El consumismo en Papi

Uno de los temas que más me llamó la atención en la obra Papi de Rita Indiana fue el consumismo, que se destaca por la figura del padre quien va a vivir a los Estados Unidos y vuelve lleno de billetes. Asimismo, el consumismo en la obra está directamente conectado a la música americana y a la cultura popular, resultando en una gran variedad de referencias  como Grease, Michael Jackson, Luke Skywalker, y MTV, que caracterizan la obra de Indiana. Pienso que el consumismo y los billetes tienen un rol importante en la narrativa porque median las relaciones entre los personajes, particularmente entre papi y la narradora, quien es su hija.   

En el primer capítulo, la narradora se dedica a describir el regreso de su padre, quien vuelve “con más cadenas de oro y más carros que el diablo” (7). Ella menciona la necesidad de su padre en retribuir a las personas que lo habían ayudado en el pasado y nos ofrece una lista de quienes son estas personas: “tus sobrinos, primos, hermanos, amigos, concuñados, allegados, vecinos, compañeros de escuela, tíos, padrinos, compatriotas, amigos de un tipo que está casado con una doña que es hermana de un fulano que se graduó de la Marina un año después que tú” (7-8). Luego, podríamos decir que hay un aspecto colectivo (una colectividad masculina) y quizá positivo asociado con los billetes del padre, independiente de su procedencia, lo que hace esta dinámica aún más compleja. 

Por otro lado, pienso que también hay un aspecto individualista cuando hablamos del consumismo en la relación entre padre e hija. Me parece que el acto de comprar se vuelve la manera que el padre encuentra para suplir su ausencia. A través del consumismo, la narradora introduce en la obra el vocabulario en inglés y nos hace cuestionar la relación entre la dominicanidad y la influencia estadounidense. Además, la combinación de este consumismo exagerado del padre y el hecho de que la obra es narrada desde la perspectiva de una niña, me hace dudar si lo que ella describe es realidad. A pesar del tono fantasioso, la narrativa nos hace reflexionar sobre temas serios como la migración, la legalidad, y la paternidad.

Preguntas: ¿Cómo interpretas el consumismo en la obra? ¿Crees que la identificación racial del padre influye en cómo percibimos el poder económico que logra tener?

Los hijos de los narcotraficantes

Después de leer las primeras páginas de la novela Papi de Rita Indiana, sentí que ya había leído este libro antes. Es que el semestre pasado en la clase de narcoliteratura del profesor Jon leímos una novela llamada La fiesta en la madriguera de Juan Pablo Villalobos que es en esencia la misma historia contada a través de los ojos ingenuos del hijo de un capo del crimen, excepto en el caso de ese libro, el narrador es un varón. Fue muy interesante comparar cómo se trata a los narradores según su género. En ambas novelas parece que ninguno de los niños, dadas sus edades, entienden la posición que ocupan sus padres y el peligro que conlleva. Simplemente disfrutan de los bienes materiales que se les proporcionan. Sin embargo, en la otra novela parece que el padre está preparando a su hijo para hacerse cargo del negocio, algo que no es tan obvio en esta novela. Simplemente tenemos la sensación de que la hija siempre será cuidada (al principio de la novela pero diría que esto cambia a medida que avanza la historia).

Además, el trato que se le da a la mujer en esta novela es algo que me llamó la atención, y no es solo la forma en que los hombres las tratan, también es la forma en que las mujeres tratan a otras mujeres llamándolas “prostitutas” y “putas” (118) (24).  Esto habla de la gran influencia que el machismo tiene sobre las culturas latinoamericanas y caribeñas. Las mujeres se caracterizan como objetos desechables a través de las varias descripciones de la narradora de las numerosas novias de Papi que actúan esencialmente como parásitos que siempre quieren algo de él, vemos esto, por ejemplo, en la escena de persecución de autos, donde su hija está disparando a las novias que los siguen “y sigo haciendo fuego con las armas que papi no deja de pasarme sin mirarme y bajando la cabeza y manejando con las rodillas y con la otra mano bajándome a mí la cabeza para que no nos maten, para que las bazookas de las hijas de la gran puta pasen de largo” (23). Según la narración, nos hace cuestionar el trato que Papi da a su hija, ya que a veces parece que la trata más como a un hijo, como en esta escena o cuando la lleva en sus viajes por carretera a moteles, etc. Te hace preguntarte cómo estas ideas la afectarán en el futuro e incluso la forma en que se ve a sí misma como mujer. Aunque tengo que admitir que no confío totalmente en su narración, ¿crees que podemos realmente confiar en ella?

