Un sonido y un silencio en “Arrecife”

Sonido:

“Remigio me había contado la historia de su mutilación. Una víbora nahuyaca lo mordió en la mano cuando trabajaba en los campos de vainilla. El veneno de la nahuyaca provoca que la sangre mane por todos los orificios del cuerpo y no hay antídoto. Remigio hablaba de eso con la desganada resignación de quien enfrenta un trámite inevitable. La única solución era cortarse la mano. No dudó: tomó el machete y lo dejó caer” (Juan Villoro (2012), Arrecife: p. 37).

He seleccionado estas líneas porque me gustaría resaltar el sonido del machete en el escenario en el que Remigio se ve obligado a ser mutilado. A mi juicio la atrocidad de la situación se ve acompañada de un sonido seco, rápido e irreversible que transmite de forma admirable la dureza de ese momento. Visualicé lo relatado de una manera espeluznante a través de ese machete que cae. Pienso que la sonoridad en esta obra es tan explícita como sutil, toda una metáfora y a la vez una realidad de lo más drástico de las vidas contadas.

Silencio:

“—¿Estás mejor? —le acaricié la nuca.
—¿Sentiste algo en tu dedo?
—Sentí que era un samurái. Sentí que me habían cortado el dedo con
una espada —mentí”. (Juan Villoro (2012), Arrecife: p. 67).

Al comienzo de la obra Sandra le pide que le acaricie con la parte de su dedo inexistente. No encontramos un muñón sobre la piel de Sandra, sino un espacio entre el miembro fantasma de él y el cuerpo de ella. Son caricias silenciosas, sin contacto físico. A medida que avanza la novela el rol del dedo se transforma, pero él sigue mintiendo acerca de las sensaciones de su dedo. Interpreto esa ausencia corporal suya como una forma de silencio negado. Encuentro en la falta de sensación de él un silencio (con gran relevancia en la obra) fruto de la imposibilidad de contacto físico.

One comment

  1. Hola Alba!

    Muchas gracias por tu comentario, me ha gustado mucho la forma en que abordas el silencio desde el dedo del narrador. Ese silencio que mencionas es una oposición curiosa a la profesión del narrador, que es un músico originalmente, eso me lleva a pensar que tal vez canaliza ese silencio negado (me parece tan funcional esa frase tuya) a través de la música o de ese pequeño aparato que manipula en a los peces.

    Ese distanciamiento que mencionas entre el contacto físico de Sandra y el narrador, me parece que comienza a generar un erotismo basado siempre en una tensión entre tocarse y no tocarse, entre decir palabras y no decirlas. Tal vez, se genera el contacto final entre ambos cuando tienen que apelar a un estimulo auditivo diferente, ajeno a ambos, que sería la canción de Feelings.

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