“From Serf to Self: The Autobiography of Juan Francisco Manzano”. Silvia Molloy

 

“From Serf to Self: The Autobiography of Juan Francisco Manzano”

 El estudio de Silvia Molloy sobre la autobiografía de Juan Francisco Manzano, un esclavo cubano del siglo XIX, abre citando las primeras líneas del texto, paso importante para discutir dos puntos esenciales: lo diferente de su escritura y la manipulación a la cual ha sido sometida. A continuación se contrasta la cita de la primera edición cubana, cercana al manuscrito de Manzano, y la versión modernizada que se ha popularizado en las últimas décadas:


“La Sra. Da. Beatriz de Justiz Marquesa Justiz de Sta. Ana, esposa del Sor. Don Juan Manzano, tenía gusto de cada vez qe. iva a su famosa asienda el Molino de tomar las mas bonitas criollas, cuando eran de dies a onse años; las traía consigo y dándoles una educación conforme a su clase y condisión, estaba siempre su casa llena de criadas…” (Edición cubana de 1937)

“La señora doña beatriz de justiz, Marquesa Justiz de Santa Ana, esposa del señor don Juan Manzano, cada vez que iba a su famosa hacienda el Molino gustaba de tomar las más bonitas criollas entre diez y once años. Las traía consigo, dándoles una educación conforme a su clase y condición. Así estaba siempre su casa llena de criadas…” (Edición de Ivan Schulman de 1975)


Molloy llama la atención sobre este comienzo, que parece una narración en tercera persona sobre la Marquesa, pero que resulta ser la historia personal de uno de sus esclavos. Éste es un primer indicador de lo diferente del texto, a lo que suma lo asistemático de la ortografía, la arbitrariedad de la puntuación y la despreocupada sintaxis (394).

Manzano escribe su biografía en 1835 a petición de su protector Domingo del Monte, para darle publicidad a la causa de la abolición en el exterior. Tras los retoques de Anselmo Suárez y Romero es traducida al inglés por Richard Madden, un magistrado británico que junto con un reporte, la presenta en la Convención General Anti-esclavista de Londres en 1840. El manuscrito de Manzano circuló clandestinamente en Cuba. Sólo algunos fragmentos del texto fueron integrados en la serie de biografías, Poetas de color, de Francisco Calcagno, pues, por razones políticas, la autobiografía completa no se consideró publicable hasta 1898 y, de hecho, su primera edición apareció un siglo más tarde, en 1937 (395-6).

Estos hechos, la escritura por encargo, los retoques, la traducción (poco fiel), las mutilaciones y su tardía publicación, hacen que Molloy describa el texto como extraordinariamente manipulado y, en esencia, un texto ‘desposeído’, usado por otros, sin ningún control sobre esos usos por el autor (396).

A través de las cartas de Manzano a Del Monte, Molloy explora los intereses detrás del proyecto de la autobiografía. Manzano había puesto su obra poética a disposición de Del Monte y éste aprovechó las capacidades del esclavo para su ambigua empresa ideológica, que, según Schulman, consistía en exaltar la figura del esclavo sumiso, a la vez que implicaba una suerte de sostenimiento ilegal de la esclavitud (n.13), o, según la evidencia de Molloy, anhelaba erradicar a los negros de Cuba (n.12). El proyecto de la autobiografía, sumada al expediente de Madden, se orientaba a mostrar los excesos de la esclavitud y a revelar por vías del testimonio del esclavo, que había en Cuba una juventud pensante dispuesta a señalarlos (399).

Según Molloy, Manzano identifica la escritura de su historia con la posibilidad de su liberación (401). Aunque inicialmente lo anima el proyecto, pronto se ve envuelto en el dramatismo que conlleva la escritura sobre sí mismo para otro lector, y un poco después su actitud hacia la autobiografía cambia.

Molloy estudia el cambio de actitud de Manzano a través de las cartas que le dirige a Del Monte. En la carta del 25 de junio de 1835 indica que ha empezado a escribir, pero se enfrenta a varias dudas sobre la rendición de experiencias destinadas a un lector, que le ha dado esperanzas de libertad, a quien no quiere decepcionar. Potencialmente, ese lector es también un público nacional e internacional. En dicha carta se ve a un Manzano considerando la retórica, la argumentación apropiada para que su relato resulte verosímil. Indica que sólo introduce eventos interesantes en consideración con el público de la obra (401). De otro lado, en la carta del 29 de septiembre Manzano declara que se guarda eventos interesantes para un proyecto posterior a su liberación: la escritura de una novela verdaderamente cubana (402). El hecho de que por ‘eventos interesantes’ Manzano considere dos cosas distintas en cada carta, llama la atención de Molloy. Según ella, su actitud ya no es servil, sino que exhibe un grado de resistencia, que se concentra en las cosas no dichas.

A continuación Molloy se dirige a la traducción de Madden, en la que Manzano desaparece como autor, pues la presenta como The Life and Poems of a Cuban Slave, y la autobiografía sufre supresiones y unos cuantos cambios. Llama la atención que ante estas alteraciones, algunos intelectuales sigan considerando la obra ‘an originally authored text’ (404). En la presentación de la obra como anónima puede percibirse el interés de ganar representatividad, se deja de mostrar el caso particular con la pretensión de hacer ese caso una generalidad. Molloy llama la atención sobre el hecho de que la versión modernizada de Schulman conserve ese anonimato en el título, Autobiografía de un esclavo (n.24) y señala que la estrategia de anonimizar relatos de individuos de grupos juzgados débiles, en aras de la representatividad, es una práctica común del grupo en el poder, cuyo efecto es que los autobiógrafos no sean aceptados en tanto tales, sino en tanto grupo. Ejemplo de la difícil aceptación de estas escrituras individuales, no anónimas, es la recepción de autobiografías de mujeres (406).

