Raza de Bronce

Durante el primer parte del Raza de Bronce por Alcides Arguedas, la protagonista Agiali se enamora y se compromete con Wata-Wara, una mujer hermosa. Después del compromiso, Agiali y Quilco y Manudo, sus amigos, emprenden un viaje por Bolivia para intentar vender semillas y algunos de los artículos de su jefe, el patrón. El patrón controla su tierra que fue robada a los indios, los obliga a comprar productos en su tienda a un precio increíblemente alto y con frecuencia elige a cuál de las mujeres le gustaría llevar a la cama. Esta explotación de las indígenas, especialmente de los cuerpos de las mujeres, desafortunadamente es un tema común en todos los países, y también se mostró en la novela anterior Aves sin Nido. Durante el viaje de Agiali, Quilco y Manudo, no hay mucha comida. El terreno es duro y el viaje es largo y difícil. Después de un largo tiempo de lucha, su viaje comienza a ir mal rápidamente. Un día una tormenta trae una inundación repentina al valle que están cruzando. Durante la tormenta, uno de los burros es barrido en un río rápido. Manudo mira con horror cómo el burro es arrastrado, y desesperado intenta ir tras él en un intento de salvarlo. Sin embargo, el río era demasiado rápido para que Manudo luchará contra su atracción, y fue arrastrado con su burro.

Es en este momento, en mi opinión, que muestra al lector lo maltratados que son los indígenas. Agiali y Quilco, en vez de llorar la pérdida de su amigo y compañero de viaje, se enfocan en la pérdida del dinero que llevaba. En una bolsa alrededor de su cuello había 40 pesos, suficiente dinero para comprar las semillas que necesitaban para devolverle al patrón. Uno de los hombres consideró huir, dejar atrás a su familia y su hogar, solo para evitar las consecuencias de perder los pesos. Esto muestra la cantidad de poder que tiene el hombre blanco sobre los indígenas. Para algunos hombres, sería mejor vivir una vida de vagabundo que regresar al patrón con las manos vacías. El grupo no puede estar seguro de cuál sería su castigo exacto, pero el miedo que el hombre blanco usa para controlar la mente de los indígenas es suficiente para hacerles preguntar que vuelvan a ver a sus familias. Este miedo a las consecuencias los lleva a buscar ayuda y eventualmente sacar el cuerpo sin vida de su amigo del río, solo para llevar la bolsa alrededor de su cuello; contiene lo único valioso de este hombre indigno.

Raza de Bronze

Primero quiero hablar un poco sobre el autor.  Descubrí que Alcides Arguedas estudió sociología en París y trabajó allí en el gobierno, pero también en Bolivia, donde se convirtió en ministro de agricultura en 1940, lo cual es muy interesante tener en cuenta al leer las descripciones de la tierra y la naturaleza porque habla de los terratenientes y los ejidos, y en particular los límites – los que están “marcados por hitos de adobes o pircas de rocalla”.  También investigué algunas de las otras obras del Arguedas, y encontré el ensayo “Pueblo enfermo”, que fue muy controvertido. Este ensayo fue claramente muy efectivo ya que influyó en la reaparición del indio en las manifestaciones bolivianas, etc, y fue interesante leer esto antes de la novela, para notar la perspectiva del autor, especialmente con respecto a la identidad de la nación y la relación entre la sociedad boliviana y su gente indígena.

Para mí es interesante comparar este libro con la novela de la semana pasada.  Esta fue publicada 30 años después y en Bolivia en lugar de Perú.  Las dos novelas comienzan con una descripción del paisaje que llama nuestra atención sobre la naturaleza y su importancia.  Los primeros párrafos son como un poema, con metáforas y hermosas descripciones de uno de los aspectos más importantes de la vida: la naturaleza.  La naturaleza es una gran parte de la historia indígena – es comida, medicina, sol, lluvia, felicidad, familia, es todo.  Las descripciones son muy detalladas, específicas y incluyen todos los pequeños detalles.  Arguedas utiliza muchos detalles no solo para describir el paisaje sino también la mujer (la “dama con trenzas y un sombrero marron).  Una cosa que noté es que las personas y los animals parecen tener su propio rol y lugar en la naturaleza, y como existen para interactuar entre ellos.  Esto se puede ver en el siguiente ejemplo:

“Era una cantera de berenguela y mármol verde, largo tiempo abando- nada, y que hoy servía de cómodo y seguro refugio a las lechuzas y vizcachas (liebres). Los laikas (brujos) de la región habíanla convertido en su mani- da, para contraer allí pacto con las potencias sobrenaturales o preparar sus brebajes y hechizos, y rara vez asomaban por allí los profanos.”

