Category Archives: Uncategorized

reflexión sobre el libro “Insensatez”

Hay dos partes sobre las que quería dar mi opinión.

En primer lugar, se trata de los sentimientos de Pilar que me parecen un símbolo de los sentimientos de todos los sobrevivientes, pues ella fue traicionada por una de las personas más queridas en su vida, exactamente como les sucedió a todos los indígenas que no tienen creer como sufren de su propio gente y de su propio régimen. También cuando Pilar le dijo al narrador que no podía tener sexo, es como el miedo que todos los indígenas en este país experimentan y no pueden continuar  su vida como humanos normales e incluso escuchar más a su instinto. Ellos no pueden olvidar los acontecimientos y no viven como antes. la oración que decía “No estoy una mente completa”. Esta frase es tan intensa que un narrador no puede olvidarla y los sonidos de los indígenas le molestaban constantemente y su situación física y emocional estuvo mal hasta que su paranoia le molestia gravemente.

En segundo lugar, en el libro denominado “Me llamo Rigoberta Menchú” descubrimos la importancia del papel del narrador en la escritura. Porque el narrador puede cambiar completamente el tema a su beneficio como la situación en el libro de Insensatez, en un parte dice que tiene carta blanca. Significa que las voces se pueden cambiar y no siempre ser las voces originales de las personas. lamentablemente esta situación es en muchos países que la gente no permite tener una opinión propia en países como Dominica, Guatemala, etc. Así que estos regímenes no les permiten a los indígenas que se escuchen y hablen.

 

Sobre _Insensatez_ y la catarata adjetival

La novela Insensatez de Castellanos Moya es un texto muy latinoamericano. No sólo por los temas de la guerrilla, los testimonios de los indígenas, la descripción del centro de la ciudad -posiblemente Guatemala-, que son una parte esencial de América Latina, sino por el estilo. Hay otros autores latinoamericanos que apelan al párrafo único en sus obras, el más reciente Temporada de huracanes de Fernanda Melchor,  El otoño del patriarca, de García Márquez, El Apando de José Revueltas y “Macario”, de Juan Rulfo. Todos estos tienen en común que intercalan la descripción  con el diálogo y con la narración. Este recurso, que por su continuidad tiene tintes de oralidad ficticia, nos provoca una lectura ágil, rápida, abrumadora. Los relatos latinoamericanos contemporáneos tienden a la intensidad y a la brevedad. Desde la disposición del lenguaje ya nos dan pistas del escenario asfixiante que están describiendo.

 

He usado la frase “catarata adjetival” para designar el estilo de este libro en particular. La frase no es mía, se la escuché a un maestro de la Facultad que era experto en estilo. Él solía decir que los párrafos de Revueltas son cataratas descomunales. Creo que el concepto queda muy bien para este texto en particular, con la salvedad de que el discurso de este crítico literario / corrector de estilo / editor es en realidad una cascada de adjetivos. “Yo no estoy completo de la mente […] la frase que me dejó lelo en la primera incursión en esas cien mil cuartillas impresas”. Ya el inicio del libro es una frase que describe el estado mental del indígena [y del narrador], es decir, no estar completo de la mente.

 

A lo largo del texto, ese “no estar completo de la mente” se va materializando en comportamientos violentos y repentinos, que comienzan desde el tipo de lenguaje que utiliza el narrador, como “la tan famosa calle”, “el tan llamado periódico”, “el tal Jorge”. Todos estos “tan” son usados en un tono despectivo, que, en mi interpretación, configuran una personalidad molesta, enojada con la realidad. Una personalidad que todo lo juzga y critica, una y otra vez. El narrador tiene una visión de mundo que, en lo personal, me apreció abrumadora, y ese efecto estético comienza desde la acumulación de todo tipo de frases con adjetivos calificativos despectivos.

