Reflexiones sobre el rol de la escena XI

El gran valor de la escena XI radica en su naturaleza especular, que nos permite entrar en diálogo con la versión original de El viaje de los cantores, y comprender mejor algunas de sus claves, al tiempo que contribuye a la resignificación de la misma. 

El hecho mismo de que Salcedo considerase necesario ampliar el texto, explicando sus motivaciones para ello, nos demuestra que la obra entera no es sino un artefacto para la denuncia y el cambio social y político, y que se trata además de un artefacto vivo: esta finalidad está por encima de cualquier pretensión artística o estética. Este dinamismo y maleabilidad del texto ya se evidencian en la multiforme puesta en escena, o en la heterogeneidad genológica (desde el monólogo con ecos a Segismundo –La vida es sueño- de El Miqui hasta el incesante diálogo con que se nos ametralla en la escena IX). 

En cuanto al carácter subversivo de esta escena frente al resto, podemos afirmar que la perspectiva de género introducida acaba por resignificar de manera esencial El viaje de los cantores gracias a su tratamiento de la mujer. Uno de los aspectos a tener en cuenta es que aquí, finalmente, encontramos elementos que nos obligan a diferenciar unos personajes femeninos de otros, y que los tornan en personajes con subjetividades complejas. Mientras que en las demás escenas la única mujer diferenciada del coro femenino es la abuela (incluso la pareja de El Chayo es simplemente la “Mujer 5”), -si bien su existencia misma y su monólogo parecen una simple excusa para ahondar en la historia y el contexto de El Mosco-, aquí cada mujer recibe denominaciones diferentes, punto de partida crucial para habitar el texto como personajes complejos. A este respecto, no obstante, cabe también destacar que sus nombres las convierten de alguna manera en distintas facetas de una misma unidad femenina (soltera, enamorada, embarazada) a través de denominaciones que además las hacen existir en función de su situación sentimental respecto a otra persona. 

Por último, en cuanto a la relación formal de la escena XI con la versión previa de la obra, parece adherirse a El viaje de los cantores de manera natural: si el universo diegético conformado por las escenas I-X, tomado en orden cronológico, comienza con un grupo de mujeres, esta escena acaba con tres voces femeninas, mostrando así una circularidad que permite al lector/espectador poner el foco en la particularmente cruenta experiencia femenina -y doblemente inmigrante-.

La situación de emigrantes

El viaje de los cantores no garantiza nada porque este camino tiene mucho riesgo al que el emigrante se enfrenta y en muchas veces se termino con los muertos. Salcedo menciona los riesgos de los emigrantes por concientizar al universo sobre las formas ilegales. 

Es obvio que cruzar de las fronteras se arriesga todo con poca seguridad de ganar. La solución para resolverlo puede ser eliminar los muros entre Mexico y Estados Unidos.

Sin embargo, estoy completamente de acuerdo con los peligros que tienen de esta manera, pero creo que a veces sus vidas y situaciones en su propio país son tan difíciles que no tienen otra opción para elegir. Y a veces, si conocemos los detalles de sus vidas, entendemos que tienen que hacerlo aunque acepten los peligros de morir de esta manera.

Creo que el enfoque de Salcedo está más en los lados negativos de la inmigración ilegal, pero creo que depende de la situación de cada persona. Mucha gente lucha por una vida mejor y podría alcanzarla. Por ejemplo, Emitis Pohl nació en 1973 en Irán, Teherán. En el momento de la Guerra del Golfo, tomó la decisión de escapar de la guerra y mudarse sola a Alemania en 1987 a la edad de 13 años para buscar una vida mejor. Fue a la universidad y persiguió sus sueños. Actualmente vive en Colonia, está casada, tiene dos hijas y es propietaria de la agencia de publicidad ep communication GmbH. Este no es el único caso del que hemos oído hablar y definitivamente, hay más que esta persona en cualquier país que está en una mala situación.