Hay partes específicas de la novela que pusieron imágenes muy fuertes en mi cabeza y me hicieron pensar en la idea de que esta novela se convierta en una película., por ejemplo:

“Verdad es, y quizás esto fuera lo más significativo, que ambos tenían los mismos sitios predilectos para divertirse en los días de reposo; que en las siembras y cosechas los dos labraban el mismo surco, y que en vísperas de las grandes fiestas, cuando de noche ensayaban los mozos sus danzas al luminoso claror de la luna llena, ambos se colocaban juntos e iban cogidos de las manos en las ruedas, y las miradas y sonrisas de ella eran sólo para él; pero de ahí no habían pasado las cosas.”

Creo que esta parte de la novela podría ser una escena increíble en una película, pero al mismo tiempo, es casi imposible capturar en una película lo que está escrito en este libro, porque para mí, la belleza de este libro proviene del lenguaje y las descripciones de Alcides Arguedas.  Creen que una película podría mostrar la historia de amor entre Wata Wara y Agiali, o la esclavitud de los indígenas y todo su dolor y miseria?  Muchas dicen que “una imagen vale más que mil palabras”, pero creen que esto se aplica a que esta novela se convierta en una película?

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I. La Naturaleza en Raza de Bronce

A lo largo de la lectura de Raza de bronce de Alcides Arguedas, el lector no puede no quedar impresionado por la cantidad de descripciones sobre la naturaleza. Una naturaleza que, sin embargo, es tanto maravillosa cuanto peligrosa; tanto rica de colores, ruidos y perfumes cuanto de insospechable insidias.

El libro se abre con una declaración de amor y con nuestro personaje principal, Agiali, que tiene que emprender un viaje con sus camaradas Quilco y Manudo para comprar semillas y vender los productos del patrón. Al empezar la peregrinación, también nos hallamos con detalladas descripciones de lo que parece ser una paraíso terrenal: frutas riquísima, árboles de mil matices de verde, aves coloradísimas, playas larguísimas, llanuras infinitas, cumbres espectaculares… Sin embargo, tanta belleza esconde un peligro tras otro. Es como si la misma naturaleza fuese otro personaje más que aparenta seguridad y belleza y que, sin embargo, se convierte en el enemigo número uno de nuestros personajes.

La primera ocasión en la que entendemos que la naturaleza no descuenta nada a nadie es con el episodio del río. La corriente lo arrastra todo. Manudo es el primero a padecer por la inclemencia del río ya que muere ahogado por querer salvar una de sus bestias. Quilco y Agiali logran salir de las aguas que más de una vez llaman “mazmorra”, pero el primero cae enfermo y pronto seguirá el fatal destino de Manudo.

Es interesante ver como la naturaleza en general tiene una doble cara, es decir, se presenta como algo “necesario”, incluso útil (como las frutas que Agiali y su ayudante exprimen para que salga un zumo que apague la sed de Quilco), pero su apariencia es una trampa. Las cumbre por ejemplos se presentan tanto espectaculares cuanto abrumadoras e inquietantes (“Su presencia aterrorizaba y llenaba de angustia el ánimo de los pobres llaneros. Sentíanse vilmente empequeñecidos, impotentes, débiles. Sentían miedo de ser hombres.” p. 58), así como el silencio que les rodea y sumerge.

Sin embargo, ¿por qué la naturaleza no se presenta clemente con sus primeros habitantes?, mejor dicho, ¿cuál es la razón por la cual Alcides Arguedas nos presenta unos indígenas maltratados y aplastados incluso por la naturaleza? o quizás ¿estamos delante de un elemento necesario que forje a un indio resistente (dentro y fuera) y labre su carácter hacia la rebelión? Como parece indicarnos el personaje de Mallcu, que debe su apodo (bien relacionado con la naturaleza) a la capacidad de haber resistido y contratado el ataque un verdadero mallcu.