Preguntas de discusión: Indiana y Mercado Rodríguez

  1. Tema racial. El teórico Silvio Torres-Saillant dice, refiriéndose a República Dominicana, que “the fact remains that negrophobia has endured in the country and can still manifest itself in ways that interfere with the well-being of dark-skinned people” (140).
    Partiendo de esta afirmación, y por tanto entendiendo que la negrofobia es un problema sistémico en el país en que tiene lugar Papi, ¿cómo se articula en la novela el tema racial?, ¿cómo pensamos este tratamiento? ¿Se podría entender este tratamiento como un comentario sobre el problema mismo, sobre el racismo estructural y sistémico? ¿Qué lugar ocuparía este tema respecto a los temas centrales de la obra?
  2. Migración. La migración está muy presente a lo largo de toda la novela. ¿Cómo se inserta en las vidas de los personajes?, ¿de qué maneras se tematiza esta cuestión?, ¿qué debates nos sugiere este tema dentro de la obra en torno a la configuración de las identidades, por ejemplo, nacionales?
  3. Perspectiva de género. Encontramos en Papi un claro hincapié en los roles de género. ¿Cómo se inserta este plano en la novela?, ¿se produce algún cambio a lo largo de la obra en la perspectiva de algún personaje, o en nuestra apreciación de lo que transmite la narradora implícita al respecto?
  4.  La política. Papi nos adentra en espacios atravesados por la disrupción y la violencia, y su universo diegético se encuentra enmarcado en un huracán político en que Balaguer, la sombra de la dictadura trujillista y la intervención estadounidense han gobernado República Dominicana, con repercusiones directas en la vida de la pequeña protagonista de Papi y en la configuración de la idolatrada figura paterna. ¿Dónde encontramos elementos políticos en Papi?, ¿qué movimientos políticos y económicos emergen a lo largo de la obra?, ¿cómo podríamos insertar aquí el concepto de política propuesto por Jacques Rancière (1-42)?
  5. Vorágine capitalista. Papi está tejida en torno a un complejo comentario sobre el capitalismo, que representa como una materialidad desbordante que es traída a nuestro primer plano. ¿Qué elementos nos permiten hablar de tematización del materialismo?, ¿cómo describirías el particular despliegue capitalista que observamos a lo largo de la narración de la protagonista?, ¿qué rol juega esto en los contextos—familiar, geográfico, social, económico, cultural, espacial—que rodean a la narradora, y qué impacto tiene en la propia niña?
  6. Individualismo materialista. Gilles Lipovetsky dice lo siguiente en La era del vacío:
    (…) es el «materialismo» exacerbado de las sociedades de la abundancia lo que, paradójicamente, ha hecho posible la eclosión de una cultura centrada en la expansión subjetiva, no por reacción o «suplemento de alma», sino por aislamiento a la carta. (…) Lejos de derivarse de una «concienciación» desencantada, el narcisismo resulta del cruce de una lógica social individualista hedonista impulsada por el universo de los objetos y los signos, y de una lógica terapéutica y psicológica elaborada desde el siglo xix a partir del enfoque psicopatológico. (53)
    Podemos interpretar Papi como un texto que revela las entrañas de lo que Lipovetsky expone aquí. ¿Cómo encajaría esta idea de narcisismo en el texto, y qué relevancia tendría?, ¿hasta qué punto estas premisas nos sirven para describir y catalogar las relaciones entre los distintos personajes de la novela?, ¿cómo dialoga esa idea de “sociedad de la abundancia” con las realidades socioeconómicas de República Dominicana que nos muestra Papi?
  7. (6.2.) La escucha en los contextos de Papi. El “universo de objetos y signos” (ibíd., 53) de Papi ha sido codificado en función del postcolonialismo (pervivencia de sistemas provenientes de las largas ocupaciones coloniales) y el neo-colonialismo (principalmente injerencias económicas y políticas de Estados Unidos). Partiendo de esta idea, y volviendo a la “audile technique moderna” (93-95) de Jonathan Sterne, ¿qué puede aportarnos la lectura de esta forma de capitalismo abrasivo postmoderno desde el mapa conceptual de Sterne?, ¿qué espacios acústicos encontramos, y cómo se relacionan los personajes con ellos?, ¿cómo impacta esta sociedad capitalista, postcolonial y neo-colonial en las escuchas dentro de la novela?
  8. El merengue. La música y el ritmo son dos elementos centrales en la obra de Rita Indiana Hernández. Muy particularmente, el merengue adquiere una presencia trascendental y simbólica en esta novela, más allá del plano intertextual. En Novelas bolero, Salvador Mercado Rodríguez nos plantea la fundamental importancia que distintos géneros musicales tienen en la literatura Hispanoamericana; entre otras ideas, el autor afirma que la música, y la literatura hibridada con lo musical, ha constituido desde de la modernidad—dominada por lo visual—una suerte de trinchera desde la que explorar ontologías ubicadas fuera de los esquemas burgueses y occidentales, y desde la que articular visiones subversivas contra el statu quo (13-51). Tomando en consideración esta idea, ¿qué rol(es) tiene la música en este mundo diegético?, ¿por qué utilizar en Papi la música y, más concretamente, el merengue?, ¿cabría la posibilidad de relacionar la narración desde sus componentes formales con el merengue?