Las referencias bíblicas en “El viaje de los cantores”

La obra de Hugo Salcedo abunda en referencias bíblicas que se hacen evidentes en parte por los nombres de ciertos personajes como José Belem, Jesús y Sara. Sin embargo, hay una conexión implícita entre las historias bíblicas y la experiencia de los migrantes mexicanos, el desplazamiento forzado. Salcedo resalta en su obra la importancia cultural que tiene la religiosidad y el cristianismo en la sociedad mexicana, y usa de este imaginario para enfatizar su reflexión sobre la migración como una constante histórica.  Además, me parece interesante como Salcedo contrapone por medio de la nota para la puesta en escena de número tres, el rol de la suerte en determinar el orden en que las escenas son presentadas y también la muerte de los 18 migrantes, con las referencias a Dios y el control que él supuestamente tiene sobre las vidas.

Me gustaría enfocar en el personaje de José en la escena V pensando en esa posible referencia bíblica. En la obra de Salcedo, José dice ser hermano de Jesús y es quién le conecta con los polleros. En la biblia, José fue vendido como esclavo por sus hermanos y por eso tuvo que desplazarse al Egipto. Cuando llega a Egipto José pasa a interpretar los sueños del faraón, lo que se relaciona con el paratexto de Jacques Lacan. No obstante, en la obra de Salcedo Jesús es quien quiere cruzar la frontera pero los dos son impedidos por judiciales.

Preguntas: ¿Cuál es la posible función de esas referencias o paralelos bíblicos? ¿Piensas que la religiosidad trae un aporte cultural a la obra de Salcedo? Igual a la pregunta que hizo Fabiola sobre Arrecife, ¿podría ser transplantada la obra a otras fronteras?

La parataxis y la migración

          La parataxis de la que Hermann Herlinghaus habla, la veo empleada en la obra de teatro de Hugo Salcedo, El viaje de los cantores, así como se puede aplicar a la migración en general. Herlinghaus habla de cómo la parataxis guía el flujo migratorio a través de sus “legends, rumors, and…atavistic existential rhythm” (73). El cruce de la frontera tiene que ser un negocio silencioso y secreto, es posible que los migrantes escuchen fragmentos de información provenientes de anécdotas de quienes han cruzado la frontera antes y las oportunidades que puede traer. La información de los Coyotes también tiene que ser silenciosa, por ejemplo para indicar cuándo y cómo cruzar la frontera, dónde encontrarse, etc. Pero estos son temas que no se discuten en detalle debido al secretismo. Escuchas una cosa aquí, una cosa allá, muy parecida a la parataxis. Es un tipo de sonido que no se quiere exponer.

Por otro lado, en la obra de Salcedo, yo argumento que vemos un diferente tipo de parataxis. Es un sonido que quiere ser escuchado, específicamente en la escena fuerte donde los hombres están gritando por sus vidas rezando para que alguien los escuche y los saque de ese vagón infernalmente caliente. Escuchamos oraciones cortas, fragmentadas o en algunos casos solo un par de palabras, “Ruega por nosotros” (62). Luego solo hay oscuridad y silencio. El hecho de pasar de mucho ruido a silencio fue muy poderoso.

También creo que la obra que vimos hizo un buen trabajo al combatir una idea que empuja capitalismo — la desechabilidad. La última escena realmente humanizó a las víctimas al mostrar sus fotos y ver a las mujeres arrodilladas en las tumbas de luto, creando un estado de ánimo solemne, haciendo que la audiencia pensará en las emociones por las que sus familias deben haber pasado. No es algo que puedas obtener simplemente leyendo la obra.

Finalmente, creo que algo que debemos considerar son los cambios que están ocurriendo en el trabajo debido a la tecnología y la automatización. Por ejemplo, con la creación de robots hechos para trabajar en fábricas, actualmente Elon Musk acaba de crear un robot que algún día pueda ayudar a trabajar en sus fábricas. ¿Cómo cambiará la automatización el papel que juegan los inmigrantes en el mercado laboral? ¿Qué trabajos quedarán?