Raza de Bronce en la actualidad

Las obras de literatura indigenista tienen dos maneras de representar al indígena. La primera representa al individuo como alguien con aspiraciones mayores que puede lograr cambios importantes en su país. La segunda lo retratan como una persona “inferior” que nunca va a cambiar su estilo de vida. En muchos casos, necesitan ayuda de forasteros para dejar de ser vicitimas de sus “patrones” (Aves Sin Nido). Es en esta segunda representación que Raza de Bronce pertenece. La obra no nos da una solución a los problemas que se viven, pero si nos plasma como es la vida diaria de un campesino Boliviano.

A continuación hablaré de dos puntos sobre la vida de los campesinos de la obra Raza de Bronce que todavía se pueden encontrar en las poblaciones trabajadoras alrededor del mundo.

1) Explotación laboral
En la historia se habla como los campesinos tienen que pagarle un “alquiler” (de diez cargas de taquia semanal y dos pesos de huevos) al patrón por vivir en sus tierras. Este alquiler se da incluso si el campesino ha estado viviendo desde antes que el hacendado “comprara” las tierras. En el caso de desobediencia, el hacendado procede a castigar con violencia al campesino “infractor” con golpes en la cabeza y espalda, y perdida de sus ganados. Esto me hace recordar a las historias de trabajadores de países subdesarrollados que son captados para trabajar en fábricas, pero terminan siendo prisioneros en un barco pesquero. Es en estos lugares que llegan a trabajar hasta 20 horas al día sin sin ningún tipo de descanso ni compensación adicional. En caso de alguna infracción, los castigos pueden llegar hasta la muerte del “trabajador”

2) Explotación sexual
Al igual que en Aves Sin Nido, en Raza de Cobre se puede apreciar que el abuso sexual en contra de las campesinas es un tema recurrente. De alguna forma se puede decir que es algo de la vida cotidiana. Antes que Agiali se vaya de viaje, el le dice a Wata-Wara que se cuide del patrón. A pesar que Agiali golpea a Wata-Wara cuando se entera que a sido violada, el no le pide el anillo a Wata-Wara haciendo inferir al lector que a aceptado su realidad y que tarde o temprano iba a pasar. En la actualidad está “realidad aceptada” todavía se puede ver en las comunidades andinas. Muchas chicas a partir de los 13 años deciden irse a trabajar a otra ciudad para ayudar a sus familias, pero en el transcurso de ello son captadas por proxenetas y enviadas a trabajar en el amazonas como prostitutas.

Finalmente, a pesar que ya no existe la relación de patron-campesino en las comunidades andinas, muchos de los problemas vividos por los campesinos siguen sucediendo alrededor del mundo con las poblaciones más vulnerables.

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Aves sin nido

 

A primer vistazo, Aves sin nido trata de un amor imposible entre dos protagonistas, Manuel el hijastro de el alcalde de Killac, el pueblo donde se sitúa la novela, y Margarita una huérfana que fue acogida por la pareja Marin. Por lo tanto, esta novela tiene varias capas de temas que aborda. La mas interesante e inflamatoria trata de su critica sobre el tratamiento de los quechuas y el sistema social opresivo que permite este tratamiento. Esto incluye grandes deudas sin tener los recursos de poder pagar y librarse de la deuda. O la implementación de multas contra los indígenas del gobernador autoritario, don Sebastián. En fin, en el pueblo de Killac hay dos tipos de personas. los indígenas que sufren bajo una construcción social racista reforzada por el otro tipo de persona, los que forman parte de la elite social: El gobernador y personajes como el cura. Estos dos personajes y los que forman parte de la elite social, impiden que los Quechuas puedan vivir con las libertades y las oportunidades que tiene la clase elite.

