generales.
Segun los pronosticos de analistas políticos, el próximo presidente será elegido en segunda vuelta y, con suerte, su agrupación logrará el 20% de representación parlamentaria, situación similar a la ocurrida en la década del 90 cuando fue elegido Alberto Fujimori. Si bien hay 28 agrupaciones inscritas ante el JNE, muchas no presentarían candidato presidencial y además, se formarían alianzas y frentes electorales.
Alan García tambien señaló que “existe una especie de ‘candidatitis’ y ‘presidencialitis'” pero insistió que el APRA decide si postula o no. (Ver: “AGP: ‘Apra será quien decida si postulo en 2006′” El Comercio, July 4, 2005).