Preguntas de discusión: Salcedo y Herlinghaus

  1. Escenografía
    La obra puede ser representada de forma lineal (en el orden que fija el dramaturgo a través de las diez escenas), mediante un orden cronológico o a través de cualquier otro tipo de combinación. Como lectores del guion, ¿cómo interpretamos la libertad de representación que permite el dramaturgo? ¿Qué sugiere esta libertad formal? O sea, ¿qué implica el hecho de que, para Salcedo, la obra siga siendo la obra a pesar del orden de las escenas?
  2. Ética
    “Todos gritaban a oscuras sin importarnos ya si nos oían los de la migra o no. Quién sabe quién se le aventó al Mosco y luego todos a patearlo en el suelo, mucho rato estuvimos patada y patada, hasta que se sofocó el aire y ya no podíamos respirar. Comenzamos a golpear por todos lados. Yo traía una navaja y trataba de abrir un agujero. Comenzaron todos a jalonearse las ropas y los pelos. A mí me dio chorro, mucho chorro espeso. No me di cuenta hasta después. Muchos comenzaron a gritar de chingaderas. Éramos como unos 20 o 30, todos gritaban y corrían. Estábamos empapados. Otros se abrazaron y estuvieron llore y llore. ¿Qué más puedo contarles? Yo pude hacer un agujerito y pegué allí la boca. Eso fue fácil porque el piso estaba enmohecido. A nadie le dije porque me hubieran quitado de allí. A nadie, ni al Chayo, el de los versitos, ni al Mosco que estaba con la cabeza toda rajada, ni al Desconocido…” (Salcedo 44).
    ¿Cómo interpretamos el hecho de que Miguel Tostado Rodríguez (El Miqui) no comparte la navaja con las otras personas para que también ellos puedan hacer un agujerito y respirar? “A nadie le dije porque me hubieran quitado de allí”. ¿Cómo podemos interpretar esta decisión de Miguel?
  3. El retorno de la tragedia
    En la séptima escena la abuela relata a la mujer 5 (la pareja de Chayo) cómo su hija murió y su nieto se fue para no volver. La abuela está ciega y es considerada una veja loca, pero asegura ver mucho más que los demás. Cuenta que su nieto, la última vez que estuvo en su tierra (hace alrededor de quince años), había visto cómo sacaban a muertos de vagones para arrojarlos al río como si fuesen desperdicios. ¿Es El viaje de los cantores un drama cíclico? ¿Cómo se puede relacionar la obra con la tragedia griega u otras formas del teatro dramático?
  4. La inmigración y la modernización geopolítica
    Hermann Herlinghaus analiza cómo el desarrollo geopolítico tiene como consecuencia la narcocultura y señala la necesidad de una hermenéutica de la globalización para poder entender la inmigración (58-59). Sugiere un planteamiento que va más allá de la tradición occidental y aborda la dinámica de la globalización a través de la acción (figurativa y espacial, 59). Luego plantea la noción de inmigración en la historia moderna como un término que actúa a modo de metáfora de tensiones o problemas entre fronteras. Sin embargo, también expone la importancia que otros autores dan a la genealogía histórica.
    ¿Cuál es el rol, desde un punto de vista genealógico, de la inmigración en El viaje de los cantores? ¿Qué relación hay entre los problemas sociales actuales en México y la modernización geopolítica de Estados Unidos?
  5. Figuras retóricas
    Sabemos que Hugo Salcedo escribe su obra a partir de hechos que tuvieron lugar. No obstante, estamos ante una obra literaria que va más allá de la descripción de un acontecimiento histórico y excede los límites del periodismo. Si asumimos la imaginación como categoría retórica y espacial (Herlinghaus 60-62), ¿qué relación hay entre El viaje de los cantores y la realidad representada, entre la trama y la imaginación del dramaturgo? ¿Qué figuras retóricas emplea Salcedo? ¿Se nota la parataxis en la obra?
  6. La noción de justicia en un drama contemporáneo
    En el discurso de la modernidad se encuentran narrativas trágicas donde la violencia tiene un papel crucial. Herlinghaus presenta los presupuestos metafísicos en relación con una perspectiva hegeliana en la que quien ejecuta o alimenta la violencia transgrede los límites de la razón (74-75). Aunque la poesía y la filosofía de la modernidad muestran en gran medida la caída de la tragedia, en el mundo contemporáneo la tragedia parece volver como una forma de representación de lo inhumano en la sociedad. Sin embargo, Herlinghaus plantea que las tragedias de las narrativas contemporáneas son dramas inacabados donde falta la reconciliación vislumbrada desde una justicia eterna. ¿Cuál es la noción de justicia eterna ante la muerte de dieciocho personas que tratan de cruzar la frontera? ¿Falta un/a héroe/heroína en el drama político contemporáneo? ¿Hay una “justicia eterna” que puede ser establecida mediante la razón o la posmodernidad conduce a rechazar la universalidad de la justicia?
  7. El sonido
    1. Pensando sobre la puesta en escena que vimos el lunes, ¿qué posición tiene el coro en esta obra?
    2. Herlinghaus medita sobre la balada, los narcocorridos y el migration corrido y la canción tiene un papel importante en la obra de Salcedo. Pensemos sobre la realidad que representan tanto los corridistas como Salcedo el dramaturgo. ¿Por qué se recurre a la canción para narrar la migración? ¿Cómo podemos abordar críticamente la canción que narra la migración?
    3. ¿Cuál es el rol del silencio en la obra? ¿Y el sonido acusmático (el sonido cuya fuente queda fuera de vista del espectador)?

