Monthly Archives: June 2016

reflection about the discussion of Los girasoles ciegos-Patrick and Paz

I think the discussion in our last class about the book Los girasoles ciegos went well, actually Patrick and I prepared more questions but we didn't done all of them. It seems that critics from the lectors, at least in our class, towards this book's are going to two extremes, actually I would like to listen, participate in the discussion and be convinced, but I think we didn't bring up this discussion. It'd be better if we brought some general questions first, I mean, to let people open their mind to talk, then we could narrow to details; or we just drink first then we begin to talk. :)

After all, it is interesting because as I was quoting from the book for the powerpoint it was like to re-read the book and I was beginning to change my mind from disliking it to think that maybe there was something I missed. 

Anyway, it has been a good experience to have this class with all the classmates and Jon reading and talking about books, from listening to others' opinions and reading the blogs, we did extend our thinking. 

Que sigamos disfrutando de este lindo y breve verano!

Los girasoles ciegos de Alberto Méndez

Es muy lindo el libro, tiene párrafos como poemas y descripciones detalladas y sutiles. El autor maneja muy bien diferentes estilos al narrar. Es melancólico también, bastante triste, las heridas que ha dejado la guerra se sienten entre las líneas, que el trauma que la guerra provocó es para todos y la escritura funciona como un psicólogo, el paciente confesa lo que ha pasado desde su punto de vista, derrama su emoción mediante la escritura para curarse y cubrir el vacío mantenido en el profundo. Entiendo el libro como una manera que el herido se esfuerza a enfrentar su trauma, el duelo, escribe y se expresa para aliviarse. Y no importa esta confesa sea buena, verdadera o exacta o no, si le desahoga a uno.

Se me sorprendió a veces al leer el libro porque el argumento y las acciones de los protagonistas me parecen fuera del sentido común, por lo menos de mi sentido común, tales como la rendición y el suicidio del Capitán Alegre. La verdad, no me convence este argumento, me parece un poco exagerado. Pienso que una idea del libro que puedo captar es la que, como se mencionó en las clases anteriores, los vencedores ganaron la guerra pero la perdieron al mismo tiempo. ¿Y los vencidos? Me pregunto si se puede decirlo al revés, que los vencidos perdieron la guerra pero la ganaron en cierto modo? ¿La ganaron por ser reprimido cruelmente o por su ideología elevada? ¿ O si se puede entender la guerra como un juego, que la perdida es la perdida, la victoria es la victoria?

No soy capaz de criticar el libro porque eso para mí es como criticar a un paciente de trauma psicológico, que nadie puede entrar verdaderamente en el interior del paciente y experimentar exactamente lo que ha pasado al paciente. Pero personalmente tiendo a resistir a meterme en este tipo de emoción a justificar. No puedo explicar por qué pero a veces siento, sobre todo después del libro, que esta guerra es como una entre los bóxers y los poetas. Admiro las ideas elevadas de los vencidos y la hermandad entre hombre y hombre, como hombre y hombre, respeto los sacrificios, pero soy sensible a todo tipo de emoción y también me alarma.

Los Girasoles Ciegos

“Los Girasoles Ciegos” es una novela de Alberto Méndez que muestra el lado oscuro de la Guerra Civil. Las luchas de la vida cotidiana de los españoles están presentes en las otras novelas que hemos leído, pero esas luchas se convierten como un foco con Méndez. El miedo, la violencia, el hambre, y el sufrimiento son los temas principales de la novela. El romanticismo heroico que hemos visto desde los personajes extranjeros no está presente, y Méndez no trata de justificar o apaciguar a nada. La novela tiene un enfoque muy realista, y recuerda a todos que no todo es positivo y optimista.

Una de las citas que me llamó la atención fue en la página 13 (en mi versión online):

“Tengo miedo de que el niño enferme, tengo miedo de que muera la vaca a la que apenas logro alimentar desenterrando raíces y la poca hierba que la nieve sorprendió aún viva. Tengo miedo de enfermar. Tengo miedo de que alguien descubra que estamos aquí arriba en la montaña. Tengo miedo de tanto miedo.” 

