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La Muerte y la Doncella por Dorfman

La obra de Dorfman me recuerdo mucho de la película argentina “el secreto de sus ojos” no solo por ser situado en el cono sur y por tratar con las dictadura militares de por allí.
Como dice Wiesel en su introducción, en esta obra tenemos un personaje quien le ha convertido en aspecto de su carácter una trauma grave.

En este sentido las obras son relacionados porque tiene un enfoque en lo que viene después de una trauma (nacional y personal), no en el momento preciso en que la pasó. Este enfoque también diferencia a la obra del genero del testimonio, por lo menos a mi parece así. Ademas, es una obra de ficción, que no cuente entre dicho genero.
Entonces, aunque no es testimonio las obras así pueden tener papeles importantes en el recuperación después de grandes traumas, esto no niego.

La pregunta que me quedo con no es si es una buena obra o no, si sea importante al proceso de paz y justicia en Chile o no, la pregunta que llevo es como debemos relacionar una obra como esta con la “política de la verdad”, porque ya es obvio que no lo es verdad.
No me entiendo muy bien como se debe situarlo en relación a las demás obras que hemos visto, tampoco como relacionar obras como esta o “El Hablador” con el genero de testimonio. Es un gran cambio mover a las obras de teatro desde obras de investigación como los de Walsh o Barnet, y realmente me está costando adivinar las enlaces y elementos comunes entre las primeras y ultimas obras de nuestro curso.

Tarea de Investigacion – Perspectivas Criticas sobre El Hablador por Vargas Llosa

En mis investigaciones sobre El Hablador por Vargas Llosa lo que he encontrado sobre todo es un enfoque con la voz narrativa como metáfora o alegoría para la dicotomía entre modernización y tradición en Latinoamérica. En una manera (como sugiera algunos de los autores que he estudiado) este es una reafirmación del corriente de pensamiento que nació con D.F. Sarmiento en Argentina – Civilización y Barbarie, en cual dicotomía lo europeo es civilizado, avanzado, y lo indígena a las américas pura barbarie. Es muy interesante, especialmente en el articulo de Vanden Berghe, que sitúa a la obra como parte de una conversación amplio en la literatura peruano tras ilustrar paralelos entre la obra de Vargas Llosa y Ríos Profundos por J.M. Arguedas. A mi parece bastante interesante examinar los rasgos de esto en El Hablador, porque no pienso que Vargas Llosa puede ser acusado con la misma prueba ni vehemencia que Sarmiento de tener una perspectiva racista. Sin embargo, por supuesto quedamos un oposición casi binario entre la cultura indígena y ‘moderna’ peruano en la obra, y vale la pena examinarlo más.

Otro punto que me parece muy clave examinar mientras escribimos el articulo de Wikipedia es como se situa la novela entre la obra general de Vargas Llosa mismo, porque él ha escrito otras obras que trata con la identidad español y indígena en Perú y Latinoamérica, y creo que sea útil examinar y mencionar su perspectiva y obra general sobre la tema. Creo que él también ha escrito algo sobre J.M. Arguedas, así que sea interesante examinar esta obra y la critica de Vanden Berghe, que hace un especie de ‘compare y contrast’ entre Llosa y Arguedas.

He enumerado y comentado sobre las obras leidos mientras investigaba, y he incluido un enlace a mis notas para los que quieran leerlos.  Tarea de Investigación

Primeras pensamientos sobre “Me llamo Rigoberta Menchú”

A mi lo que me cae más interesante y lo que me molesta más sobre “Me llamo Rigoberta Menchú” es lo mismo – el papel de E. Burgos en interpretar y especialmente CONSTRUIR la historia. Aunque ella nos dice que no ha cambiado nunca (menos algunos correcciones sobre la concordancia), a mí no estoy tan cierto de esto.
¿Y porque?
Bueno, porque hay ciertas frases de la introducción que los ponen obvio que Burgos no tenga una mirada bastante neutral, como (por ejemplo) un antropólogo o un periodista debe tener.
Yo creo que en ciertos momentos ella toca la línea con orientalismo, con ver a Rigoberta muy como “la otra”, así que ella está preocupada con lo “exótico” y resulta que ella lo enfatiza mucho. Frases como “En su cultura todo es previamente ordenado”, el descripción de la sonrisa de Rigoberta como “casi infantil” (junto con “su mirada franca era la de un niño”) me pone a cuestionar las habilidades del autor para contar esta historia sin recursos a romantizarlo o emplear de una manera el estereotipo de “buen salvaje”. Ella admite también que no había estudiado los Quiché antes de este projecto, y aunque eso no es una problema en si mismo, de nuevo pensaba cuando lo leí que posiblemente Burgos fue enamorado por lo exótico y lo picaresco de la historia, que no sirve bien para un redactor.
Por eso, siento incomodo, o por lo menos quedo algunas preocupaciones, sobre el redacción de las largas entrevistas al texto final. Me interesa en cuales elementos fueron dejado o recortado del texto final. Me interesa también la polémica sobre la veracidad de la historia, y con estos preocupaciones siento mientras leo el texto un nivel de duda que no he encontrado leyendo los otros textos del curso.
No sé si estoy demasiado sospechoso a este texto o insuficientemente sospechoso con los demás.