Fragmento para la lectura detenida

MUJER 1: Mire nada más.
MUJER 2: Parece la pura verdad.
MUJER 3: Nomás falta y ella esté fingiendo, nada más para que el Chayo se vaya a gusto, y entonces comience con sus coqueterías.

MUJER 4: No lo dudo ni tantito.
MUJER 3: Aunque, coquetearle ¿a quién? Este pueblo cada vez se queda más solo.
MUJER 2: Mujeres… puras mujeres solas por todos lados.
MUJER 1: Mujeres… mujeres corriendo a la estación del ferrocarril. MUJER 4: Mujeres corriendo a la oficina del correo.
MUJER 3: Mujeres durmiendo solas.
MUJER 2: Mujeres metiéndose el dedo mientras lavan la ropa. MUJER 1: (Asustada) ¡Comadre!
MUJER 2: No se haga la tonta, que ya la he visto.
MUJER 1: ¡No es cierto!
MUJER 3: Mejor cállese.
MUJER 2: Mejor apriétese un pezón, cuando nadie llega por la estación del ferrocarril.
MUJER 4: Mejor muérdase la lengua, cuando no hay carta en el correo.
MUJER 3: Mejor tragarse la mierda, que llorar cuando el hijo se casa allá y ya no regresa.

El exceso de silencio y el exceso de ruido

En la obra De Salcedo que hemos visto, hay dos partes que me han llamado significativamente la atención. Tiene que ver con el exceso, tanto de sonido como de silencio.

 

Dos de las escenas más conmovedoras, en mi opinión, ocurren cuando el migrante encerrado en un cuarto, con las manos atadas en medio de la oscuridad, se carcome por el silencio del cuarto. Ante ese vacío de sonidos, cuenta su historia, su testimonio de lo ocurrido en el tren, y constantemente pregunta si alguien lo oye, casi clama porque le contesten o le digan algo. No puede resistir el silencio y él mismo lo combate con sus propias palabras. Tal vez raya en la locura.

 

El segundo exceso es lo opuesto. Cuando observamos que los migrantes se están asfixiando en el vagón, el escenario se llena de gritos y clamores, hasta uno de esos personajes reza el rosario, tal vez como única esperanza. El efecto estético que provoca fue un tanto asfixiante o abrumador, pues el espectador ignora lo que realmente está ocurriendo solo conoce ese exceso de ruido, de gritos. Me parece que el montaje de la obra logró muy bien este efecto, al bajar el telón para que la audiencia no pudiese ver lo que estaba pasando. De alguna forma, creo que experimentamos la misma sensación de asfixia que causó la muerte del Mosco, solo que esa asfixia no se da por ausencia de aire, sino por un clamor incontenible de gritos desesperados.

En ambos casos, se genera un efecto abrumador ya sea ante el silencio en la celda del migrante prisionero, como en el tren en el que los otros migrantes claman de angustia. El sonido y su ausencia se convierten en recursos dentro del teatro para hacer partícipe al espectador de la experiencia de los migrantes, lo cual logra que empaticemos, a mi parecer, con la historia.

Un sonido y un silencio en “Arrecife”

Sonido:

“Remigio me había contado la historia de su mutilación. Una víbora nahuyaca lo mordió en la mano cuando trabajaba en los campos de vainilla. El veneno de la nahuyaca provoca que la sangre mane por todos los orificios del cuerpo y no hay antídoto. Remigio hablaba de eso con la desganada resignación de quien enfrenta un trámite inevitable. La única solución era cortarse la mano. No dudó: tomó el machete y lo dejó caer” (Juan Villoro (2012), Arrecife: p. 37).

