Mi primera reacción cuando comencé la lectura de esta semana fue, “Wow, este es el prólogo más largo que he leído” después me preguntaba ¿adónde y cuándo comienza realmente la novela”. Después de leer el prólogo entendí por qué era tan largo. Al leer sobre el autor, Alcides Arguedas, me dí cuenta que Raza de bronce fue escrita como una reelaboración de Wuata Wuara. Lo que me sorprendió muchísimo es que pasaron quince años y Arguedas se pasaba su tiempo pensando que no había terminado aún o en otras palabras todavía se sentía que tenía más que decir sobre el ambiente indigenista boliviano.
Cuando finalmente llegué al principio de la obra lo primero que me llamó la atención fue como Arguedas describe con lujo de detalles los espacios donde se encuentran los personajes. Tiene una manera muy peculiar de narrar con impresionantes y vívidos colores los paisajes, los eventos, las plantas, y todo alrededor de el momento. Esto hace al lector entrar en esa topografía y sentir, ver y porque no, hasta imaginar que percibe los olores. Es casi como que si estuviera transportada a ese mismo momento o como si estuviera creando una película en mi mente.
Una de las escenas que realmente me impactó fue la escena del río. No pude evitar ver estas imágenes en mi mente y reflexionar y compararlas con el clima político de los inmigrantes en los Estados Unidos que está ocurriendo en la actualidad. Habían pequeñas palabras de clave que me hicieron compararlo con ésto. Por ejemplo, cuando Agiali le pregunta al valluno si pueden cruzar el río y le responde “El agua es poca, pero tiene mucha fuerza” (35). Esta simple oración me hizo pensar en el Río Bravo (también conocido como Río Grande), que es el río que los inmigrantes tienen que cruzar entre México y la frontera de Estados Unidos y que también, “el río es traicionero, veleidoso, [e] implacable” (41). Me hizo pensar en este breve informe de noticias que vi previamente este año. Si desean verlo está en este enlace, https://www.facebook.com/RealAmericaWithJorgeRamos/videos/721391434970009/.
Creo que hay similitudes entre los indígenas del pasado y los inmigrantes de hoy en día. Una de las similitudes son las experiencias o riesgos a los que se enfrentaban los indígenas pobres, al cruzar los valles, montañas y ríos. Ellos estaban subordinados y dominados por dueños de haciendas terratenientes ricos. Solo obedecían a sus ordenes para sobrevivir y mejorar las condiciones básicas en sus vidas. Los inmigrantes también son pobres ciudadanos dominados y subordinados por gobernadores ricos. Toman riesgos similares a los indígenas cuando deciden cruzar a otros países con el único objetivo de sobrevivir y mejorar las condiciones básicas en sus vidas. Tal vez estoy viendo este pasaje desde una perspectiva totalmente equivocada o simplemente soy muy sensible al tema.