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A Hora de la Estrella

Una historia es por Clarice Lispector.
Cuando estaba leyendo, yo lo encontré interesante, el énfasis en que es el un escritor masculino. Él dice que si el escritor es una mujer, la historia estaría muy sentimental y sensiblero. Es interesante porque yo puedo imaginar Clarice Lispector usa la ironía para burlarse o crear una conversación sobre los estereotipias de escritoras.
El narrador es Rodrigo S.M. Habla sobre la mujer, Macabéa que todo no les gusta a ella. El tono del voz de narrador es como satírico. Hay odio en el tono pero dice que el es única persona que la ama. Hay un sentimiento de angustia porque el narrador no quiere escribir.
Yo pienso que es interesante que el narrador menciona aspectos de la vida de ella pero en una manera casual or informal. Por ejemplo, el dice que ella tiene una neurosis. Neurosis es más seria pero parece que es casual o no importante para el o para la historia.
Hay un sentido de oscuridad en la historia porque las características que el describe sobre la mujer es muy extraño. También el menciona la muerta en muchas veces en la narración. Pero hay un sentido de sátira o una chiste. Por ejemplo, los compañeros de cuarto de ella tiene el mismo nombre. Todos se llaman María.
Es extraño que ella hace muchas acciones que no se da cuenta. Por ejemplo ella medita pero no se da cuenta que medita. También, el dice que ella no se da cuenta que viva en una vida triste. La idea no es feliz
Ella tiene mucha curiosidad y pide muchas preguntas. Ella parece que ella es muy joven, inocente, no conoce mucho etc. Esta historia me recuerda sobre una película se llama “The Wedding Guest.” Es sobre de una mujer que no conoce mucho porque su madre era una loca persona. Es muy interesante. Pero la trama es muy diferente.
La historia en general da a los lectores una sentimiento de angustia porque el tono y porque la historia es misteriosa.

La hora de la estrella por Clarice Lispector

Al escribir sobre la literatura, es difícil mantener fuera las opiniones personales de su escritura. Con este libro, La hora de la estrella por Clarice Lispector, voy a afrontar esa dificultad. Encontré este libro a ser como las divagaciones de un loco! Sí, hay cosas absolutamente interesantes e importantes sobre el libro, pero no tienen suficiente tirón para que me gusta el libro. Entiendo que esta es una técnica Lispector utiliza para obtener su punto a través. (Me gustaría leer algunos de sus otros trabajos para que ella pueda ser redimido en mis pensamientos como el gran escritor que he oído que es).

En primer lugar me gustaría abordar la importancia del narrador. Su nombre es Rodrigo y él tiene una opinión muy baja de las mujeres. Él escribe “Otros escritor, sí, pero tendría que ser hombre, porque una mujer escritora puede lagrimear tonterías.” Esto insulta descaradamente mujeres (tal vez lo tomo más personalmente porque soy una mujer). Mientras leemos la novela que tenemos que recordar que esto no es la opinión de Lispector de las mujeres, esto es únicamente su interpretación de los pensamientos de los hombres. Estamos leyendo los pensamientos de Rodrigo

Uno de los temas más obvios que vienen a través de esta novela es la pobreza. Macabea, el protagonista vive en la pobreza. Ella tiene un trabajo (paga más bajo al salario mínimo) y es capaz de pagar algo de comida (hotdogs) y la vivienda. Ella todavía está contenido en la mayor parte del libro, que creo que la cualidad más sorprendente, a mirar más allá de todo lo malo y escoger lo bueno en la vida. Otro tema que creo que es importante es el abuso verbal. Casi todos los personajes en el libro abusa verbalmente de Macabea (Olímpico, Gloria etc.), sin embargo, ella no deja que eso afecta a ella. En el exterior se la describe como nada especial, incluso feo, pero creo que de todos los personajes que ella es el más fuerte en el interior.