He seleccionado estas líneas porque me gustaría resaltar el sonido del machete en el escenario en el que Remigio se ve obligado a ser mutilado. A mi juicio la atrocidad de la situación se ve acompañada de un sonido seco, rápido e irreversible que transmite de forma admirable la dureza de ese momento. Visualicé lo relatado de una manera espeluznante a través de ese machete que cae. Pienso que la sonoridad en esta obra es tan explícita como sutil, toda una metáfora y a la vez una realidad de lo más drástico de las vidas contadas.

Silencio:

“—¿Estás mejor? —le acaricié la nuca.
—¿Sentiste algo en tu dedo?
—Sentí que era un samurái. Sentí que me habían cortado el dedo con
una espada —mentí”. (Juan Villoro (2012), Arrecife: p. 67).

Al comienzo de la obra Sandra le pide que le acaricie con la parte de su dedo inexistente. No encontramos un muñón sobre la piel de Sandra, sino un espacio entre el miembro fantasma de él y el cuerpo de ella. Son caricias silenciosas, sin contacto físico. A medida que avanza la novela el rol del dedo se transforma, pero él sigue mintiendo acerca de las sensaciones de su dedo. Interpreto esa ausencia corporal suya como una forma de silencio negado. Encuentro en la falta de sensación de él un silencio (con gran relevancia en la obra) fruto de la imposibilidad de contacto físico.

Arrecife

A lo largo de este libro, hay sentimientos constantes de corrupción y tristeza entre todos los personajes sobre los que leo.
Todos ellos están luchando con sus situaciones inestables e incluso no saben cuánto tiempo podrán continuar con este estilo de vida arriesgado.

Además de ser una historia vaga y misteriosa sobre el asesinato de Ginger y su amigo Becker al comienzo del libro, la suciedad y la desesperanza de la vida de los personajes se van revelando una tras otra mientras confiesan con Tony sobre sus secretos de la vida. Además, parece que a Peterson y sus socios, no les importan en absoluto estos asesinatos. asesinar parece ser algo normal para todos ellos. Se percibe que la vida de una persona normal no vale nada para esta sociedad.

Tony, el narrador de la historia, escucha de mala gana a todas las personas que trabajan y se quedan en este hotel de lujo. De hecho, no quería estar en este ambiente terrible, pero cree que se lo debe a su viejo amigo, Mario. Porque en el momento más oscuro como era un drogadicto, Mario ayudó a recuperarlo. Pero él no está satisfecho con la situación actual y vive la mayor parte del tiempo con sus tristes recuerdos como la pérdida de su prometida y su padre.

Cabe decir que aunque no se menciona en ninguna parte sobre el tiempo del cuento, parece que Villoro quiere escribir sobre la situación actual en México. Los supuestos narcos, todos los sucesos criminales, las brechas sociales, etc.
En realidad, hay una gran diferencia entre los nativos y los turistas que se hospedan en el hotel Pirámide y la mayoría de turistas que son ricos. Experimentan un miedo controlado y pagan dichosos estos riesgos mientras los trabajadores y nativos del lugar sufren de la mala situación. La mayoría de las personas no pueden disfrutar de sus vidas debido a la crueldad y la injusticia. Sólo los turistas y visitantes pueden ser felices y es cierto que las personas adineradas no tienen estas preocupaciones en absoluto y las ven como una alegría.

Preguntas de discusión: Villoro & Nixon

  1. Slow violence 
    En su texto, Nixon comparte la definición de slow violence: “a violence that occurs gradually and out of sight, a violence of delayed destruction that is dispersed across time and space, an attritional violence that is typically not viewed as violence at all” (2). ¿Se ve la presencia de “slow violence” en el México contemporáneo que se representa en el texto de Villoro? Y si así, ¿dónde y cómo se muestra?
  2. Peces sonorizados
    ¿Cómo podemos pensar los sonidos que crea Tony en el acuario de la Pirámide como una manifestación del ambiente? ¿Cómo forman parte en el tipo de ambiente que se crea en el hotel?
  3. Voz narrativa
    La forma de la novela llama la atención por el vaivén entre el presente en la Pirámide y la frecuente analepsis que nos lleva al pasado (a veces olvidado, a veces mal recordado) de Tony. ¿Cuál es el efecto de esta estructura narrativa? ¿Qué nos puede decir del narrador? ¿Existe alguna relación entre la estructura de la novela y el narrador Tony?