Esta cita nos recuerda que la guerra trae el miedo en todos los aspectos de la vida, y la guerra consume la mentalidad de todo el mundo por completo. Eulalio pierde su novia y tiene que cuidar de su hijo solo. Él no tiene mucho tiempo para sentir la tristeza, porque el miedo sustituye a la tristeza y él tiene que estar alerta y continuar su vida por su hijo joven.

Es también la primera vez que tenemos una historia desde el lado nacionalista de la guerra, lo cual me pareció muy interesante. La primera historia, llamada “Si el corazón pensara dejaría de latir,” habla sobre Capitan Alegría, un capitán que luchó en el lado nacionalista. Él se entregó por el lado republicano, pero logra escapar. En la primera página, él dice “soy un rendido.” Él no siente como un vencedor. Sólo luchaba por su país, y nunca ha tenido ningún motivo para la violencia, el hambre, y la división que la guerra causó. Para él, no sirve para nada estar en el lado ganador. Él es tan deprimido, cansado, y con miedo como cualquier persona en el otro lado de esta guerra.

No sé por qué. Tal vez es porque soy una persona deprimente. Me gustó bastante el ambiente deprimente la trama llevado a lo largo de la historia. Fue un soplo de aire fresco en las otras novelas que hemos leído. ¿Qué opinan ustedes?

Los Girasoles Ciegos

“Los Girasoles Ciegos” es una novela de Alberto Méndez que muestra el lado oscuro de la Guerra Civil. Las luchas de la vida cotidiana de los españoles están presentes en las otras novelas que hemos leído, pero esas luchas se convierten como un foco con Méndez. El miedo, la violencia, el hambre, y el sufrimiento son los temas principales de la novela. El romanticismo heroico que hemos visto desde los personajes extranjeros no está presente, y Méndez no trata de justificar o apaciguar a nada. La novela tiene un enfoque muy realista, y recuerda a todos que no todo es positivo y optimista.

Una de las citas que me llamó la atención fue en la página 13 (en mi versión online):

“Tengo miedo de que el niño enferme, tengo miedo de que muera la vaca a la que apenas logro alimentar desenterrando raíces y la poca hierba que la nieve sorprendió aún viva. Tengo miedo de enfermar. Tengo miedo de que alguien descubra que estamos aquí arriba en la montaña. Tengo miedo de tanto miedo.” 

Esta cita nos recuerda que la guerra trae el miedo en todos los aspectos de la vida, y la guerra consume la mentalidad de todo el mundo por completo. Eulalio pierde su novia y tiene que cuidar de su hijo solo. Él no tiene mucho tiempo para sentir la tristeza, porque el miedo sustituye a la tristeza y él tiene que estar alerta y continuar su vida por su hijo joven.

Es también la primera vez que tenemos una historia desde el lado nacionalista de la guerra, lo cual me pareció muy interesante. La primera historia, llamada “Si el corazón pensara dejaría de latir,” habla sobre Capitan Alegría, un capitán que luchó en el lado nacionalista. Él se entregó por el lado republicano, pero logra escapar. En la primera página, él dice “soy un rendido.” Él no siente como un vencedor. Sólo luchaba por su país, y nunca ha tenido ningún motivo para la violencia, el hambre, y la división que la guerra causó. Para él, no sirve para nada estar en el lado ganador. Él es tan deprimido, cansado, y con miedo como cualquier persona en el otro lado de esta guerra.

No sé por qué. Tal vez es porque soy una persona deprimente. Me gustó bastante el ambiente deprimente la trama llevado a lo largo de la historia. Fue un soplo de aire fresco en las otras novelas que hemos leído. ¿Qué opinan ustedes?