Encontré la perspectiva de Rodrigo sobre la vida muy contradictoria. Cerca del principio del libro, escribe que cada día es un día robado a la muerte. Esto me lleva a pensar que cada día es especial y que debe valorarse. Pero más adelante en el libro, escribe que la vida es un puñetazo en el estómago, pero luego se contradice de nuevo escribiendo la vida es un lujo. También cuando Macabea está muriendo en la calle que desea lo peor de ella … con esto quiere decir vida. Creo que esto muestra los diferentes estados de ánimo que atraviesa en sus pensamientos. La vida significa algo diferente en momentos diferentes.

Por último me gustaría comentar que, ¿cómo estamos (los lectores) esperábamos de leer esta novela si incluso el narrador necesita tomar un descanso de tres días a partir del libro. Creo que esta es la evidencia que necesitamos para demostrar que el libro es agotador!

La Hora de Estrella: Clarice Lispector

Este cuento por Clarice Lispector es tan interesante y tan único en perspectiva., especialmente en la manera que Clarice escribe este cuento. Ella utiliza un narrador masculino, Rodrigo para dar un contexto y la historia de una mujer, Macabea. Este da una posición desde la perspectiva de un hombre. Este es significante porque es la norma de escritura durante este tiempo, pero ESTO es único. Es un narrador hombre quien esta escrita de una mujer, Clarice. Ella escribe lo que ella piensa un hombre va a decir y pensar. Es una manera para describir el situación de las mujeres en este lugar y en este época y también se pone un énfasis en que los hombres tienen la palabra final.

“Otro escritor, sí, pero tendría que ser hombre, porque una mujer escritora puede lagrimear tonterías” 15. Este cita esta diciendo que las mujeres son tan emocionadas para escribir. Es porque Rodrigo es el narrador en este historia. Lispector quiere jugar con los pensamientos en que los mujeres no pueden escribir y no tienen la capacidad para esto. PERO, a la vez, durante Lispector utiliza Rodrigo en su propia voz femenina/las palabras de una mujer, y con esto, ella rompe las normas de “ser” un hombre, aunque ella es mujer. Hay una dualidad y doble rol de la mujer y el hombre en este cuento.

“La feminidad le nacería tarde, porque hasta el capín errante desea el sol” 28. Este cita es muy fuerte y habla de la perspectiva del narrador “hombre”, Rodrigo. Clarice esta ejemplando que las mujeres son las más vulnerables y más débil que los hombres, especialmente esta mujer, Macabea. Ella tiene una actitud de la vida tan interesante. Ella es muy pasiva en términos de vivir y su situación. Su situación es un de pobreza y, “no sabía que era desventurada”. Ella nunca cree que era vivo o muerto, ella no piensa en cosas de esto mucho. No fue sino hasta el final cuando ella finalmente tiene un pensamiento decisivo: “hoy es el primer día de mi vida: he nacido” 75. Esto ocurre cuando ella era minutos de su propia muerte.

La vida de Macabea es una prueba, porque ella no tiene mucho y ella esta bien con este hecho. Es la sociedad que no esta bien con este hecho. Rodrigo también tiene sus “problemas”. Él escribes porque no es bueno en los otras cosas que hombres normalmente son buenos. Escribe porque es su última opción para ser. Es triste que un hombre que escribe porque se “fastidia” (como Ifigenia) describe una vida de una mujer que sociedad rechaza.