Fragmento sugerido para una close reading:

“(…) otro día les dije que ese papi que todos estaban viendo no era más que un plan de los socios para confundir a los creyentes, un impostor, pues cuando papi volviera lo haría como un rey y todo el mundo lo vería. Otro día les dije que el quinto Apóstol  de la Cruz de Caravaca, al otro día que los Templarios, la OTAN y Doctor Spock el de Star Trek.” (169)

Lo Unheimlich en El huésped

El huésped nos adentra magistralmente en las grutas habitadas por un fuerte trauma reprimido en la infancia, cuya sombra se torna en una suerte de álter-ego parasitario que domina por completo la psique de su protagonista, Ana.

La novela nos permite conocer desde la intimidad de Ana al ente terrorífico que ha ido colonizando su cuerpo, y que ella acierta a denominar La Cosa. A lo largo de la obra, vamos adentrándonos en una sucesión de acontecimientos que marcan el complicado paso de la protagonista por las etapas naturales del crecimiento, desde la infancia hasta la adultez. De cara a comprender el despliegue de este proceso alienante,  personificado en ese Doppelgänger terrorífico con voluntad propia y ansias de dominación sobre su contraparte, así como la  evolución de la tensión entre estas dos entidades, la idea de Unheimlich, tal y como la transmite Freud (1919), resulta enormemente eficaz.

Este concepto, traducido al inglés como uncanny, pone el foco sobre aquellas fuentes de terror y/o desasosiego procedentes de elementos familiares. Se trata de algo terrible que se reprime y esconde con el mayor afán, desesperadamente, pero que vive dentro de cada persona. Más aún, proviene de la infancia, en que lo traumático es integrado desde una lógica en que lo fantástico y los límites de la realidad no están tan definidos, conceptualización que de algún modo pervive en nuestras mentes, latente, a medida que crecemos y nos alejamos de esos monstruos y cuentos, pero que no es sustituida por otra lógica que afronte estas realidades enterradas.

Siguiendo estos esquemas, entendemos que los elementos irreales que la protagonista percibe de pequeña, la impactante muerte de su hermanito Diego, se transmutan en la grotesca Cosa; así, encuentra una manera coherente de explicar la realidad inexplicable desde los códigos establecidos por su familia y por la vorágine que es su ciudad -marcados ambos por distintos tipos de incesante violencia y muerte-. Su niña interna, que se sigue castigando comiendo guisantes en momentos clave, está escondida en algún lugar dentro de sí a medida que entra en la adolescencia y la adultez. Por otra parte, cabe añadir que el apego que, según Freud, está normalmente ligado a la madre, en este caso Ana lo tiene con su hermano, algo que explica su reacción aparentemente violenta ante el acercamiento de las niñas de su clase al comienzo de la novela, por ejemplo, y que explicaría la dominante presencia de La Cosa, junto con la falta de articulación y gestión en el núcleo familiar y, de alguna manera, en los rituales sociales ante la muerte. 

