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La música de “Papi”

La eterna espera de una niña, la anhelación de un reencuentro que nunca se llega a consumar o el deslumbramiento y la perturbación que genera el personaje ausente de “Papi” son, a mi juicio, los elementos críticos de una historia acerca de la muerte de un hombre que pasa de ser un semidiós a ser un canalla (y viceversa) en un mismo párrafo.

“Papi” pierde la cuenta de lo que tiene y se caracteriza tanto por la ostentación como por el vicio. Él es también quien origina la admiración de todos a causa de su poder o sus posesiones. La construcción de una dimensión donde lo material prevalece por encima de todo lo demás parece ser una constante (des)ilusión para una niña que pretende identificar a “Papi” sin ser capaz de reconocer al cadáver con el que finalmente se encuentra.

El libro está plagado de referencias musicales que unen tanto las descripciones que constituyen la narración como el carácter de un personaje masculino cuya representación puede interpretarse mediante un realismo grotesco. El límite entre la atracción y el temor de la niña queda desdibujado por una musicalidad que llena de disonancia las impresiones compartidas por la niña y por los lectores. “Y es que papi tiene tanta música que una siempre tiene miedo a que él quite la canción antes de que se acabe” (p. 23). Asocio esta música a una melodía de terror en la que la impotencia y la destrucción de la candidez de la niña se revelan en su máximo esplendor.

El consumismo en Papi

Uno de los temas que más me llamó la atención en la obra Papi de Rita Indiana fue el consumismo, que se destaca por la figura del padre quien va a vivir a los Estados Unidos y vuelve lleno de billetes. Asimismo, el consumismo en la obra está directamente conectado a la música americana y a la cultura popular, resultando en una gran variedad de referencias  como Grease, Michael Jackson, Luke Skywalker, y MTV, que caracterizan la obra de Indiana. Pienso que el consumismo y los billetes tienen un rol importante en la narrativa porque median las relaciones entre los personajes, particularmente entre papi y la narradora, quien es su hija.   

En el primer capítulo, la narradora se dedica a describir el regreso de su padre, quien vuelve “con más cadenas de oro y más carros que el diablo” (7). Ella menciona la necesidad de su padre en retribuir a las personas que lo habían ayudado en el pasado y nos ofrece una lista de quienes son estas personas: “tus sobrinos, primos, hermanos, amigos, concuñados, allegados, vecinos, compañeros de escuela, tíos, padrinos, compatriotas, amigos de un tipo que está casado con una doña que es hermana de un fulano que se graduó de la Marina un año después que tú” (7-8). Luego, podríamos decir que hay un aspecto colectivo (una colectividad masculina) y quizá positivo asociado con los billetes del padre, independiente de su procedencia, lo que hace esta dinámica aún más compleja. 

Por otro lado, pienso que también hay un aspecto individualista cuando hablamos del consumismo en la relación entre padre e hija. Me parece que el acto de comprar se vuelve la manera que el padre encuentra para suplir su ausencia. A través del consumismo, la narradora introduce en la obra el vocabulario en inglés y nos hace cuestionar la relación entre la dominicanidad y la influencia estadounidense. Además, la combinación de este consumismo exagerado del padre y el hecho de que la obra es narrada desde la perspectiva de una niña, me hace dudar si lo que ella describe es realidad. A pesar del tono fantasioso, la narrativa nos hace reflexionar sobre temas serios como la migración, la legalidad, y la paternidad.

Preguntas: ¿Cómo interpretas el consumismo en la obra? ¿Crees que la identificación racial del padre influye en cómo percibimos el poder económico que logra tener?

Los hijos de los narcotraficantes

Después de leer las primeras páginas de la novela Papi de Rita Indiana, sentí que ya había leído este libro antes. Es que el semestre pasado en la clase de narcoliteratura del profesor Jon leímos una novela llamada La fiesta en la madriguera de Juan Pablo Villalobos que es en esencia la misma historia contada a través de los ojos ingenuos del hijo de un capo del crimen, excepto en el caso de ese libro, el narrador es un varón. Fue muy interesante comparar cómo se trata a los narradores según su género. En ambas novelas parece que ninguno de los niños, dadas sus edades, entienden la posición que ocupan sus padres y el peligro que conlleva. Simplemente disfrutan de los bienes materiales que se les proporcionan. Sin embargo, en la otra novela parece que el padre está preparando a su hijo para hacerse cargo del negocio, algo que no es tan obvio en esta novela. Simplemente tenemos la sensación de que la hija siempre será cuidada (al principio de la novela pero diría que esto cambia a medida que avanza la historia).

Además, el trato que se le da a la mujer en esta novela es algo que me llamó la atención, y no es solo la forma en que los hombres las tratan, también es la forma en que las mujeres tratan a otras mujeres llamándolas “prostitutas” y “putas” (118) (24).  Esto habla de la gran influencia que el machismo tiene sobre las culturas latinoamericanas y caribeñas. Las mujeres se caracterizan como objetos desechables a través de las varias descripciones de la narradora de las numerosas novias de Papi que actúan esencialmente como parásitos que siempre quieren algo de él, vemos esto, por ejemplo, en la escena de persecución de autos, donde su hija está disparando a las novias que los siguen “y sigo haciendo fuego con las armas que papi no deja de pasarme sin mirarme y bajando la cabeza y manejando con las rodillas y con la otra mano bajándome a mí la cabeza para que no nos maten, para que las bazookas de las hijas de la gran puta pasen de largo” (23). Según la narración, nos hace cuestionar el trato que Papi da a su hija, ya que a veces parece que la trata más como a un hijo, como en esta escena o cuando la lleva en sus viajes por carretera a moteles, etc. Te hace preguntarte cómo estas ideas la afectarán en el futuro e incluso la forma en que se ve a sí misma como mujer. Aunque tengo que admitir que no confío totalmente en su narración, ¿crees que podemos realmente confiar en ella?