Por ejemplo, en la siguiente podemos observar un lenguaje que cristaliza emociones de furia: “tampoco pudo defenderse cuando le clavé la segunda puñalada por debajo del esternón, con mayor furia que la primera, tal era mi encono, que enseguida mi brazo vehemente no paró de meter una y otra vez el cuchillo en el cuerpo del soberbio panameño que me había negado el pago de mi adelanto, hasta que de pronto me descubrí en el centro de mi oficina haciendo los furiosos movimientos de quien apuñala a su peor enemigo, sin ningún puñal en mi mano, por supuesto, como aun enloquecido hubiera pensado alguien” (39). Las palabras que he resaltado son una muestra del lenguaje que está fuertemente arraigado en los pensamientos del narrador, y cuya frecuencia en su discurso se incrementa conforme se le acumulan las malas noticias: la negativa de Pilar, la nota en el periódico que supuestamente lo acusa, la indiferencia de su jefe, la negación del pago, su propio machismo y arrogancia ante la ciudad, etcétera.

La catarata adjetival se vuelve más densa hasta que el lector comparte la bruma que aqueja al narrador. En este sentido, el estilo literario obedece al estado mental que este personaje deja entrever. Una personalidad prejuicios, inestable y furiosas. Cómo representar la insensatez que aqueja al personaje y titula a toda la novela? Saturando el texto con una acumulación de frases cargadas de perturbación e inestabilidad emocional.

Una herida en la mente podría no sanar

Al leer Insensatez de Horacio Castellanos Moya, hubo dos cosas que me llamaron la atención desde la primera página. La primera fue la falta de puntuación, era como si las frases no acabaran nunca y como decía el narrador, era como si sus “pensamientos [estaban] jugando un ping-pong desordenado” (74). Para ser honesta, el estilo de escritura me molestó un poco; sin embargo, creo que era apropiado porque mostró la personalidad ansiosa del narrador, también ilustró el título del libro. Las descripciones gráficas de los hechos horribles que se cometieron contra los indígenas fue lo segundo que me llamó la atención. Al igual que el narrador, mientras leía estas descripciones, yo nunca fue insensibilizada a ellas a lo largo del libro, lo que pensé que era extraño para mí dada la cantidad de violencia a la que estamos expuestos en estos días en los medios. De hecho, podemos ver los efectos que estos testimonios tienen en el narrador a medida que avanza la historia. Primero se obsesiona con las oraciones del texto y las repite constantemente a otros que creen que se está volviendo loco. Sin embargo, es interesante notar que él nunca trata de silenciar estas voces, en su cabeza o en el texto, con la intención de “give…voice…to a previously voiceless [group],” que se relaciona con la idea de testimonio de John Beverley (19). Al leer constantemente estas historias, el narrador sin duda asume parte del trauma y, como dice Cathy Caruth, “[a] wound on the mind…is not, like the wound of the body, a simple and healable event,” sino que toma tiempo para aparecer y los efectos no se conocen hasta más adelante (4). Estas ideas freudianas se aplican directamente al narrador que va de mal en peor, volviéndose paranoico de que Jota Ce y el ejército lo matarán, sin saber lo siguiente que desencadenará su miedo, llega al punto en que los perros lo asustan. Su paranoia se vuelve tan mala que tiene que mudarse a una casa de retiro espiritual para aislarse y completar su trabajo. Sin embargo, en ese momento ya es demasiado tarde, su cerebro se ha plagado de paranoias y fantasías violentas, él incluso está representando la violencia, “lo hacía girar por los aires a una velocidad de vértigo, frente a la mirada de espanto de sus padres y hermanitos, hasta que de súbito chocaba su cabeza contra el horcón de la choza, reventándola de manera fulminante, salpicando sesos por todos lados…” (137). Sin embargo, es consolador ver que se da cuenta de que necesita ayuda cuando repite, “yo no estoy completo de la mente” y “nadie en su sano juicio le podría interesar ni escribir ni publicar ni leer otra novela más sobre indígenas asesinados (13)(74). Al menos lo reconoce y, ojalá pueda obtener la ayuda que necesita en Alemania.

Preguntas de discusión: Castellanos Moya & Beverley

Preguntas de discusión – Insensatez

1. El dolor y el placer:

Al relatar las historias de las víctimas de la masacre y de la violencia, el narrador describe los sonidos asociados al dolor vivido por estas personas (la historia del mudito, p.29). Del mismo modo pero en contextos distintos, al narrar sus fantasías sexuales o momentos de intimidad, él recurre a la descripción de los sonidos (los gemidos, p.42). ¿Cómo se diferencian las descripciones de los sonidos asociados a la violencia y a la sexualidad? ¿Qué tipo de reflexión genera ese paralelo?