Por último, cabe añadir a este comentario las posibilidades de explorar otra obra que, muy probablemente, dialoga textualmente con la novela: se trata de “El huésped”, cuento de Amparo Dávila, en que el ser alienante y abyecto no vive -aparentemente- en la mente y el cuerpo de la protagonista (se trata, claro, de una mujer, lo que predomina en la rica tradición gótica), pero sí habita su hogar. De nuevo, igual que la obra de Nettel, se abre un espacio a la ambigüedad que nos permite cuestionarnos la percepción de la narradora.

 

El eco del terror en “El huésped”

El huésped me ha parecido una autobiografía de teror en la que la instrospección de Ana nos muestra su pasado lleno de miedo a sí misma. El espanto del que Ana es partícipe queda delimitado por dos elementos que recorren toda la novela: su pánico ante La Cosa y el espectro de su hermano muerto. La angustia originada por la desaparición física de un ser querido, unida a la insoportable unión con La Cosa (cuya separación equivale a la liberación y cuya conexión es una carga que además culpabiliza a Ana de la muerte de Diego), nos conduce a una batalla contra la catástrofe de una familia en la que solamente los recuerdos tienen voz.

La fijación de la protagonista hacia los ciegos me parece una señal de la necesidad que Ana tiene de acercarse a personas enfermas que carecen de uno de los cinco sentidos. Mientras en el instituto de ciegos en el que ella trabaja no puede dejar de percibir el dolor de los pacientes en la sala de lectura, podemos comprobar cómo su cabeza sigue llena de La Cosa. Aunque Ana pretende descifrar la mentalidad del invidente, finalmente me da la impresión de que esa meta no es más que una excusa para poder aclarar su propio desequilibro emocional: un desequilibrio producido por un sentido de más en vez de por uno de menos, una alteración alimentada por la presencia intangible de su hermano (ahora fantasmal) y por la dualidad de su propia conciencia.

Me gustaría destacar las noches en las que Ana tiene insomnio y el lector queda atrapado en madrugadas donde el oído de Ana amplifica los sonidos a causa del silencio imperante. Quejidos, voces o gemidos, pasos desconocidos que se acercan hacia la habitación de Ana… Ahí la oscuridad no está tanto en la noche como en el contexto sonoro que refleja muy bien el estado mental y a la vez el aspecto más visceral de alguien que ha sido testigo de una muerte cuyo grito forma parte de La Cosa y cuyo eco encuentro de forma recurrente tanto en el aspecto formal de este libro como en el relato de esa niña poseída que Ana lleva constantemente consigo, incluso tras años de silencio.

Una jaula para una parte de la sociedad

Esta novela comienza con temas muy misteriosos y también con muchas metáforas que parece una representación de la sociedad real en muchos países, especialmente en México, ya que el autor de la novela y los nombres están en México. En el cuento, Ana vive con una persona mala llamada La Cosa en su cuerpo desde su infancia. Ella no puede controlarlo y después de morir su hermano a causa de La Cosa, descubre que La Cosa también quiere destruir sus ojos. En ese momento decidió conocerla mejor porque aunque La Cosa no tiene una voz para ser escuchada, tenía un fuerte poder que mató a su hermano y después de eso la siguiente persona fue ella misma. Por lo tanto, Ana eligió un trabajo en una institución donde todas las personas son ciegas porque pensó que de esa manera podría entender mejor la situación. Parece que en esta institución, los ciegos, como La Cosa, están en una jaula de la que no pueden escapar por algunas incapacidades que tienen en su vida. Esto podría ser una metáfora de la situación de las personas que viven en una sociedad oscura con muchas reglas sin ninguna libertad para salir de ella. En esta institución, Ana conoce a Cacho, un hombre mayor, sin piernas y sucio. Cacho es un profesor al igual que Ana y trabaja en la institución y por las noches vive en el metro con sus amigos. En el metro, todos los débiles y pobres viven juntos, y cuando Ana ve eso, se da cuenta de que hay otro mundo en su pueblo que están silenciosos y nadie se preocupa por ellos. Este lugar para los pobres es como una cárcel porque siempre son ignorados por los hombres poderosos en el gobierno. Estas contradicciones en un país entre pobres y ricos pueden mostrar la falta de una política adecuada en esta sociedad.