La hora de la estrella

Clarice Lispector, La hora de la estrella

Clarice Lispector’s A hora da estrela (La hora de la estrella / The Hour of the Star) begins and ends with an affirmation: “All the world began with a yes” (11); “It’s strawberry season. Yes.” (96). But the two yeses are quite distinct. The first, at least in appearance, is quite profound: it is the story of cosmic genesis, a quasi-Biblical assertion of universality. The second, by contrast, seems to be much more insubstantial: the gourmand’s note about a fruit that happens to be available. Indeed, given what has taken place in the course of the novel and the ninety pages that separate these two lines, the second yes is if anything flippant or disingenuous. For we have just seen the book’s heroine, Macabéa, an impoverished, sickly, and practically friendless young woman immigrant from the countryside to Rio de Janeiro, be run over and senselessly die on a darkened city street. In this context, to lick one’s lips and head off for a punnet of strawberries and cream is evidence of a lack of compassion or even responsibility. And yet it is the same voice, the same narrator, who provides us with both affirmations. And indeed, beyond being merely a tale of life and death in urban Brazil, this novel is also very much concerned with the affects and debts that authors project onto their writing and their readers, and that readers in turn bear towards both the book and the world.

So alongside and undercutting the affirmations are a series of questions and anxieties. This is an author who often does not seem all that sure of himself. For instance, before the book proper begins there is a “Dedication by the author” in which he reveals that “what trips up my life is writing” (8), and following which is a series of alternative titles for the book itself: “The Hour of the Star,” but also “It’s All My Fault,” “I Can’t Do Anything,” and “Cheap Tearjerker” (9). It’s as though it were up to the reader to be the final judge as to what the book should really be called, or as to whether the author has made the right decisions. Indeed, throughout, he turns to us to explain and justify himself where he can, and to throw himself on our mercy where he can’t or won’t. Even down to the issue of his heroine’s death, he is keen to stress his limits, his powerlessness: “Is perhaps Macabea going to die? How would I know?” (90). And when something does happen, his response–like Macabéa’s own resigned view of the world–is that that’s just the way things are. That’s fate, that’s (like the accident itself that mows Macabéa down) all part of life’s game of chance. So why, then, talk of blame at all? “Who am I,” the author asks, “to punish the guilty? The worst of it is that you have to forgive them. You have to get to such a point of nothingness that it’s a matter of indifference whether or not you love the criminal who kills you” (90). And if this is the lesson of the book, then it’s perhaps only Macabea herself who ever arrives at this point of bliss, such that she can forgive both the driver who kills her and the author who (for all his denials) has her killed.

Meanwhile, all this talk of the author is in an important way seriously misleading. For however self-aware he may be about his role as a writer, what the author never seems fully to realize is that he, too, is but another character. For the real author of La hora de la estrella is, of course, Clarice Lispector, who makes herself known only fleetingly: with the subtitle to the author’s dedication, “In truth [en verdad], Clarice Lispector” (7), and with a signature inserted in the list of potential, but discarded, titles for the novel. And yet even these gestures of showing the author’s hand are themselves misleading. For the author of the dedication is not “in truth” Lispector in that there is no reason why we should expect to believe that this is her own voice any more than we can believe her stand-in, to whom she has given the name of Rodrigo S. M. And just the same goes for her as goes for Rodrigo when he asks himself “Or am I not an actor? In truth [en verdad] I’m more of an actor because with only one way to punctuate, I juggle with intonation and force another’s breathing to accompany my text” (24). Lispector, too, can do no more than juggle with the limits imposed upon her by grammar and writing. And the signature she gives us, as though it were the proof of some legal claim to the text, the trace that confirms the contract made with the reader, is but a mass-produced image, identical on every copy sold. Language and the market together work to erase individuality; and yet they are also the tools with which we endlessly try to distinguish ourselves.