Lo que a mi me resulto mas interesante era la recepción que recibió el libro cuando fue publicado. Matto de Turner topo con temas que se consideraban tabú. Por ejemplo, el amor entre un hombre blanco y una mujer indígena que no era socialmente aceptable ese tiempo. pero Matto de Turner va aun mas lejos. No solo critica la construcción social que impide a amar al que uno quiera sin tener que tener en cuenta el color de su piel o su estatus social. También critica la iglesia y los curas inmorales. El desenlace del cuento destapa otra capa de la novela. Manuel y Margarita se dan cuenta que su amor nunca se realizara por que comparten el mismo padre. Turner critica a los curas peruanos que se aprovechaban de su poder y la influencia que tenia la religión para explotar a la población indígena y en el caso de Manuel también de propios miembros de la clase elite. Una vez publicada, creo tanta polémica que la iglesia católico organizo una campaña de desprestigio en contra de Matto de Turner. Prendieron fuego a su efigie, quemaron sus libros y atacaron su casa. Ademas, fue excomulgada y tuvo que exiliarse a Argentina. Esta claro de que Matto de Turner como una mujer blanca, estaba adelante de su tiempo en términos de ideología social. Luchando por los derechos de los indígenas en Perú.

Ciencia vs. creencia en “Aves sin nido”

Algo que me llamó la atención en Aves sin nido fueron las descripciones científicas y biológicas en el texto. Aunque el texto está luchando contra varias dicotomías sociales—las injusticias de la gente europeo contra los indígenas, las costumbres y tradiciones contra la ley, los derechos de las mujeres en una sociedad de hombres—he notado también algunas luchas contra la ciencia y el progreso, y la fe y la religión. Por ejemplo, después de la muerte de Juan Yupanqui, que se describe en el texto como, “que Juan Yupanqui sucumbió instantemente por la acción del proyectil lanzado de cierta altura, y que, rompiendo la escápula derecha, había atravesado oblicuamente ambos pulmones destrozando las gruesas arteria de mediastino,” me parecía un cambio inesperado en el lenguaje (52). A pesar de que la novela es muy descriptiva, especialmente sobre la naturaleza y los sentimientos de amor, las descripciones usan un lenguaje florido, frecuentemente con una retórica religiosa. Entonces, para mí, el cambio a una descripción del cuerpo tan científico y preciso demuestra otro aspecto de una sociedad a punto de cambio—no solo en los leyes y costumbres, pero también en sus creencias, ambos científicos y religiosos.

Eso puede ser muestra del progreso que la novela está luchando por, y también una manera para la autora de aceptar sus creencias o evidencias de la ciencia y la religión. Hay también descripciones “científicas” o basadas en creencias científicas que atentan de justificar algunos de las injusticias sociales. Por ejemplo, cuando Don Fernando dice, “Como habrás notado ya, estos desheredados rarísima vez comen carne, y los adelantos de la ciencia moderna nos prueban que la actividad cerebral está en relación de su fuerza nutritiva.” (53). Don Fernando continua de explicar la “ciencia moderna” describir a las “albuminoides” y las “sales orgánicas” que faltaban la gente indígena, que causaba “la noche del pensamiento, haciéndole vivir en idéntico nivel que sus animales de labranza” (53). A pesar de que sus creencias son problemáticas desde un conocimiento contemporáneo, la novela está incorporando justificaciones científicas, junto a sus justificaciones religiosas y morales, para promover su lucha por la igualdad social—algo que resaltaba para mi, en un texto escrito en 1889.

Finalmente, un momento en el texto que captura la lucha entre la fe y la ciencia, es cuando la narradora describe la muerte de Marcela, diciendo,

“Marcela acababa de volar a las serenas regiones de la paz perdurable, dejando su vestidura mortal, para que el hombre discuta en su presencia la teoría de la descomposición orgánica que proclama la naday los principios de la perfección mecánica movida por algo, cuyo comienzo y cesación de funciones reclama una mano constructora, revelando al Autor de la Naturaleza” (64).

Esa idea de nada versus algo habla de una sociedad que quiere creer en los datos científicos, mientras mantener su fe en lo desconocido, y lo inexplicable. Describir a un dios como “Autor de la Naturaleza” parece como una manera de la narradora de reconciliar esas dos creencias.