La asociación de los sonidos con los nombres en El huésped

En el texto de Guadalupe Nettel, El huésped nos encontramos a una niña joven llamada Ana que se encuentra en una lucha y relación constante con un ser que se encuentra al interior de ella. Al principio se me hizo interesante que había una sensación que el lector se encontraba dentro de un tipo de monologo en donde teníamos acceso a los pensamientos internos de Ana. Ella describe como la Cosa a formado parte de su identidad, pero también hay una necesidad de ella de querer defender partes de su identidades o personalidad para que la Cosa no logre dominar a lo completo su personalidad. La Cosa logra tomar un control de la niña en varios aspectos de su vida “se sirve de mis manos, de mi voz, de mi oído para alcanzar lo que quiere” (15). Quisiera prestar atención a una idea de sonido que se ve en este texto de Nettel que también se encontraba en La trompetilla acústica de Leonora Carrington. Se presenta como los nombres de personas y cómo suenan logran crear una personalidad o agregarle características de cómo es una persona. Cuando Ana comparte sobre cómo la Cosa alguna vez tuvo nombre, comparte, “recuerdo que era uno de esos nombres tradicionales, con personalidad fuerte, como Consuelo, Soledad, Victoria, Constanza” (15). El sonido de estos nombres le evocan una personalidad en que Ana logra asociarlos a la Cosa, nombres que connotan una personal fuerte, ya que esto se puede asociar a como la Cosa empieza a tener un control total en la forma en cómo actúa Ana.

La familia disfuncional en El huésped

Uno de los temas centrales de la obra El huésped de Guadalupe Nettel es la familia, lo cuál se relaciona con la dedicatoria de la autora, “a mis padres, a quienes parasité tanto tiempo.” En la primera parte del libro, la narradora se dedica a caracterizar su infancia y su familia disfuncional. Pienso que esta disfuncionalidad se ve reflejada no solo en los roles de género dentro de la familia, sino también en la soledad que experimentan todos los miembros de esta familia aún cuando tienen uno al otro. 

La narradora nos cuenta que todos los días algo salía mal en la familia, Ana derramaba la leche en el desayuno o alguien despertaba enfermo. En este ambiente de caos, lo cuál la narradora define como “heroíco”, la madre de Ana siempre era responsable por limpiar y arreglar las cosas mientras que su padre “se limitaba a cumplir su función de juez, convencido de que en el fondo su mujer se lo agradecía” (17). De manera similar que a su padre, Diego, el hermano de Ana, se caracterizaba por su inmovilidad. La relación entre Diego y Ana es un tanto compleja, ya que Ana lo veía como suyo y como un territorio por conquistar. Me causó incomodidad leer la escena en que Ana mira a Diego cepillarse los dientes porque en la descripción de esta escena hay un tono de deseo que es incongruente con la edad y la relación entre los personajes. Además, en la primera parte del texto en algunos momentos, yo me quedé confundida con la edad de la narradora, no sabía si ella narraba desde su niñez o como adulta. 

Me pareció curiosa la escena del juego de llamar por teléfono al azar y pienso que Ana buscaba a alguien que se preocupara por su condición, porque no lo podía encontrar en su familia o pensaba no le iban a creer. También me llama atención que al describir la voz de la mujer Ana dice “de esas [voces] que conservan los tonos altísimos de su temprana infancia” (30). Creo que esta voz infantil puede conectarse o quizá contraponerse a  la voz en que Ana narra la primera parte de la historia. 

Preguntas: ¿Cómo caracterizas la relación familiar entre estos personajes? ¿Crees que las referencias a las edades influyen en cómo percibimos la narrativa?

Preguntas de discusión: Nettel y Rancière

A. El reparto de lo sensible y los excluidos

1. Volviendo al contexto social que se compartió en la ponencia, ¿cómo podemos pensar la teoría de Rancière al lado de la violencia del estado priista en México? ¿Los conceptos que propone Rancière—la política, la policía, el reparto de lo sensible—resultan fructíferos para pensar la violencia del PRI y las luchas sociales del siglo XX y XXI?