Macabéa, in turn, is also a creature and victim of these same forces, neither more or less than Rodrigo S. M. or Clarice Lispector, though her existence is rather more precarious than that of either the presumed authors. One sign of this is that she is blessed only with a first name, and even that is withheld until almost halfway through the book. The man that becomes briefly her boyfriend, who asks her for her name and so allows it be revealed to the reader, is endlessly fretting about how to make a name for himself. He does so literally as he declares that he is “Olímpico de Jesús Moreira Chaves” when in fact “all he had for a surname was Jesús, the surname given to those without a father” (49). Likewise, Olímpico is keen to feign knowledge and mastery of language in general, blustering or brushing Macabéa off when she comes to him with new words that she has heard on the radio or elsewhere: “What does ‘culture’ mean? –Culture is culture, he continued sulkily. [. . .] ‘What does ‘per capita income’ mean? –Oh, that’s easy, it’s something for doctors” (55). Macabéa, on the other hand, is often literal-minded in her approach to language. “Look, Macabéa,” Olímpico says to her at one point. “What is there to look at?” she responds. “No, my God, no, there’s a ‘Look’ that has to do with looking and a ‘Look’ that’s when you want someone to listen to you. Are you listening to me?” (60). Everywhere, even in the simplest of interjections, language threatens to trip up authors and characters alike. Meanwhile, Macabéa is equally a creature of the market: almost literally so, in that her diet apparently consists entirely of hot dogs and Coca Cola. Likewise, her dream comes directly from mass culture: to be a film star, like Marilyn Monroe. This is the “hour of the star,” the hour of one’s death in which “you become like a blazing cinema star, it’s everyone’s moment of glory” (31).

When, ultimately, Macabéa ends up dying on the roadside, hit (ironically or appropriately enough) by a yellow Mercedes whose driver doesn’t bother to stop to see the damage he’s caused, it’s not immediately clear that this is the longed-for hour of the star. But Lispector (or Rodrigro S. M.) suggests that it’s only in this moment that Macabéa is born, “born for death’s embrace” (93). And it’s only, lying there, that she becomes woman. But this is a strange kind of becoming: neither subject nor object (for in truth in most of her short life, she’s never been either), the last words we hear her say, “clearly and distinctly,” is the phrase “And as for the future” (94). This is a future that seems closed off to her, as much as it had ever been, except that she has been immortalized, however reluctantly, by the author(s) whose frame of reference she forever escapes. Yes.

La Furia y Otros Cuentos – Silvina Ocampo

En los cuentos cortos de Silvina Ocampo, podemos identificar algunos temas recurrentes, pero tratados en una manera diferente en cada aspecto. Por ejemplo, podemos ver que la centralidad de la niñez en cuentos como “el cuaderno” y “la furia.” Con mucha frecuencia, Silvina Ocampo usa la niñez y los niños como sus personajes principales, y típicamente podemos ver la maltratado de los niños de una perspectiva personal o con la perspectiva de personajes afueras. Por ejemplo, en “la furia” nos muestra la final horrible de un niño se llama Cintito. “Lo tome del cuello. Le pedí que se callara. No quiso escucharme. Le tape la boca con la almohada. Durante unos minutos se debatió; luego quedo inmóvil, con los ojos cerrados.” (121)

Ocampo emplean muchos temas recurrentes que siempre están ensombrecidos con tonos oscuros y misteriosos. Podemos ver como Ocampo emplea estos elementos misteriosos en su tratamiento de objetos inanimados. En muchos de sus cuentos cortos, nos damos cuenta de que los personajes no son necesariamente las más importantes de los cuentos, pero los personajes y como se mueven en relación a los objetos inanimados demuestran la profundidad verdadera de los cuentos. Por ejemplo, en “La Casa de Azúcar” la personaje principal, Cristina, hallaba muchas cosas en la casa que gradualmente se transforma entre Violeta (aunque hay ambigüedad). Por ejemplo, pagamos atención al vestido terciopelo, la voz, y un perro. Estos son critícales en el movimiento del cuento.

Y al final, podemos ver como Ocampo continuadamente incorpora el uso de los animales en sus cuentos. Por ejemplo, en “La Casa de Azúcar,” “Mimoso,” “La Liebre Dorada,” y más, los cuentos usan los perros a continuar la historia. En “La Casa de Azúcar,” el perro es la foca del cuento, pero sirve a continuar el argumento y la transformación de los personajes en el cuento. En “Mimoso,” el perro sirve como un animal y un objeto inanimado cuando esta embalsamado. Y en “La Liebre Dorada” los perros son los enemigos de la liebre, y sirven para crear el suspenso.