Aves sin nido

aves-sin-nido2Towards the end of Clorinda Matto de Turner’s Aves sin nido (1889), the mestizo couple Fernando and Lucía Marín, who are in effect the book’s heroes, because they are sufficiently enlightened to take pity on Peru’s indigenous peoples, are shown leaving the highland town of Kíllac where most of the novel’s plot is set. With them are two young indigenous girls, Margarita and Rosalía, their daughters who they are adopting because their parents have died, victims of violence stirred up by the town’s local authorities. There is no place for them in Kíllac, which is (as another character has declared, pages earlier) “barbaric” (49) and perhaps beyond salvation. If there is a future for the girls, it can only be in Lima, the nation’s capital and “antechamber of Heaven” from which can be glimpsed “the throne of Glory and Fortune” (80). Just as much to the point, moreover, is the fact that the Maríns themselves are hardly safe in the Andes. It was their efforts on behalf of the indigenous that provoked the disturbance in which the girls’ parents were killed. It’s time to get out of Dodge.

Along the way, headed for the train that is to be both the vehicle of their escape and potent symbol of the modernity that Kíllac so notably lacks, Fernando and Lucía mull over the dramatic events that have led them to this point. “What do you think of the things that happen?” the wife asks her husband. “I’m stunned just thinking back over the coincidences,” he replies. “Ah! Life is a novel” (140).

But life is not, of course, a novel. And when characters within a novel are made to protest otherwise, rather than heightening the realism of the events depicted, such claims instead undercut it by reminding us that it is, after all, a literary construction that we hold in our hands. The fact that the book needs to tell us that life can assume the shape of a novel is a sure sign that somehow it is failing to show us convincingly that the tale it tells is lifelike. Here, indeed, it is as though Matto de Turner were trying to prepare us for the hardly plausible plot twist with which her book ends. For it turns out that Margarita, too, is mestiza; her true father, as divulged in her mother’s dying breath, is Kíllac’s former parish priest. Worse still, her suitor, a young man named Manuel who is following along behind the family and hopes to ask the Maríns for their adopted daughter’s hand in marriage, turns out to be hiding the very same secret: he too is the lascivious priest’s bastard offspring. The would-be newly-weds are brother and sister! And with the revelation of that shocking coincidence, worthy as much of a telenovela as of a novel, the book’s plot eventually comes grinding to a halt. After all, novels end even if life has to go on.

Yet perhaps there is something lifelike (and indeed, not very novelistic) about this story’s strange and rather abrupt conclusion. For novels customarily end with some kind of resolution: a birth, a death, or a wedding, for instance. By refusing such a tidy ending, by ensuring through the scarcely believable device of making her young lovers siblings that there will be no marriage here, Matto de Turner is perhaps highlighting the artificiality of the novel form. Aves sin nido is true to life, and to Peru’s “Indian problem,” in its final recognition that it has no pat answers. Heaven can wait, as the glimpse of the throne of Glory is snatched away.

Aves Sin Nido

Para empezar, realmente disfruté este texto. Matto de Turner tiene un dominio fantástico sobre el lenguaje y la forma en que elige usarlo es muy poderosa, por ejemplo, “enjuga tus lagrimas que enturbian el cielo de tu mirada.” Invocan una reacción muy fuerte que afecta al lector más de lo que tendría una elección de palabras diferentes. La forma en que usa las palabras para alcanzar su máximo potencial es tan hermosa que toca el corazón. Las metáforas pintan una imagen increíble que nadie más podría haber descrito de esa manera, los encuentro poéticos. Estoy enamorado de sus descripciones y cada vez que veo la siguiente, estoy aún más impresionado.

Disfruté mucho de lo rápido que la novela profundizó en temas muy serios, como los sacerdotes y los gobiernos corruptos, parejas interaciales, y el maltrato de los indígenas, que todavía se aplican mucho hoy en día. Ella no pierde el tiempo y va directo al grano. No solo atrae su atención, también hay un giro en la trama al final que se suma a una pieza de literatura ya muy bien pensada.

La autora te mantiene constantemente interesado y preocupado por el bienestar de los personajes, sentí la necesidad de seguir leyendo simplemente para saber qué pasaría con estas pobres personas. Como diríamos en inglés, ella me enganchó. Investigar sobre el autor dio aún más contexto para la novela. su vida y otras obras son muy parecidas a esta, controvertidas.