For Whom the Bell Tolls: Reflection

Fabricio and I believe that our class discussion last Thursday went relatively well. We believe that we came up with significant and thought- and discussion-provoking questions for the class.

Our questions were inspired by our personal interests in the novel and perhaps we directed our questions too much, that is, that we asked questions expecting certain answers when these answers may not have occurred to the classmates.

In future class-discussions of this type, we might focus more on making more open questions that are easier to answer in a general way. It is challenging to ask general questions that at the same time provoke discussion. Perhaps a focus on the more literary elements, such as setting, characters, plot, genre, etc. would be a more productive approach.

Los girasoles ciegos

Los girasoles ciegos crea, tal vez, un mundo al revés. Desde el primer cuento, vemos a un personaje que desafía las leyes de la lógica al rendirse al enemigo en el momento de su derrota. El Capitán Alegrías (una persona decididamente sin alegría) es un muerto que vive, que nace con la muerte, un vencedor que se deja vencer pero que a la vez sigue luchando para sobrevivir. Es un personaje lleno de contradicciones: ¿por qué, después de cometer el acto suicida de rendirse a los republicanos y aceptar su destino de terminar fusilado por su propio ejército, sigue con las ganas de vivir? En otras palabras, ¿por qué se desentierra? ¿Por qué no simplemente se deja morir?

Estas contradicciones siguen en el segundo cuento: el narrador es un padre que se vuelve madre (es decir, acepta el papel de la madre de su hijo), “un poeta sin versos”  y sólo le da nombre a su hijo después de la muerte. El tercero también: Juan Senra es un condenado a muerte que sigue en vida, sus mentiras crean un personaje glorioso de un personaje innoble. Sin embargo, todos estos relatos parecen terminar con una vuelta al mundo ‘al derecho’: Alegrías se suicida, el poeta sin versos escribe un verso final tras no poder cumplir el rol maternal de nutrir a su hijo y Senra abandona sus mentiras y acepta su ejecución.

El cuarto cuento del libro —para mí el mejor de todos— sigue con estas contradicciones y de alguna manera las revela. Aquí tenemos a un ser vivo que parece un fantasma, un hombre que ocupa el espacio pero al mismo tiempo pasa desapercibido, una mujer que cuida de su esposo (en vez de él cuidar de ella), un religioso que deja de serlo y busca la confesión y una familia que para huir tiene que quedarse encerrado. Las referencias en el texto a Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll —una historia sobre un mundo absurdo—refuerzan y apuntan hacia este mundo al revés en el que viven los personajes. Estas referencias cobran más importancia aun al considerar la continuación de esta obra, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí  (Through the Looking-Glass) que presenta un mundo imaginario al revés, y el hecho que Ricardo Mazo se esconde (y termina viviendo) detrás de un espejo. No obstante, otra vez vemos que el mundo, hasta cierto punto, vuelve ‘al derecho’, igual que Alicia tiene que volver a la realidad: Ricardo vuelve a ser el esposo protector, se deja descubrir y vuelve a la vida, deja de ser un fantasma. Pero precisamente en eso vemos otra contradicción, pues cuando vuelve a la vida, en seguida se la quita al suicidarse y, en ese acto, el ‘vencedor’ de esta historia, el padre Salvador, queda vencido según sus propias palabras:

Se suicidó, Padre, para cargar sobre mi conciencia la perdición eterna de su alma, para arrebatarme la gloria de haber hecho justicia.

Con esto creo que tengo que estar con Jon que lo que vemos aquí es una manera de ganar la guerra perdiendo, o perder la guerra ganando. Tal vez, en realidad, ese mundo al revés nunca vuelve a estabilizarse del todo. ¿Será que Alberto Méndez trata de devolverle  la vista a sus ‘girasoles ciegos’ en estos relatos?

 

 

 

 

Los Girasoles Ciegos

La primera historia de Los Girasoles Ciegos es una con la cual nunca pude creer la premisa ni su historia subsecuente. Considero la historia del Capitán Alegría carente de lógica al punto en el cual cualquier análisis que pretenda hacer no tendría en que sustentarse.