Me gusta mucho como Ocampo construye el suspenso en sus cuentos. Siempre tiene escenas peculiares y raras con una sensación de ansiedad. Pero al principio, el cuento parece más o menos normal. Los cuentos crecen, gradualmente, a veces con momentos relajados en los medios, y los finales siempre contiene un giro inesperado (o esperado- pero escandaloso).

Ocampo- La Furia

Yo leí la cuenta de La Liebre Dorada en primero, y yo vi que la escritura de Silvina Ocampo es muy diferente de las otras escrituras. Al principio, su escritura es muy descriptiva y en esta cuenta en particular, hay un relación con la naturaleza y la personificación de los animales para moralizar o dar el mensaje a los lectores. La cuenta parece terminar abierta con la interpretación de la cuenta da al lector. La cuenta de las fotografías siguieron algunas técnicas similares de la liebre dorada. Ocampo usa muchas descripciones de las personas, personalidades y su alrededores. Creo que eso es porque sus cuentas están tan cortas que ella necesita dar tantos detalles que posible para acercar el lector a la cuenta. Con la cuenta de La boda, era muy diferente de los otros cuentos. El simbolismo con el araña puede tener muchos interpretaciones para lo que significa. En general, la historia era muy abierta y casi difícil a interpretar. La chica no va a casar con alguien? O ella esta celoso de su hermana? Estaba un poco difícil para mí de interpretar concretamente la cuenta. En general, las cuentas de Silvina Ocampo dejan la interpretación al lector. Cada cuenta era diferente del otro pero algunos temas estaban en cada uno. Temas como la personificación de cosas o de personas o del fin abierta. En solamente algunos paginas, Ocampo da mucha información al lector, como para que el lector puede pensar al resto de la cuenta después. Con muchos descripciones de sus alrededores y de las personajes, el lector tiene mucho información en las primeras páginas. Aunque Ocampo viene de Argentina, yo no vi referencia a Argentina mucho en sus obras. Ella tiene una afinidad para escribir muchas cuentas con diferentes personalidades, temas y características. Esta casi difícil de distinguir su estil de escribir porque cada cuento muestra algo diferente de su escritura. Como los otros cuentos que muestran un rebeldía o un situación grave, Ocampo ha escrito cuentas que no tiene un propósito directa. Para dar la oportunidad al lector de interpretar sus obras, creo que hay más que un aspecto moral o más que un interpretación posible. Yo no vi también un presencia femenina de la manera que ella no discuta siempre de las mujeres pero escriben sobre muchos problemas de la humanidad y a través de diferentes maneras. En todo, Ocampo es muy diferente de las otras escritoras latinoamericanas.


Wikipedia’s Women Problem

We Can Edit

There’s much to say about women and Wikipedia… for instance, about the so-called “gender gap” that (it is said) can be seen both among the encyclopedia’s editors, who are overwhelmingly male, as well as in the articles themselves, which tend to treat topics historically coded as male at greater length and with more seriousness than they cover topics associated with women.

Indeed, a lot has been written about the topic, but one of the smartest commentators on these issues was Adrianne Wadewitz: see her HASTACS blog, and entries such as “Wikipedia’s gender gap and the complicated reality of systemic gender bias”.

Wadewitz mentions what she calls “categorygate,” the furor sparked by Amanda Filipacchi’s New York Times Op-Ed: “Wikipedia’s Sexism Towards Women Novelists”. See also James Gleick’s article for the New York Review of Books blog: “Wikipedia’s Women Problem”.

In this context, it’s worth noting that though there are now (roughly parallel) categories for (say) women novelists and male novelists on the English Wikipedia, this is not the case on the Spanish Wikipedia. Here (for instance) the category escritoras is simply a subset of the broader category escritores, and there is no corresponding division of “escritores masculinos.”