2. El léxico asociado con la naturaleza y lo animal:

En varios momentos de la novela, al describir directa o indirectamente los sonidos, el narrador usa palabras asociadas con la naturaleza y los animales (el uso del verbo pulular, p.24). ¿Qué efecto produce ese léxico en la imaginación y la percepción del lector? ¿Qué indica sobre la condición emocional de la posguerra en Guatemala?

3. Libreta de apuntes:

¿Qué se puede conocer sobre el narrador a través de su libreta de apuntes? ¿Cómo se puede interpretar la relación entre el acto de escuchar y de observar la reacción de quién escucha? Por ejemplo, cuando el narrador saca su libreta y lee un fragmento de los testimonios a alguien.  

“y enseguida extraje mi libreta de apuntes del bolsillo interior de mi chaqueta con el propósito de paladear con calma aquellas frases que me parecían estupendamente literarias” (43).  

5. Carta blanca:

Nosotros nos enteramos que como corrector de los testimonios, el narrador tiene la posibilidad de cambiar las narrativas de las víctimas.

“por lo que mi labor nada más consistiría en un afinado y retoque final, aunque por supuesto tenía carta blanca para modificar aquello que considerara necesario, sin distorsionar el enfoque – y su confianza en mí era tal que no había necesidad de entrar en detalles, dijo” (27).

Pensando este detalle al lado del texto de Beverley y la controversia de Rigoberta Menchú,  ¿cómo podríamos pensar el trabajo de corrector? ¿Qué crítica provoca tal libertad de corrección?

6. Paranoia:

El narrador nos habla de su paranoia y su falta de estabilidad mental, pero al mismo tiempo sabemos sobre sus experiencias con los militares en su país de origen y el contexto social/político del país en que ahora vive. ¿Cómo interpretamos el mensaje de Toto al final de la obra? CITA: “Ayer a mediodía monseñor presentó el informe en la catedral con bombo y platillo; en la noche lo asesinaron en la casa parroquial, le destruyeron la cabeza con un ladrillo. Todo el mundo está cagado. Da gracias que te fuiste” (155). Llegar a una conclusión sobre su paranoia cambia la empatía que sentimos hacia el narrador?

7. El género literario:

José Manuel González Álvarez plantea que la obra de Castellanos Moya es un relato post testimonial  y rompe en parte con las tradiciones literarias centroamericanas de su periodo. ¿Cómo describirías el género de la obra? ¿Cuál es el límite entre la ficción y la realidad en la obra?

 Portada del libro: “Éste es un libro de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o utilizados de manera ficticia. Cualquier parecido con personas reales vivas o muertas, es una coincidencia”

Preguntas de discusión: Carrington y Sterne

Semana 2: Preguntas de discusión

  1. Laponia. ¿Qué simboliza o significa Laponia en la narrativa? ¿Cómo interpretamos el cierre de la novela tras tanta referencia a la anhelada Laponia?: “Si la vieja dama no puede ir a la Laponia, entonces la Laponia debe venir a la vieja dama” (176).

  2. La categoría estética de lo sublime: un placer desagradable

    En la filosofía estética de Kant, lo sublime dinámico (de los sentidos) brota ante la naturaleza magnífica (la tormenta, el volcán, el océano) u otro fenómeno grande o amenazante que resulta difícil de concebir. Por las dos asociaciones—la maravilla y la incomprensión—lo sublime provoca tanto el placer como el desagrado. Lo sublime es una reacción frente a la confrontación con algo que la razón no puede comprender de todo. De ahí, lo sublime incita a la imaginación para lidiar con el fenómeno incomprensible. De tal manera y gracias a la “actividad de la mente” que labora como parte de la imaginación, lo sublime eleva al sujeto que lo contempla, expandiendo su capacidad para razonar:

    “Consider bold, overhanging and, as it were, threatening rocks, thunderclouds piling up in the sky and moving about accompanied by lightning and thunderclaps, volcanoes with all their destructive power, hurricanes with all the devastation they leave behind, the boundless ocean heaved up, the high waterfall of a mighty river, and so on. Compared to the might of any of these, our ability to resist becomes an insignificant trifle. Yet the sight of them becomes all the more attractive the more fearful it is, provided we are in a safe place. And we like to call these objects sublime because they raise the soul’s fortitude above its usual middle range and allow us to discover in ourselves an ability to resist which is of a quite different kind, and which gives us the courage so that we could be a match for nature’s seeming omnipotence” (Kant 120, énfasis mío)