Por otra parte, la segunda historia es una que me pareció mucho más interesante. Por más que esté en desacuerdo con las decisiones que toman los personajes, como expresé en clases, y esté en desacuerdo con la mayoría de ustedes sobre sus subsecuentes motivaciones para ayudar a su hijo, por lo menos es una historia a la que le creo la premisa. El tipo de personaje presentado aquí, uno idealista y poco racional, es uno que hemos visto previamente existiendo en esta guerra (particularmente del lado republicano pero es también del lado que más hemos leído). Por lo tanto, por lo menos puedo entender su raciocinio al tomar las acciones que toma aunque no esté de acuerdo y crea que esto lo convierte en un padre irresponsable, no una historia humanitaria.

Independiente del contenido de estas dos historias iniciales, me parece que el libro está muy bien escrito. No es por razones estilísticas que no creo la premisa de la primera historia, ni que no estoy de acuerdo con las decisiones tomadas en la segunda. Siendo estas mis únicas críticas a estas primeras historias, queda la escritura en sí sin ninguna crítica. En particular, me gusta el formato tomado en la segunda historia semejante al cide Hamete Benengeli en  Don Quijote. Pese a que en ambos casos esta decisión es tomada por razones que podemos inferir son muy distintos, el rol que cumple en esta historia es muy positivo (siendo obviamente las razones que daré para esto mi opinión). En primer lugar, como dije el martes este estilo de narración le da un aire de autenticidad a la historia principal. Si se hubiera contado la historia directamente, en vez de la manera presentada, pasaría como cualquier historia de ficción. Además, este estilo permite a los personajes no tener nombres a lo largo de la historia y solamente sugerir nombres al final. Esto sugiere la idea al lector que esta (supuesta) tragedia es una que no es necesariamente específica a estas personas pero que pudo haber sucedido a muchas otras.

Tal como estos puntos estílisticos lo hacen a mi criterio a una buena narración a este libro, también estoy de acuerdo con la idea que trajo Paz el martes que tiene una inclinación a ser propaganda. Dado que hemos leído otros libros que lo hacían a mayor nivel, o tal vez me he ido acostumbrando a leer propaganda de izquierda, el sesgo político en este libro me pareció ligero comparativamente.

Los girasoles ciegos

El tema de memoria es integral a los cuentos de Los girasoles ciegos, especialmente con la manera en que escribió Méndez. ¿Por qué puso tanto énfasis en los supuestos ‘fuentes’ de la historia cuando sabemos que es una obra de ficción? ¿Estaba tratando de restablecer una memoria perdida de la Guerra Civil? Quizás Méndez los escribió así para crear una apariencia de certeza, para hacernos creer que estos cuentos son de personas reales.

También los principios e ideales de los personajes tienen un papel significativa en este libro. El capitán Alegría eligió rendirse a los republicanos el mismo día que los fascistas ganaron la guerra. Aparentemente creó que hay más honor en ser un vencido que en ser un víctor. Ésto demuestra un problema que afecta a muchos de los personajes de los libros que hemos leído en este curso: el triunfo de los principios contra la racionalidad. Sería en el interés del capitán quedarse con los fascistas y disfrutar de la victoria contra los republicanos, pero sus morales dictan que es más glorioso ser un vencido, que hay más honor en una derrota que una victoria.

En una confidencia inoportuna que días más tarde utilizaría el fiscal militar para pedir su muerte con ignominia, Alegría confesó a un suboficial intachable que los defensores de la República hubieran humillado mas al ejercito de Franco rindiéndose el primer día de la guerra que resistiendo tenazmente, porque cada muerto de esa guerra, fuera del bando que fuera, había servido solo para glorificar al que mataba. Sin muertos, dijo, no habría gloria, y sin gloria, solo habría derrotados (p. 15).