Preguntas extras de Tamara:

A. Un palimpsesto temporal
Hay referencias constantes al pasado maya (sacrificio, eclipse, el mural) y también a los “desastres” del pasado reciente (la guerra de Vietnam, la masacre de Tlatelolco) y otros más contemporáneos, tal como la guerra del Golfo, el narcotráfico, la corrupción del PRI, etc. ¿Cómo se entiende este palimpsesto temporal y violento? ¿Cómo matiza al presente surreal del litoral caribeño del México neoliberal? ¿Qué información nos proporciona sobre nuestro presente? Por último, ¿se podría pensar este palimpsesto al lado de la violencia lenta de Nixon, esa violencia “incremental and accretive [whose] calamitous repercussions [play] out across a range of temporal scales” (2)?

B. El cuerpo dolido
La enfermedad, la discapacidad, la adición y las heridas afectan al narrador, Mario, Laura, la madre del narrador, al jardinero Remigio, etc. Si nos pusiéramos a interpretar el cuerpo dolido o gastado como metáfora o alegoría, ¿cómo entenderíamos el dedo muñón de Tony, su cojo, o la enfermedad que padece Mario, etc.? ¿Cómo se relaciona el cuerpo dolido con el presente neoliberal de México? Al prestar atención a quiénes se dolían—a cuyos cuerpos son los gastados y heridos—¿qué nos sugiere?

C. ¡Ey, familia! (239)
El tema del padre desaparecido resulta importante a lo largo de la novela. ¿Cómo interpretamos el enfoque en la familia rota? ¿Qué opinan sobre los siguientes asuntos pensando sobre este enfoque en la familia y el padre ausente?:

  • La falsa herencia de Tony; el hecho de que su padre no desapareció la noche de Tlatelolco
  • La amistad/hermandad de Tony y Mario
  • El desenlace con la nueva familia compuesta por Tony, Laura e Irene (piensen en Doris Sommer y las “foundational fictions”)

D. Los sonidos
El sonido sale como elemento metafórico y leitmotif, tal como por los varios trabajos de Tony (bajista, sonorización de dibujos animados, sonorización de peces, etc.), el oficio de la madre de Tony (fonoaudióloga en un instituto de sordomudos), la caja que Mario le regala antes de morirse (185), etc. Piensen el papel central del sonido al lado de las siguientes preguntas:

  1. Se podría identificar una técnica audile (a la Sterne) en la manipulación del sonido que ocurre en Arrecife. ¿Qué nos comunica la instrumentalización del sonido?
  2. Nixon habla de la manera en que la violencia se hace visible a través del espectáculo en “our image-world” (3) e insiste en la necesidad de hacer la violencia lenta visible (15). ¿Se podría decir que Arrecife hace audible la violencia lenta? De manera más amplia, podemos imaginar una manera de retar la violencia lenta a través de los otros sentidos (no solo la vista)?

Incompletos de mente

Creo que la característica principal de los personajes de este libro es la perturbación de su mente. Por un lado se encuentran los indígenas que han vivido experiencias traumáticas en un conflicto armado cuya crueldad no tiene límites, mientras que por otra parte tanto el protagonista como quienes le rodean (Erick, Toto, Pilar, Fátima…) viven una vida donde lo cotidiano banaliza sus experiencias hasta reducirlas a un placer basado en el alcohol y el sexo. Se da una paranoia colectiva donde todos parecen estar enfermos, ya sea por ser las víctimas o por ser los testigos o narradores de una realidad ajena a sus vidas. Encontramos, dentro de un contexto religioso que pretende velar por los derechos humanos, la repulsión del narrador hacia el catolicismo y hacia su sorpresa ante la incoherencia de sus decisiones. El realismo sucio que define gran parte de la obra, ese lenguaje soez (con insultos o adjetivos peyorativos) donde la espontaneidad y la falta de delicadeza son frecuentes, es acorde no solamente con la desolación o perplejidad de un revisor de testimonios sobre una masacre, sino también y sobre todo con el estado mental de un hombre que encuentra más sonoridad y literatura en el dolor de los informes transcritos de los indígenas que en su vida. Me da la impresión de que la morbosidad es un elemento fundamental en esta obra, un símbolo que unifica la insensatez propia de todos los que forman este libro.