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Aves sin nido

Lo que me llama la atención al terminar la obra de Matto de Turner es la división entre los “forasteros” y los de Killac. Los Marín, como menciona Cornejo Polar, tienen “una moral impeccable, los Marín representan los más elevados ideales que promueve la novela” (XVII). También se describen su hermosura como el ejemplo más bello de los peruanos. Sin embargo, los de Killac (no importa si son indígenas o no) como el Cura, el gobernador y la familia Yupanqui se describen en términos feos y salvajes. La familia Yupanqui y los otros indígenas se representan como “buen salvaje”. Los antagonistas de la obra, como el cura y el gobernador, se representan como salvajes. Son bárbaros y no refinados (notado por el curioso hábito de don Sebastián de repetir la frase “francamente”).

Esta conexión entre los tiranos de Killac y las víctimas indígenas se compara a una relación antropofágica. Matto de Turner describe la relación de los habitantes de Killac como “variante de aquel salvajismo” (25). La secuencia repetida de la antropofagia en Killac es un ciclo que los salvadores de los Marín intentan romper. Matto de Turner, en mí opinión, quiere tirar fuera toda la sierra. Los habitantes están atrapados en un ciclo vicioso, “bárbaro” contra “bárbaro”. Este ciclo se enfatiza al final de la novela cuando aprendimos de la relación verdadera de Margarita y Manuel. El descubrimiento de la relación no simplemente es una representación del trauma de la conquista, pero también de la trauma actual de la novela. El ciclo de la conquista se repite de nuevo.

Por eso es muy interesante a mi parecer lo que menciona Matto de Turner en el Proemio (como mencionó abajo Ricardo) sobre la fotografía. Dice que “la novela tiene que ser la fotografía que estereotipe los vicios y virtudes de un pueblo” (3). La fotografía es reproducible. Se puede repetir una imagen una y otra vez. Me parece que la forma de la novela realista de Matto de Turner (o por lo menos la forma que idealiza) llega a reflejar la trama y los temas de la novela. Es cíclico y repetido. Se reproduce una y otra vez, tal como los horrores de la conquista y el periódo que se describe en la novela.

Aves sin nido

     Esta novela “Aves sin nido”, me hizo ver que cada país tiene su propia versión de la desigualdad entre los indígenas y las personas que vinieron de otros países. Que los indígenas eran las más pobres y fueron tratados injustamente por las personas que vinieron después de ellos. Comportan como si controlan y poseen todo, la tierra y la gente. La historia, de “Aves sin nido”, me recordó a los indígenas en Canadá y las escuelas residenciales. Cuando los niños fueron sacados de sus familias y obligados a ir a la escuela para aprender inglés y olvidar su cultura. Entonces, causando que estos niños fueran aves sin nido. No es exactamente lo mismo como la novela porque las niñas perdieron a sus padres, pero, esto es lo que me hizo pensar en. También había cosas malas que pasaron entre hombres y mujeres. Por ejemplo, algunos hicieron familias con los indígenas y los dejó atrás cuando regresaron a su patria o se aprovecharon de las mujeres. 

     Cuando entendí que el titulo se refería a los indígenas y cómo son vulnerables como las aves sin nido esto cambio todo. Porque entonces me di cuenta de quienes eran los villanos porque cada historia tiene sus villanos. Estos villanos son más realistas porque cosas como esta ocurrieron en la vida real. Por ejemplo, cuando los extranjeros hacen malas cosas a los indígenas, las personas más poderosas fueron capaces de encubrir las cosas malas que hicieron. Sólo porque tenían influencia y poder. Tenían tanto poder, podían encubrirlo y actuar como nada hubiera pasado. En el pasado, la iglesia era responsable de casi todo y no era difícil para hacer lo que querían. En la novela, los hombres de la iglesia fueron los más influyentes y podría hacer ordenes sin tener la culpa. 

     Creo que esta novela era una manera para abrir los ojos de la gente sobre que hay cosas malas ocurriendo en secreto. Que no todos lo miembros de la iglesia son personas buenas porque demasiado poder es malo. Me gustó el personaje Lucía cómo defendió y habló por Marcela. Creo que el personaje es como la autora. Ambos son en una manera defendiendo los indigenas. La autora está contando la historia que necesita ser escuchada. No sólo por los peruanos, sino por todos y esto fue posible cuando la novela fue traducida. Obviamente tuvo un impacto porque la gente todavía lo esta leyendo hoy en día.
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