2. Ahora, pensemos la teoría de Rancière y la historia reciente de México al lado de la novela de Nettel. ¿Cuáles son las disputas por reconocimiento, las disputas “políticas” (a la Rancière) en la novela? ¿Quiénes forman parte del reparto de lo sensible? ¿Quiénes no? ¿Hay “policing” o policía en la novela? ¿Cómo entra el sonido en esta dinámica?

B. La conexión con textos anteriores y la pérdida de los sentidos

3. En La trompeta acústicade Leonora Carrington vemos a otra narradora, Marion, como Ana que ha perdido uno de sus sentidos, ambas son conscientes de ello. Compara y contrasta estos 2 personajes. ¿Cómo navegan por sus mundos? ¿Cómo las retratan los autores? ¿Es una de ellas una narradora más confiable que la otra?

C. El sonido y los animales

Fragmento para la lectura detenida:

Esperamos varios minutos antes de que comenzara el supuesto canto, parecido en realidad a la sirena de un barco, aunque un poco más agudo. La animalidad era casi ficticia. Parecía el sonido de algún instrumento primitivo. Un cuerno quizás.
—¿Estás segura de que son ballenas?
—Claro. Lo dice la portada —contestó mamá—, y también que están entre los animales más inteligentes de la tierra.
Mi madre me explicó que los sonidos que estábamos escuchando eran mensajes dirigidos a otros miembros de su especie para avisar de alguna catástrofe. El disco especificaba que el lenguaje de esos animales puede transmitir emociones. “El sonido es tan intenso que se pueden escuchar de un lado del mundo a otro.” … (99/83).

4. ¿Cómo podemos pensar las imágenes del océano y el uso de las ballenas? ¿De qué manera podemos conectar a Rancière con esta escena? ¿Cuál es el papel de la grabación de sonido? ¿Cómo encaja la ficción en la escena?

5. ¿Cuál es el efecto de pensar “la catástrofe” a través del sonido de las ballenas? ¿Cómo se relaciona el sonido de las ballenas con los otros sonidos en la novela?

6. Meditando sobre el sonido de las ballenas al lado de las lecturas ecocríticas de semanas anteriores (Iovino, Nixon): ¿cómo podríamos matizar o retar las ideas propuestas por Rancière sobre la “voz” animal? ¿Pensar la ballena en la antecitada escena nos ayuda a entender algo sobre los seres humanos en la novela de Nettel?

Los narradores de Castellanos Moya

El libro que leí para la conferencia “Listening with the Eyes” fue Baile con serpientes (1996) de Horacio Castellanos Moya. Quise leer este libro porque ya había presentado sobre Castellanos Moya y me interesaba saber si Baile con serpientes también es narrado en primera persona como Insensatez (2004). Además, me preguntaba si el personaje principal de esta obra sería tan despreciable cuanto él otro. Teniendo en cuenta la presentación de Pamela en la conferencia, creo que una de mis preguntas de discusión sobre Insensatez también debe ser explorada en este libro: ¿podemos llegar a sentir empatía hacia Eduardo? 

En relación a los narradores, hay una clara distinción entre los libros. Mientras que en Insensatez la historia solo es narrada a partir de la primera persona, en Baile con serpientes tenemos un narrador en primera persona, Jacinto E., y también un narrador en tercera persona que describe la reacción del subcomisionado Handal y Rita al caso. Pienso que la inclusión de la tercera persona, nos permite ver como esta sociedad posguerra reacciona o no a la violencia criminal. Luego, me parece que Insensatez ofrece un relato personal de cómo la violencia perpetrada por el estado puede afectar a uno.  

Asimismo, en la conferencia Pamela analizó la escena en que Jacinto E. tiene relaciones íntimas con las serpientes y cómo esta escena puede representar un momento de pertenencia a través de las canciones que toca en su radio. Exactamente por esta escena, se me hace más difícil sentir empatía por Jacinto E. que por el personaje principal de  Insensatez. Me parece más difícil justificar las acciones de Jacinto E. que la paranoia del otro personaje. 

Pregunta: ¿Si pudiéramos tener la perspectiva de otro personaje en Insensatez, cuál escogerías? ¿Cuáles son las diferencias y similitudes en la representación de la sexualidad en las dos obras? ¿Crees que los personajes de estas obras tienen libre arbitrio?