Hemos visto este tipo de justificación irracional también en Malraux y Hemingway. Malraux tiene los republicanos luchando valientemente pero sin esperanza contra un enemigo con la clara ventaja de la tecnología avanzada. Hemingway tiene Robert Jordan persiguiendo su objetivo de destruir el puente sin pensar, como Pablo, en las consecuencias después de hacerlo. En todas situaciones los protagonistas hacen lo que dictan sus ideales en vez de lo racional. Es un aspecto único de la Guerra Civil española que había tanta dedicación fuerte a los principios y la ideología en la cara de adversidades insuperables.

Sobre Los girasoles ciegos

Al reflexionar sobre su pasado, y en particular sobre su madre, el narrador del cuarto cuento de Los girasoles ciegos se da cuenta de lo siguiente:

Todo lo que ha sobrevivido ha alterado poco a poco su recuerdo porque su presencia real es incompatible con la memoria, pero lo que hemos perdido en el camino sigue congelado en el instante de su desaparición ocupando su lugar en el pasado. Por eso sé cómo era lo que ha desaparecido, lo que abandoné o me abandonó en un momento de mi vida y/nunca regresó a donde lo real se altera poco a poco, a donde su actualidad no deja lugar a su pasado (106-107, énfasis mío).

A mí me interesa mucho esta cita porque está directamente relacionada con lo que ahora mismo estoy investigando para el trabajo final de esta clase: la memoria, en particular, la cultural. La memoria cultural, un concepto que según lo que he leído hasta ahora, ha sido muy polémico desde la aportación de Halbwach sobre el concepto directamente relacionado de mémoire collective en los años 20 (Astrid Erll 1), se consiste tanto de la memoria colectiva como la individual, y la interacción entre las dos y cómo esta interacción le hace a la memoria “vulnerable to manipulation and appropriation, susceptible to being long dormant and periodically revived,” entre otras cosas (en las palabras de Pierre Nora).

Menciono todo esto no sólo porque es justo el tema de mi investigación para el trabajo final, sino también porque, como hemos visto, la memoria en general ha sido un tema predominante en los libros que leímos para este curso. Nunca me había dado cuenta antes a lo complejo de la memoria y cómo se la utiliza para escribir la “historia,” supuestamente la verdad de todo lo que ha sucedido en nuestro mundo, y por eso me resultó un tema sumamente interesante para investigar más.

Con respecto a la cita anterior, algunas cosas me llaman la atención: primero, la afirmación que la presencia real de su madre es “incompatible con la memoria.” Tiene que ver en parte con el discurso entre la realidad vivida y la memoria de esa realidad, y cómo es efectivamente imposible experimentar la realidad tal como la experimentaste en el momento, y tampoco de expresarlo “auténticamente” por la escritura.

Segundo, me impresiona (y me interesaría saber lo que el resto de ustedes piensen) el uso del verbo “congelar” para describir la pérdida que había experimentado en el pasado, y cómo se puede relacionar esto con los lieux de mémoire (los “sitios de memoria”) conceptualizados por el mencionado Nora en su aportación al campo de estudios sobre la memoria cultural.

Por último, vale la pena mencionar lo siguiente porque creo que sería un buen tema de discusión en la clase de hoy o jueves, sobre la oposición entre la historia y la memoria, una dicotomía que hemos considerado por la duración de la clase, según lo que ya sabíamos de la guerra civil y lo que aprendimos por la lectura de estos seis libros.

Memory is life…

History, on the other hand, is the reconstruction, always problematic and incomplete, of what is no longer…

Memory is a perpetually actual phenomenon, a bond tying us to the eternal present; history is a representation of the past…

Memory is absolute, while history can only conceive the relative.

Todas estas citas también saqué de “Between Memory and History: Les Lieux de Mémoire” por Pierra Nora (1989, 8-9), y creo que tal vez engendrarían una buena discusión, no sólo con respecto a Los girasoles ciegos, sino también con los demás libros.