Operación Masacre

Me quedo pensando en la historia de Capitan Alegría en la primera parte de “Los Girasoles Ciegos” mientras leía al introducción de esta obra. La historia de un fusilado aún sobreviviendo es similar, pues es una cosa muy macabro que esta historia es de verdad. Por esto, aunque (como fue mencionado en clase) algunos siete o diez muertos no es nada en la epoca de golpes y juntas en el cono sur, me parece muy chocante y humano la historia. Sobrevivir algo así tiene un aspeto asombroso y asustando que me cae muy chocante, más que el hecho sencillo de asesinar a tiros siete hombres por sospecho de que son de la “otra banda” en plena mitad de un golpe.

Era tan impactante el horror de los hechos que el autor se animaba a investigarlo en vez de sigue con su ajedrez y cuentas policiales. Esto ya significa algo. Posiblamente, aunque las cifras del operación son pocos, lo mismo va a pasar al lector, y quedamos indignados sobre estos seis sobrevivientes y tales muertos pese de que cada dia hay noticias llenos de cifras altas de muertos en un montón de conflictos más viciosos que los golpes en favor y en contra de J.D. Peron.

Introducción

Hola a todos,

 

Me llamo Patrick y soy un estudiante de español en (espero) mi ultimo temporada.

Nací y crecía cerca de Miami, que es frecuentemente llamado el cruce de calles o “The Gateway of the Americas” y en mis años viviendo allí siempre estaba escuchando a varias historias sobre las varias conflictas americanas, incluso el revolucion cubano (un momento clave en la historia de florida del sur), el conflicto FARC en colombia , y el crisis venezolano que sigue pasando (en mi escuela secundaria fueron gente cuyos familias habían sido afectados por esos), y por eso aunque este es un curso requisito para matricularme, la tema aún me interesa mucho.

Los Girasoles Ciegos

“Los Girasoles Ciegos” es una novela de Alberto Méndez que muestra el lado oscuro de la Guerra Civil. Las luchas de la vida cotidiana de los españoles están presentes en las otras novelas que hemos leído, pero esas luchas se convierten como un foco con Méndez. El miedo, la violencia, el hambre, y el sufrimiento son los temas principales de la novela. El romanticismo heroico que hemos visto desde los personajes extranjeros no está presente, y Méndez no trata de justificar o apaciguar a nada. La novela tiene un enfoque muy realista, y recuerda a todos que no todo es positivo y optimista.

Una de las citas que me llamó la atención fue en la página 13 (en mi versión online):

“Tengo miedo de que el niño enferme, tengo miedo de que muera la vaca a la que apenas logro alimentar desenterrando raíces y la poca hierba que la nieve sorprendió aún viva. Tengo miedo de enfermar. Tengo miedo de que alguien descubra que estamos aquí arriba en la montaña. Tengo miedo de tanto miedo.” 

Esta cita nos recuerda que la guerra trae el miedo en todos los aspectos de la vida, y la guerra consume la mentalidad de todo el mundo por completo. Eulalio pierde su novia y tiene que cuidar de su hijo solo. Él no tiene mucho tiempo para sentir la tristeza, porque el miedo sustituye a la tristeza y él tiene que estar alerta y continuar su vida por su hijo joven.

Es también la primera vez que tenemos una historia desde el lado nacionalista de la guerra, lo cual me pareció muy interesante. La primera historia, llamada “Si el corazón pensara dejaría de latir,” habla sobre Capitan Alegría, un capitán que luchó en el lado nacionalista. Él se entregó por el lado republicano, pero logra escapar. En la primera página, él dice “soy un rendido.” Él no siente como un vencedor. Sólo luchaba por su país, y nunca ha tenido ningún motivo para la violencia, el hambre, y la división que la guerra causó. Para él, no sirve para nada estar en el lado ganador. Él es tan deprimido, cansado, y con miedo como cualquier persona en el otro lado de esta guerra.

No sé por qué. Tal vez es porque soy una persona deprimente. Me gustó bastante el ambiente deprimente la trama llevado a lo largo de la historia. Fue un soplo de aire fresco en las otras novelas que hemos leído. ¿Qué opinan ustedes?

