Me quedo pensando en la historia de Capitan Alegría en la primera parte de “Los Girasoles Ciegos” mientras leía al introducción de esta obra. La historia de un fusilado aún sobreviviendo es similar, pues es una cosa muy macabro que esta historia es de verdad. Por esto, aunque (como fue mencionado en clase) algunos siete o diez muertos no es nada en la epoca de golpes y juntas en el cono sur, me parece muy chocante y humano la historia. Sobrevivir algo así tiene un aspeto asombroso y asustando que me cae muy chocante, más que el hecho sencillo de asesinar a tiros siete hombres por sospecho de que son de la “otra banda” en plena mitad de un golpe.
Era tan impactante el horror de los hechos que el autor se animaba a investigarlo en vez de sigue con su ajedrez y cuentas policiales. Esto ya significa algo. Posiblamente, aunque las cifras del operación son pocos, lo mismo va a pasar al lector, y quedamos indignados sobre estos seis sobrevivientes y tales muertos pese de que cada dia hay noticias llenos de cifras altas de muertos en un montón de conflictos más viciosos que los golpes en favor y en contra de J.D. Peron.