This disparity between the treatment of (women) writers on the two Wikipedias is, of course, partly for linguistic reasons, stemming from differences between English and Spanish. But only partly. And in any case, why should such different ways of encoding gendered identities within language remain sacrosanct?

“La furia” y otros cuentos por Silvina Ocampo

Los personajes principales de los cuentos de Ocampo son principalmente los niños. Ocampo utiliza “niño” o una pequeña estatura en combinación con crueldad y conceptos como la muerte súbita para crear la esencia de la grotesca  el mundo cruel en sus cuentos. Los niños a veces son los principales actores del siniestro sin ser conscientes de las consecuencias de sus acciones, por ejemplo en “la boda”, “Voz en el teléfono” y también en “La sibila”, y en algún momento son víctimas de la crueldad de la adultos ignorantes, como en “La furia”, “La paciente y el médico”, “las fotografías”, y otras veces están los observadores de lo absurdo de los adultos, como en “el vestido de terciopelo”.

“Mimoso” es un perro embalsamado que su dueña, Mercedes, está obsesionado con él. Esto demuestra lo difícil que es dejar atrás algo que se quería mucho cuando ya se ha perdido y lo importante que es dejarlo antes de que sea demasiado tarde. “La raza inextinguible” se trata de una ciudad habitada principalmente por “pigmeos” que trabajan duro y que están siendo aprovechadas por “las personas grandes”. También nos cuenta que ser “una persona grande” no es tan fácil y tiene sus propias dificultades. Muestra cómo estatura y apariencia no otorga la prosperidad individual, como dice ” Es verdad que algunos, entre nosotros, afirman que al reducirnos, a lo largo del tiempo, nuestra visión del mundo será más íntima y más humana” (229).

Mis otros cuentos favoritos por Ocampo son “La paciente y el medico” y “El goce y la penitencia”. “La paciente y el medico” muestra cómo las personas con posiciones sociales aprovechan las que se sienten vulnerables, cómo se descuida el amor puro e inocente de una niña y ser burlado por su médico ignorante. El cuento es de una niña locamente enamorada de su médico y nos cuenta todo de sus afectos y pensamientos. Por otro lado, el médico lo encuentra molesto y fastidioso. El cuento nos revela los pensamientos crueles e ignorantes del médico.

“El goce y el medico”. Parece ser una historia romántica, pero creo que la ironía precede a todo el romance. Es una historia de un romance entre un pintor y la esposa de su cliente. El marido es tan ignorante que cree que el retrato del pintor es la de su propio hijo. La infidelidad no era representado como algo “malo”, pero se convirtió en un incentivo para fortalecer el amor entre los casado: “No podíamos amarnos sin Santiago en penitencia, en el altillo” (214). Sin embargo, la pintura no fue en vano, ya que cuando “[el] marido comprobó que [el hijo menor] era idéntico al retrato de Santiago” y “Colgó el cuadro en la sala” (215).