    Pensemos la reacción de Marion ante el regalo de Carmela (fragmento 1, por abajo) al lado de la experiencia de lo sublime como lo describe Kant:

    ¿Se puede interpretar la recepción de la trompetilla como la experiencia de lo sublime? ¿Por qué sí o no? ¿Notan algunas diferencias importantes entre lo que provoca lo sublime en Kant y la experiencia de Marion? ¿Qué resulta de la activación de la imaginación que incita la trompetilla acústica? ¿Cómo expande la razón de Marion?

  3. La trompetilla acústica y el audile technique. Igual que Kant, el texto crítico hace hincapié en la importancia de la razón. Sterne expone que la percepción auditiva se vincula con lo racional (2) y recalca que las “prácticas de la escucha” se desarrollan a medida que el capitalismo, racionalismo, las ciencias y el colonialismo se pusieron como sistemas dominantes (2). En resumidas cuentas, la escucha se vuelve parte fundamental de la modernidad y los valores de modernidad moldean nuestra manera y capacidad de escuchar. Meditando sobre la relación entre el momento histórico y las posibilidades de la audición, compara la realidad de Marion antes y después de recibir la trompetilla acústica:
    ¿Cómo podemos pensar la escucha (y los otros sentidos) como una manifestación de su época? ¿Qué cambia cuando Marian recibe la trompetilla y, de repente, puede escuchar de nuevo? Pensando en el antes y el después del apocalipsis (la reorientación del mundo y la falta de sol que resulta), ¿se observa un cambio en las prácticas de la escucha (la audile technique) que realizan las mujeres de La trompetilla acústica? ¿Qué significan tales transformaciones?
  4. Intertextualidad, metaliteratura y género: Hay un sinfín de referencias intertextuales (a la biblia, la leyenda del rey Arturo y la Mesa Redonda, a la mitología romana, el misticismo, el surrealismo, la brujería, etc.) y la inclusión de un metatexto apócrifo (Rosalinda). La mayoría de estas referencias inter- y metatextuales se puede leer en clave del feminismo, relacionándolas con el género y la sexualidad. Pensando la meta- e intertextualidad (u otros elementos de la narrativa), ¿cómo entienden el comentario o la crítica feminista que plantea la narrativa?
  5. El Doctor Gambit: ¿Qué tipo de “audile technique” practica el doctor Gambit? ¿Qué nos dice sobre sus creencias y valores, sobre la época en que escucha? ¿Se puede interpretar al Doctor Gambit como una especie de sinécdoque o caricatura? ¿Qué aspectos de la sociedad moderna encarna?

  6. Un surrealismo feminista y sonoro: En la clase vamos a hablar del surrealismo, un movimiento de la vanguardia fundado por hombres y con una estética y teoría bastante masculinas, por no decir machistas. Además, es un movimiento bien visual cuyos artistas y obras más conocidos (Dalí, Breton, Magritte, etc.) imaginan un mundo visualmente onírico. Comparemos el surrealismo “tradicional” con el que vemos en La trompetilla acústica. ¿Qué tiene en común el surrealismo de Carrington con este surrealismo canónico y masculino y cómo se diferencian? ¿Hasta qué punto y en qué sentido se puede conceptualizar La trompetilla acústica como un surrealismo feminista y sonoro que rechaza los patrones de los “padres” del movimiento?
  7. El sonido animal y la oralidad: ¿Cómo interpretamos el conjunto de los sonidos en la obra? ¿Se puede entender los sonidos en relación con los temas ya expuestos (surrealismo, género, sublime, etc.)? Ejemplos de los sonidos: la trompetilla acústica,  la silenciosa actividad de Christabel (80), el trovador Taliessin (107), el heraldo (173), la canción, el tambor y el zumbido de las abejas (173), el gruñido de Anubeth, etc.

Lectura detenida

Los siguientes fragmentos podrían ser provechosos para la lectura detenida, particularmente al prestar atención al sonido y la auralidad.