En la manipulación del Madden sobre el texto de Manzano se crea otro esclavo que no es él. La anonimización del autor es sólo una parte de la reelaboración de Madden, quien deshecha nombres de personas, lugares, los pasajes de tranquilidad y paz; altera el orden de los eventos para mostrar un sufrimiento que se incrementa a fin de retratar la desesperanza del esclavo. Asimismo elimina todo pasaje que puede crear una idea ambigua no sólo de Manzano, sino del esclavo cubano en general (406-7). Elimina todo lo que considera frívolo del texto, que para Molloy resulta todo lo “crucial para el entendimiento de Manzano, el hombre, y Manzano, el autobiógrafo, en su compleja relación con la escritura y con los libros” (408).

Aunque en la autobiografía Manzano haga muchas alusiones al cuerpo, y su función fuera ser un cuerpo-objeto, mucha de su corporeidad se pierde tanto en la traducción de Madden como en los estudios de comentaristas de la obra de Manzano. Para cubrir ese vacío Molloy apunta que en un aspecto de su corporeidad se pueden encontrar claves sobre la relación de Manzano con los libros, con la escritura, pues “la glotonería de Manzano sólo se equipara a su voracidad por la letra, y esa letra se le niega constantemente: los libros están fuera de su alcance, es castigado por recitar de memoria y se le prohíbe escribir (411)”.  Su buena memoria despierta sospechas, es condenado a la oralidad y luego es condenado al silencio. Sin embargo, él no permanece pasivo frente a esa condena, se da los medios para cambiar su destino de esclavo, alejado del ocio que las letras representan.

Residuo e imitación son las claves de la formación de Manzano. Usando lo que descartan los amos, se crea a sí mismo. Copia bocetos y copia escritura, reciclando lo desechado, aprende a dibujar y a escribir (412). En su habilidad para la imitación centra Molloy la posibilidad de su construcción como yo-lector-escritor. Un pasaje importante es aquél en el que Manzano describe cómo se enseñó a sí mismo a escribir a partir del papel descartado por su amo Nicolás Cardenas y Manzano, pues en él expone los fundamentos de su identificación y su identidad. Dice que se identificaba con los hábitos del joven, la lectura y la escritura, y que por fuerza de la copia sus caligrafías son idénticas (414). Molloy enfatiza que este comentario no implica que el esclavo se identificara con su amo, pero es a través de esa identificación con sus hábitos, que alcanza su propia identidad.

En la autobiografía Molloy descubre dos historias, una que responde al encargo de Del Monte, que es la del yo como esclavo, y otra de igual o mayor importancia, la historia de ese yo esclavo como lector y escritor (414).

La poesía de Manzano revela su capacidad de imitación. Molloy la califica de Neoclasicismo mediocre, completamente entendible en tanto que obedecía a la influencia de las lecturas de las que Manzano se nutría y la de sus compañeros de tertulia, los delmontistas, que sin duda intervinieron en su creación para hacerla publicable. A juicio de Molloy no debe hacerse de lado su poesía en el estudio de la obra de Manzano, pues ella demuestra cuán central es la imitación en su proceso creativo y en la construcción de su yo escritor, aunque también muestra, cómo el poeta Manzano fue construido por sus amigos.

En contraste, es precisamente en la autobiografía en la cual Manzano se construye a sí mismo sin la mediación de la imitación, pues no tenía ningún modelo que imitar, no había una tradición que seguir. Para complementar este logro de su escritura, Molloy anota que hacen parte de la autenticidad de la autobiografía, de su autorretrato, todas las características de su escritura que las sucesivas manipulaciones de su texto han querido borrar, lo que sus traductores y editores no han podido tolerar y que se ha expresado en la idea de que hay que limpiar el texto de impurezas para hacerlo más legible, con lo cual se le niega al texto la posibilidad de ser leído en sus propios términos. Molloy concluye su examen insistiendo en su propuesta de relación entre cuerpo y escritura en la historia de este hombre al afirmar que “de todas las ‘cicatrices perpetuas’ que marcaron el cuerpo de Manzano, esta bien puede ser la más cruel”.

 

BIBLIOGRAFÍA

Manzano, Juan Francisco. Autobiografía de un esclavo. The Autobiography of a Slave. Bilingual Edition. Translated by Evelyn Picon Garfield.Introduction by Ivan A. Schulman. WayneStateUniversity Press, 1996.

Molloy, Sylvia. “From Serf to Self: The Autobiography of Juan Francisco Manzano”. MLN, Vol. 104, No. 2, Hispanic Issue (Mar., 1989), pp. 393-417

___. At face value: autobiographical writing in Spanish America. Cambridge: CUP, 1991

Poems by a Slave in the Island of Cuba, Recently Liberated; Translated from the Spanish, by R. R. Madden, M.D. With the History of the Early Life of the Negro Poet, Written by Himself; to Which Are Prefixed Two Pieces Descriptive of Cuban Slavery and the Slave-Traffic, by R. R. M.: Electronic Edition. Documenting the American South. http://docsouth.unc.edu/neh/manzano/manzano.html

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1 Response to “From Serf to Self: The Autobiography of Juan Francisco Manzano”. Silvia Molloy

  1. Edit says:

    Yo estaba dudando de si comprarme un tipos de destructoras o trituradoras de papel o bien no, mas segun las recensiones de en esta pagina la verdad que estoy a puntito de hacerlo por ultimo, ¿que afirman ?

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