Los Girasoles Ciegos

“Los Girasoles Ciegos” es una novela de Alberto Méndez que muestra el lado oscuro de la Guerra Civil. Las luchas de la vida cotidiana de los españoles están presentes en las otras novelas que hemos leído, pero esas luchas se convierten como un foco con Méndez. El miedo, la violencia, el hambre, y el sufrimiento son los temas principales de la novela. El romanticismo heroico que hemos visto desde los personajes extranjeros no está presente, y Méndez no trata de justificar o apaciguar a nada. La novela tiene un enfoque muy realista, y recuerda a todos que no todo es positivo y optimista.

Una de las citas que me llamó la atención fue en la página 13 (en mi versión online):

“Tengo miedo de que el niño enferme, tengo miedo de que muera la vaca a la que apenas logro alimentar desenterrando raíces y la poca hierba que la nieve sorprendió aún viva. Tengo miedo de enfermar. Tengo miedo de que alguien descubra que estamos aquí arriba en la montaña. Tengo miedo de tanto miedo.” 

Esta cita nos recuerda que la guerra trae el miedo en todos los aspectos de la vida, y la guerra consume la mentalidad de todo el mundo por completo. Eulalio pierde su novia y tiene que cuidar de su hijo solo. Él no tiene mucho tiempo para sentir la tristeza, porque el miedo sustituye a la tristeza y él tiene que estar alerta y continuar su vida por su hijo joven.

Es también la primera vez que tenemos una historia desde el lado nacionalista de la guerra, lo cual me pareció muy interesante. La primera historia, llamada “Si el corazón pensara dejaría de latir,” habla sobre Capitan Alegría, un capitán que luchó en el lado nacionalista. Él se entregó por el lado republicano, pero logra escapar. En la primera página, él dice “soy un rendido.” Él no siente como un vencedor. Sólo luchaba por su país, y nunca ha tenido ningún motivo para la violencia, el hambre, y la división que la guerra causó. Para él, no sirve para nada estar en el lado ganador. Él es tan deprimido, cansado, y con miedo como cualquier persona en el otro lado de esta guerra.

No sé por qué. Tal vez es porque soy una persona deprimente. Me gustó bastante el ambiente deprimente la trama llevado a lo largo de la historia. Fue un soplo de aire fresco en las otras novelas que hemos leído. ¿Qué opinan ustedes?

Los Girasoles Ciegos

La primera historia de Los Girasoles Ciegos es una con la cual nunca pude creer la premisa ni su historia subsecuente. Considero la historia del Capitán Alegría carente de lógica al punto en el cual cualquier análisis que pretenda hacer no tendría en que sustentarse.

Por otra parte, la segunda historia es una que me pareció mucho más interesante. Por más que esté en desacuerdo con las decisiones que toman los personajes, como expresé en clases, y esté en desacuerdo con la mayoría de ustedes sobre sus subsecuentes motivaciones para ayudar a su hijo, por lo menos es una historia a la que le creo la premisa. El tipo de personaje presentado aquí, uno idealista y poco racional, es uno que hemos visto previamente existiendo en esta guerra (particularmente del lado republicano pero es también del lado que más hemos leído). Por lo tanto, por lo menos puedo entender su raciocinio al tomar las acciones que toma aunque no esté de acuerdo y crea que esto lo convierte en un padre irresponsable, no una historia humanitaria.

Independiente del contenido de estas dos historias iniciales, me parece que el libro está muy bien escrito. No es por razones estilísticas que no creo la premisa de la primera historia, ni que no estoy de acuerdo con las decisiones tomadas en la segunda. Siendo estas mis únicas críticas a estas primeras historias, queda la escritura en sí sin ninguna crítica. En particular, me gusta el formato tomado en la segunda historia semejante al cide Hamete Benengeli en  Don Quijote. Pese a que en ambos casos esta decisión es tomada por razones que podemos inferir son muy distintos, el rol que cumple en esta historia es muy positivo (siendo obviamente las razones que daré para esto mi opinión). En primer lugar, como dije el martes este estilo de narración le da un aire de autenticidad a la historia principal. Si se hubiera contado la historia directamente, en vez de la manera presentada, pasaría como cualquier historia de ficción. Además, este estilo permite a los personajes no tener nombres a lo largo de la historia y solamente sugerir nombres al final. Esto sugiere la idea al lector que esta (supuesta) tragedia es una que no es necesariamente específica a estas personas pero que pudo haber sucedido a muchas otras.

Tal como estos puntos estílisticos lo hacen a mi criterio a una buena narración a este libro, también estoy de acuerdo con la idea que trajo Paz el martes que tiene una inclinación a ser propaganda. Dado que hemos leído otros libros que lo hacían a mayor nivel, o tal vez me he ido acostumbrando a leer propaganda de izquierda, el sesgo político en este libro me pareció ligero comparativamente.