FRAGMENTO 1 (pp. 10-11)

Su voz era un delgado hilillo y esto fue más o menos lo que ella dijo, pues naturalmente yo no podía oírla. Me arrastró hacia adentro y tras varios intentos me hizo comprender que tenía un regalo para mí. ¡UN REGALO! ¡UN REGALO! ¡UN REGALO!

Carmela me ha hecho regalos muchas veces; algunas veces tejidos, ocasionalmente golosinas, pero nunca había visto presa de tal excitación.

Cuando Carmela desenvolvió la trompetilla acústica yo no tenía idea de si se trataría de algo para comer, para beber o si, por ventura, sólo de un adorno. Después de una serie de complicados gestos la puso en mi oreja y lo que yo siempre había escuchado como un delgado y distante hilo de voz, llenó mi cabeza como el bramido de un toro furioso.

—¿PUEDES OÍRME? ¡Ah, Marion!

Podía, en efecto, y era aterrador. Asentí, perdida el habla: este espantoso sonido era peor que el ruido de la motocicleta de Robert.

—Esta magnífica trompetilla va a cambiar tu vida—vociferó Carmela.

—No me grites—pude finalmente decir—. Me pones nerviosa…

FRAGMENTO 2 (165 + 168-69)

La manada se mantenía aullando fuera, pero era evidente que su tono había cambiado y por medio de una pequeña sensación en mi cuero cabelludo me di cuenta de que había un nuevo sonido muy cercano, extrañamente reminiscent del relleno de las tartas. Aunque siempre dependía de mi trompetilla para oír, recientemente había desarrollado la premonición del sonido y podía así captarlo posteriormente a través de ella.

—Discúlpame —dijo Marlborough—, voy a llamar a mi hermana. Haciendo con las manos como un altavoz alrededor de la boca, emitió una serie de escalofriantes aullidos, los cuales fueron contestados desde el interior del Arca por más aullidos y el chirrido de las bisagras de la puerta principal que, bellamente tallada, estaba decorada con las figuras de Cupido y Psique abrazados en medio de una batalla de cisnes y ciervos.

—No tengas miedo—dijo Marlborough—, si le dejas veer que sientes algo extraño, se pondría muy nerviosa.

… Anubeth, era aun mujer con cabeza de lobo. … Se mantuvo de pie en la puerta gruñendo y mostrando sus dientes blancos y afilados. Marlborough contestó a sus gruñidos con otros gruñidos, lo que me mantuvo apartada de la conversación.

—Mi hermana conoce diez lenguas diferentes —dijo Marlborough— y además escribe sánscrito. Pero, debido a ciertas dificultades de pronunciación, causadas por la configuración de su garganta, siempre nos entendemos ladrando [en lobería].

El poder de no conformarse

La trompetilla acústica de Leonora Carrington es definitivamente una novela única. Hubo muchos giros y vueltas que me hicieron cuestionar a menudo lo que estaba leyendo, por ejemplo, cuando descubrimos que Maude es realmente un hombre o cuando se revela que la hermana del señor Marlborough tiene cabeza de lobo. Además, esta extrañeza se traslada a la narradora, Marion. A primera vista, el lector puede suponer que ella es solo otra señora de los gatos, sorda y senil de la que su familia solo quiere deshacerse. Claro, puede que no sea la narradora más confiable, a menudo cuestioné la veracidad de sus descripciones, sin embargo, es evidente que todavía es consciente de que otras personas pueden verla negativamente dada su edad, lo que ella rechaza cuando dice “todavía soy un miembro útil de la sociedad” (pág. 5). De hecho, la edad puede haberla hecho sentir más confiada, “en efecto, poseo una barbita corta y gris, que la gente convencional podría encontrar repulsiva, aunque personalmente yo la encuentro harto elegante…La edad lo hace a uno menos sensible a la idiosincrasia de los demás” parece importarle menos lo que los demás piensen de ella (pág. 6-7). También se la retrata con una especie de tenacidad y rebelión, negándose a ser oprimida por el doctor Gambit y su institución patriarcal. Ella exhibe habilidades de liderazgo y alienta a las otras mujeres a luchar contra el maltrato de esta autoridad religiosa, similar a un culto, a modo de huelga de hambre. Incluso alienta a las otras damas a defenderse, “Georgina, valientemente, se puso de pie como altavoz del grupo y dirigió el siguiente discurso que nos llamó a todas la atención:

—Doctor Gambit, mis compañeras y yo no sentimos ningún remordimiento porque estas dos fulanas, a quienes consideramos un peligro público, sean sacadas de entre nosotras…” (pág 138). Al final, logran satisfacer su objetivo de sacar a Natacha y Vera de la institución y, en términos más generales, ella parece tener éxito en su objetivo individual de finalmente experimentar Laponia, el lugar al que ha estado anhelando ir. Nunca me he encontrado con un personaje como Marion en ningún libro que haya leído. Esta novela es un testimonio del poder del pensamiento innovador. Hace que los lectores cuestionen las normas tradicionales establecidas por el patriarcado y la religión y los alienta a desafiarlas. Aunque desde pequeños nos enseñan a obedecer a la autoridad, es importante ser críticos y no permanecer pasivos, porque esta novela demuestra que no importa quién seas o la edad que tengas, no te rindas porque a veces uno es recompensado por no ser conforme.

 

El giro sónico: Preguntas de discusión

Preguntas de discusión

Estévez Trujillo

  1. Resulta interesante que, además de destacar la colonialización y la apropiación, los epígrafes se enfoquen en las máquinas (57). Tras leer el artículo entero, ¿cómo interpretan tal enfoque en las máquinas y el desarrollo de la modernidad? ¿Cómo se relacionará con la imposición de una racionalidad y epistemología europea / conquistadora?
  2. Las imágenes: ¿Cuál es la función de las imágenes? ¿Cómo complementan, visual y sónicamente, el ensayo? ¿Se podría interpretar las imágenes (o lo que retratan) como una forma de desprendimiento (67) decolonial?
  3. Estévez Trujillo escribe acerca de la guerra sónica (los perros 61); el negarle el conocimiento, el arte y el poder al individuo colonizado (63); la apropiación sonora (65), etc. Luego, imagina un desprendimiento* decolonial que posibilita otra producción de sonoridades, articulaciones heterogéneas que no se producen por y para y desde la colonialidad. ¿Cómo imaginamos nosotros tal sonoridad decolonial? ¿Cómo podemos percibirla?
  4. Volvamos al título del artículo. ¿Cómo entienden “las manos sonoras que devoran la garganta del mundo”? ¿Qué evoca o posibilita esta imagen?

McEnaney

  1. McEnaney habla de un giro sónico: ¿Hacia qué—y en contra de qué—se gira?
  2. McEnaney comparte varias anécdotas para ejemplificar la existencia de un giro sónico. Entre ellos, la discusión del registro (90), los acoustic assemblages de Ochoa Gautier (95), y su propio estudio sobre las grabaciones de Rigoberta Menchú (y su tartamudeo) (97-98). ¿Les ayudó a entender lo que permite atender a las prácticas de la escucha, la importancia de prestar atención al sujeto que escucha tanto como al objeto-sonido que se oye? ¿Pueden pensar en una manera en que nosotros, como críticos literarios, podemos escuchar a la literatura, escuchar a la literatura que escucha?
  3. A pesar de sus metodologías bien distintas, unas resonancias llamativas existen entre Trujillo y McEnaney. Por ejemplo, tanto Trujillo (58) como McEnaney (92) critican la instrumentalización de definir un objeto a partir de “la diferencia”. Asimismo, los dos citan a varios críticos de Black Studies. ¿Notaron otras conexiones entre los dos textos?

El giro sónico: semana 1

Hola a todes:

Soy Tamara Mitchell, la profesora de S590. Estoy muy emocionada de leer y pensar la narrativa sonora con ustedes este semestre. Vamos a usar este espacio virtual para comenzar a pensar la literatura que leemos juntos a lo largo del semestre, y también para seguir meditando sobre los textos y nuestras conversaciones después de la discusión en clase.

Antes de la clase del jueves, voy a publicar unas preguntas de reflexión sobre las dos lecturas obligatorias (Estévez Trujillo y McEnaney) para la semana 1. Las preguntas servirán para estimular la discusión en la clase del jueves así que ¡no tienen que responderlas por aquí!

Espero que disfruten los últimos días del verano. Nos vemos el jueves.

Tamara