Silvina Ocampo : La casa de azúcar

¿Eres supersticioso?
Aún si usted es supersticioso, serías capaz de reconocerlo fácilmente?
Ser supersticioso tiene connotación negativa, ya que es claro en el cuento.
Cristina es una mujer muy supersticiosa de los recién casados ​​en el que el marido encuentra su personalidad supersticiosa encantadora al principio pero rápidamente se convierte en algo que él se molesta por. Sin embargo, es la creencia supersticiosa de que hace Cristina para rechazar todas las casas que la pareja puede permitirse como recién casados. Debido a eso, el marido se le da una opción de vivir en un lugar lejano donde él no quiere a fin de que puedan darse el lujo de vivir en una casa nueva que Cristina insiste o una opción de mentir a ella para hacer su creencia de que la casa de azúcar es la nueva casa.
Como narrador-protagonista, el marido ve todo la transformación de Cristina desde el principio hasta el final, donde ella desaparece. Él es el observador sin embargo, el controlador donde se pone a sí mismo y Cristina en la situación en que viven en la casa en el primer lugar en el que creó un sentido de la falsedad y más tarde decide continuar con ella a pesar de que tuvo la oportunidad de corregir sus mentiras.
El marido parece creer que él es una persona muy objetiva sin embargo, él también cree en la superstición, como romper el espejo y mantenerlo es mala suerte.
En otras palabras, hay dos mundos diferentes. Física y psicológicamente, hay el exterior de la casa y el interior de la casa de azúcar. Al principio, la diferencia entre los dos era clara, pero como el tiempo transforma el carácter, la diferencia se vuelve menos claro. La diferencia de la sansatez y la in sansatez empaña.
El marido se posiciona como un objetivo, masculino racional donde las mujeres en la historia son retratados como irracional, misterioso y quizá mágico. Tanto Cristina y Violeta fueron mágicos en diferente sentido. Cristina fue mágico a su marido y, finalmente, se convierte en “embrujado” y el violeta, que sólo aparece en la historia como referencia y lo que otras personas dicen acerca de ella, era mágico donde tenía muchos admiradores.
El título de la historia en sí tiene ese elemento. Cuando la casa de hecha de azúcar, es más mágico que realista para que siempre tenga la casa de sus sueños imaginaria que piensas cuando eres joven como la casa de las galletas en Gretel y Hansel.
Así que usted supersticioso?
¿Cree usted que el ser superstitous siempre tiene una connotación negativa?
¿Qué tipos de supersticiones Qé cree usted?
(Como nota al margen, no puedo ayudarme a mí mismo, pero pensando que esta superstición de Cristina interesante porque en Corea, hay una superstición similar que cuando se muda a un nuevo lugar, es mejor entrar en la casa donde el dueño anterior está dejando la casa, ya que se convirtió en más ricos, o sus vidas mejoró en otras formas de modo que la energía positiva se traduce a la siguiente propietario)

Silvina Ocampo: La furia

Decir que la obra de Silvina Ocampo es “extraño” ni siquiera comienza a describirla. Un análisis freudiano  sería más que entretenido y seguramente llevaría a muchos lados. Su perspectiva contiene muchos personajes que parecen creerse “El otro” como la liebre entre perros en “La liebre dorada. ” Además su inclusión de los animales y la naturaleza parece ser un rasgo constante en su obra como su mención del patio, el campo, los perros, los pájaros etc. Incluso en una obra tiene una protagonista que paga para embalsamar a su perro El hecho de hacerlo la hace parecer loca ante de su marido y conocidos.

Creo que su inclusión del otro y la locura son comentarios sobre la mujer además de reflejar el resentimiento que habrá sentido en comparación con la fama de su hermana más famosa–Victoria. Esto se ve cuando habla de su niñez, “…volveré a recordar mi infancia, que si no fue alegre, fue menos sombría que mi pubertad” (44). En este cuento el papel del hombre (Labuelo) es uno de cerrar y negar. Por ejemplo, él cierra las puertas y guarda la llave, le niega la oportunidad de estudiar francés y no la deja tomar café.

La inclusión del grotesco aumenta la presencia de la locura, “Soñó que estaba en la peletería cosiendo pieles; las pieles se movían, gruñían” (40) o más tarde, “No había nada que comer; entonces sacaba del bolsillo un trozo de pan tan viejo que no podía morderlo con los dientes; lo remojaba en agua, pero continuaba igual; finalmente, cuando lo mordía sus dientes quedaban dentro…”(41).

 

Otro comentario sobre el estado de la mujer está en la pagina 69 cuando el marido de la protagonista dice “Que sea o que no sea verdad no importa, lo que importa es que lo digan.” Esta lógica el hecho de ser un objeto de la mirada se la vuelve loca. Por lo tanto, hay una ironía muy fuerte–que la lógica de la sociedad (que para algunos parece lógica) hace volver que los marginalizados se vuelven loco.